Te regalo mis vacaciones para que cuides a tu hijo enfermo
B¨¦lgica estudia aprobar una ley que permita ceder d¨ªas libres a otros compa?eros de trabajo con hijos gravemente enfermos
Cada cierto tiempo, el franc¨¦s Christophe Germain recibe un mensaje de agradecimiento de personas a las que no conoce de nada. A veces es un correo electr¨®nico, otras una llamada, pero raro es el mes en que alguien no se pone en contacto con ¨¦l para dedicarle alguna palabra amable. Afincado en Saint Andr¨¦ Le Puy, un peque?o pueblo cercano a Lyon que cuenta con una iglesia y un castillo, Germain es conocido gracias al suceso m¨¢s triste de su vida: la muerte de su hijo Mathys a los 11 a?os tras sufrir un c¨¢ncer de h¨ªgado.
Meses antes de su fallecimiento, Germain solo quer¨ªa estar con ¨¦l para acompa?arlo en sus sesiones de quimioterapia. Una vez agotadas las vacaciones que le correspond¨ªan y los d¨ªas libres, la vuelta al trabajo era inminente y el trasplante de h¨ªgado a su hijo tambi¨¦n. Su esposa recibi¨® un permiso solo v¨¢lido para uno de los padres. Pero un gesto de sus compa?eros de f¨¢brica le permiti¨® acompa?arle tambi¨¦n a ¨¦l tras la operaci¨®n y vivir a su lado sus ¨²ltimas horas: le regalaron 170 d¨ªas de vacaciones rest¨¢ndoselos de sus propias jornadas.
La empresa aprob¨® el espont¨¢neo obsequio y Germain inici¨® una lucha para que el Estado legalizara la solidaridad que hab¨ªa experimentado en carne propia permitiendo a los empleados de cualquier empresa regalar d¨ªas a otros compa?eros con hijos con enfermedades graves o terminales. La ley Mathys se hizo realidad en Francia en mayo de 2014, casi cinco a?os despu¨¦s de la muerte de su hijo. Ahora traspasa fronteras: B¨¦lgica votar¨¢ este oto?o una reforma que incluye la posibilidad de dar d¨ªas a compa?eros de trabajo en esa situaci¨®n siempre que sea de forma voluntaria, an¨®nima y gratuita. La medida cuenta con el apoyo de varios partidos y de la ministra de Empleo, Kris Peeters, lo que hace pensar que contar¨¢ con el benepl¨¢cito de la C¨¢mara.
La ley Mathys se hizo realidad en Francia en mayo de 2014, casi cinco a?os despu¨¦s de la primera solicitud
La reforma entrar¨ªa en vigor el pr¨®ximo 1 de enero y ya ha generado discordias. Los sindicatos belgas reconocen las buenas intenciones pero se oponen a su puesta en marcha. Defienden que la ley actual, que permite ausencias de hasta 48 meses para cuidar de los hijos menores de 21 a?os, es suficiente, y que es el Estado y no otros trabajadores quien debe garantizar ese derecho. "La solidaridad es m¨¢s eficaz en un nivel m¨¢s amplio: cuantos m¨¢s participen de ella, m¨¢s se reparten las cargas. Ese es el principio de la Seguridad Social", se?alan desde la CSC, uno de los mayores sindicatos del pa¨ªs. La entidad afirma querer evitar dilemas que la nueva ley puede generar: "?Le dar¨ªas tus vacaciones a alguien que te cae mal? ?Y si son dos los compa?eros en esa situaci¨®n? ?Si te pasa a ti, a qui¨¦n y c¨®mo le pedir¨ªas d¨ªas libres?", se pregunta desconfiando del anonimato y la voluntariedad que establece el texto.
Rechazo sindical
Los sindicatos tambi¨¦n se opusieron en su momento en Francia. Germain, el padre del menor que da nombre a la ley, entiende la postura de las organizaciones de trabajadores pero apoya que la medida se extienda: "El Estado no lo puede hacer todo y hay que dar soluciones. Seguramente no es la ideal pero es una de ellas", defiende por v¨ªa telef¨®nica. Ya han salido a la luz casos de beneficiarios. El a?o pasado el franc¨¦s Jonathan Dupr¨¦ recibi¨® 350 d¨ªas de sus compa?eros para atender a su hija, tambi¨¦n enferma de c¨¢ncer, tras haber agotado sus vacaciones. La empresa en la que trabaja tiene m¨¢s de 6.000 empleados en todo el mundo, lo que tambi¨¦n abre el debate de la desigualdad de la ley: los empleados de empresas m¨¢s grandes tienen m¨¢s opciones de acumular d¨ªas al haber m¨¢s potenciales donantes de vacaciones.
El asunto afecta a centenares de familias en todo el pa¨ªs, por lo que la Liga de Familias belga tambi¨¦n ha tomado partido: "Es una idea seductora que apela a la generosidad y la solidaridad sin coste para la Seguridad Social pero deja a un lado la mejora de las prestaciones p¨²blicas para fiar la cuesti¨®n a la cambiante buena voluntad de los compa?eros de trabajo", se?ala su responsable, Delphine Chabbert.
Una vez aprobada la ley en Francia, los padres de Mathys contin¨²an, casi siete a?os despu¨¦s de su muerte el 31 de diciembre de 2009, tratando de mejorar a trav¨¦s de una asociaci¨®n las condiciones de vida de las familias que afrontan el cuidado de un hijo gravemente enfermo. Cada vez que el tel¨¦fono suena en el solitario pueblo de Saint Andr¨¦ Le Puy, es motivo de orgullo para su padre, Christophe Germain. "Hemos inscrito su nombre en algo que va a perdurar y para nosotros es importante".
Espa?a da un subsidio a uno de los padres
La ley espa?ola contempla para los padres que deban atender a hijos menores de 18 a?os que padezcan c¨¢ncer u otra enfermedad grave la posibilidad de acogerse a una reducci¨®n de jornada de al menos el 50% percibiendo un subsidio para compensar la p¨¦rdida de ingresos. Aunque ambos progenitores pueden pedir la reducci¨®n de jornada, la prestaci¨®n solo puede solicitarla uno de ellos. Si cualquiera de los padres deja de trabajar para atenderlo, la ayuda queda autom¨¢ticamente anulada.
En el caso de los funcionarios la ley es similar: pueden recibir el salario ¨ªntegro pese a reducir su jornada laboral a la mitad o menos tiempo. Sin embargo, ay circunstancias excepcionales que pueden complicar la atenci¨®n a los hijos: si los padres trabajan para una misma entidad p¨²blica podr¨ªa impedirse a uno de ellos recibir una reducci¨®n de jornada para garantizar ¡°el correcto funcionamiento del servicio¡±, seg¨²n se?ala la ley.
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