Energ¨ªa para un mundo menos contaminado

Para el investigador es cuesti¨®n de elegir entre susto o muerte. A finales de septiembre imparti¨® una conferencia en Madrid donde lanz¨® un buen pu?ado de titulares desafiantes: ¡°Todav¨ªa hay una enorme cantidad de combustibles f¨®siles, pero gran parte de las reservas de gas y carb¨®n van a tener que quedarse bajo tierra¡±, fue uno de ellos. ¡°Ahora la temperatura de la tierra est¨¢ un grado por encima de la ¨¦poca preindustrial, ?qu¨¦ pasar¨ªa si la temperatura sube cuatro o cinco grados? Probablemente pensemos que no se va a notar, pero la ¨²ltima vez que eso ocurri¨® hab¨ªa caimanes en los polos¡±.

Zenghelis record¨® en aquel foro, organizado por la C¨¢mara de Comercio de EE UU en Espa?a y el Instituto Elcano, que miles de empresas, y no solo los ciudadanos, son las que animan a los Gobiernos a establecer l¨ªmites m¨¢s exigentes en pol¨ªticas medioambientales. ¡°Y no lo hacen porque se dediquen a criar osos polares, sino porque quieren ser m¨¢s eficientes¡±. La eficiencia, de hecho, es esa palabra m¨¢gica que deber¨ªa cambiar las cosas en un sector muy necesitado de un viraje de rumbo.

Un informe publicado este verano por BP se?ala que en 2015 se increment¨® el consumo de petr¨®leo un 1,9% y un 5,4% el del gas, mientras que la demanda de carb¨®n en el planeta descend¨ªa un 1,8%. El mix de consumo mundial sigue primando un modelo que se nutre de fuentes energ¨¦ticas convencionales: el viscoso combustible est¨¢ en la cima en consumo de energ¨ªa primaria (un 32%), seguido del carb¨®n, con un 29,2%, y en tercer lugar el gas natural, con otro 23,8%. Las energ¨ªas renovables s¨®lo tienen el 9,6% de la tarta, y el resto del mercado, un 4,4%, se lo lleva la nuclear.

Mientras que la energ¨ªa renovable crece a un ritmo superior al 200%, el declive del carb¨®n se ve en los n¨²meros de los l¨ªderes del mercado. La anglo-suiza Xtrata-Glencore, el mayor exportador mundial de carb¨®n t¨¦rmico, factur¨® el a?o pasado 170.497 millones de d¨®lares, un 20% menos que en 2012. La anglo-australiana BHP Billition pas¨® de 72.260 millones en ventas (2012) a 44.636 en 2015. En cuanto a los gigantes del petr¨®leo, los bajos precios del barril han pasado una enorme factura a sus ingresos: la china Sinopec redujo en 146.000 millones de d¨®lares su facturaci¨®n en los ¨²ltimos dos a?os. BP se dej¨® 156.000 millones (hasta los 222.894 millones), y la norteamericana Exxon Mobile pas¨® de unas ventas de 390.247 millones en 2013 a 236.810 millones (153.000 millones menos), seg¨²n datos de Bloomberg.

Las grandes el¨¦ctricas, en cambio, mantienen el tipo frente a la ca¨ªda de los precios: State Grid, la mayor compa?¨ªa de distribuci¨®n y transmisi¨®n del globo (China), que ocupa la segunda posici¨®n entre las mayores empresas del mundo tras Wallmart, apenas vio reducidos sus ingresos en los ¨²ltimos dos a?os en un 1%. EDF o E.ON, aunque con ca¨ªdas m¨¢s pronunciadas, tampoco han vivido grandes oscilaciones.

Previsi¨®n espa?ola

Ante el evidente cambio de paradigma, ?c¨®mo se preparan las empresas espa?olas? El sector el¨¦ctrico es, a priori, el menos amenazado. ¡°Parece haber poca discusi¨®n de que el modelo va a avanzar en la electrificaci¨®n. Si seguimos teniendo instalaciones centralizadas, la red sigue teniendo sentido. En cambio, si vamos a un modelo de que cada uno tenga su instalaci¨®n de autogeneraci¨®n, aunque sea m¨¢s caro, habr¨¢ un replanteamiento¡±, sentencia Pedro Linares, profesor de Comillas ICAI y coordinador de la c¨¢tedra BP de Energ¨ªa y Sostenibilidad.

Desde la patronal el¨¦ctrica espa?ola (Unesa), ?ngel Luis Vivar, director de pol¨ªtica energ¨¦tica, cree que la industria ¡°est¨¢ comprometida¡± con el objetivo de la UE de descarbonizar la econom¨ªa para lograr un suministro el¨¦ctrico neutro en emisiones en 2050. ¡°El el¨¦ctrico es el sector que m¨¢s esfuerzos ha hecho para conseguir un mix m¨¢s reducido en emisiones¡±. Ahora mismo el 60% de la energ¨ªa que se consume en Espa?a est¨¢ libre de emisiones. Adem¨¢s, las el¨¦ctricas tienen entre sus planes un cambio en el modelo de negocio, como apunt¨® Rodolfo Mart¨ªnez, responsable de normativa en Iberdrola, en el foro de Elcano: ¡°La soluci¨®n para el futuro pasa por las redes integradas e inteligentes. Ahora parte de la generaci¨®n est¨¢ descentralizada, hay que convertir las el¨¦ctricas en plataformas para integrar servicios y fomentar la transici¨®n energ¨¦tica, no solo en distribuidoras¡±. Las multinacionales temen precisamente eso: que la actual cadena de valor vertical derive en otra mucho m¨¢s compleja, donde surjan empresas que, sin ser generadoras de electricidad, esperen capturar parte de los m¨¢rgenes del negocio, como ocurre, por ejemplo, en temas de movilidad con empresas como Uber. Algunas voces empiezan a reclamar mayor autonom¨ªa para que los consumidores empiecen a ser ellos mismos productores de energ¨ªa.

En el lado de las renovables los cambios son mucho m¨¢s evidentes porque, tras a?os de fuertes inversiones p¨²blicas y privadas, parece que ha llegado el momento de recoger los frutos. ¡°La evoluci¨®n de precios ha sido brutal. En varios pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y Oriente Pr¨®ximo se han fallado concursos competitivos [en donde la participaci¨®n se abre a cualquier operador con cualquier tecnolog¨ªa] donde las energ¨ªas renovables est¨¢n batiendo a las f¨®siles¡±. Carlos Garc¨ªa Su¨¢rez, profesor asociado del IE Business School, se refiere a las ¨²ltimas e in¨¦ditas licitaciones para el suministro el¨¦ctrico en Abu Dabi (emiratos ¨¢rabes), Chile o M¨¦xico, donde algunas empresas ofertaron precios de 25 euros por MW/hora utilizando centrales de energ¨ªa renovable (principalmente solar). Por hacer una comparaci¨®n, el coste de la energ¨ªa producida en Espa?a esta ¨²ltima semana rond¨® los 50 euros por MW/hora.

Pero estas ofertas generan incertidumbre. ?Pueden garantizar su viabilidad a largo plazo? ?Tendr¨¢n financiaci¨®n? El mix tendr¨¢ siempre que contar con otras energ¨ªas, seg¨²n la mayor¨ªa de los expertos consultados, por la imprevisibilidad de los recursos naturales ¡ªno siempre est¨¢n disponibles¡ª. Para Oliver Joy, portavoz de WindEurope, las empresas del Continente est¨¢n en buena posici¨®n para competir en esta pelea pero la perder¨¢n ¡°si no tenemos un mercado interior fuerte¡±. En ese escenario, ¡°Espa?a, Reino Unido, Polonia y otros pa¨ªses han impuesto medidas reestrictivas a la industria e¨®lica¡±, lo que no ayuda a que las compa?¨ªas compitan internacionalmente.

Los escenarios

Pedro Linares, profesor de Comillas ICAI y coordinador de la c¨¢tedra BP de Energ¨ªa y Sostenibilidad, sostiene que, con todas las cautelas ¡ª¡°hay muchos futuros¡±, dice¡ª, existen por encima de todo dos elementos disruptores que trastocar¨¢n el mercado tal y como lo conocemos. La creciente competitividad de la energ¨ªa fotovoltaica y la expansi¨®n masiva del coche el¨¦ctrico. ¡°Todos consideran que tarde o temprano ambas cosas van a suceder, la cuesti¨®n es en qu¨¦ momento. En 2050 parece estar claro que en Europa el petr¨®leo en el transporte va a ser anecd¨®tico, independientemente de mejoras en motores de combusti¨®n interna¡±, cree. Repsol, una de las principales compa?¨ªas del pa¨ªs, echa cuentas sobre esos augurios. Antonio Merino, director de estudios de la petrolera, analiza que en los escenarios que barajan se proyecta un aumento del consumo de gas para sustituir al carb¨®n, y un crecimiento de la demanda de petr¨®leo, de la que China ser¨¢ responsable en un 60%, seg¨²n cifra el estudio La energ¨ªa en Espa?a, del Ministerio de Industria. ¡°Nosotros estudiamos c¨®mo reducir las emisiones en la explotaci¨®n, con procesos m¨¢s eficientes¡±. ?C¨®mo? ¡°Podemos almacenar y reutilizar el CO2 para reinyectarlo. Aunque la captura y secuestro del carbono es cara¡±.

En su proyecci¨®n el petr¨®leo seguir¨¢ siendo un combustible imprescindible y se avanzar¨¢ mucho en la eficiencia de los motores, tanto di¨¦sel como de gasolina. ¡°En China se est¨¢n introduciendo medidas de eficiencia. Lo que ocurre es que tenemos una demanda de transporte, de consumo de carburante, que sigue aumentando. No sabemos cu¨¢ndo se estabilizar¨¢, pero en el escenario central que se ha acordado en Par¨ªs lleva a un crecimiento de demanda hasta 2030 o 2035¡±. Fernando Temprano, director de tecnolog¨ªa de la petrolera, admite que hace algunos a?os discutieron internamente en Repsol sobre qu¨¦ quer¨ªan ser, si una compa?¨ªa de suministro de gasolina y di¨¦sel, o una empresa que suministra energ¨ªa para el transporte, sea cual sea. Eligieron lo segundo. ¡°Hay que explicar socialmente la complejidad que tiene el tema energ¨¦tico. Los cambios bruscos no se pueden producir, los motores el¨¦ctricos no van a sustituir a los de combusti¨®n por arte de magia, la transici¨®n se va a producir a trav¨¦s de veh¨ªculos h¨ªbridos y de un aumento en la eficiencia en los motores¡±. En su centro de I+D trabajan en varias direcciones, tanto investigando tecnolog¨ªas relacionadas con recarga y almacenamiento de electricidad como con productos que hagan m¨¢s eficiente su actividad. El problema est¨¢ en lo que pasa con los destinatarios de sus productos.

Se calcula que el coste de la contaminaci¨®n est¨¢ entre el 2% y el 5% del PIB mundial cada a?o. Tres horas en un atasco son tres horas de productividad perdidas por un trabajador a las que se a?aden las emisiones de su coche. Adem¨¢s de la concienciaci¨®n del consumidor, los consultados coinciden en que el punto clave est¨¢ y estar¨¢ en el transporte. El profesor del IESE Juan Luis L¨®pez Cardenete se?ala que el problema es que el 70% de las emisiones no est¨¢ vinculado al sistema el¨¦ctrico. Fundamentalmente parten del transporte terrestre, mar¨ªtimo y a¨¦reo. ¡°El avance de los motores de combusti¨®n ha sido extraordinario, pero no es suficiente. El potencial de reducci¨®n de emisiones con las tecnolog¨ªas comerciales ya existentes es enorme¡±. Pone un ejemplo: con un gal¨®n (3,7 litros) de gasolina, los coches en EE UU recorren, seg¨²n el parque automovil¨ªstico actual, la mitad de kil¨®metros que los europeos. ¡°Para que el mundo pueda seguir desarroll¨¢ndose, basta que se converja hacia un parque automovil¨ªstico como el europeo actual¡±.

Pero todo pasa por otra variable, quiz¨¢ la m¨¢s descuidada de todos: los consumidores. ¡°A los humanos nos gusta culpabilizar a los ofertantes e infantilizar a los demandantes, que en ¨²ltima instancia somos los causantes del problema¡±, sonr¨ªe L¨®pez Cardenete. Trabajar para que la sociedad se d¨¦ cuenta de la importancia que tiene la reducci¨®n de su demanda energ¨¦tica es una tarea que deber¨ªan hacer conjuntamente Gobiernos e industrias. Los primeros, adem¨¢s, deber¨¢n tomar decisiones dr¨¢sticas, como cerrar f¨¢bricas contaminantes antes de que termine su vida econ¨®mica.

Hay mucho por hacer, dicen los expertos, pero, en suma, ¡°basta tener una mirada distinta, no tradicional¡±, para afrontar los nuevos retos energ¨¦ticos. La mala noticia, a?aden, es que en un mundo muy fragmentado pol¨ªticamente donde el proteccionismo gana enteros, la gobernanza global, esa a la que aspiraron los firmantes del acuerdo de Par¨ªs para evitar un mundo m¨¢s desigual, amenaza con desvanecerse.