GMV se sube a los viajes marcianos
La participaci¨®n en misiones espaciales ya supone la mitad de la facturaci¨®n de la empresa
![Prototipo fabricado por la empresa GMV.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/M3GUTDFL54ZWEVYHTPHBMFW5IU.jpg?auth=3dc54d216dc13199f94c4a4f59affbab6672333622acc9042639f0a85fa26b4b&width=414)
ExoMars ya est¨¢ en Marte. Es una misi¨®n de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la agencia espacial rusa Roscosmos, y en la que participa la empresa tecnol¨®gica espa?ola GMV. La compa?¨ªa, con oficinas centrales en Madrid, dise?¨® el sistema de guiado de navegaci¨®n y control del m¨®dulo de descenso, seg¨²n apunta Miguel ?ngel Molina, director de desarrollo de negocio de espacio de GMV, es decir, el software que lleva a bordo.
Ese programa era el encargado de ¡°definir la orientaci¨®n, el punto de entrada y la velocidad¡± de la trayectoria desde que el m¨®dulo se soltara del que est¨¢ en ¨®rbita alrededor de Marte hasta llegar a la superficie. Justo antes de aterrizar, se perdi¨® el contacto, seg¨²n la ESA, aunque consigui¨® entrar en la atm¨®sfera marciana y la fase inicial del descenso fue la adecuada. ¡°Ahora hay que analizar esos datos y de la fase de descenso hay muchos que son reutilizables para la misi¨®n que se va a realizar en 2020, que nos sirven para optimizar la misi¨®n futura¡±, se?ala Molina.
GMV tiene desplazadas cerca de una veintena de miembros de su personal en el centro de operaciones de la ESA en Alemania. Entre ellos, al responsable de control de trayectoria de ExoMars. Para esa segunda fase en 2020, el peso de la compa?¨ªa ser¨¢ mayor. Entre otras tareas, est¨¢n trabajando para desarrollar el software del centro de control del Rover, el veh¨ªculo de exploraci¨®n que se pretende enviar a Marte.
Antes fue Rosetta, ¡°un exitazo¡± para Molina. Durante la misi¨®n, una decena de trabajadores de GMV se encargaba de los c¨¢lcu?los que hab¨ªa que ir transmitiendo a la sonda para el control y seguimiento de la trayectoria de Rosetta desde el centro de la ESA. La empresa fue la responsable de definir ¡°c¨®mo llegar al cometa y c¨®mo acercarse a ¨¦l, qu¨¦ trayectoria se deb¨ªa seguir y cu¨¢l ser¨ªa el consumo asociado, c¨®mo optimizar las maniobras que hab¨ªa que realizar con el combustible¡± que ten¨ªan. ¡°Hab¨ªa que llevar el sat¨¦lite hasta el encuentro con el cometa a millones de kil¨®metros de la Tierra en un punto de encuentro que a priori no conoc¨ªamos con certeza¡± y, de hecho, explica, una parte de la misi¨®n consist¨ªa en ¡°saber c¨®mo era ese cometa¡±. ¡°Es decir, en tiempo real se iba definiendo la propia misi¨®n. Al final, lo que pretend¨ªamos hacer era como lanzar una pelota de golf desde Madrid e intentar darle a la punta de la Torre Eiffel en Par¨ªs¡±, compara Molina. ¡°Y se le dio¡±.
En 2015, GMV factur¨® m¨¢s de 127 millones de euros. Este a?o espera cerrar en 140 millones, y la mitad de su facturaci¨®n proceder¨¢ del sector espacial, sobre todo ingenier¨ªa y desarrollo de programas, seg¨²n Molina. ¡°Todo tiene su retorno econ¨®mico y el mundo espacial nos ha dado muchas cosas que no ten¨ªamos¡±, por ejemplo, las telecomunicaciones tal y como las concebimos en nuestra vida cotidiana, la navegaci¨®n (que permiten los GPS), y la observaci¨®n de la Tierra ser¨ªan imposibles sin sat¨¦lites.
El GPS europeo
La compa?¨ªa participa en el sistema de navegaci¨®n por sat¨¦lite europeo Galileo, de la Comisi¨®n Europea y de la ESA, ¡°con una unidad de negocio entera con m¨¢s de 100 personas que se dedican solo a eso¡±. La misi¨®n no est¨¢ declarada a¨²n como operativa, pero cuenta ya con 16 sat¨¦lites. Se espera lanzar 30 para dar servicios de posicionamiento. GMV ha realizado los sistemas que sirven para el control orbital de la misi¨®n. ¡°Y adem¨¢s manejamos los sistemas que est¨¢n en el coraz¨®n de Galileo, en el terreno, que sirven para determinar la posici¨®n de los sat¨¦lites y la sincronizaci¨®n de los relojes¡±. Recientemente ha firmado un contrato por cuatro millones de euros para desarrollar la infraestructura del canal de retorno del sistema de emergencias del servicio de b¨²squeda y rescate, para que adem¨¢s de lanzar la se?al de ayuda, quien la pida sepa que ha llegado y tenga una respuesta.
El futuro se enfrenta, entre otras misiones, a qu¨¦ hacer con la basura espacial, que no para de crecer porque cada vez se env¨ªan m¨¢s sat¨¦lites. Hay m¨¢s de 3.000 operativos, dice Molina, m¨¢s de 20.000 objetos en total, que pueden hacer da?o a una misi¨®n. Si se suman peque?as piezas sueltas, como tornillos, son millones. Lo primero ¡°es intentar identificar y controlar esa basura espacial¡±. Y en ello, dice, Espa?a est¨¢ muy activa, ¡°desarrollando su propio sistema de observaci¨®n y catalogaci¨®n de basura espacial, porque hay un proyecto superior en el ¨¢mbito europeo para dotar de esa capacidad a Europa. Hay cinco pa¨ªses implicados: Reino Unido, Francia, Italia, Alemania y Espa?a. GMV es el responsable en Espa?a de desarrollar el centro de datos para identificar los objetos y archivarlos¡±. Aunque ese servicio ya lo realizan, por ejemplo, para operadores de telecomunicaci¨®n que necesitan saber si alguno de sus sat¨¦lites est¨¢ en riesgo de colisionar contra otro objeto y, as¨ª, poder esquivarlo. El siguiente paso ser¨¢ saber c¨®mo retirar esa basura espacial. ¡°Una de las actividades que estamos definiendo es c¨®mo deber¨ªan ser esas misiones¡±, y ya est¨¢n realizando pruebas.
El espacio es la raz¨®n de ser de GMV. Tambi¨¦n tiene personal en el CNES franc¨¦s y colabora con la NASA. La empresa, que naci¨® en 1984 a iniciativa del profesor Juan Jos¨¦ Mart¨ªnez Garc¨ªa, catedr¨¢tico de la Escuela T¨¦cnica Superior de Ingenieros Aeron¨¢uticos, es hoy una multinacional con m¨¢s de 1.200 empleados presentes en Europa, EE UU y Asia.
La firma tambi¨¦n ¡°aporta soluciones¡± en sectores como el transporte, banca, defensa y seguridad o sanidad. En este ¨²ltimo campo, por ejemplo, desarrollaron programas como Radiance, que permite la planificaci¨®n de radioterapia intraoperatoria, es decir, ¡°para dar la radiaci¨®n al paciente oncol¨®gico en la misma operaci¨®n en la que se le quita un tumor¡±, explica Crescencio Lucas Herrera, responsable de desarrollo de productos. Est¨¢ instalado en centros m¨¦dicos de Italia, Arabia Saud¨ª, Rusia, Francia, Alemania, Polonia y EE UU, adem¨¢s de en Espa?a, donde se encuentra en el hospital Ram¨®n y Cajal, en el Gregorio Mara?¨®n y en otros centros. Tambi¨¦n apuestan por la telemedicina con el software Antari, que permite poner en contacto a un m¨¦dico y un paciente con otro especialista que no est¨¢ presente, pero que puede examinarlo mediante equipamientos m¨¦dicos que pueden conectarse al ordenador mediante USB o Bluetooth. ¡°El ¨²nico requisito para usarlo es tener Google Chrome, est¨¢ todo en la nube, es software libre¡±, se?ala Herrera. Este sistema se usa ya mediante un acuerdo con Ever Salud, que atiende a guarder¨ªas.
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