T¨¢cticas para retener el talento
Las empresas dise?an nuevos m¨¦todos para identificar y mantener en plantilla a los mejores empleados
El director de recursos humanos de una empresa le dice al responsable de formaci¨®n: ¡°Hay que reducir el presupuesto de formaci¨®n; estoy harto de invertir en ense?ar a la gente para que luego se acaben marchando a la competencia¡±. A lo que su colega responde: ¡°Pero es que el peligro de no formarles es que decidan quedarse¡±. El chiste, muy conocido en el mundillo de la gesti¨®n de personas, sirve para ejemplificar la patata caliente que para muchas organizaciones supone la retenci¨®n de sus trabajadores clave, una misi¨®n que no todas ellas saben o quieren abordar.
?Cu¨¢les ser¨ªan esos empleados clave? Aquellos que la empresa no puede permitirse el lujo de perder porque su nivel de contribuci¨®n al negocio es tan alta que ser¨ªa casi imposible reemplazarlos a corto plazo. Aunque de esos, apunta Emilio Sol¨ªs, director general de The Human Talent Factory, hay pocos. ¡°Aunque nos guste pensar lo contrario, casi nadie es imprescindible¡±, asegura. Lo que s¨ª hay, puntualiza Paco Muro, presidente de Otto Walter International, son personas especialmente valiosas porque ¡°viven la empresa, encarnan sus valores, son un ejemplo de rendimiento y saben crear buen ambiente¡±. Gente top que conviene conservar y que, aclara, puede encontrarse en cualquier departamento y estrato de la compa?¨ªa: ¡°Desde el limpiador que es cuidadoso, alegre y detallista, hasta el presidente que es capaz de contagiar e inspirar al resto de la organizaci¨®n¡±.
La crisis y el paro han hecho innecesario que las empresas dedicaran esfuerzos a retener a sus profesionales. Algunas se han refugiado en el poder de su marca como ¨²nico argumento para mantener cautiva a su gente. ¡°Trabajar en una gran multinacional luce mucho en el curr¨ªculo, pero usar eso como pol¨ªtica de retenci¨®n es pan para hoy y hambre para ma?ana. Al final, el profesional s¨®lo est¨¢ aguantando ah¨ª como trampol¨ªn para marcharse a otro sitio¡±, comenta Custodia Cabanas, profesora de comportamiento organizacional de IE Business School. Y con la frontera entre lo profesional y lo personal cada vez m¨¢s difusa, a?ade Paco Muro, ¡°malo ser¨¢ si levantarse cada lunes para ir a trabajar se convierte en un suplicio. Pasamos demasiadas horas de nuestra vida en el trabajo, necesitamos que eso nos aporte¡±.
Bajo esa perspectiva, la v¨ªa salarial tampoco parece la mejor estrategia para impedir la fuga de talento. ¡°El dinero tiene un efecto higi¨¦nico a corto plazo, pero no es motivador en el largo¡±, sostiene Emilio Sol¨ªs. Y es que, agrega Jos¨¦ ?ngel L¨®pez Palomo, profesor de Compensaci¨®n y Beneficios de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA), ¡°los factores que realmente condicionan nuestras decisiones de empleo est¨¢n m¨¢s relacionados con el llamado salario emocional¡±.
Un medidor del descontento
Un dispositivo situado a la salida y dos botones: verde si has tenido un buen d¨ªa; rojo si ha sido malo. As¨ª de simple es la propuesta de Celpax, un proyecto emprendedor hispano-sueco que pone patas arriba los sistemas convencionales de medici¨®n de clima laboral. ¡°El problema de las encuestas anuales es que recogen cosas del pasado, muchas de las cuales ya no se pueden cambiar. Nuestro sistema permite medir el clima laboral en cualquier momento, cu¨¢l es el efecto que ha tenido en la plantilla un anuncio o un hecho concretos¡±, explica Bart Huisken, su cofundador y presidente.
Diariamente, de forma voluntaria y an¨®nima, los trabajadores pulsan en funci¨®n de c¨®mo ha ido su jornada. Adem¨¢s, cuando la empresa lo estima oportuno, se les formula una ¨²nica pregunta, tambi¨¦n an¨®nimamente: ¡°?Qu¨¦ nos hace pulsar verde o rojo?¡±, lo que permite profundizar en las razones de la decisi¨®n y adoptar medidas.
¡°Muchas veces detr¨¢s de un rojo hay cosas peque?as, que molestan, pero que tienen f¨¢cil soluci¨®n, como que se prometi¨® caf¨¦ pero luego nunca hay c¨¢psulas en la m¨¢quina¡±, dice Huisken.
La ventaja, a?ade, es que los empleados hablan y descubren que ellos mismos tambi¨¦n pueden responsabilizarse de mejorar sus condiciones de trabajo. ¡°Que las c¨¢psulas del caf¨¦ estaban en el almac¨¦n pero nadie se hab¨ªa preocupado de ir a buscarlas¡±.
Conciliaci¨®n
Cuestiones pr¨¢cticas como un horario flexible, jornada continua o la posibilidad de trabajar desde casa; y otras vinculadas al desarrollo profesional como la formaci¨®n, las oportunidades de carrera o las relaciones personales con jefes y compa?eros, forman parte de esos elementos intangibles que pesan a la hora de retener al empleado. ¡°La estrategia retributiva pasa por hacer de nuestra empresa el mejor lugar posible para trabajar, y por ofrecer a los empleados otros elementos de recompensa y reconocimiento que cubran sus necesidades personales y familiares m¨¢s all¨¢ de la retribuci¨®n¡±, resume L¨®pez Palomo.
La tendencia de la rotaci¨®n est¨¢ cambiando. ¡°Ahora los buenos se van¡±, asegura Paco Muro. ¡°Porque son los m¨¢s valientes, exigentes y buscados¡±. Con el peligro a?adido de que estas salidas pueden tener un efecto contagio. Cuando la empresa quiera reaccionar, tal vez sea demasiado tarde. ¡°La retenci¨®n no se improvisa. Si la compa?¨ªa no se ha preocupado previamente por comprender las necesidades de sus profesionales, hacer una contraoferta a la desesperada o buscarle deprisa y corriendo un proyecto a esa persona que les dice que se marcha no suele funcionar¡±, dice Noelia de Lucas, directora Comercial de Hays Espa?a. ¡°Es como decirle: no te hemos valorado hasta hoy, pero como ahora nos fuerzas, te ofrecemos mejores condiciones para que te quedes. Para cualquier profesional sensato eso ser¨ªa un motivo m¨¢s para marcharse¡±, abunda Sol¨ªs.
?Qu¨¦ otros errores cometen las empresas? Para De Lucas, uno de los m¨¢s comunes es plantearse la retenci¨®n como un inmenso ¡°caf¨¦ para todos¡±. ¡°Las grandes acciones dirigidas a toda la plantilla por igual no sirven. Hay que hilar m¨¢s fino, porque seguramente al profesional de tecnolog¨ªa no le va a aportar nada un m¨®dulo de un MBA¡±, indica. Otra mala idea: ¡°Centrarse exclusivamente en cuatro o cinco empleados estrella y no preocuparse por identificar potencial entre los m¨¢s j¨®venes y otros departamentos con menor visibilidad¡±, prosigue.
Emilio Sol¨ªs no cree que sea necesario retener a todo el mundo porque corren el riesgo de convertirse en ¡°cementerios de elefantes¡±. Respecto a los que s¨ª conviene retener, Custodia Cabanas recomienda hac¨¦rselo saber. Con sutileza, pero que se enteren. ¡°Si te sientes valorado y ves que le importas a tu empresa, est¨¢s m¨¢s feliz y comprometido¡±.
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