Las mujeres quieren decidir en la pesca
La primera asociaci¨®n femenina de trabajadoras del mar aspira a dar voz a un colectivo hasta ahora silenciado que representa el 17,4% del sector
Hace once a?os que Rita M¨ªguez de la Iglesia se dedica al marisqueo a pie en los arenales de Arcade (Pontevedra). Adem¨¢s, preside la agrupaci¨®n local de mariscadoras. Pero hace un a?o que dio un paso in¨¦dito: se present¨® como candidata ¨²nica a la presidencia de Anmupesca (Asociaci¨®n Nacional de Mujeres de la Pesca), la primera red femenina de trabajadoras del mar.
¡°Es cierto que siempre hemos estado ah¨ª, guardando en muchos casos las espaldas de nuestros compa?eros. A la sombra de los hombres, que eran mayor¨ªa, y contribuyendo a las d¨¦biles econom¨ªas familiares. Pero ni la sociedad nos conoce ni hemos visto reconocido nuestro trabajo¡±, afirma. ¡°Y a las cifras nos podemos remitir, ya que en muchas de nuestras cofrad¨ªas el marisqueo a pie, un trabajo donde la mujer es mayoritaria, genera una rentabilidad mayor que en otro tipo de capturas. Es algo que no se sabe¡±, a?ade la presidenta.
El asociacionismo entre las trabajadoras del mar tiene una larga tradici¨®n en Espa?a, principalmente en Galicia y sus agrupaciones del marisqueo. Pero desde el nacimiento de estas primeras asociaciones ha habido que esperar m¨¢s de medio siglo para asistir al surgimiento de una estrategia de integraci¨®n femenina que sirva de contrapeso a las pol¨ªticas de un sector masculino en su abrumadora mayor¨ªa.
Anmupesca arranc¨® en mayo de 2016 con once asociaciones, cifra que ahora ha crecido a 18. La asociaci¨®n ha logrado captar a 600 socias, pero aspira a incorporar a las 6.000 mujeres ocupadas en el sector, lo que supone el 17,4% de todos los trabajadores de alta en el r¨¦gimen especial de la Seguridad Social, seg¨²n datos del Instituto Social de la Marina de 2013.
Un colectivo con un problema com¨²n
Las mujeres que trabajan el mar tienen un amplio abanico de reivindicaciones. Desde la aplicaci¨®n de un coeficiente reductor a su jubilaci¨®n en funci¨®n del riesgo hasta el reconocimiento de enfermedades profesionales, muchas de ellas end¨¦micas, por la rutina del trabajo. ¡°Somos conscientes de que tenemos un largo recorrido por andar, pero hemos dado un gran paso al unificar criterios y buscar un denominador com¨²n para todos los gremios, lo que no es f¨¢cil¡±, dice Rita M¨ªguez, la presidenta de Anmupesca.
M¨ªguez denuncia el tiempo que ella y sus compa?eras han pasado ¡°a la sombra¡±. ¡°Nuestro trabajo se consideraba una mera aportaci¨®n a la econom¨ªa familiar. Y en algunos sectores a¨²n se ve as¨ª¡±, a?ade. Frente a la ocultaci¨®n secular, M¨ªguez se alegra por que mariscadoras, rederas, armadoras, comercializadoras y otras hayan puesto sobre la mesa problemas como la competencia desleal.
¡°Solo unidas podremos conseguir nuestros objetivos¡±, proclama la presidenta de Anmupesca. Adem¨¢s de la integraci¨®n de todas las agrupaciones de Espa?a, la asociaci¨®n afronta varios retos. Entre los m¨¢s importantes est¨¢ el de lograr la igualdad salarial con los hombres; mejorar la conciliaci¨®n de la vida laboral y familiar; y dar visibilidad a aquellos sectores ocultos y sin cualificaci¨®n.
¡°Es un gran reto, pero ya estamos resultando interesantes para otras entidades con m¨¢s trayectoria y con presencia masculina, porque ven que podemos conseguir grandes cosas para el sector¡±, subraya.
El mar, un sector que factura al a?o m¨¢s de 2.000 millones de euros, cuenta ahora con 1.155 afiliadas en la pesca extractiva, 3.565 mariscadoras y 651 rederas. Completan el sector las mujeres que integran el gremio de la industria de transformaci¨®n y conservera. En Europa, el colectivo femenino est¨¢ representado por unas 100.000 trabajadoras.
Las mujeres est¨¢n en todas las actividades de la pesca y la acuicultura; y contribuyen especialmente al desarrollo socioecon¨®mico de las zonas de influencia donde trabajan agrupadas. Pero uno de los problemas a los que se enfrentan es la falta de estad¨ªsticas e informaci¨®n con las que hacerse una idea de su situaci¨®n global. Por ello, Anmupesca elabora, con la ayuda del Instituto de la Mujer y de equipos acad¨¦micos de investigaci¨®n, un estudio que mostrar¨¢ por primera vez la contribuci¨®n de las mujeres a la industria pesquera. La informaci¨®n est¨¢ muy dispersa. Por ello ser¨¢ laborioso hacer un informe estad¨ªstico completo con el que Anmupesca pueda medir su fuerza y dar visibilidad al colectivo.
Anmupesca surgi¨® de la experiencia de a?os de silenciamiento. ¡°Sentimos la necesidad de unirnos para ir en una direcci¨®n, defender nuestros intereses econ¨®micos y profesionales despu¨¦s de permanecer tantos a?os invisibles¡±, explica M¨ªguez. ¡°Ahora es el momento de que nuestras voces se escuchen con claridad¡±, a?ade.
¡°Cada una de nosotras tenemos nuestros problemas. Pero coincidimos en que es el momento de tomar las riendas de un sector al que pertenecemos desde los inicios de la pesca. Debemos reforzar nuestro papel para convertirnos en protagonistas y vivir dignamente de nuestro trabajo¡±, a?ade M¨ªguez.
Consciente de la mayor¨ªa masculina en su sector, la directiva de Anmupesca cree que el creciente peso femenino aportar¨¢ novedades que pueden mejorar la calidad de vida de unos y otras. ¡°No hemos tenido problemas con los hombres. En algunas reuniones ya nos han apoyado. Creo que no nos ven como rivales¡±, asegura M¨ªguez, que duda cuando se le pregunta si los varones podr¨¢n plantarse ante reivindicaciones como la igualdad salarial. ¡°No deber¨ªan hacerlo, porque la uni¨®n hace la fuerza¡±, concluye.
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