Miel y chocolate para crecer

El modelo de responsabilidad social y sostenibilidad de Repsol se define en varios niveles, con cientos de proyectos repartidos por los casi 40 pa¨ªses donde est¨¢ presente. Desde el contacto con comunidades locales hasta el asociacionismo corporativo de alto rango. Repsol dedic¨® en 2016 casi 20 millones de euros a inversi¨®n social voluntaria para favorecer el medioambiente y el desarrollo de las comunidades locales, seg¨²n informa la empresa. Su visi¨®n arranca en la poblaci¨®n de las zonas donde est¨¢ presente, con el objetivo de impactar lo menos posible en el entorno y en sus costumbres, y siempre con un ojo puesto en el respeto a los derechos humanos. La mayor compa?¨ªa espa?ola de hidrocarburos expone un caso de ¨¦xito de sus actividades con la poblaci¨®n local en Bolivia.

En diciembre de 2013, Repsol puso en marcha el proyecto de explotaci¨®n de gas en Margarita-Huacaya, el campo de mayor producci¨®n en la historia del pa¨ªs andino. "Empezamos con una exploraci¨®n, y desde ese mismo momento creamos en paralelo un sistema de monitoreo socioambiental en colaboraci¨®n con las poblaciones guaran¨ªes vecinas", relata Carlos Monjas, jefe de relaciones con las comunidades y Derechos Humanos para Am¨¦rica de la multinacional, que explica el m¨¦todo que Repsol suele aplicar cuando llega a una zona: "Eres el nuevo en un entorno y tienes que adaptarte. Para ello se forman grupos en permanente contacto con los representantes de esas comunidades [unos 1.000 habitantes en el terreno de la explotaci¨®n], aprendemos sus necesidades para tratar de causar el m¨ªnimo impacto e incluso que este impacto sea positivo". En el caso del proyecto de Margarita, el principal interlocutor de Repsol es el Consejo de Capitanes Guaran¨ªes de Chuquisaca, la regi¨®n del sur de Bolivia donde se ubica la operaci¨®n.

Respetar modos de vida

"Organizamos talleres con las comunidades para potenciar sus conocimientos y desarrollar actividades que les permitiesen ser sostenibles, y habl¨¢bamos con ellos para tratar de causar los menores cambios en sus vidas y en su entorno", recuerda Monjas. Y pone varios ejemplos: si un cami¨®n de la compa?¨ªa levantaba demasiado polvo se sustitu¨ªa o se regaba el camino para evitarlo; si se daba el caso de que un campamento de operarios se instalase por error en alg¨²n terreno vetado, se levantaba y se restauraba el lugar. "Son comunidades ind¨ªgenas que en muchos casos tienen derechos especiales. Con ellos evaluamos el alcance medioambiental de nuestra actividad y el social. Tenemos que respetar sus modos de vida, por ejemplo la caza o la pesca", subraya el representante de Repsol. Las formas tambi¨¦n son importantes: "Estamos pendientes de todas sus reclamaciones y de ir a su ritmo. En la Guajira colombiana, por poner otro caso, tienen unos tiempos muy lentos. Aquello se tuvo en cuenta. Entender esto mejor¨® las relaciones, estaban muy agradecidos".

Repsol forma a los miembros de las comunidades en artesan¨ªa y producci¨®n de alimentos con los recursos de la zona, ense?ando todo el proceso, desde la fabricaci¨®n hasta la comercializaci¨®n. "En Margarita es muy t¨ªpica la producci¨®n ap¨ªcola, miel y derivados. Hicimos talleres para tratar las enfermedades de las abejas y para conseguir una mejora en la preparaci¨®n y venta de esos productos", expone el representante de Repsol. Endulzar la vida es un caso paradigm¨¢tico de la filosof¨ªa a largo plazo de la compa?¨ªa: comenz¨® antes de la exploraci¨®n de 2013 y hoy permite a m¨¢s de 60 apicultores obtener unos 1.400 kilos de miel para comercializar y crear tejido productivo. "El estudio sali¨® bien; calculamos que nuestra presencia all¨ª se extender¨¢ hasta 2032, y no queremos dejar de estar involucrados", sentencia Carlos Monjas.

La empresa energ¨¦tica se?ala los derechos humanos como otro eje de vigilancia en todo el proceso de trabajo. "Todos los que operan en el terreno, incluso los contratistas, est¨¢n formados en Derechos Humanos y en las particularidades culturales de las comunidades alrededor, y tambi¨¦n se trabaja para fomentar su ejercicio en nuestros vecinos. Se realiza un seguimiento para que no exista ning¨²n problema y tomamos las medidas necesarias si los hay, siempre en coordinaci¨®n con la propia comunidad", desarrolla el responsable de la empresa en Am¨¦rica, que pone un ejemplo de la capacidad de estas iniciativas para ser agentes de cambio: "En Colombia apoyamos un proyecto para potenciar el cultivo de cacao en lugar de coca¨ªna [Procompite, que act¨²a en regiones como Putumayo o Meta, tradicionalmente pobladas de campos ilegales de coca]. Son zonas que han vivido a?os de guerrilla y les damos una formaci¨®n para producir a nivel comercial". Uno de los cacaoteros surgidos de este proyecto, Abraham Fern¨¢ndez, ha ganado este a?o el Premio Cacao de Oro como mejor plantaci¨®n de Colombia, y ha podido exponer su producto en el Sal¨®n del Chocolate de Par¨ªs.

Econom¨ªa circular

La visi¨®n de sostenibilidad de la compa?¨ªa incluye tambi¨¦n ser "parte de la soluci¨®n" al cambio clim¨¢tico. En este sentido, Repsol ha reducido sus emisiones en 1,4 millones de toneladas de CO₂ al a?o entre 2014 y 2017, con una inversi¨®n superior a los 350 millones de euros. Trabaja para adoptar la econom¨ªa circular en cada vez m¨¢s procesos y con m¨¢s recursos. Una muestra es la gesti¨®n del agua: un 20% del agua captada es reutilizada, 10 millones de toneladas. En el agua tambi¨¦n se colocan biotopos, boyas ecol¨®gicas que delimitan zonas de ba?o al tiempo que fomentan la biodiversidad al funcionar como arrecifes. En Tarragona, junto a uno de los complejos industriales de Repsol, se han instalado m¨¢s de 100 en los ¨²ltimos a?os.

"Repsol va a seguir siendo parte de la soluci¨®n en el reto que supone el cambio clim¨¢tico", valora Fernando Ruiz, director de sostenibilidad de la compa?¨ªa. Con vistas al futuro, Repsol ha sumado esfuerzos con otras nueve grandes multinacionales del sector (en conjunto suministran una quinta parte de la producci¨®n global de gas y de petr¨®leo) en la iniciativa OGCI (Oil and Gas Climate Initiative). Esta organizaci¨®n tiene como objetivo desarrollar y apoyar, a trav¨¦s de un fondo de inversi¨®n, nuevas tecnolog¨ªas que permitan reducir de manera efectiva las emisiones de carbono, y explorar oportunidades de negocio menos intensivos en carbono. El pasado 27 de octubre anunciaban las primeras inversiones. "Para elegirlas hemos analizado m¨¢s de un centenar de compa?¨ªas. Busc¨¢bamos soluciones pr¨¢cticas que produzcan un efecto a nivel mundial en la disminuci¨®n de emisiones", detalla Ruiz.

La tecnolog¨ªa de Solidia, una de las tres compa?¨ªas en las que ha invertido la OGCI, permite producir cemento generando menos emisiones. Tiene el potencial de recortar un 70% el CO₂ en la producci¨®n de hormig¨®n y un 80% el consumo de agua. "Repsol est¨¢ avanzando en el uso del CO₂ como materia prima, incluy¨¦ndolo ya en algunos de sus procesos de fabricaci¨®n de pol¨ªmeros. Se trata de cambiar un problema por una oportunidad", valora Fernando Ruiz, que afirma que la OGCI cuenta con 1.000 millones de d¨®lares para invertir en los pr¨®ximos 10 a?os: "Si este monto se acaba antes ser¨¢n buenas noticias. Significar¨¢ que estamos sabiendo encontrar soluciones tangibles".

Contenido patrocinado elaborado con la colaboraci¨®n de la marca.