Los nuevos contratados cobran 100 euros menos que los reci¨¦n jubilados
El salario medio de aquellos con menos de un a?o de antig¨¹edad en el trabajo es de 1.230 euros brutos al mes, la misma cantidad que hace nueve a?os
Los nuevos contratados de 2016 ganaban lo mismo que los de nueve a?os antes: una media de algo m¨¢s de 1.230 euros brutos al mes. La pensi¨®n de los que se jubilaron el a?o pasado se situ¨® en un promedio de 1.332 euros mensuales. La resta arroja un resultado llamativo: un reci¨¦n contratado gana 100 euros menos que un nuevo jubilado. Hasta 2012 lo normal era lo contrario, que un trabajador ganara m¨¢s que un pensionista. La devaluaci¨®n salarial, muy centrada en los llamados salarios de entrada, dio la vuelta a la situaci¨®n. La brecha, que toc¨® techo en 2013, se estaba cerrando, pero el a?o pasado creci¨®.
La recuperaci¨®n econ¨®mica no acaba de llegar a los salarios. Esto se ve con claridad en los llamados salarios de entrada: el sueldo medio de quienes ten¨ªa menos de un a?o de antig¨¹edad en 2016 era de 1.232,34 euros brutos al mes, seg¨²n la EPA. En 2007, los nuevos empleados ten¨ªan la misma remuneraci¨®n. Las nuevas pensiones, en cambio, siguieron la tendencia contraria y subieron hasta el a?o pasado, cuando bajaron. Quienes se jubilaron en 2016 lo hicieron con una pensi¨®n media de 1.332,37 euros, seg¨²n el Ministerio de Empleo. Tambi¨¦n se puede ver de la siguiente forma: en 2007 un alta en la pensi¨®n de jubilaci¨®n supon¨ªa un 80% de un salario nuevo, en 2016 era el 108%.
Las nuevas pensiones est¨¢n por encima de los salarios de los reci¨¦n contratados desde 2012. Y lo m¨¢s probable es que siga as¨ª varios m¨¢s. La inc¨®gnita reside en si se mantendr¨¢ esa brecha. Este a?o el salario medio est¨¢ volviendo a caer: un 0,2% en la encuesta trimestral de coste laboral, que no segrega los sueldos por la antig¨¹edad. Pero tambi¨¦n bajan las pensiones de las altas de jubilaci¨®n hasta octubre.
Menos ingresos
Los j¨®venes, los peor parados
Uno de las evidencias de la evoluci¨®n de los nuevos salarios y las pensiones de jubilaci¨®n recientes es que la crisis ha golpeado con m¨¢s fuerza a los j¨®venes y a quienes hab¨ªan perdido su empleo y encontraron uno nuevo. Sobre estos ¨²ltimos, han reca¨ªdo las peores consecuencias de la crisis, el paro y las medidas adoptadas: reforma laboral (menor protecci¨®n en el despido y reducci¨®n de la capacidad de negociar sueldos) y recortes presupuestarios (rebajas en el seguro de desempleo).
La Encuesta Financiera de las Familias del Banco de Espa?a, mostraba a comienzos de 2017 que en los hogares con un cabeza de familia menor de 35 a?os la renta descendi¨® un 22,5% entre 2011 y 2014. En cambio, en los hogares encabezados por un jubilado aument¨® un 11,3%.
Desde el sindicato CC?OO, Carlos Mart¨ªn, rechaza ver este diferente comportamiento en las rentas como un conflicto generacional. ¡°Hay un problema de ingresos en Espa?a, que recauda ocho puntos de PIB menos que la UE. Si estuvi¨¦ramos en esa media, el d¨¦ficit de las pensiones estar¨ªa cubierto y habr¨ªa recursos para otras medidas: sanidad, educaci¨®n y hasta renta m¨ªnima¡±. Se aleja de Marcel Jansen que s¨ª ve un problema en la distribuci¨®n del ajuste por generaciones durante la crisis.
Una de las consecuencias de esta brecha afecta a las cuentas de la Seguridad Social. Las cotizaciones se pagan de acuerdo con el salario. De esta forma, si los salarios de los nuevos trabajadores son bajos, el instituto previsor ingresa menos. La gran creaci¨®n de empleo actual ¡ªlas afiliaciones en el r¨¦gimen general crecen un 4,5%¡ª compensa parte. Pero esto no es suficiente para reducir el d¨¦ficit: el n¨²mero de pensionistas y su pensi¨®n media sigue creciendo, entre otras cosas porque los nuevos jubilados tienen mejores carreras de cotizaci¨®n que los que fallecen.
¡°Con ser malo, es importante restar dramatismo si se mira a la sostenibilidad de la Seguridad Social¡±, apunta Felipe Serrano, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad del Pa¨ªs Vasco. ¡°Si digo que no es dram¨¢tico, es porque el propio sistema devolver¨¢ la situaci¨®n al equilibrio¡±, eplica. Se refiere a que quien cotiza menos tendr¨¢ una pensi¨®n m¨¢s baja y, por tanto, el coste para las arcas p¨²blicas ser¨¢ menor. ¡°El problema es que esto es resultado de una productividad especialmente baja. No se crea empleo con valor a?adido y los salarios son bajos¡±, completa.
Para Carlos Mart¨ªn, director del gabinete econ¨®mico de CC?OO, el problema est¨¢ en este lado: en los salarios ¡ª¡°no distribuimos productividad¡±¡ª no en las pensiones. Es decir, es un problema de ingresos para la Seguridad Social, no de gasto. ¡°Esto es la consecuencia de la precarizaci¨®n y la reducci¨®n del poder de negociaci¨®n de los sindicatos con la reforma laboral¡±.
La visi¨®n de Marcel Jansen, profesor Econom¨ªa de la Universidad Ant¨®noma de Madrid, difiere. Para ¨¦l, la evoluci¨®n de los salarios de entrada ¡°son una prueba m¨¢s de que el ajuste de la crisis ha reca¨ªdo excesivamente sobre los j¨®venes¡±. ¡°En la siguiente reforma [de pensiones] hay que buscar un nuevo equilibrio con un trato equitativo de todas las generaciones. Esto pasa necesariamente en una reducci¨®n de la carga que tienen que soportar los j¨®venes en el sistema actual¡±.
Un punto que aliviar¨ªa ahora la situaci¨®n financiera de la Seguridad Social ser¨ªa que esas remuneraciones iniciales crecieran con el tiempo. Pero esto apenas sucede. Entre 2007 y 2016, solo los trabajadores con m¨¢s de cinco a?os de antig¨¹edad han visto subidas cercanas al 10% en su sueldo (menos que los precios). En el resto, el incremento o queda en la mitad o baja, como es el caso de los m¨¢s novatos.
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