Guerra comercial e inversi¨®n transfronteriza
La incertidumbre se percibe en las multinacionales afectadas por los aranceles y las pol¨ªticas antiinmigraci¨®n
Las tensiones comerciales generadas por la administraci¨®n estadounidense ya est¨¢n generando consecuencias adversas sobre la estabilidad econ¨®mica y financiera global. Adem¨¢s del impacto en aquellos sectores con una especializaci¨®n exportadora m¨¢s cercana a los bienes gravados con los aranceles anunciados, o la volatilidad que esas decisiones transmiten a los mercados financieros, las se?ales son tambi¨¦n inquietantes en los flujos de inversi¨®n extranjera directa. Los datos correspondientes a 2017 y las previsiones para el conjunto de este a?o acusan efectivamente esa mayor incertidumbre cada d¨ªa m¨¢s expl¨ªcita en los procesos de toma de decisiones de las empresas multinacionales, interrumpiendo la recuperaci¨®n de esos flujos desde el m¨¢ximo previo a la crisis de 2008.
Son esas empresas las que vehiculan los flujos de inversi¨®n transfronteriza que con raz¨®n son considerados ¡°el colesterol bueno¡± de los movimientos internacionales de capital. La Inversi¨®n Extranjera Directa (IED) se concreta en un pa¨ªs distinto al de origen de la empresa inversora, con una vocaci¨®n de control e influencia en la gesti¨®n de la destinataria, con intenci¨®n de permanencia. Acaban materializ¨¢ndose en la creaci¨®n de empresas nuevas (greenfields), mediante el establecimiento de filiales o a trav¨¦s de fusiones y adquisiciones. La evidencia acerca de las ventajas de este tipo de inversiones para las econom¨ªas receptoras, pero tambi¨¦n para la movilidad e integraci¨®n internacional, es amplia. Aumento de la competencia, acceso a nuevos mercados, transmisi¨®n de innovaciones y de t¨¦cnicas de gesti¨®n, y mejora del empleo, son algunos de los beneficios m¨¢s directamente observables que acaban generando ganancias de productividad. La otra verificaci¨®n que la evidencia ha puesto de manifiesto es la complementariedad entre inversi¨®n directa y exportaciones.
Algunas de esas ventajas pueden quedar hipotecadas por las primeras se?ales de lo que podr¨ªa llegar a ser una guerra comercial en toda regla. Los datos recientes aportados por UNCTAD, la agencia de la ONU que da cuenta de la evoluci¨®n de los flujos de IED, destacan que esas tensiones comerciales y el aumento de los riesgos geopol¨ªticos son las responsables de la contracci¨®n registrada en esos flujos durante 2017 y la probable extensi¨®n en el presente a?o. La recuperaci¨®n tras la crisis de 2008, y la tradicional correlaci¨®n con el crecimiento del PIB global, se ha interrumpido, con una ca¨ªda del 23% sobre el a?o anterior, afectando a sus dos modalidades principales, las greenfields y las fusiones y adquisiciones transfronterizas. Conclusiones similares, sobre todo referidas a la primera de las modalidades de inversi¨®n, son las reflejadas en el informe del FDI Intelligence, subrayando la inhibici¨®n de las empresas inversoras con una mayor orientaci¨®n exportadora, dependientes del libre acceso a los mercados, tanto por las decisiones estadounidenses como por el Brexit.
La incertidumbre se ha instalado en las empresas multinacionales, especialmente en aquellas pertenecientes a sectores afectados por las pol¨ªticas antinmigraci¨®n, las decisiones arancelarias, y por aquellas otras tendentes a fomentar la relocalizaci¨®n dom¨¦stica de las inversiones de empresas estadounidenses en el extranjero. Estas ¨²ltimas consisten en ventajas fiscales a la producci¨®n nacional que se a?aden a las intimidaciones de Donald Trump sobre las empresas inversoras fuera de EEUU.
La incertidumbre se percibe en las multinacionales afectadas por los aranceles y las pol¨ªticas antiinmigraci¨®n
Junto a ello, la administraci¨®n estadounidense ha aumentado la desconfianza hacia la entrada de inversi¨®n extranjera en sectores considerados ¡°sensibles a las amenazas a la seguridad nacional¡±. Es China la que se encuentra en el centro de atenci¨®n de estas pol¨ªticas introspectivas.: el pa¨ªs con mayor inversi¨®n directa en EEUU tambi¨¦n ha registrado contracciones en esos flujos emitidos durante el a?o pasado, desde los 46.000 millones de d¨®lares en 2016 a 29.000 millones en 2017. Los datos correspondientes a los primeros meses de este a?o acusan tambi¨¦n ese mayor escrutinio del ¡°Commmittee on Foreign Investment¡± estadounidense, especialmente sobre las empresas tecnol¨®gicas, en ¨¢reas consideradas sensibles para la defensa, como los semiconductores. El bloqueo decidido por la administraci¨®n estadounidense de la adquisici¨®n de Qualcomm por la empresa de Singapur especializada en m¨®viles, Brodacom, es el exponente m¨¢s destacado hasta ahora. Esa negativa tuvo lugar a pesar del compromiso de esta ultima de cambiar su sede social a EEUU. Llama la atenci¨®n que, de forma simult¨¢nea a esas restricciones estadounidenses, el Gobierno chino haya relajado las propias para las inversiones de empresas extranjeras: de la ¡®lista negativa¡¯ que mantiene el principal ¨®rgano de planificaci¨®n chino quedar¨¢n excluidos algunos sectores vetados, incluido el de servicios financieros.
Esas tendencias aislacionistas amparadas en las repetidas invocaciones a la seguridad nacional, tras su impacto en los sectores del acero y del aluminio, puede afectar de forma m¨¢s clara al sector del autom¨®vil. Trump ha ordenado una investigaci¨®n acerca de la posible violaci¨®n de la seguridad nacional, en los t¨¦rminos invocados de la Secci¨®n 232 de la Trade Expansion Act, que puede derivar en el establecimiento de aranceles del 25% sobre las importaciones de autom¨®viles y sus componentes. Una decisi¨®n que adem¨¢s de no favorecer la renegociaci¨®n en curso del NAFTA se a?ade a la presi¨®n para producir m¨¢s en EEUU que en Canad¨¢ o M¨¦xico, convertido este ¨²ltimo durante las dos ¨²ltimas d¨¦cadas en uno de los principales productores de autom¨®viles. El brusco descenso de la IED en Canad¨¢ durante el pasado a?o tambi¨¦n es expresivo.
Con independencia de los menos relevantes efectos que esas decisiones tengan sobre la propia econom¨ªa americana, es un hecho que ya est¨¢n determinando modificaciones estrat¨¦gicas de cierto calado en no pocas empresas multinacionales. El sector del autom¨®vil es el m¨¢s expresivo de la elevada interdependencia nacional existente. Ha hecho de la producci¨®n trasfronteriza la principal se?a de identidad, extendiendo geogr¨¢fica y operativamente las cadenas de valor de los principales productores. La evitaci¨®n tanto de las decisiones estadounidenses como las que adopte la UE est¨¢n alterando planes de localizaci¨®n de las empresas de un sector paradigm¨¢tico del aprovechamiento de la din¨¢mica de globalizaci¨®n, de las posibilidades asociadas a la integraci¨®n internacional. Su supervivencia depende de las exportaciones y de la capacidad para producir y ensamblar en diversos emplazamientos nacionales. La extensi¨®n global de las cadenas de producci¨®n, tambi¨¦n ralentizadas desde sus m¨¢ximos en 2012, acusan esas amenazas. La magnitud de los aranceles en un sector cada d¨ªa m¨¢s competitivo tiene un impacto en precios finales como para cuestionar los planes de producci¨®n mantenidos hasta hoy. Motivaciones similares a las que han llevado a Harley-Davidson a ser la primera empresa estadounidense en decidir el traslado de su producci¨®n a Europa pueden orientar tambi¨¦n relocalizaciones en la otra direcci¨®n.
Con todo, las consecuencias de esas escaladas apenas hemos empezado a percibirlas, pero la persistencia de esas alteraciones en los flujos de inversi¨®n transfronteriza determinar¨¢ una aceleraci¨®n en esa introspecci¨®n econ¨®mica y debilitamiento del multilateralismo cuyos efectos acabar¨¢n extendi¨¦ndose a otros ¨¢mbitos m¨¢s geopol¨ªticos. Por el momento, su coincidencia con un menor grado de sincronizaci¨®n en el crecimiento econ¨®mico mundial, con el endurecimiento de las pol¨ªticas monetarias y con se?ales explicitas de debilitamiento econ¨®mico y pol¨ªtico en la eurozona, no favorecen la anticipaci¨®n de un 2019 tan c¨®mplice de mejoras del bienestar como el presente a?o. Tambi¨¦n en Espa?a.
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