Invertir en la sociedad, un deber rentable
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU son una buena gu¨ªa para la inversi¨®n socialmente responsable
La inversi¨®n socialmente responsable (ISR) est¨¢ ¨ªntimamente relacionada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas. Se trata de 17 ¨¢mbitos de la sociedad en los que las Naciones Unidas animan a adoptar medidas para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar la paz y prosperidad de la gente.
La iniciativa tiene metas espec¨ªficas que deben alcanzarse antes de 2030, y fue adoptada por m¨¢s de 150 l¨ªderes mundiales el 23 de septiembre de 2015 como parte de la Agenda 2030 de desarrollo sostenible. Sustituyeron a los Objetivos del Milenio, introducidos en 2000 para reducir la desigualdad y la pobreza, y son m¨¢s ambiciosos y concretos, pues abarcan tambi¨¦n aspectos como la salud, la educaci¨®n, la igualdad de sexos o el clima.
En su consecuci¨®n est¨¢n implicados los Estados, obviamente, pero tambi¨¦n las empresas, muchas de las cuales tienen un tama?o e influencia mayor que muchos pa¨ªses. Tambi¨¦n hay instituciones sin ¨¢nimo de lucro que ayudan a promover la ISR, como Fundaci¨®n MAPFRE, que promueve acciones de concienciaci¨®n a trav¨¦s de su p¨¢gina web, y participa en foros relacionados con este tema.
Y por supuesto, tienen un papel clave los fondos de inversi¨®n y los inversores en general, que con sus apuestas pueden dirigir hacia d¨®nde va el crecimiento econ¨®mico. La ISR por parte de los fondos y los ODS tienen puntos importantes en com¨²n. Uno muy importante es el deber fiduciario de los gestores de fondos, es decir, su obligaci¨®n de actuar en inter¨¦s del otro, que pueden ser los inversores o la sociedad en general, y que es motivo para que las empresas act¨²en en pos de los Objetivos.
Javier Garayoa, director general de Spainsif, asociaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que promueve la inversi¨®n sostenible y responsable, destaca que para los fondos asociar la inversi¨®n a objetivos demostradamente menos arriesgados a largo plazo, como son los ODS ¨Cpues hay un compromiso de los Estados para conseguirlos¨C genera rentabilidad. As¨ª, sirven de gu¨ªa para la selecci¨®n de activos, indicando cu¨¢les hay que evitar y cu¨¢les comprar.
Fondos soberanos
Los Estados pueden ser parte directa de la ISR mediante los fondos soberanos, es decir, los gestionados por ellos mismos. UN Environment, agencia de la ONU, est¨¢ intentando promover la inversi¨®n en ODS relativos al medio ambiente por parte de los fondos soberanos, pero se?ala varios obst¨¢culos: la aparente divergencia entre rentabilidad y este tipo de inversiones; la falta de presi¨®n social, sobre todo en mercados emergentes; o los costes de calcular la huella de carbono de las carteras.
Javier Capap¨¦, director del Sovereign Wealth Lab de IE Business School y autor de un informe para UN Enviroment sobre el asunto, plantea un dilema importante para la inversi¨®n sostenible: si es mejor invertir en empresas que contaminan mucho o que atentan contra la sostenibilidad del planeta, a fin de influir para que cambien su forma de funcionar, o si salirse de ellas y apostar por empresas m¨¢s sostenibles. En cierto modo, el debate de siempre entre la teor¨ªa y la pr¨¢ctica.
Bonos de Desarrollo Sostenible
Hay una forma directa de invertir en los ODS, y es mediante los Bonos de Desarrollo Sostenible, emitidos por organismos supranacionales como el Banco Mundial o el Banco Africano de Desarrollo, en los cuales participan los pa¨ªses desarrollados, y que ofrecen financiaci¨®n (pr¨¦stamos o subvenciones) para proyectos de desarrollo. Estos bonos suelen tener calificaci¨®n de inversi¨®n (es decir, que la probabilidad de que las entidades emisoras acaben devolviendo lo invertido y un retorno es muy alta).
Tambi¨¦n las entidades privadas emiten bonos vinculados a los ODS: En Espa?a, lo hacen multitud de grandes empresas, como BBVA o Santander, y tambi¨¦n empresas como Iberdrola, que los vincula a sus proyectos de energ¨ªas renovables. En estos casos, la calidad de los bonos depende en gran medida del prestigio y fiabilidad de la empresa emisora.
Adem¨¢s, se puede invertir directamente en aquellas empresas que muestren un compromiso m¨¢s claro con los ODS. Sin embargo, eso no es f¨¢cil: seg¨²n el ¨²ltimo Observatorio de los ODS de Esade y La Caixa, solo 24 de las 169 empresas de la muestra analizada, es decir el 14% de las empresas cotizadas espa?olas, divulgan suficiente informaci¨®n que permita afirmar que disponen de modelos de gobernanza de la sostenibilidad.
?ngel Pes, director del Observatorio, a?ade que para el futuro de las empresas ser¨¢ clave invertir en la digitalizaci¨®n, pues puede favorecer el desarrollo de los ODS gracias al ahorro de energ¨ªa y otros recursos; del mismo modo, la introducci¨®n de la econom¨ªa del compartir ayudar¨¢ a introducir la econom¨ªa circular, fundamental para los Objetivos.
Esta noticia, patrocinada por Fundaci¨®n Mapfre, ha sido elaborada por un colaborador de EL PA?S.