?Qui¨¦n vigila a los grandes bancos europeos?
El Mecanismo ?nico de Supervisi¨®n, la piedra angular de un proyecto a¨²n en construcci¨®n, controla a los bancos m¨¢s grandes de la UE, entre ellos el Santander
La Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria, puesta en marcha a principios de los 90, y la entrada en vigor del euro, en enero de 1999, sentaron las bases de una aspiraci¨®n que no estar¨¢ satisfecha hasta que la uni¨®n bancaria sea plenamente efectiva. Y aunque hay un amplio consenso sobre su necesidad, la sensaci¨®n de los agentes involucrados es que resta un amplio trecho por delante.
El 29 de junio de 2012 se produjo el pistoletazo de salida de la Uni¨®n Bancaria Europea y a finales de ese a?o ya se dispon¨ªa de una hoja de ruta con los pilares b¨¢sicos. Cuatro a?os antes hab¨ªa estallado una crisis que causaba estragos en la econom¨ªa europea; primero fue la burbuja en el precio de los activos inmobiliarios, despu¨¦s el p¨¢nico en los mercados a una crisis de la deuda soberana y finalmente llegaba el colapso de numerosas entidades de cr¨¦dito europeas.
¡°En el ¨¢rea del euro, aproximadamente el 70% de la financiaci¨®n que reciben las empresas y los hogares es intermediado por el sector bancario, mientras que solo el 30% restante se obtiene en los mercados de capital¡±, seg¨²n Pablo Hern¨¢ndez de Cos, gobernador del Banco de Espa?a. De ah¨ª la importancia de una s¨®lida uni¨®n bancaria, cuya piedra angular se coloc¨® en noviembre de 2014 con la puesta en funcionamiento del Mecanismo ?nico de Supervisi¨®n, integrado en el Banco Central Europeo (BCE) y encargado de vigilar a las entidades financieras de la UE de mayor tama?o, entre ellas el Santander.
A finales de 2018, un total de 114 entidades financieras de relevancia estaban sujetas en la UE a la vigilancia del Mecanismo ?nico de Supervisi¨®n. El resto de bancos, menos importantes, qued¨® bajo la supervisi¨®n de las autoridades nacionales. Junto a una supervisi¨®n com¨²n de las entidades, la UE estableci¨® como segundo pilar de la uni¨®n bancaria el llamado Mecanismo ?nico de Resoluci¨®n. Seg¨²n la UE, su principal objetivo ¡°es garantizar que las quiebras bancarias que puedan suceder en un futuro se gestionen de forma eficiente, con costes m¨ªnimos para el contribuyente y la econom¨ªa real¡±. Este Mecanismo ?nico de Resoluci¨®n se apoya sobre un organismo eminentemente operativo. Se trata de la Junta ?nica de Resoluci¨®n, responsable final de intervenir, reestructurar o liquidar los bancos en situaci¨®n de insolvencia.
La primera decisi¨®n en la historia de este organismo, en funcionamiento desde el a?o 2016, tuvo lugar en junio de 2017 en el contexto de la subasta de Banco Popular y posterior adjudicaci¨®n a Banco Santander. El Requerimiento M¨ªnimo para Pasivos Exigibles (MREL, por sus siglas en ingl¨¦s) es la primera l¨ªnea de defensa de los bancos ante tormentas financieras como las vividas hace unos a?os. Se trata de un sistema de prevenci¨®n para que el banco disponga de recursos para absorber las p¨¦rdidas en caso de quiebra y pueda seguir operando. O sea, algo parecido a un autorrescate. La Junta ?nica de Resoluci¨®n es la encargada de confeccionar individualmente para cada banco el MREL. Pero la normativa se est¨¢ reescribiendo y habr¨¢ requisitos nuevos, lo que aporta una dosis perjudicial de indefinici¨®n e incertidumbre al proceso de uni¨®n bancaria.
El Fondo ?nico de Resoluci¨®n
El segundo soporte del Mecanismo ?nico de Resoluci¨®n es la existencia de un fondo com¨²n supranacional financiado por el sector bancario. Se llama Fondo ?nico de Resoluci¨®n. Los recursos de este fondo, llegado el caso, se aplicar¨¢n para garantizar que, en caso de quiebra o inviabilidad, cualquier banco pueda ser liquidado de forma ordenada y sin necesidad de apoyo p¨²blico.
El Fondo ?nico de Resoluci¨®n est¨¢ actualmente dotado con 33.000 millones de euros que provienen de los bancos. Seg¨²n sus estatutos, este fondo deber¨¢ alcanzar al menos el 1% de los dep¨®sitos cubiertos de los Estados miembros que integran el Mecanismo ?nico de Resoluci¨®n para finales de 2023. Es en este terreno de las acciones de emergencia y en las aportaciones de recursos donde todav¨ªa es largo el camino por andar. El gobernador del Banco de Espa?a, Pablo Hern¨¢ndez de Cos, y el n¨²mero dos del BCE, Luis de Guindos, coinciden en afirmar que ¡°la uni¨®n bancaria no avanza a la velocidad deseada¡±. Y enumeran las lagunas.
En primer lugar, no existe a¨²n un Sistema Europeo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos (EDIS). Es el tercer pilar de la uni¨®n bancaria y una aspiraci¨®n nacida hace cuatro a?os en el seno de la Comisi¨®n Europea. Actualmente, los clientes afectados por una quiebra tienen derecho a recuperar hasta un l¨ªmite de 100.000 euros en sus dep¨®sitos y cuentas bancarias en caso de una quiebra. Este derecho est¨¢ regulado por una directiva de la UE, pero el sistema de garant¨ªas se organiza y tiene una cobertura pura y exclusivamente nacional.
Reticencias de algunos pa¨ªses
El EDIS permitir¨ªa romper el c¨ªrculo vicioso entre el riesgo soberano de un Estado y las situaciones de crisis de ciertos bancos en ese mismo pa¨ªs. Este fondo ser¨ªa cubierto por las propias entidades financieras, de acuerdo, b¨¢sicamente, con su perfil de riesgo. El nivel de aportaci¨®n deber¨ªa ser del 0,8% de los dep¨®sitos con cobertura en cada Estado miembro de aqu¨ª a 2025. Pero hay importantes reticencias sobre este Sistema Europeo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos. Alemania, por ejemplo, ha repetido en varias ocasiones que, seg¨²n el dise?o de este mecanismo, los ahorradores alemanes acabar¨ªan pagando la factura de cosas mal hechas en otros pa¨ªses. A ello hay que a?adir que tampoco ha quedado resuelta la configuraci¨®n de un cortafuegos (o backstop) que pueda ser utilizado cuando los costes de la crisis superen los fondos de los mecanismos previstos. En otras palabras: ?qu¨¦ hacer en el hipot¨¦tico caso de que todo falle?
Ese mecanismo que, seg¨²n Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, deber¨ªa ponerse en marcha en 2024 como muy tarde, ¡°debe ser fiscalmente neutro y que no le cueste ni un euro a los contribuyentes¡±. Funcionar¨ªa como un respaldo del Fondo Europeo de Resoluci¨®n y se instrumentar¨ªa inicialmente como una l¨ªnea de cr¨¦dito del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que el propio sistema bancario ir¨ªa devolviendo con sus contribuciones futuras. ¡°No hay dudas de que el sistema bancario europeo es ahora m¨¢s resistente frente a una crisis potencial. Los bancos est¨¢n m¨¢s capitalizados y est¨¢n mejor preparados para gestionar sus riesgos¡±, concluye el informe Uni¨®n Bancaria, el reto de ser digital y regulado. 2019, de Price Waterhouse.
Una entidad potente
El Santander, el tercero m¨¢s resistente de Europa
La segunda marca m¨¢s fuerte del continente
Un banco con m¨¢s valor que hace un a?o
En 2018 se llev¨® a cabo una prueba de estr¨¦s coordinada por la Autoridad Bancaria Europea. El Santander se situ¨® como el tercer banco europeo m¨¢s resistente en un escenario adverso; solo destruir¨ªa un 1,64% de su capital ante un empeoramiento considerable de los mercados y de la econom¨ªa en 2020.
La fortaleza del Santander en el conjunto de la UE queda de manifiesto en el Brand Finance Banking 2019, que valora la identidad de marca. En Europa, el Santander se posiciona como la segunda marca m¨¢s potente.
El valor de valor de marca del Santander, seg¨²n el Brand Finance Banking 2019, asciende a 17.449 millones de d¨®lares, un 7,7% m¨¢s que en 2018.