¡°Al disminuir el efectivo dar¨ªamos un paso m¨¢s hacia el primer mundo¡±

El?Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) siempre ha insistido en la conveniencia de erradicar el dinero en efectivo en nuestro pa¨ªs. Sus argumentos a favor se?alan los costos de no hacerlo: informalidad, bajo ¨ªndice de competencia como pa¨ªs, e inseguridad.

Por otro lado, los efectos positivos ser¨ªan varios: en el corto plazo, incrementar el ahorro y disminuir los costos de transacci¨®n en el consumo y manejo de efectivo; en el mediano, mayores ingresos fiscales y en el largo plazo, combatir actividades il¨ªcitas, como la corrupci¨®n.

A pesar de las evidencias y estimaciones, M¨¦xico no termina de avanzar hacia una sociedad cashless. Tenemos dudas. Y le hemos planteado algunas de ellas al director general del IMCO.

El Pa¨ªs: El IMCO plantea que eliminar los billetes de $500 y $1 000 deber¨ªa ser la medida m¨¢s inmediata para reducir el uso de efectivo en M¨¦xico. A los ciudadanos, ajenos a los mecanismos del sistema financiero, eso les suena a problemas. ?Tiene sustento esa percepci¨®n?

Manuel Molano: Mientras m¨¢s grande es el billete, este se convierte en almac¨¦n de valor para hechos il¨ªcitos, porque el dinero en papel es dinero an¨®nimo que es muy dif¨ªcil de rastrear. Quienes est¨¢n en este tipo de actividades sustituyen al sistema bancario y de pagos por maletas llenas de efectivo. En ese sentido, quitar de circulaci¨®n estos billetes de alta denominaci¨®n ser¨ªa una medida muy beneficiosa.

En cuanto a los ciudadanos, esto resultar¨ªa muy ¨²til porque se aceitar¨ªa la actividad econ¨®mica de nuestro pa¨ªs al hacer las transacciones mucho m¨¢s r¨¢pidas y seguras.

Desaparecer los billetes grandes tambi¨¦n puede traer enormes beneficios para temas de transparencia de subsidios y de fiscalizaci¨®n, por ejemplo.

EP: Esa es otra de las ideas que rondan la cabeza de las personas: ¡°El Gobierno quiere desaparecer el efectivo para fiscalizarnos y tenernos controlados¡±. ?Qu¨¦ tan real es esto??

MM: Eso mismo se pensaba hace muchos a?os con las tarjetas de d¨¦bito y ahora con el SPEI, pero la realidad es que para la autoridad no es costo-eficiente monitorear transacciones de ciertos montos. Lo que pasa es que a los seres humanos nos gusta el dinero an¨®nimo porque hay asuntos que queremos esconder a nuestra pareja, a nuestros pap¨¢s o a los socios. Por eso el dinero en efectivo es?tan socorrido. Si yo hago transferencias de $200 y no quiero que se entere mi esposa, no deber¨ªa preocuparme por la fiscalizaci¨®n del estado, me deber¨ªa de preocupar m¨¢s por la fiscalizaci¨®n de ella.

EP: Pero la realidad es que los niveles de desconfianza son todav¨ªa un gran impedimento para el dinero electr¨®nico¡­?

MM: Y estamos muy equivocados al respecto. El billete bancario es una tecnolog¨ªa de los siglos XVIII y XIX. Nos quedaremos en el pasado si no transitamos al dinero digital y estamos perdiendo mucho en todos sentidos: el costo de llevar el efectivo de un lado al otro, es decir, de recolectarlo en los comercios y volverlo a meter en el sistema bancario es un gasto nada trivial.

Por otro lado, los costos relacionados con la producci¨®n, cambio y falsificaci¨®n de billetes es algo que pagamos todos.

El dinero en efectivo es ineficiente tambi¨¦n para las personas: ?qu¨¦ pasa si se quema mi casa con los ahorros que ten¨ªa o si pierdo mi cartera? Por todo ello, nos estamos quedando muy atr¨¢s con respecto a otros pa¨ªses. Ah¨ª tienes el caso de Suecia.

EP: ?Disminuir el uso de efectivo de verdad nos har¨ªa dar un paso m¨¢s hacia el primer mundo?

MM: Claro, estoy convencido. Si comparas pa¨ªses africanos como Kenia, que maneja muy poco efectivo, con uno de sus vecinos como Niger, encuentras que el nivel de desarrollo en el primero es mayor, pues la velocidad con la que se maneja el dinero hace funcionar mejor la econom¨ªa. No necesariamente por tener dinero electr¨®nico vas a ser de primer mundo, pero s¨ª creo que los pa¨ªses relativamente pobres que han transitado hacia este tipo de esquemas empiezan a generar una din¨¢mica de desarrollo diferente.

EP: ?En qu¨¦ medida este cambio puede impactar en el crecimiento econ¨®mico de M¨¦xico?

MM: No es poco razonable pensar que sea entre 0.5 % y 1% adicional de crecimiento econ¨®mico nacional derivado del uso de este tipo de tecnolog¨ªas de pago. El cambio tecnol¨®gico es inevitable y hay que aprovecharlo en nuestro favor. Mientras la gente sea trabajadora y de bien, no va a tener ning¨²n problema; al contrario, desaparecer el dinero en efectivo es un gran beneficio.