Cero ingresos, ruina en un mes
El impacto del virus entre los 3,2 millones de aut¨®nomos es devastador, en un clima de confusi¨®n por el alcance de las ayudas y con un sentimiento de desamparo que se agudiza
Un min¨²sculo virus ha desencadenado un tsunami que arrasa con la vida social tal como la conoc¨ªamos y, despu¨¦s de la salud, el impacto m¨¢s devastador es en la forma en que se gana la vida la gente. Ha golpeado en todas las capas de la econom¨ªa, de grandes f¨¢bricas al fontanero aut¨®nomo, pero es ah¨ª, en las peque?as realidades, donde est¨¢ haciendo estragos. Millones de historias donde se descubre hasta d¨®nde ha llegado la par¨¢lisis del dinero, que ya no circula, no llega a los hogares. ...
Un min¨²sculo virus ha desencadenado un tsunami que arrasa con la vida social tal como la conoc¨ªamos y, despu¨¦s de la salud, el impacto m¨¢s devastador es en la forma en que se gana la vida la gente. Ha golpeado en todas las capas de la econom¨ªa, de grandes f¨¢bricas al fontanero aut¨®nomo, pero es ah¨ª, en las peque?as realidades, donde est¨¢ haciendo estragos. Millones de historias donde se descubre hasta d¨®nde ha llegado la par¨¢lisis del dinero, que ya no circula, no llega a los hogares. Hay 3,2 millones de aut¨®nomos en Espa?a, m¨¢s peque?os empresarios, tiendas, negocios familiares. Este es un mosaico de voces desesperadas. La tragedia es una frase, repetida por todos: ¡°Desde el lunes tengo cero ingresos, cero¡±. Y la siguiente: ¡°Podr¨¦ aguantar 15 d¨ªas, un mes, pero luego no s¨¦ qu¨¦ voy a hacer. Es el final¡±.
Marta Mart¨ªn, 39 a?os, tiene un centro est¨¦tico en Santander: ¡°Tengo dos empleadas, dos hipotecas. Gastos fijos, 3.000 euros. Me acabo de comprar una m¨¢quina para tratamientos corporales, 15.000 euros, y no he pagado la primera letra. Aunque aplacen los impuestos se me juntar¨¢n con los otros. Con mi cotizaci¨®n, una prestaci¨®n se me queda en nada. Y vivo de alquiler. Mis dos hijos, mi vida. Y comer¡±.
En conversaciones por tel¨¦fono, todas las personas consultadas acababan de hablar con su asesor, para que les explicara las medidas del Gobierno, pero hay una confusi¨®n incre¨ªble. Todos intentan descifrar el BOE del martes, el real decreto con las primeras iniciativas.
Ram¨®n Garc¨ªa, 46 a?os, taller mec¨¢nico CTR, La Orotava, Tenerife: ¡°No s¨¦ si puedo entrar en un ERTE. El Gobierno dice que s¨ª, pero el BOE no es claro. A los talleres no nos obligan a cerrar y no s¨¦ si entramos en ese supuesto. Mi asesor dice que tengo pocas posibilidades, pero voy a probar. Tengo 18.000 euros de gastos mensuales fijos y facturo cero; t¨² me dir¨¢s. Esta ma?ana me llam¨® una doctora para que le arreglara el coche y me dio un subid¨®n¡±. Justo hace unos meses ampli¨® a dos talleres, con un cr¨¦dito. Y ya ten¨ªa otro. Ocho empleados. A ¨¦l le salvar¨ªa, por ejemplo, una ayuda de alquiler.
Las propias asociaciones del sector se contradicen unas a otras. Eduardo Abad, de UPTA (Uni¨®n de Profesionales y Trabajadores Aut¨®nomos), llama a la responsabilidad y cree que el Gobierno ha actuado bien, aunque habr¨¢ que ir a m¨¢s: ¡°Todos los aut¨®nomos, sean societario o persona f¨ªsica, tienen derecho a acogerse a un cese de actividad y una ayuda, lo que ser¨ªa el paro, el 70% de su base de cotizaci¨®n. Y tambi¨¦n los que sigan su actividad, si demuestran que su facturaci¨®n ha descendido un 70%. Ninguno se tiene que dar de baja en la Seguridad Social y Hacienda, y no pagar¨¢ cuota. Se est¨¢ confundiendo y desinformando a la gente¡±. El propio ministro de Inclusi¨®n, Seguridad Social y Migraciones, Jos¨¦ Luis Escriv¨¢, ha intervenido esta semana para salir al paso de algunas afirmaciones de parte del sector. Representantes de asociaciones admiten que ¡°quien dice m¨¢s burradas sale en la tele¡±. Mar¨ªa Jos¨¦ Landaburu, secretaria general de UATAE (Uni¨®n de Asociaciones de Trabajadores Aut¨®nomos y Emprendedores), cree que las decisiones del Ejecutivo son un buen paso, incluso hay algunas que no hab¨ªan pedido, pero deben seguir otras: ¡°Ahora lo siguiente es que se cubran los gastos vinculados a cada actividad, alquileres, luz...¡±
Otras organizaciones son m¨¢s cr¨ªticas y discrepan. ¡°Muchos podr¨¢n acceder a la nueva prestaci¨®n, pero otros muchos quedar¨¢n fuera. Pedimos que se les suspenda la cuota de aut¨®nomos. Sin ingresos no puede haber cuota¡±, resume Lorenzo Amor, presidente de ATA (Asociaci¨®n de Trabajadores Aut¨®nomos). Javier Mu?oz, de AUPA (Aut¨®nomos Unidos para Actuar), asegura que ¡°la exoneraci¨®n de cuotas solo ayuda a las personas jur¨ªdicas, no a las f¨ªsicas¡±. Aunque se aplace el pago de impuestos, piden que sea sin intereses y que se fraccione el resto del a?o. Y las facturas de luz o tel¨¦fono.
Pablo, productora audiovisual Mad Media, Madrid, confirma: ¡°Soy societario. Para m¨ª no hay ninguna medida, nada. Solo podr¨ªa hacer un ERTE y no me compensa. Al Gobierno parece que solo le interesan los despidos. Mi asesor ha dicho que esperemos una semana, a ver si se aclara¡±. En su caso, no poder salir es el fin: hace v¨ªdeos y documentales, y todos los rodajes han sido anulados.
Lo cierto es que muchos aut¨®nomos eligen pagar la cotizaci¨®n m¨ªnima, 283 euros, y en consecuencia la ayuda que les va a quedar ser¨¢ escasa. Muchos ya viv¨ªan al d¨ªa, sin colch¨®n de ahorro. Iban S¨¢nchez, 35 a?os, tiene una cafeter¨ªa en Salamanca: ¡°Abr¨ª hace un a?o, me ha costado mucho levantarlo y debo cuotas de aut¨®nomos. Quise hacer un aplazamiento de deuda pero si no superaba 1.800 euros no se pod¨ªa. Ahora tengo el local cerrado y no puedo optar a ayudas por tener deudas con la Seguridad Social. Me han dejado tirado con cuatro ni?os¡±. Rafael Begara, barbero, La Garriga, Barcelona: ¡°Pago una hipoteca. Aut¨®nomos. Cr¨¦ditos. Mi mujer tambi¨¦n ahora est¨¢ en la calle. Y la manutenci¨®n de mi exmujer. Tirando de cuatro ahorrillos, puedo aguantar 15 d¨ªas, no m¨¢s¡±.
La situaci¨®n es a¨²n m¨¢s grave en sectores a¨²n m¨¢s desprotegidos, como el de las empleadas del hogar, m¨¢s de 600.000 personas, seg¨²n la organizaci¨®n Sedoac. En muchos casos en situaci¨®n irregular, sin apenas derechos, fuera del r¨¦gimen general que se beneficia de ayudas y que ahora dependen solo de la buena voluntad de las familias que las tienen contratadas.
Esta crisis est¨¢ haciendo emerger el cabreo end¨¦mico de los aut¨®nomos. Su vida, llena de papeleo y un calendario salpicado de fechas de pago, ya es una carrera de obst¨¢culos insalvables. La angustia de depender de tus propias fuerzas y de tu ingenio la describe Cristina Gancedo, de la academia de ingl¨¦s E-Fun, en Madrid, tres n¨®minas: ¡°Me march¨¦ el lunes a las diez de la noche y cerr¨¦ una puerta por la que fluye el dinero, tu vida. Antes ten¨ªa miedo: cuando hab¨ªa una baja lo pasaba fatal. Y el lunes me fui con 105, volv¨ª a mi casa a ciegas, no sab¨ªa qui¨¦n se iba a subir al tren de hacer lecciones por Skype. No veo luz porque no veo que nos puedan ayudar. Solo si justificas p¨¦rdidas de un 75%, pero ?y si he perdido un 60%? ?Hay que estar debajo de un puente? ?Con una hija? Me dan envidia los que tienen una n¨®mina¡±. Pide que le quiten la hipoteca, la cuota y la seguridad social.
A muchos les ha pillado en el peor momento. Como a Pepe Pe?a, de una f¨¢brica textil para veh¨ªculos en Burgos. Seis empleados. ¡°Ven¨ªamos del sector del calzado, pero nos sacudi¨® mucho China y hace a?o y pico nos pasamos a la automoci¨®n. Est¨¢bamos en pleno proceso. Justo ¨ªbamos a ampliar, con otro turno m¨¢s, una l¨ªnea nueva, un cr¨¦dito. Pero han cerrado las empresas matrices. Pediremos un ERTE, pero a ver, porque todo el mundo lo estar¨¢ pidiendo¡±.
Fernando de Toro, ClimaArte, instalaci¨®n de gas, calefacci¨®n y aire acondicionado en Fuenlabrada, Madrid. Dos empleados, y dos aut¨®nomos. Y un beb¨¦. ¡°Nada de lo que han decidido me ayuda. Tengo alquiler de vivienda, local, almac¨¦n¡ Dice la ministra [Nadia] Calvi?o que los que alquilan son personas, ya, pero quieren cobrar. Tenemos la sensaci¨®n de que el mayor esfuerzo de muchos va a ser rascarse las narices en casa, mientras otros se baten el cobre y otros pagaremos el pato. Deben facilitar el ERTE a todos, no solo a quien obligas a cerrar. Medidas para no pagar el alquiler, aplazar los seguros. ?C¨®mo voy a pagar por algo que no ha generado? Yo no quiero ayudas, quiero no pagar por lo que no trabajo. Da la sensaci¨®n de que est¨¢ todo hecho para administraci¨®n, asalariados, y el resto, olvidados. Y somos tres millones, personas normales, los vecinos de la gente¡±.
La inquietud y el miedo que ha invadido a los aut¨®nomos esta semana se ve en el ¨¦xito de un grupo de Facebook, Todos Somos Uno Ayuda Aut¨®nomos Ya, creado por Alejandro Mart¨ªn, 37 a?os, un consultor de pymes y aut¨®nomos de Salamanca. ¡°Hablando con socios y clientes vi tal sensaci¨®n de preocupaci¨®n que el domingo por la ma?ana abr¨ª el grupo. Por la tarde hab¨ªa mil personas. El viernes, m¨¢s de 60.000¡±. El objetivo es que aut¨®nomos de toda Espa?a se desahoguen, se informen, se escuchen. ¡°Lo que detecto sobre todo es desinformaci¨®n, qu¨¦ va a pasar a cada uno en su sector. Est¨¢n perdidos porque no saben en qu¨¦ afectan las medidas a su situaci¨®n particular. ?A m¨ª c¨®mo se me aplica? ?paro o no paro? ?me doy de baja o sigo? ?ERTE s¨ª, ERTE no? Cada caso es ¨²nico y cada sector es diferente. Y cada asesor les dice una cosa. A la hora de la verdad hay un caos absoluto¡±. Mart¨ªn cree que la realidad es que habr¨¢ dos meses, como m¨ªnimo, sin ingresos. ¡°Hay que entender esto, y los casos cr¨ªticos, y una ayuda monetaria de alg¨²n tipo. Se ve una total sensaci¨®n de desamparo, necesidad de que nos escuchen. Mucha gente con much¨ªsima ansiedad. El riesgo es que se quede mucha gente atr¨¢s, que sea un golpe demasiado duro¡±. Ha abierto un correo electr¨®nico para intentar prestar ayuda a los casos m¨¢s desesperados.
El golpe llega a cada ¨¢ngulo de la vida cotidiana. Por ejemplo, un cortador de jam¨®n. ¡°Tenemos siete empleados. No podemos ir a las f¨¢bricas a cortar excedentes. Hemos anulado ferias, eventos, viajes a China, Alemania...¡±, explica un empresario de Salamanca, 40 a?os. ¡°Como en 2008, aguantar¨¢ el que haya hecho los deberes. La gente para sobrevivir deja de pagar y eso es una cadena¡±.
O por ejemplo, Cristina Pop, de Saigu Cosmetics, 34 a?os, Valencia, plantea: ¡°?Qui¨¦n se maquilla ahora, si no sale nadie de casa?¡±. Trabaja en una start-up de maquillajes naturales de venta por Internet. Llevan un a?o. ¡°Hab¨ªamos conseguido superar esa barrera, nos hab¨ªamos matado en construir una comunidad de clientes y ahora, ca¨ªda libre¡±. Son seis, todos aut¨®nomos.
Esta firma despeg¨® gracias a Lanzadera, la aceleradora de empresas creada por Juan Roig, due?o de Mercadona, para financiar nuevos proyectos. Gente con ganas que est¨¢ empezando, 400 empresas en siete a?os, ahora frenada. ¡°Puede desaparecer en pocos meses. Algo que est¨¢ naciendo se corta de ra¨ªz¡±, lamenta Cristina. En Marina de Empresas, el complejo que acoge Lanzadera, cuentan que algunas se est¨¢n reinventando. Sepiia, camisas que no se manchan y no se arrugan, se ha puesto a hacer mascarillas. Otra de r¨®tulos industriales, Rotula T¨² Mismo, ahora hace mamparas de protecci¨®n para farmacias.
Hay otros trabajos donde es imposible reinventarse o teletrabajar porque viven del contacto f¨ªsico. David Mascat¨®, centro de fisioterapia en O Grove, Pontevedra: ¡°Somos dos fisios, m¨¢s tres contratados, pero cerramos por seguridad. Ten¨ªa que estar prohibido que abri¨¦ramos, pero como somos centros sanitarios estamos en el limbo. ?Tenemos que seguir pagando impuestos?¡±. En Espa?a hay en torno a 51.000 fisioterapeutas colegiados.
O Elisa Antol¨ªn, 48 a?os, terapeuta en Santander de Yamuna Body Rolling, una t¨¦cnica de masajes con balones y pelotas: ¡°Tengo gente que debo atender, que vive con dolor. M¨¢s que nunca necesitan relajarse, pero no podemos vernos ni tocarnos¡±. Ahora todos los trabajos revelan su importancia, responden a una necesidad. ¡°Est¨¢ bien que nos quiten la cuota, que es tan injusta, pagar por nuestro derecho a trabajar. Es abusiva, la m¨¢s alta de toda la UE¡±.
Hay otros sectores que creemos que trabajan, pero tampoco. La alimentaci¨®n se mueve en la gran distribuci¨®n, pero los peque?os productores tambi¨¦n se ven aplastados. ¡°Es m¨¢s importante que nunca acordarse de la producci¨®n local, que no llega a las grandes superficies. Debemos ayudarles a no cerrar¡±, explica Jos¨¦ Manuel Jurado, 61 a?os, director de Madrid Alfa Market, que organiza el mercadillo de Matadero, con 90 productores, el m¨¢s grande de la regi¨®n. Peque?as empresas de carne, frutas, verduras, vinos, dulces, pan, miel. Ha cerrado su peque?o circuito de bares y restaurantes, tiendas peque?as de alimentaci¨®n. Y no hay mercadillos.
Hay quien s¨ª trabaja, pero de forma irregular y con dificultades. Como los camioneros, pero solo algunos, en alimentaci¨®n y otros productos. Jorge Serrano, 48 a?os, transportista de Zaragoza: ¡°Nosotros no hemos parado, pero hay much¨ªsimos problemas, con las ¨¢reas de servicio cerradas, sin asearse, sin comer caliente, talleres cerrados¡±. Hay m¨¢s de 400.000 conductores en Espa?a, la gran mayor¨ªa aut¨®nomos o en empresas peque?as, el 90% tienen menos de cinco camiones. ¡°En Europa hay empresas fuertes con miles de veh¨ªculos. Aqu¨ª no, sobre todo desde la crisis de 2008, y la gente est¨¢ m¨¢s desprotegida¡±. Para muchos transportistas parar significa no poder pagar la letra del cami¨®n, que cuesta, m¨ªnimo, 100.000 euros.
Juan Manuel Mart¨ªn, 42 a?os, tambi¨¦n est¨¢ trabajando. Tiene una empresa inform¨¢tica y ¡°est¨¢ disparada¡±. ¡°Todo el mundo est¨¢ teletrabajando, tenemos un 30% m¨¢s de clientes, asesoramos a empresas que no sab¨ªan ni c¨®mo hacer. Pero vamos al d¨ªa. Somos supervivientes desde hace a?os¡±.
El futuro, incluso sobreviviendo, preocupa mucho. Ernesto Lentini, del restaurante La Mar de C¨¢diz, en Zaragoza, con diez trabajadores, se pregunta: ¡°Cuando esto pase ?c¨®mo estar¨¢ la gente a la hora de gastar? A lo mejor sale disparada los primeros d¨ªas, pero todos estar¨¢n faltos de liquidez. Si luego el Estado no sigue ayudando va a ser dif¨ªcil¡±.
En la librer¨ªa M¨¦ndez, abierta desde 1973, en el centro de Madrid, Antonio e Inma est¨¢n convencidos de que los clientes volver¨¢n. Lo que no saben es cu¨¢ntas librer¨ªas se quedar¨¢n por el camino. "Si esto dura dos o tres meses, pueden caer muchas, est¨¢bamos ya en la cuerda floja. Librer¨ªas de barrio, perif¨¦ricas. Las bibliotecas p¨²blicas podr¨ªan abastecerse de librer¨ªas. Los grupos editoriales podr¨ªan aplazar los pagos¡±. La esperanza est¨¢ en mensajes como el que les envi¨® el jueves una clienta: ¡°Nos mand¨® 100 euros para reservar libros para cuando abramos¡±. Les est¨¢ esperando.
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