Un enfoque europeo para financiar los costes del coronavirus nos interesa a todos
No hab¨ªamos visto un desaf¨ªo com¨²n tan claro como esta pandemia. Es probable que la suma de las acciones y los programas nacionales sean insuficientes
Va a ser necesario un apoyo fiscal masivo para reducir las consecuencias econ¨®micas de la crisis del coronavirus. Si el apoyo es insuficiente, habr¨¢ una ca¨ªda mucho mayor del PIB y la recuperaci¨®n ser¨¢ m¨¢s lenta, ya que habremos perdido muchas m¨¢s empresas y estructuras productivas. Una reducci¨®n innecesariamente grande del PIB por culpa de la falta de apoyo fiscal supondr¨ªa un incremento del desempleo de larga duraci¨®n e incluso unos ¨ªndices de endeudamiento m¨¢s altos.
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Va a ser necesario un apoyo fiscal masivo para reducir las consecuencias econ¨®micas de la crisis del coronavirus. Si el apoyo es insuficiente, habr¨¢ una ca¨ªda mucho mayor del PIB y la recuperaci¨®n ser¨¢ m¨¢s lenta, ya que habremos perdido muchas m¨¢s empresas y estructuras productivas. Una reducci¨®n innecesariamente grande del PIB por culpa de la falta de apoyo fiscal supondr¨ªa un incremento del desempleo de larga duraci¨®n e incluso unos ¨ªndices de endeudamiento m¨¢s altos.
No hab¨ªamos visto un desaf¨ªo com¨²n tan claro como esta pandemia. Es probable que la suma de las acciones y los programas nacionales sean insuficientes. Necesitamos solidaridad y una respuesta europea conjunta.
La salud de cada pa¨ªs depende directamente de la salud p¨²blica en los pa¨ªses vecinos. Ning¨²n pa¨ªs podr¨¢ permanecer libre del virus durante mucho tiempo si en los pa¨ªses vecinos hay ciudadanos contagiados. Y las conexiones transfronterizas son vitales para nuestras econom¨ªas, que disfrutan de un alto nivel de integraci¨®n. La mayor¨ªa de las relaciones comerciales de cada pa¨ªs de la Uni¨®n Europea son con otros pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, dentro del mercado ¨²nico. La vitalidad econ¨®mica de nuestros socios, por tanto, es muy importante para todos nosotros.
Sin embargo, la mayor¨ªa de las medidas fiscales adoptadas hasta ahora han sido nacionales, y sorprende el nivel hasta el cual los pa¨ªses del norte de la UE pueden gastar m¨¢s dinero que sus vecinos del sur. Alemania ha anunciado un paquete de medidas que supera el 4% de su PIB, adem¨¢s de cientos de miles de millones en garant¨ªas. Francia est¨¢ tomando medidas importantes y a la econom¨ªa holandesa la apoya un acertado programa que podr¨ªa alcanzar los 65.000 millones de euros. Mientras tanto, el paquete de medidas italiano es bastante peque?o, insuficiente para defenderse del da?o econ¨®mico a largo plazo. La respuesta espa?ola es tambi¨¦n menor de lo que har¨ªa falta en una crisis sanitaria de esta envergadura. La presi¨®n de los mercados de deuda y el temor a una nueva crisis del euro podr¨ªan ser la causa de que estos programas sean m¨¢s moderados.
Es crucial que tengamos una respuesta a la crisis fuerte y conjunta, con el respaldo paneuropeo. La lucha contra el Covid-19 no debe llevarnos a una nueva crisis de la zona euro. Las dudas de los mercados sobre la calidad crediticia de cada pa¨ªs pueden conducir a profec¨ªas auto-cumplidas. La percepci¨®n del riesgo llevar¨ªa a los inversores a exigir mayores rendimientos, lo que aumentar¨ªa el inter¨¦s sobre la deuda p¨²blica. Esto causar¨ªa problemas de financiaci¨®n a los pa¨ªses, a su vez subiendo la prima de riesgo y continuando el c¨ªrculo vicioso.
Nos hace falta un fuerte compromiso pol¨ªtico para evitar que se materialicen esas profec¨ªas auto-cumplidas. El Banco Central Europeo est¨¢ haciendo lo correcto, y deber¨ªa recibir apoyo pol¨ªtico expl¨ªcito y absoluto. Pero los pol¨ªticos no pueden dejar todo el trabajo de gestionar esta crisis al Banco Central Europeo (BCE). La UE necesita una direcci¨®n y legitimidad democr¨¢tica. Los l¨ªderes de los Gobiernos y parlamentos nacionales deben acordar un programa s¨®lido para toda Europa. En particular, deben brindar apoyo a los m¨¢s vulnerables e impulsar la inversi¨®n en toda Europa, para garantizar la recuperaci¨®n de esta crisis.
Ya se han tomado los primeros pasos. La Comisi¨®n Europea ha movilizado decenas de miles de millones de euros de su presupuesto actual, y ha relajado los requisitos presupuestarios. El BCE ya ha anunciado que estimular¨¢ la econom¨ªa mediante, entre otras medidas, la compra de m¨¢s de un bill¨®n de euros de deuda. Las recientes decisiones del BCE han sido especialmente importantes y apropiadas, particularmente la creaci¨®n del Pandemic Emergency Purchase Programme (programa de compras de emergencia pand¨¦mica, en espa?ol).
Es posible encontrar una soluci¨®n para esta crisis, que es concreta y ¨²nica. No hace falta crear un mecanismo permanente de garant¨ªa de la deuda, ni tampoco la mutualizaci¨®n de la deuda ya existente. Pero la financiaci¨®n conjunta es necesaria para abordar la crisis del Covid-19 y gestionar la recuperaci¨®n. El instrumento concreto a crear es una cuesti¨®n secundaria, a pesar de su carga pol¨ªtica. Independientemente del enfoque, el BCE debe respaldarlo. Pero corresponde a los l¨ªderes de los Gobiernos nacionales hacerse cargo y proporcionar la legitimidad necesaria para una respuesta a la crisis que de forma a nuestro futuro com¨²n.
Arnoud Boot es economista y profesor de la Universidad de ?msterdam, Dirk Schoenmaker es economista y profesor de la Universidad Erasmus de R¨®terdam, Guntram Wolff es economista y director del think tank Bruegel, Agn¨¨s B¨¦nassy-Qu¨¦r¨¦ es economista y profesora de la Paris School of Economics, Elena Carletti es economista y profesora de la Universidad Bocconi, Jan-Pieter Krahnen es economista y profesor de la Universidad Goethe de Fr¨¢ncfort, Miguel Otero es economista e investigador principal del Real Instituto Elcano, Lucrezia Reichlin es economista y profesora de la London Business School.