Pelea por dinero en la sanidad privada
Los hospitales y cl¨ªnicas, cuyos ingresos se han desplomado, piden que se les reconozca un estatus especial y reclaman fondos a las aseguradoras con las que trabajan
La sanidad privada espa?ola (hospitales, cl¨ªnicas de todo tipo, consultas), que en los ¨²ltimos a?os ha ocupado un hueco creciente en el mercado a medida que los recortes se cebaban con la p¨²blica, se enfrenta a un dilema: ahora que es m¨¢s necesaria que nunca sus ingresos, cifrados en 6.500 millones anuales, caen estos d¨ªas un 85%, seg¨²n la patronal que agrupa a los principales hospitales y cl¨ªnicas (Aspe). ...
La sanidad privada espa?ola (hospitales, cl¨ªnicas de todo tipo, consultas), que en los ¨²ltimos a?os ha ocupado un hueco creciente en el mercado a medida que los recortes se cebaban con la p¨²blica, se enfrenta a un dilema: ahora que es m¨¢s necesaria que nunca sus ingresos, cifrados en 6.500 millones anuales, caen estos d¨ªas un 85%, seg¨²n la patronal que agrupa a los principales hospitales y cl¨ªnicas (Aspe). Considerados como un servicio esencial, la mayor parte de los centros siguen abiertos pese a que han desprogramado toda la actividad no urgente a ra¨ªz del estado de alarma.
En muchos casos, los profesionales de especialidades se ven de brazos cruzados o teletrabajando. ¡°Es una situaci¨®n ¨²nica, no se da en ning¨²n otro sector¡±, lamenta el presidente de la patronal, Carlos Rus, que ha pedido al Gobierno ¡°medidas especiales¡± de ayudas p¨²blicas para ellos porque, cree, muchas empresas, sobre todo las peque?as, no podr¨¢n hacer frente a los pagos corrientes del mes de abril. ¡°Los gastos fijos son elevados, en un centro sanitario el coste medio de la plantilla supone el 46%, a los que hay que sumar instalaciones y equipamiento tecnol¨®gico¡±. La mayor¨ªa de los grupos sanitarios grandes han mantenido al personal (hay 266.728 empleos en el sector) que alimenta el negocio tejido en una red de 460 hospitales, 51.373 camas y 900 UCI. Entre los grupos m¨¢s importantes est¨¢n los que trabajan fundamentalmente con conciertos con la sanidad p¨²blica (caso de Ribera Salud, que no ver¨¢ mermados ingresos ni actividad), los orientados casi totalmente al sector privado (como Vithas, que solo factura por conciertos un 6%) y los que tienen una cartera m¨¢s diversificada (el gigante sanitario Quir¨®nsalud, Sanitas, Hospiten, HLA o HM Hospitales). Su denominador com¨²n est¨¢ en que, globalmente sus ingresos dependen en un 72% de los seguros de salud, y del resto, cerca de un 10% son por consultas puramente privadas (que dejan grandes m¨¢rgenes de beneficio) y otro 20% por derivaciones del sector p¨²blico (con m¨¢rgenes muy ajustados).
La llamada a la puerta del dinero p¨²blico no es la ¨²nica que han tocado los grandes grupos. No han podido facturar a sus principales clientes, las aseguradoras y les reclaman que arrimen el hombro porque ellas, dicen, s¨ª han seguido ingresando por las primas que cobran. Pero estas, a su vez, argumentan que toda su labor comercial ha quedado congelada y que los ERTE han hecho que algunas empresas extingan la cobertura de sus empleados (aunque la mayor¨ªa las mantiene porque los acuerdos son anuales). Adem¨¢s, recuerdan, hay un decalaje de unos dos meses desde que se genera la factura por la visita de un cliente a un centro de salud hasta que se hace efectivo el pago, as¨ª que ahora estar¨ªan ingresando la actividad de febrero, cuando la normalidad era la t¨®nica general.
La guerra no ha hecho m¨¢s que comenzar. Porque las aseguradoras, por su parte (Segurcaixa Adeslas, Asisa, Sanitas o DKV son las m¨¢s destacadas), cuentan en muchos casos con sus propios centros sanitarios pero todas trabajan con terceros, desde grandes grupos hospitalarios a redes de cl¨ªnicas o con profesionales aut¨®nomos. La demanda de Aspe es muy concreta: los centros m¨¦dicos quieren recibir de las aseguradoras lo mismo que en marzo, abril, mayo y junio de 2019, pero sin haber prestado los servicios (debido, por un lado, al estado de alarma y, por otro, a que pocos ciudadanos quieren arriesgarse a acudir a un centro m¨¦dico incluso en situaciones urgentes). La presi¨®n ha sido tal que Aspe ha propuesto reuniones de las patronales para abordar la situaci¨®n sin ning¨²n ¨¦xito.
El presidente de la comisi¨®n de Salud de Unespa, la patronal de los seguros, Enrique de Porres, lo explica as¨ª: ¡°Aspe solicit¨® de Unespa abrir una mesa de negociaci¨®n hace un mes. El comit¨¦ ejecutivo de Unespa tiene entre sus pol¨ªticas aprobadas en asamblea que no se admiten reuniones de contenido econ¨®mico entre patronal y proveedores por principios propios y por sanciones de competencia¡±. Aspe ha intentado que la CNMC autorice estas reuniones, algo que el organismo regulador ha hecho, pero siempre que no se intercambie informaci¨®n comercial en ellas. En ese contexto, Unespa ha visto imposible abrir una mesa de di¨¢logo. ¡°Las aseguradoras no est¨¢n por la labor de que las representen, y cada una se posicion¨® en el sentido de que es muy due?a de negociar con sus proveedores. Y ah¨ª estamos¡±, resume Porras. Algunas, como Segurcaixa Adeslas, ya han movido ficha anunciando un fondo de 160 millones de euros para dotar de liquidez al cuadro m¨¦dico con el que trabaja. Otras, como Sanitas, aseguran que no han recibido ¡°ninguna petici¨®n¡± por parte de los centros. El consejero delegado de Vithas, Pedro Rico, eval¨²a que el sector privado se juega mucho en esta crisis. ¡°El tejido empresarial y la red de provisi¨®n est¨¢n en riesgo, y si no encontramos f¨®rmulas para superar la crisis conjuntamente proveedores de servicios y aseguradoras de salud, todos sufriremos en la misma medida, antes o despu¨¦s¡±. Ellos no han conseguido cerrar acuerdos para intentar mantener sus ingresos. ¡°Algunas aseguradoras entienden la situaci¨®n, y en otras no hemos percibido esa sensibilidad¡±.
Los seguros tambi¨¦n tienen sus argumentos. En DKV admiten que las ventas est¨¢n paradas, salvo las que se producen por la web, ¡°que son muy escasas, porque la penetraci¨®n del canal digital es baj¨ªsima¡±. Los comerciales viven estos d¨ªas del dinero que generan las p¨®lizas vendidas anteriormente. Por otro lado, se encuentran con que muchos clientes se quejan de que pagan sin poder ir al oftalm¨®logo o al dentista y les piden descuentos en las primas. Sanitas dice que est¨¢n siendo flexibles con su cobro, aplaz¨¢ndolas en los casos de necesidad, ¡°tanto en el caso de empresas que se han visto obligadas a realizar ERTE como a los aut¨®nomos¡± y que siguen pagando tratamientos de covid-19 a sus clientes a pesar de que los seguros excluyen esa posibilidad cuando se declara una epidemia. El resto de aseguradoras consultadas tambi¨¦n est¨¢ cubriendo los gastos por covid-19 aunque legalmente podr¨ªa plantearse no hacerlo (el Gobierno no ha declarado la epidemia, que figura en la letra peque?a de las p¨®lizas como una cl¨¢usula de exclusi¨®n, pero es una causa f¨¢cilmente demostrable).
Luis Roset, responsable de seguros en Generali, admite que han registrado un descenso de la demanda de servicio m¨¦dico y hospitalario, ¡°pero, en el momento en que se recupere la normalidad, se producir¨¢ un l¨®gico incremento de demanda por enfermedades diferentes a la covid-19, en l¨®gica compensaci¨®n del periodo de inactividad derivado del confinamiento. Incluso no es descartable que tengamos que hacer frente a efectos secundarios del coronavirus o de la medicaci¨®n que pudieran surgir a posteriori¡±.
Desde Unespa, De Porres entiende que los grandes hospitales van a ser indemnizados por el Gobierno. ¡°Nos preocupan m¨¢s los centros peque?os, que es donde descansa buena parte de la provisi¨®n de los servicios sanitarios en Espa?a. En nuestro caso buscamos f¨®rmulas viables para ambas partes como acelerar pagos o dar anticipos de facturaci¨®n, o fomentar que los m¨¦dicos facturen por consultas no presenciales¡±.
El pulso est¨¢ servido. En medio, miles de profesionales est¨¢n atrapados. Miguel Carmona, representante nacional de m¨¦dicos de ejercicio privado de la OMC, contesta por correo electr¨®nico con una estimaci¨®n. ¡°Las consultas de ginecolog¨ªa, traumatolog¨ªa, cirug¨ªa y fisioterapia han sido suspendidas al 100% por falta de pacientes. Radiolog¨ªa y pediatr¨ªa, en un 90%; medicina general, en un 75% ¡°. Unipromel, la uni¨®n profesional de m¨¦dicos de ejercicio libre, a?ade que en oftalmolog¨ªa apenas se trabaja un 5%, igual que en cl¨ªnicas de est¨¦tica. ¡°Y con otra diferencia -sostiene Rus-, que antes, por poner un ejemplo, compr¨¢bamos lotes de mascarillas por 7 euros y ahora por 70. El aprovisionamiento se ha disparado y los sueldos no se han podido tocar¡±.
Lecciones
La convivencia entre p¨²blico y privado tiene dif¨ªcil acomodo en situaciones como las actuales. Prueba de ello es que a principios de abril, con un escenario dantesco en los pasillos de urgencias de muchos hospitales, la sanidad privada ten¨ªa 2.200 camas de UCI vac¨ªas. La patronal alertaba de esta infrautilizaci¨®n mientras algunas comunidades, como Galicia o Valencia, levantaban hospitales de campa?a. Consultadas las consejer¨ªas de Sanidad de ambas, aseguran que no utilizar¨¢n hospitales de campa?a sin haber agotado antes ¡°todas las posibilidades asistenciales de los hospitales p¨²blicos y privados¡±, y aclaran que los planes de contingencia respond¨ªan a la necesidad de adelantarse a lo que pudiese venir.
Pero la coordinaci¨®n ha quedado en entredicho, como lo evidencian los escas¨ªsimos traslados de pacientes entre regiones. ¡°En esta crisis se ha notado un cierto nivel de descoordinaci¨®n. Ha faltado liderazgo del Ministerio de Sanidad¡±, dice el directivo de una empresa sanitaria. Lecciones pasadas que pueden aprenderse en un futuro donde se esperan m¨¢s recursos para sanidad y del que tambi¨¦n surge un miedo que recorre el sector: que el refuerzo de lo p¨²blico merme el terreno ganado por la iniciativa privada, aupada a la primera l¨ªnea en regiones como Madrid o Valencia. Preguntado, Carlos Rus responde que no es tiempo de especular. ¡°Somos un sector que damos un servicio complementario, atendemos a m¨¢s de 10,6 millones con seguro de salud y normalmente son personas que tienen doble aseguramiento, p¨²blico y privado¡±. Pero casi todos los directivos consultados responden que ese miedo existe, y que es muy comentado en el sector.
Quiz¨¢, como aprecia el doctor Ignacio Orce Satr¨²stegui, presidente de Assist¨¨ncia Sanit¨¤ria, una aseguradora catalana con centros m¨¦dicos propios, esta dur¨ªsima etapa social y econ¨®mica lleve a algunos m¨¦dicos a echar el cierre. Quiz¨¢, como ¨¦l mismo reclama, aumenten los recursos para la sanidad p¨²blica. ¡°Estamos en un pa¨ªs en el que se necesitan todos los recursos, p¨²blicos y privados, y aunque hay muchos talibanes de la p¨²blica, la sanidad privada tambi¨¦n responde. Somos una empresa de m¨¦dicos, este pa¨ªs nos trata de modo lamentable y aqu¨ª al menos intentamos pagar mejores salarios. Quiz¨¢ sea el momento de poner en valor nuestro trabajo. Que la gente entienda que no puedes tener profesionales de esta categor¨ªa con salarios de tercera¡±.
14.000 personas en los ERTE de la sanidad
La Federaci¨®n de Sanidad de CC OO contabilizaba hasta la semana pasada 272 ERTE y unos 14.000 trabajadores afectados en el sector. Mar¨ªa Victoria G¨®mez, su responsable de negociaci¨®n colectiva, relata que los grandes centros no han usado esta f¨®rmula pero en otros, como policl¨ªnicas, cl¨ªnicas dentales, laboratorios, centros veterinarios o centros de fertilidad se han dado casos de plantillas completas en los expedientes temporales, algunos por causas econ¨®micas reguladas en el art¨ªculo 47 del Estatuto de los Trabajadores y otros alegando fuerza mayor por el estado de alarma. La representante sindical niega el argumento de que la ruina se cierne sobre los grandes grupos. ¡°Es verdad que van a caer sus ingresos. Por ejemplo, Quir¨®nsalud no va a quebrar, va a tener ingresos mermados este a?o. Hay empresas con beneficios retenidos importantes¡±.
¡°No hay sistema sanitario p¨²blico que soporte esto en solitario¡±
Vithas es el segundo operador hospitalario en tama?o de Espa?a, con 550 millones de facturaci¨®n. Desde la declaraci¨®n del estado de alarma, su actividad y facturaci¨®n cay¨® en m¨¢s de un 80% y esperan que siga ese ritmo en abril. Su consejero delegado, Pedro Rico, admite que sus recursos han quedado infrautilizados cuando en comunidades como Madrid se vieron desbordadas y con necesidad de camas.
Pregunta: ?Cu¨¢ntas derivaciones del servicio p¨²blico han tenido y de qu¨¦ gravedad?
Respuesta. En esta fase de puesta a disposici¨®n de nuestras instalaciones, la derivaci¨®n del sector p¨²blico ha sido muy puntual, escasa y limitada a Madrid y Catalu?a. En Madrid, donde hemos tenido m¨¢s pacientes con infecci¨®n por covid-19, la mayor¨ªa de los que hemos atendido son personas con seguro de salud. Es una situaci¨®n que nos genera mucha impotencia. Nadie nos ha tenido que convencer, porque ya lo est¨¢bamos, de que lo primero era ayudar en este desaf¨ªo de pa¨ªs, pero lo cierto es que hemos paralizado nuestra actividad programada mientras buena parte de nuestros hospitales ha quedado con ocupaciones de planta y UCI por debajo del 40%.
P. ?Han hecho ERTE o han llegado a alg¨²n acuerdo con sus trabajadores?
R. En Vithas no ha realizado ning¨²n ERTE ni hemos tomado medidas relevantes en lo que se refiere a la plantilla. Incluso, en algunas ubicaciones hemos tenido que contratar m¨¢s personal, como el caso de Madrid, donde debido a la sobrecarga de trabajo y a las bajas de profesionales por enfermedad o contacto de riesgo y aislamiento, tuvimos que reclutar m¨¢s personas. En Madrid, hemos llegado a un acuerdo con un hotel para hospedar a profesionales que han venido de fuera de la capital para reforzar nuestra plantilla.
P. ?Negocian con las aseguradoras para que no caigan sus ingresos?
R. Estamos hablando con las aseguradoras para buscar f¨®rmulas en este sentido. De momento no hemos conseguido un acuerdo con ninguna para intentar mantener estos ingresos a pesar de la ca¨ªda de frecuentaci¨®n de servicios. Podemos decir que algunas entienden esta situaci¨®n y es posible que se pueda llegar a alg¨²n acuerdo en este sentido, y en otras no hemos percibido hasta ahora esa sensibilidad. Lo cierto es que, en esta fase, las aseguradoras han mejorado significativamente su siniestralidad y, por tanto, su gasto, pero a¨²n no han sufrido una bajada relevante en sus ingresos por p¨¦rdida de p¨®lizas. Las incertidumbres del sector asegurador est¨¢n m¨¢s en el medio plazo, ante la posible p¨¦rdida de cartera y posibles repuntes de actividad en los pr¨®ximos meses. Creo que el sector privado se juega mucho con esta crisis. El tejido empresarial y la red de provisi¨®n est¨¢n en riesgo, y si no encontramos f¨®rmulas para superar la crisis conjuntamente proveedores de servicios y aseguradoras de salud, todos sufriremos en la misma medida, antes o despu¨¦s.
P. ?Vithas tuvo camas de UCI vac¨ªas? ?Fue un problema de log¨ªstica, de precios de camas, de miedo al contagio de otros pacientes de atenci¨®n privada o simplemente de coordinaci¨®n?
R. Las mesas de coordinaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas deciden c¨®mo organizar la actividad y c¨®mo utilizar nuestras instalaciones. En muchas comunidades aut¨®nomas se montaron hospitales de campa?a, se ¡°medicalizaron¡± hoteles o residencias de ancianos para atender residentes infectados por coronavirus¡ No se utilizaron todos los recursos que la sanidad privada puso a su disposici¨®n. Para el sector resulta algo frustrante, porque tenemos voluntad de ayudar m¨¢s y podemos ayudar m¨¢s, pero tenemos servicios ociosos que no se han aprovechado. Nosotros al inicio de la crisis ten¨ªamos 160 camas de UCI, y a d¨ªa de hoy tenemos 214. Nuestra m¨¢xima ocupaci¨®n han sido 78 camas de UCI (la mitad en Madrid). El motivo de la no utilizaci¨®n de esas camas, tanto de hospitalizaci¨®n como de UCI, es distinto en cada comunidad aut¨®noma. Entiendo que, en general, no lo hicieron porque las mesas de coordinaci¨®n no lo consideraron necesario. En la mayor¨ªa de las comunidades no se marc¨® tarifa ni precios de derivaci¨®n, y nosotros nunca hemos querido hablar de ese tema durante la crisis porque nuestra prioridad era solo una: luchar contra la pandemia. No creo que el precio fuera un factor que preocupase a las administraciones p¨²blicas de salud y a las mesas de coordinaci¨®n. Casi todos los pacientes que atendemos son pacientes con infecci¨®n por la covid-19. Pero como le digo, en su mayor parte son pacientes con seguro de salud que acuden a nuestros hospitales siempre que se ponen enfermos, tambi¨¦n cuando enferman por covid-19. Por tanto, tampoco ten¨ªamos ninguna preocupaci¨®n en ese sentido. Durante la pandemia hemos tenido 175 profesionales infectados y m¨¢s de 300 de baja. Ellos y sus compa?eros tambi¨¦n son h¨¦roes. Si algo bueno podemos extraer de esta crisis es que se est¨¢n desmoronando muchos prejuicios contra la sanidad privada. Nadie podr¨¢ ya cuestionar la entrega y la profesionalidad de nuestros m¨¦dicos, enfermeras, auxiliares¡ y de las propias organizaciones sanitarias privadas.
P. ?C¨®mo se est¨¢n organizando para recuperar la normalidad?
R. A¨²n no hemos vuelto a la normalidad. A d¨ªa de hoy tenemos m¨¢s de 400 pacientes ingresados en nuestros hospitales con infecci¨®n por covid-19 (69 de ellos en UCI). No habr¨¢ vuelta a la normalidad mientras no tengamos vacuna o un porcentaje alto de la poblaci¨®n inmunizada. Nos quedan muchos meses por delante.
P. Se espera que la crisis sanitaria haga que se concentren m¨¢s recursos p¨²blicos en sanidad. ?Creen que eso ir¨¢ en detrimento de los conciertos con la sanidad privada o con las exenciones fiscales a los seguros de salud?
R. El sector privado depende fundamentalmente de que los pacientes quieran utilizar sus servicios, quieran pagarse una p¨®liza de salud, escojan ser atendidos en nuestros centros¡ Nuestro objetivo principal no es el de incrementar nuestra dependencia del sector p¨²blico y que aumenten los conciertos. Creemos que es una v¨ªa de colaboraci¨®n que puede ser ¨²til en algunas circunstancias tambi¨¦n para el sector p¨²blico. Lo que s¨ª se ha demostrado es que una crisis como esta no hay sistema sanitario p¨²blico, por muy reforzado que est¨¦, que la soporte en solitario. Los sistemas sanitarios europeos m¨¢s prestigiosos y que m¨¢s se han puesto de ejemplo, como Alemania, son sistemas donde conviven la provisi¨®n de servicios de titularidad p¨²blica y de titularidad privada. Tener una sanidad privada que ayude a superar un desaf¨ªo de pa¨ªs de esta magnitud no es m¨¢s que otra fortaleza de nuestro Sistema Nacional de Salud. No deber¨ªa hacer falta otra crisis para que los ciudadanos se beneficien de esta realidad.
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