El negocio de la sanidad privada se dispara tras los recortes en el sistema p¨²blico

Tres razones para contratar un seguro de salud. La muerte de su esposo en 2015 despu¨¦s de que le dieran cita en la sanidad p¨²blica a 18 meses vista y se infectara durante la quimioterapia (Tina, administrativa de 65 a?os). Ardor de est¨®mago y reflujo que hizo insoportable esperar m¨¢s de cuatro meses para una gastroscopia en 2012 (Pablo, nombre supuesto de un periodista de 41). Sensaci¨®n de desamparo al padecer s¨ªntomas similares a los de su padre, fallecido de un c¨¢ncer fulminante en 2017 (Amanda, dise?adora gr¨¢fica de 36).

Existen otras causas menos dram¨¢ticas. No optar por edad y lista de espera a un tratamiento de fertilidad en la p¨²blica (Ayala, nombre supuesto de una administrativa y estudiante de 41 a?os). Hacerle un favor a la gestora del banco (Ismael, ganadero de 49). Que tu empresa pague por la p¨®liza (Alberto, ingeniero de 38). Todos ellos se han quedado. Por las mismas razones. La facilidad de ver al m¨¦dico a los pocos d¨ªas de que asome el dolor de espalda, se aprecie un bulto sospechoso o toque la revisi¨®n del ginec¨®logo.

Tras los dr¨¢sticos recortes en la sanidad p¨²blica ordenados por el PP en 2012 ¡ª con el aumento del copago farmac¨¦utico en funci¨®n de la renta, pensionistas incluidos, exclusi¨®n de los inmigrantes y una sangr¨ªa de 20.000 trabajadores en dos a?os, entre otras medidas, el Gobierno pretend¨ªa ahorrar 7.260 millones¡ª y mientras la econom¨ªa dibujaba gr¨¢ficas negativas en el invierno de la recesi¨®n, las p¨®lizas de salud no pararon de crecer hasta llegar a los 11,5 millones de personas cubiertas en 2017, un mill¨®n m¨¢s (un 10%) desde el gran tijeretazo. Eso supone que uno de cada cuatro espa?oles puede acudir a la sanidad privada ampar¨¢ndose en un seguro.

Hoy, uno de cada cinco hogares tiene un seguro sanitario, con un gasto medio de 1.186 euros anuales, seg¨²n datos del INE. Estas p¨®lizas tiraron del sector con un 5,6% de crecimiento en 2018 y una facturaci¨®n de 8.520 millones. Parte de los suscriptores de esas p¨®lizas han tenido malas experiencias en la sanidad p¨²blica. Durante los a?os en que se desplom¨® la inversi¨®n, a partir de 2012, baj¨® la satisfacci¨®n de los usuarios del gran paraguas p¨²blico de cobertura sanitaria, al tiempo que crec¨ªan las listas de espera. Ni siquiera lleg¨® al 6,5 sobre 10, cifra que no se recuper¨® hasta 2016, coincidiendo con la curva dineraria ascendente.

"El principal agente de la contrataci¨®n es el deterioro", dice Rub¨¦n S¨¢nchez, portavoz de la asociaci¨®n de consumidores FACUA

Javier, un ingeniero de ideas progresistas, sinti¨® molestias en el est¨®mago en verano de 2013. A final de a?o acudi¨® al m¨¦dico. ¡°Le dieron cita para el especialista ?a mediados de 2015!¡±, rememora Bel¨¦n, su hija. ¡°Era un gran partidario de la sanidad p¨²blica, pero no pod¨ªa explic¨¢rselo¡±. En un ingreso por urgencias en un gran hospital de Madrid, le diagnosticaron un c¨¢ncer de est¨®mago. ¡°Le dieron quimio en oncolog¨ªa. Hab¨ªa suciedad y ¨¦l se infect¨® con una bacteria. Las propias enfermeras nos animaron a hacer fotos y a compartirlas¡±. La hija difundi¨® en Twitter im¨¢genes de la porquer¨ªa acumulada en la repisa de la ventana, en la silicona del lavabo o el plato de la ducha. ¡°Mi madre, Tina, quer¨ªa sacarle de all¨ª, pero ¨¦l nos dec¨ªa, ¡®No, eso es lo que quieren descuidando todo, que nos vayamos¡±. Javier fue a fallecer en una cl¨ªnica privada, resignado, un mes antes de la primera cita que le hab¨ªan dado en la sanidad p¨²blica. ¡°Entonces mi madre nos hizo un seguro muy completo a mi hermana y a m¨ª¡±.

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¡°El principal agente de la contrataci¨®n es el deterioro¡±, apunta Rub¨¦n S¨¢nchez, portavoz de la asociaci¨®n de consumidores FACUA, ¡°la saturaci¨®n, las listas de espera y los recortes en prestaciones empujan a darse de alta en aseguradoras¡±. Lectura similar ofrece la Federaci¨®n de Asociaciones para la Sanidad P¨²blica (FADSP). ¡°La degradaci¨®n del sistema p¨²blico, estrategia del PP, lleva a la gente a la doble cobertura, un especialista privado para saltarse la lista de espera¡±, observa el portavoz, Marciano S¨¢nchez Bayle, ¡°pero luego todas las encuestas dicen que si hay un problema gordo, van a la p¨²blica¡±.

¡°Corremos el riesgo de que existan dos velocidades en el acceso a la sanidad¡±, alerta Juan Oliva, expresidente de la Asociaci¨®n de Econom¨ªa de la Salud y profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, ¡°una v¨ªa r¨¢pida, la de aquellos que tienen seguro privado, y una v¨ªa lenta para los que no lo tienen. La sanidad p¨²blica es una instituci¨®n muy s¨®lida, pero si parte de los ciudadanos la abandona, se romper¨¢ y deteriorar¨¢¡±.

Precisamente el r¨¢pido acceso a las consultas de los ginec¨®logos u oftalm¨®logos, por ejemplo, es la gran baza de los seguros. Si pudieran elegir, el 37% de los espa?oles ir¨ªan a un especialista privado, seg¨²n datos del Ministerio de Sanidad. El Bar¨®metro de la Sanidad Privada constata que el 74% de los asegurados han acudido al especialista en el ¨²ltimo a?o, y la mitad la ha usado para hacerse alguna prueba. El porcentaje baja en visitas al m¨¦dico de familia, urgencias o ingresos (un 14%, el servicio menos utilizado).

A ra¨ªz de padecer dolores en el abdomen, Alberto, el ingeniero madrile?o, ha pasado desde noviembre por tres especialistas, y ya le han efectuado cuatro pruebas. ¡°Imag¨ªnate lo que hubiera tardado en la p¨²blica¡±, dice. Si viviera en Canarias, esperar¨ªa 105 d¨ªas; si residiera en el Pa¨ªs Vasco, 22, seg¨²n los ¨²ltimos datos oficiales. Entre esos par¨¢metros se mueven las comunidades. Aunque la contrataci¨®n de p¨®lizas no es correlativa con las listas de espera. Madrid y Vizcaya, con buenos datos, tienen un porcentaje de penetraci¨®n del seguro de m¨¢s del 40%. Por el contrario, en Murcia, con 53 d¨ªas de espera media para ver al especialista, apenas se contrata esa protecci¨®n.

¡°Es un modelo que complementa, se busca comodidad¡±, dice una directiva

¡°Cuando est¨¢s mal te preocupas y te baja la moral, no quieres esperar¡±, asegura Ayala. Tuvo un bulto en la espalda y en la p¨²blica el cirujano le dijo que no se lo quitaba. ¡°En la privada me lo extirparon en una semana¡±. Aprecia sobre todo la tranquilidad con la que se siente atendida. Ismael, el ganadero extreme?o, pronto se dio cuenta de que renovar¨ªa su seguro: ¡°Ten¨ªa cita en la p¨²blica para una prueba diagn¨®stica un a?o y medio despu¨¦s de operarme de una grave infecci¨®n ¨®sea¡±.

Fuentes del sector privado no relacionan directamente recortes y crecimiento de las p¨®lizas. ¡°La mayor¨ªa pensamos que tenemos una sanidad p¨²blica excelente¡±, dice ?ngela Milla, directora de Salud de Axa, ¡°con el seguro privado, que es un modelo complementario, buscamos comodidad y capacidad de elecci¨®n¡±. La directiva a?ade que estos productos se han convertido en algo muy asequible y con gran capacidad de personalizaci¨®n. "Han dejado de ser un lujo". ¡°Un seguro de salud te da acceso sin esperas al m¨¦dico de cualquier especialidad entre otras ventajas¡±, asegura I?aki Peralta, director general de Sanitas Seguros, la segunda empresa en cuota de mercado, ¡°y las compa?¨ªas invertimos en mejorar la experiencia de los clientes¡±. Peralta se refiere a la posibilidad de obtener con el m¨®vil hasta videoconsultas. La patronal de las aseguradoras Unespa mantiene que el crecimiento de las p¨®lizas se debe a que ¡°empresas y pymes las ofertan como un beneficio social, el m¨¢s valorado por los empleados. Es una herramienta de retenci¨®n del talento¡±, observa un portavoz. Peralta y Milla corroboran lo que reflejan los datos.

"Las empresas se deducen el importe de las p¨®lizas para los trabajadores," mantiene la patronal de las aseguradoras Unespa

¡°Lo que no se dice es que las empresas desgravan los seguros que contratan para los trabajadores¡±, dice el portavoz de la FADSP, ¡°con lo cual, entre todos estamos financiando el seguro privado¡±. Adem¨¢s del beneficio fiscal, si cabe, para los empleados, a quienes les sale m¨¢s barato contratar la p¨®liza, las empresas se deducen el 100% de lo aportado en el impuesto de sociedades. Por otra parte, casi dos millones de funcionarios eligen p¨®lizas privadas frente al sistema nacional de salud. ¡°Ese modelo deber¨ªa de desaparecer e integrarlos a todos en la p¨²blica¡±, contin¨²a S¨¢nchez Bayle, ¡°porque el Estado paga por ello¡±

Pablo aguant¨® m¨¢s de cuatro meses para una gastroscopia, mientras la marea blanca, en 2013, clamaba contra los recortes. Eso le llev¨® a la privada. Amanda se dio de alta en el seguro que le ofrec¨ªa su empresa porque tuvo miedo. Su padre hab¨ªa muerto en tres meses de un c¨¢ncer con componente gen¨¦tico. Al poco, sinti¨® las mismas molestias que hab¨ªa tenido ¨¦l. El m¨¦dico le hizo una prueba de sangre oculta en heces. No se qued¨® tranquila. Decidi¨® ir a un especialista privado. ¡°Seg¨²n empec¨¦ a hablar me mand¨® una gastroscopia y una colonoscopia, an¨¢lisis esa misma tarde y una prueba de intolerancia¡±. Nada. ¡°Pero me vio dos veces hasta que el tratamiento funcion¨®¡±. Innecesarias o no, aquellas pruebas le tranquilizaron. Tanto ella como Pablo eran orgullosos usuarios de la sanidad p¨²blica. Hasta que dejaron de serlo.

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