M¨¢s poder y m¨¢s gastos para Amazon

La crisis del coronavirus ha atrapado a la gente en sus casas, y al comercio, en la Red. Ignorar las tiendas online ya no es una opci¨®n, porque no hay otras. Y en esta realidad, sobre el papel, hay un ganador: Amazon. La tienda virtual m¨¢s grande del mundo, o la tienda m¨¢s grande del mundo a secas, ha pasado de distribuir las compras consumistas a vender la harina, las mascarillas y el papel higi¨¦nico. El impacto del coronavirus est¨¢ ofreciendo el primer atisbo de un mundo en ...

La crisis del coronavirus ha atrapado a la gente en sus casas, y al comercio, en la Red. Ignorar las tiendas online ya no es una opci¨®n, porque no hay otras. Y en esta realidad, sobre el papel, hay un ganador: Amazon. La tienda virtual m¨¢s grande del mundo, o la tienda m¨¢s grande del mundo a secas, ha pasado de distribuir las compras consumistas a vender la harina, las mascarillas y el papel higi¨¦nico. El impacto del coronavirus est¨¢ ofreciendo el primer atisbo de un mundo en el que Amazon sea imprescindible en la vida. Y con ese poder llega una responsabilidad y un escrutinio que antes no hab¨ªa.

Las cifras que definen Amazon ya eran dif¨ªciles de digerir. Las ventas del a?o 2019 fueron de 280.500 millones de d¨®lares, un 20% m¨¢s que en 2018, con un beneficio de 11.600 millones. Hay 150 millones de miembros de Prime (su servicio de socios) en el mundo. Fire TV est¨¢ en 40 millones de hogares, Amazon Music en 55 millones. Su robot inteligente Alexa est¨¢ en ¡°decenas de millones¡± de aparatos.

Aparte, es el l¨ªder en el mercado de los servicios web, como almacenaje (por ejemplo, el contenido de Netflix est¨¢ en servidores de Amazon). La compa?¨ªa entera vale 1,1 billones de d¨®lares, casi el PIB de Espa?a.

El 16 de marzo, ante la cascada de ¨®rdenes de confinamiento en occidente, todas las miradas se volvieron a Amazon. La empresa ha contratado a 170.000 personas para atender la avalancha de pedidos y ha aumentado el salario en dos d¨®lares la hora. Los puestos de trabajo est¨¢n en los centros de distribuci¨®n y en la red de entrega final, lo que en log¨ªstica se llama la ¨²ltima milla. Los pedidos ya no son libros o juguetes. Seg¨²n una encuesta de la consultora RBC Capital Markets hecha en pleno mes de marzo, el 41% de los consultados en Estados Unidos dijeron que planeaban comprar comida online en los pr¨®ximos meses. El a?o pasado esa cifra era del 19%. Las descargas de aplicaciones como Instacart y Walmart Grocery se han disparado en el ¨²ltimo mes.

Pero todo tiene un precio. Es cierto que en primer trimestre de este a?o la empresa dispar¨® sus ingresos un 26%, hasta los 75.454 millones, pero eso no se tradujo en mayores ganancias. Al rev¨¦s, su beneficio neto descendi¨® en el trimestre en 1.026 millones hasta los 2.535, un 28% menos, porque sus costes operativos se han incrementado sustancialmente, en especial los relativos a ventas, almacenamiento, tecnolog¨ªa y marketing. Y lo peor puede estar por llegar. Amazon calcula que se gastar¨¢ 4.000 millones en equipos de protecci¨®n, nuevas rutas de env¨ªo menos eficientes y m¨¢s salarios, por lo que el pr¨®ximo trimestre podr¨ªa entrar en p¨¦rdidas de hasta 1.500 millones. A¨²n as¨ª, su victoria puede ser a largo plazo. La consultora BuyBoxExperts, que se dedica a guiar a las empresas para vender en Amazon, est¨¢ viendo dos fen¨®menos, por un lado el par¨®n econ¨®mico y por otro la necesidad de empezar a vender online de muchos comercios que antes no lo hac¨ªan. ¡°No recibo m¨¢s llamadas que antes, pero las que recibo son desesperadas. Es gente que necesita abrir tienda en Amazon ma?ana mismo, y no es tan f¨¢cil cuando no est¨¢s preparado¡±, dice por tel¨¦fono James Thomson, uno de sus socios.

Thomson, que trabaj¨® como jefe de Amazon Services y es autor del libro Controlling your Brand in the age of Amazon, explica que ¡°durante 20 a?os, Amazon ha ganado muy poco dinero porque estaba invirtiendo en almacenes, log¨ªstica y software¡±. Con el tiempo se ha visto hacia d¨®nde iba esa estrategia. ¡°Eso les dio una enorme ventaja. Nadie, ni siquiera el Ej¨¦rcito o la Cruz Roja, tiene esa capacidad de distribuci¨®n¡±.

De pronto, las sociedades occidentales se han visto en una situaci¨®n en la que han desaparecido las tiendas y en la necesidad de una referencia para seguir comprando. Y ah¨ª estaba Amazon. En ¨¢reas como los alimentos frescos, compite con Walmart o Instacart. En muchas otras, con nadie. ¡°La sociedad se ha beneficiado de que Amazon sea grande y centralizado, en vez de que haya 100.000 vendedores independientes compitiendo cada uno con su web¡±, opina Thomson.

En esta situaci¨®n, lo que haga Amazon de puertas para adentro empieza a importar. La seguridad en esos hangares, la eficiencia de esa cadena de distribuci¨®n, qu¨¦ vende y qu¨¦ no vende Amazon, son decisiones que afectan a mucha gente. Las preguntas que instituciones, sindicatos y consumidores se hac¨ªan sobre Amazon solo pueden ir a m¨¢s. La Uni¨®n Europea y Estados Unidos tienen abiertas investigaciones por posibles abusos de posici¨®n en el mercado.

En el lado laboral, Amazon ha sido acusado de no respetar la distancia social entre sus trabajadores y en pa¨ªses como Francia ha suspendido muchas de sus operaciones. Mientras, el rostro de la compa?¨ªa, Jeff Bezos, se acaba de comprar la casa m¨¢s cara jam¨¢s registrada en Los ?ngeles: 165 millones de d¨®lares.

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