Crisis de consumo
La ca¨ªda este a?o en el consumo privado ser¨¢ el doble o el triple que en la Gran Recesi¨®n
El consumo privado supone dos tercios del PIB y es la variable determinante para explicar los ciclos econ¨®micos. El consumo lo determina la renta disponible de las familias y su tasa de ahorro. La renta disponible es principalmente empleo y salarios y el ahorro lo determinan las expectativas. Cuando los consumidores temen perder su empleo, aumentan su ahorro por precauci¨®n y reducen su consumo.
Espa?a ha sido uno de los pa¨ªses con medidas de confinamiento m¨¢s estrictas y prolongadas y el que va m¨¢s retrasado en la desescalada. Eso explica que ...
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El consumo privado supone dos tercios del PIB y es la variable determinante para explicar los ciclos econ¨®micos. El consumo lo determina la renta disponible de las familias y su tasa de ahorro. La renta disponible es principalmente empleo y salarios y el ahorro lo determinan las expectativas. Cuando los consumidores temen perder su empleo, aumentan su ahorro por precauci¨®n y reducen su consumo.
Espa?a ha sido uno de los pa¨ªses con medidas de confinamiento m¨¢s estrictas y prolongadas y el que va m¨¢s retrasado en la desescalada. Eso explica que el propio Gobierno prevea una ca¨ªda del consumo privado del 9% en 2020. En 2021 seguir¨ªa un 5% por debajo de los niveles de 2019. El Banco de Espa?a, en su escenario de riesgo, estima un descenso del 12% y el pr¨®ximo a?o ser¨ªa un 7% menor a 2019.
Para tener sentido de la magnitud de la crisis a la que nos enfrentamos, el consumo privado en 2008 cay¨® un 0,7%, y en 2009, un 3,5%. O sea, la ca¨ªda este a?o ser¨¢ el doble o el triple que en la Gran Recesi¨®n. En 2011, con la crisis del euro, el consumo privado volvi¨® a caer, especialmente en 2012 tras el rescate y el duro ajuste fiscal. Entre 2007 y 2013 el consumo cay¨® un 12%.
Junto al turismo, el sector del comercio minorista ser¨¢ el m¨¢s afectado por esta crisis. En el turismo es clave que Espa?a lidere en Europa un plan con reglas comunes sanitarias y de movilidad para minimizar el impacto en el sector. En el comercio el plan debe ser espa?ol. En el plan de desescalada el Gobierno ha establecido reglas para el comercio a pie de calle que explica aproximadamente el 75% de las ventas totales del sector. Y la venta por Internet, que supon¨ªa el 5% en 2019, se ha permitido incluso durante el confinamiento.
Los centros comerciales, el 20% del comercio, son los que m¨¢s sufrieron la crisis de 2008, m¨¢s sufrir¨¢n esta y dan empleo a 750.000 personas. Muchas de sus tiendas son pymes, y sin un plan de desescalada ordenado morir¨¢n y todos sus trabajadores se ir¨¢n al paro. Este sector tiene unos costes fijos para abrir y necesita un m¨ªnimo de comercios abiertos para ser rentable, el mismo problema que los hoteles, y ha estado abierto para acceder a sus supermercados. El plan debe contemplar la supervivencia de los centros, ya que si se ven obligados a cerrar, se perder¨¢n miles de empleos.
Los ERTE han aliviado los costes salariales. En el tema de alquileres, tanto a pie de calle como en centros comerciales, la mejor opci¨®n ser¨ªa diferir el pago para las empresas con m¨¢s problemas de liquidez durante el confinamiento y diferirlo en c¨®modos plazos para cuando sus ventas recuperen cierta normalidad. Similar al modelo que ha firmado el Gobierno con los bancos para la moratoria de hipotecas.
La clave para el empleo es minimizar el n¨²mero de tiendas y de centros comerciales que se vean obligados a cerrar. Resistir es vencer.
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