El ingreso m¨ªnimo vital nos dignifica como sociedad
Se trata de un derecho hist¨®rico de la ciudadan¨ªa: ning¨²n residente en Espa?a menor de 65 a?os recibir¨¢ menos que el m¨ªnimo vital. Ya era hora. Nuestro estado de bienestar se refuerza
El Consejo de Ministros aprob¨® el pasado viernes el ingreso m¨ªnimo vital (IMV). Un derecho hist¨®rico de ciudadan¨ªa: ning¨²n residente en Espa?a menor de 65 a?os recibir¨¢ menos que el m¨ªnimo vital. Ya era hora. Nuestro estado de bienestar se refuerza y nuestra sociedad se dignifica en este camino que ahora se inicia hacia una sociedad m¨¢s justa e igualitaria. Eso que precisamente est¨¢ en el ADN de los sindicatos de clase como UGT: un modelo de so...
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El Consejo de Ministros aprob¨® el pasado viernes el ingreso m¨ªnimo vital (IMV). Un derecho hist¨®rico de ciudadan¨ªa: ning¨²n residente en Espa?a menor de 65 a?os recibir¨¢ menos que el m¨ªnimo vital. Ya era hora. Nuestro estado de bienestar se refuerza y nuestra sociedad se dignifica en este camino que ahora se inicia hacia una sociedad m¨¢s justa e igualitaria. Eso que precisamente est¨¢ en el ADN de los sindicatos de clase como UGT: un modelo de sociedad sin desigualdades sociales. No en vano los sindicatos hemos hecho historia con los logros de nuestra Seguridad Social, donde la nueva prestaci¨®n de IMV se configura con la misma naturaleza que las pensiones no contributivas, que se crearon fruto de un acuerdo Gobierno-sindicatos tras la famosa huelga general del 14-D.
Mucho m¨¢s adelante en el tiempo y fruto de la anterior crisis donde los ¨ªndices de pobreza y desigualdad se dispararon en nuestro pa¨ªs, los sindicatos reclamamos ya un IMV, apoyados en una ILP que contaba con 700.000 firmas para acabar con la pobreza extrema. Algo que era ya entonces una indignidad nacional. Sin embargo, el PP impidi¨® su tr¨¢mite en el Congreso. Ahora, ante la nueva crisis por la covid-19, los sindicatos hemos exigido, como entonces, la extensi¨®n de la protecci¨®n a los centenares de miles de familias sin empleo, sin prestaciones y sin recursos. Esta vez, el Gobierno no pod¨ªa mirar hacia otro lado, habr¨ªa sido una inmoralidad. Es esta demanda sindical la que ha empujado hacia adelante el IMV.
Superado este d¨ªa hist¨®rico, ahora el reto y la prioridad es que el IMV llegue urgentemente a las 850.000 familias que calcula el Gobierno. Esa va a ser ahora nuestra exigencia y ese tiene que ser el intenso trabajo de colaboraci¨®n entre la Seguridad Social y las comunidades aut¨®nomas para alcanzar r¨¢pidamente a todas las que lo necesitan y que ya tienen derecho. En esa tarea de colaboraci¨®n que tanto dignifica a las administraciones p¨²blicas debemos colaborar todo lo que podamos, y UGT se ofrece desde ya para hacerlo.
Pero hay que seguir, pues no podemos conformarnos con superar solo las formas m¨¢s terribles de la pobreza severa con los 3.000 ¡ªinsuficientes¡ª millones de euros dedicados. Como tampoco nos podemos conformar con una prestaci¨®n que no vaya acompa?ada de pol¨ªticas para lograr dos cosas absolutamente esenciales: la inclusi¨®n social y la reinserci¨®n en el empleo. En ambas cuestiones tenemos que trabajar eficazmente todas las partes interesadas: las Administraciones responsables (la del Estado, protagonista de la prestaci¨®n econ¨®mica, y las comunidades aut¨®nomas, responsables de la inclusi¨®n social, con la cooperaci¨®n de las entidades locales), los interlocutores sociales representantes de los intereses en juego y las organizaciones de la sociedad civil que trabajan en esos ¨¢mbitos.
Hablamos de mucho m¨¢s que de dinero, del futuro de las personas y sus oportunidades. Desde UGT, vamos a continuar trabajando sin desmayo para alcanzar la igualdad de oportunidades de toda la ciudadan¨ªa. La base se ha puesto pero nuevos pasos son necesarios y tienen que darse pronto.
Mari Carmen Barrera es secretaria de Empleo, Pol¨ªticas Sociales y Seguridad Social de UGT.