?Estamos cerrados!
Un bar es un punto intermedio entre tu casa, la casa de otro y el lugar de trabajo, en el que recalas porque no aguantas estar demasiado tiempo seguido en ninguno de los otros sitios
Al final del cap¨ªtulo con el que Cheers se despidi¨® tras once temporadas de la audiencia, el due?o del bar en el que transcurr¨ªa la serie, Sam Malone, le negaba la entrada a un cliente de ¨²ltima hora diciendo ¡°lo siento, estamos cerrados¡±. Y a continuaci¨®n apagaba las luces del local y la sitcom mor¨ªa: fin. No es que no siga muerta, pero como a veces la realidad imita a la ficci¨®n, ahora aquel...
Al final del cap¨ªtulo con el que Cheers se despidi¨® tras once temporadas de la audiencia, el due?o del bar en el que transcurr¨ªa la serie, Sam Malone, le negaba la entrada a un cliente de ¨²ltima hora diciendo ¡°lo siento, estamos cerrados¡±. Y a continuaci¨®n apagaba las luces del local y la sitcom mor¨ªa: fin. No es que no siga muerta, pero como a veces la realidad imita a la ficci¨®n, ahora aquella vieja frase se vuelve un eco, o un fantasma, que a su modo entonan miles de due?os de bares y camareros al cerrar las puertas en mitad de la pandemia. De repente, todos somos el ¨²ltimo cliente al que Malone deja en la calle porque es tarde. Imposible no pensar: ¡°Y ahora, ?qu¨¦?¡±.
?C¨®mo se pal¨ªa el agujero que genera en nuestro tiempo personal el cierre de bares? ?Qu¨¦ hacemos con ese vac¨ªo? Nada produce m¨¢s desasosiego que un hueco entre horas. ¡°Ning¨²n agujero descansa tranquilo hasta que se introduce algo en su interior¡±, dec¨ªa el psicoanalista Georg Groddeck. ?Nos quedaremos m¨¢s tiempo en casa, m¨¢s tiempo en el trabajo, iremos a tiendas, nos relajaremos en Tipos Infames, donde hay libros y vino, relegaremos la amistad a los tel¨¦fonos, vagaremos simplemente por las aceras, adelgazaremos por ello, llevaremos una vida que haga de nosotros personas saludables, pr¨®speras y un poco muertas de aburrimiento?
Un bar es un punto intermedio entre tu casa, la casa de otro y el lugar de trabajo, en el que recalas porque no aguantas estar demasiado tiempo seguido en ninguno de los otros sitios. Necesitas ver caras, escuchar otros ruidos, cambiar de aires, as¨ª sea durante cinco minutos; todo ello produce un frugal pero instant¨¢neo alivio. El ser humano busca por naturaleza distraerse, tomar algo de paso, para despu¨¦s retomar sus tareas. Antes o despu¨¦s necesitamos un lugar donde meternos a no hacer casi nada, salvo compartir relatos, o simplemente beber algo fr¨ªo o caliente, siempre muy quietos, mientras al otro lado de las cristaleras la noria gira. Hay muchas razones por las que una persona recala en un bar, resumidas en las ideas de b¨²squeda y huida. En algunos casos tambi¨¦n nos presentamos para continuar con nuestro trabajo. Claudio Magris confes¨® alguna vez que le costaba escribir en casa. Prefer¨ªa los bares, ¡°donde la soledad se verifica en medio de los dem¨¢s¡±, y en los que ¡°no se ense?a nada, pero se aprende la sociabilidad y el desencanto¡±.
Entretanto, el mundo que conocimos se desmantela y aparece otro m¨¢s feo. Es la esencia de las cosas: acabarse y, con suerte, empezar otra vez. Recuerdo que tras 40 a?os de servicio, durante la crisis de 2008, hasta el camarero del Bull & Finch en el que se hab¨ªa basado el personaje de Sam Malone, fue despedido. No import¨® que la serie lo hubiese hecho c¨¦lebre, pasando de llegar a duras penas a fin de mes a servir a 5.000 clientes al d¨ªa, en busca de algo de beber y un aut¨®grafo, y que les recitase su frase m¨¢s c¨¦lebre: ¡°A veces quieres ir a donde todo el mundo sabe tu nombre¡±. Es decir, a tu bar.