El virus condena a Per¨² a la mayor recesi¨®n de Am¨¦rica Latina en 2020 tras Venezuela
El PIB se hundir¨¢ este a?o casi un 14% seg¨²n el FMI, superando con creces el colapso de 1989
Desde muy pronto se supo que la peruana ser¨ªa una de las econom¨ªas m¨¢s zarandeadas por el virus. Con una de las tasas de mortalidad m¨¢s altas del mundo en los primeros compases de la pandemia, las autoridades peruanas siguieron el criterio cient¨ªfico y optaron pronto por un confinamiento estricto ¡ªtodo lo estricto que se puede en una econom¨ªa en la que siete de cada 10 trabajadores se desempe?an en la informalidad¡ª. La medida salv¨® vidas, su objetivo prioritario, pero ¡ªcomo cab¨ªa esperar¡ª sumi¨® a la econom¨ªa en una profund¨ªsima recesi¨®n de la que los cuantiosos planes de est¨ªmulo con dinero p¨²...
Desde muy pronto se supo que la peruana ser¨ªa una de las econom¨ªas m¨¢s zarandeadas por el virus. Con una de las tasas de mortalidad m¨¢s altas del mundo en los primeros compases de la pandemia, las autoridades peruanas siguieron el criterio cient¨ªfico y optaron pronto por un confinamiento estricto ¡ªtodo lo estricto que se puede en una econom¨ªa en la que siete de cada 10 trabajadores se desempe?an en la informalidad¡ª. La medida salv¨® vidas, su objetivo prioritario, pero ¡ªcomo cab¨ªa esperar¡ª sumi¨® a la econom¨ªa en una profund¨ªsima recesi¨®n de la que los cuantiosos planes de est¨ªmulo con dinero p¨²blico a¨²n no han logrado rescatar: Per¨² sufrir¨¢ este a?o la mayor ca¨ªda de PIB de Am¨¦rica Latina tras un pa¨ªs ¡ªVenezuela¡ª que hace tiempo dej¨® de regirse por los mismos par¨¢metros del resto de la regi¨®n.
Poco m¨¢s de seis meses despu¨¦s de que el hurac¨¢n de la covid-19 llegase a Lima y arrasase con todo a su paso, pocos trazos quedan de la econom¨ªa din¨¢mica que asombraba a propios y extra?os en una Am¨¦rica Latina estancada, que se sobrepon¨ªa a su sempiterna crisis pol¨ªtica y que cumpl¨ªa, en fin, con las esperanzas depositadas en ella. En 2020, la econom¨ªa peruana se hundir¨¢ un 13,9%, seg¨²n las ¨²ltimas proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), un rev¨¦s que superar¨ªa con creces su mayor derrumbe en el ¨²ltimo siglo (-12,3% en 1989, cuando la hiperinflaci¨®n atenazaba la actividad) y que pondr¨¢ fin a m¨¢s de dos d¨¦cadas de crecimiento ininterrumpido. El ayer suena hoy lejano en el otrora alumno aventajado de la regi¨®n; el anteayer, remoto.
¡°Ha sido el peor de los mundos: con una informalidad tan alta, la econom¨ªa se paraliz¨® pero la transmisi¨®n no. Y algunas medidas faltaron o llegaron con rezago, como la entrega de bonos [sociales], que demor¨® mucho¡±, critica Alonso Segura, exministro de Finanzas en tiempos de Ollanta Humala. En el punto m¨¢s bajo ¡ªen primavera¡ª, recuerda, se llegaron a destruir el 40% de los puestos de trabajo en todo Per¨² y hasta el 50% en la capital, Lima. ¡°Ahora hemos recuperado la mitad, pero la parte restante va a tardar mucho m¨¢s tiempo¡±. La econom¨ªa, sostiene por tel¨¦fono, ¡°no aguantar¨ªa un cierre m¨¢s¡±.
Sin embargo, Segura cree que la previsi¨®n del FMI se pasa de agorera. Aunque no por mucho: la econom¨ªa peruana, seg¨²n sus c¨¢lculos, caer¨¢ entre un 12% y un 13%, superando por poco el hundimiento de 1989. ¡°Part¨ªamos de una situaci¨®n relativamente mejor que el resto de Latinoam¨¦rica: ten¨ªamos reservas, credibilidad en los mercados¡ Pero ha quedado demostrado que el optimismo y los logros fueron sobreestimados, y que la macroeconom¨ªa es fundamental pero no suficiente: no usamos esos buenos tiempos para hacer reformas que impulsaran el desarrollo, hab¨ªa deficiencias estructurales y ahora, con la pandemia, los ahorros fiscales nos los hemos volado en un a?o¡±.
Hacia la recuperaci¨®n
¡°Para entender esta ca¨ªda hay que remontarnos a las medidas tan estrictas de restricci¨®n de la movilidad del segundo trimestre¡±, apunta Pamela Ramos, analista de Oxford Economics. ¡°En el primer trimestre el PIB ya estaba cayendo, pero en el siguiente cay¨® un 30%, el mayor descenso de todas las econom¨ªas emergentes. Fue un desastre total¡±. Con todo, Ramos, una de las economistas que m¨¢s de cerca sigue el minuto a minuto de la econom¨ªa peruana, induce a la esperanza: como Segura, cree que este a?o la ca¨ªda ser¨¢ enorme pero menor de lo que dice el FMI. Y la recuperaci¨®n, ya iniciada, est¨¢ siendo incluso m¨¢s r¨¢pida que en M¨¦xico o Argentina pese a haber sufrido un golpe mucho mayor entre abril y junio. ¡°Eso habla bien de c¨®mo est¨¢ reaccionando la econom¨ªa: el apoyo fiscal ha sido inusualmente fuerte¡±. Ramos sit¨²a el regreso al nivel de PIB prepandemia en el tramo inicial de 2022, antes que en otros grandes pa¨ªses latinoamericanos y mucho antes de lo que prev¨¦ el Fondo, que augura un rebote de poco m¨¢s del 7% este a?o frente al 10% del Gobierno de Mart¨ªn Vizcarra.
La fulgurante vuelta a la vida de China ¡ªpor mucho el mayor socio comercial del pa¨ªs andino¡ª es una buena noticia. Como lo es tambi¨¦n el regreso a terreno positivo de sus principales bazas exportadoras: el cobre ya cotiza por encima de los niveles previos a la pandemia y el oro vuela alto por su condici¨®n de refugio en tiempos de incertidumbre m¨¢xima. Y, pese a la sacudida de los ¨²ltimos meses, la especialista de la consultora brit¨¢nica cree que los inversores siguen confiando en un buen futuro de la econom¨ªa peruana. ¡°El sol se mantiene como la moneda m¨¢s s¨®lida de la regi¨®n y el 50% de los bonos soberanos sigue en manos de extranjeros¡±, esboza.
Subsidios insuficientes y un Estado poco efectivo
A pie de calle, con todo, el d¨ªa a d¨ªa sigue siendo crudo. Entre cinco y diez empresas formales siguen echando el cierre cada d¨ªa y la merma de ingresos acecha con especial intensidad a los trabajadores. To?o Olea Borja, padre soltero de 40 a?os perdi¨® su empleo como operario de producci¨®n en la f¨¢brica de neum¨¢ticos y mangueras Lima Caucho. La ¨²ltima vez que recibi¨® un sueldo fue en febrero, pero la empresa ¡ªque entr¨® finalmente en disoluci¨®n en verano¡ª no le abon¨® la liquidaci¨®n por 18 a?os trabajados.
Olea cobraba casi 2.900 soles (800 d¨®lares), pero desde entonces sus ingresos han quedado reducidos a pr¨¢cticamente cero: ha tenido que tirar del fondo privado de pensiones y hace pocas de semanas ha empezado a vender habanos de chocolate a pedido. ¡°Con ese dinero que retir¨¦ m¨¢s un cr¨¦dito planeaba comprar un auto para trabajar en Uber, pero los bancos me dec¨ªan que deb¨ªa tener ahorros por la mitad del monto que quer¨ªa solicitar. Daba risa¡±, relata. Por suerte, la se?ora que le alquila la vivienda en la que vive le ¡°comprende¡±: acumula deudas de la renta desde abril, pero cada vez que junta algo de dinero va pagando.
Hasta agosto, m¨¢s de 30.000 empresas hab¨ªan pedido al Ministerio de Trabajo acogerse a la suspensi¨®n perfecta, una figura en la que mantienen el v¨ªnculo laboral con los empleados hasta poder reanudar actividades. En el caso que la entidad aprobara la solicitud, los trabajadores podr¨ªan recibir un subsidio estatal de 210 d¨®lares de una sola vez, pero hasta agosto las autoridades solo hab¨ªan sido capaces de evaluar la mitad de las solicitudes: aprob¨® 5.000 y rechaz¨® 7.000.
El Ejecutivo tambi¨¦n dispuso un subsidio de 100 d¨®lares para la poblaci¨®n pobre que se qued¨® su empleo o que no pod¨ªa salir a trabajar al desempe?arse en actividades no esenciales. El primer pago se realiz¨® entre mayo y junio y alcanz¨® a unos cinco millones de personas. La semana pasada, el presidente del Consejo de Ministros, Walter Martos, reconoci¨® que el padr¨®n con el que pagaron el primer subsidio en junio era deficiente: ¡°Estaba hecho con base en el censo de 2013, y no inclu¨ªa a los informales, por ejemplo¡±, admiti¨®. Desde el s¨¢bado 10 de octubre, el Gobierno est¨¢ pagando un segundo subsidio ¡ªllamado universal¡ª de 210 d¨®lares que debe llegar a unas ocho millones de familias. Sin embargo, varios colectivos, como el de los agricultores, subrayan que las medidas oficiales para reactivar la econom¨ªa no los han incluido.