Juan Triana: ¡°Cuba debe aprovechar la victoria de Biden¡±
El profesor del Centro de Estudios de la Econom¨ªa Cubana analiza las implicaciones que tendr¨¢ en la isla el resultado las ¨²ltimas elecciones en EE UU
Juan Triana (La Habana, 1954) es doctor en Ciencias Econ¨®micas y profesor titular del Centro de Estudios de la Econom¨ªa Cubana. Como casi todo el mundo en la isla, ha seguido muy de cerca las elecciones en Estados Unidos y cruza los dedos para que finalmente Biden llegue a la presidencia. En caso de que eso ocurra, piensa que las relaciones entre ambos pa¨ªses mejorar¨¢n, algo que podr¨ªa ayudar al proceso de reformas econ¨®micas actualmente en curso en su pa¨ªs, si bien, asegura, lo importante se juega en casa. Abrir la econo...
Juan Triana (La Habana, 1954) es doctor en Ciencias Econ¨®micas y profesor titular del Centro de Estudios de la Econom¨ªa Cubana. Como casi todo el mundo en la isla, ha seguido muy de cerca las elecciones en Estados Unidos y cruza los dedos para que finalmente Biden llegue a la presidencia. En caso de que eso ocurra, piensa que las relaciones entre ambos pa¨ªses mejorar¨¢n, algo que podr¨ªa ayudar al proceso de reformas econ¨®micas actualmente en curso en su pa¨ªs, si bien, asegura, lo importante se juega en casa. Abrir la econom¨ªa e incentivar el sector privado es una necesidad imperiosa, y Cuba debe hacerlo con independencia de quien est¨¦ en la Casa Blanca.
Pregunta. ?Qu¨¦ es m¨¢s importante para Cuba, que Trump salga de la Casa Blanca o la llegada de Biden?
Respuesta. Es casi m¨¢s importante que salga Trump, recuerda las m¨¢s de 132 medidas que adopt¨® durante su mandato con la finalidad de rendir a Cuba por hambre. Ahora, que entre Biden es importante, porque pudiera seguir compartiendo la visi¨®n pol¨ªtica hacia Cuba que apoy¨® cuando fue vicepresidente de Obama. Pero no hay que pecar de ingenuidad. Biden tendr¨¢ sus propias prioridades. Tiene primero que recomponer el desastre que le ha dejado su antecesor y no creo que Cuba en lo inmediato vaya a estar en sus prioridades, ni que est¨¦ dispuesto a gastar demasiado capital pol¨ªtico en ello. ?l ha llegado al Gobierno en el ¨²ltimo vag¨®n del tren de su vida, y tiene ante s¨ª mucho que recomponer en temas de relaciones internacionales, donde est¨¢ claro que EE UU perdi¨® liderazgo. Hay que entender tambi¨¦n que tenga sus propias maneras de pensar Cuba. Nuestro pa¨ªs ha sido siempre considerado por los pol¨ªticos norteamericanos como un domestic affair [asunto dom¨¦stico, en ingl¨¦s]. Probablemente seguiremos estando, como en los ¨²ltimos sesenta a?os, sobre la mesa de negociaciones de los diferentes intereses pol¨ªticos norteamericanos, como un comod¨ªn en un juego de baraja. Los cubanos podemos sentirnos satisfechos con la victoria del d¨²o Biden-Kamala, pero cualquier Gobierno norteamericano es siempre un reto para Cuba, incluso si ese Gobierno fuera ¡°socialista¡±, fantasma que uso Trump para pescar votos cubanos. Es, por reducirlo a lo m¨¢s superficial, un simple problema de tama?o. El ejemplo lo tenemos con el Gobierno de Obama: apenas un a?o despu¨¦s de su acercamiento los viajeros norteamericanos se convirtieron en decisivos para la din¨¢mica del turismo en Cuba e incluso en la proyecci¨®n del crecimiento de la planta hotelera.
P. Con su ajustada victoria y el Senado bailando, ?qu¨¦ puede hacer Biden que dependa de ¨¦l para mejorar las relaciones entre los dos pa¨ªses?
R. Hay una diferencia entre lo que quiera hacer y lo que pueda hacer. Son cosas distintas. No obstante, puede, si quiere y es parte de la estrategia de su partido, desmontar esas 132 medidas que Trump instrumentaliz¨®, y en especial dejar sin efecto el t¨ªtulo 3 de la Ley Helms-Burton, que permite interponer demandas a inversores extranjeros que supuestamente ¡°trafican¡± con bienes expropiados. Es m¨¢s dif¨ªcil desmontar la Ley, hecha para recolonizar Cuba, pues se necesitan dos tercios del Senado. Adem¨¢s de retomar el ¡°modelo¡± de relaciones que el Gobierno de Obama adopt¨®, Biden puede hacer varias cosas. Puede dar facilidades mayores para que los norteamericanos viajen a Cuba, incluso eliminar todas las restricciones. Puede fomentar la cooperaci¨®n cient¨ªfica en temas de inter¨¦s para ambos pa¨ªses, como la biotecnolog¨ªa y la agricultura, y tendr¨ªa el apoyo de muchas y muy importantes instituciones norteamericanas. Puede aflojar la presi¨®n financiera sobre Cuba sin eliminar el embargo. Puede recortar sustancialmente los fondos que la OFAC (Oficina de Control de Activos Extranjeros) dedica a perseguir los negocios con Cuba. Puede promover y fomentar formas de cooperaci¨®n productiva con Cuba y permitir las inversiones bajo licencias espec¨ªficas. Puede llevar a un plano superior el intercambio ¡°people to people¡±, ah¨ª tiene mucho espacio. Pero todo comienza por ¡°puede¡±. Depender¨¢ del balance de poder en EE UU, y no hay que olvidar el lobby cubano, que tiene varios congresistas y senadores de ambos partidos. Hay mucho capital pol¨ªtico en juego. Sin duda, es decisi¨®n de Biden-Kamala, pero no solo de ellos: Cuba no es m¨¢s importante para los dem¨®cratas que la meta de afianzar cuatro a?os m¨¢s la presidencia. De cualquier modo, mientras la relaci¨®n entre Cuba y Estados Unidos dependa de la voluntad, los deseos, la suma y resta de los intereses pol¨ªticos de un presidente norteamericano y del partido en el poder, Cuba no debe ¡°jugarse el futuro¡± al peso excesivo de la relaci¨®n con EE UU. Nos acaba de pasar con la ¡°pesadilla Trump¡± despu¨¦s del sue?o de una noche de verano de Obama, y no deber¨ªa volver a pasarnos.
P. ?Hay posibilidad de que Biden sea el presidente que levante el embargo?
R. La respuesta est¨¢ m¨¢s cerca del no que del s¨ª. El bloqueo fue codificado en la Helms-Burton, se necesitan las dos terceras partes del senado para ello y que la C¨¢mara de representantes lo ratifique. Pero como Cuba siempre ha sido usada para negociar otros intereses, pues aunque lejana es la posibilidad, no es del todo imposible. No creo que el establishment dem¨®crata est¨¦ listo para jugarse esa carta de inmediato, si, como es l¨®gico, est¨¢n pensando en la permanencia despu¨¦s de Biden. Kamala puede ser estrat¨¦gica en ese empe?o. Ella de alguna manera es un terremoto en el sistema pol¨ªtico norteamericano, mujer, negra, hija de emigrantes y adem¨¢s inteligente, capaz y entrenada en el juego pol¨ªtico en EE UU. Biden es el pasado¨Cpresente, Kamala es el presente¨Cfuturo. Hay que alinear muchos planetas para levantar el bloqueo, pero nada es imposible. Depender¨¢ tambi¨¦n de c¨®mo avance el acercamiento entre ambos Gobiernos, aunque ser¨ªa ingenuo pensar que Miami no tendr¨¢ peso en esa decisi¨®n mientras Florida siga siendo decisiva en las elecciones norteamericanas.
P. ?Cuba tambi¨¦n podr¨ªa ayudar un poquito en ese asunto, no?
R. Siempre me he preguntado porque las autoridades cubanas no nombran un C¨®nsul Honorario en Miami con capacidad para emitir visados. Eso abrir¨ªa espacios, sin lugar a dudas. Reducir los costos del pasaporte, extender su vigencia por diez a?os, eliminar las prorrogas. Mira cuantas cosas solo en el tema migratorio se pueden hacer y seguro estoy de que impactar¨ªa positivamente entre los cubanos residentes en Estados Unidos. Tambi¨¦n, permitir de forma transparente la inversi¨®n en el pa¨ªs de cubanos emigrados, algo que est¨¢ en el esp¨ªritu de la ley de Inversiones, pero no en la mente de algunos que deciden en Cuba al respecto. Ello no solo operar¨ªa como un recurso econ¨®mico, sino tambi¨¦n pol¨ªtico. Es cierto que generar¨ªa discrepancias en lo interno, pero creo que el precio de no hacerlo es mayor. El bloqueo es un gran muro que puede irse destruyendo ladrillo a ladrillo. Hay que aprovechar y hacer ahora de ambos lados.
P. Cuba este inmersa en un complejo proceso de reformas que dar¨¢n mayor espacio a la iniciativa privada, pymes, etc¡ ?C¨®mo puede influir en este proceso el cambio en la Casa Blanca?
R. Tener un entorno menos agresivo es siempre mejor que vivir bajo la agresi¨®n de Trump. Sin embargo, creo que en Cuba existe un programa de Gobierno estructurado, pensado desde antes de Trump, incluso desde antes de Obama. Es cierto que ha estado ¡°congelado¡± y que ha tenido demoras, desde mi punto de vista excesivas. Pero veo mucha m¨¢s solidez ahora, se han alcanzado consensos que antes no se lograron alcanzar, se ha aprendido, a veces en un proceso doloroso. Este programa responde a problemas que debemos resolver los cubanos, m¨¢s all¨¢ del color de la presidencia norteamericana. Ser¨ªa un error tr¨¢gico hacer nuestra estrategia de desarrollo en funci¨®n de la pol¨ªtica norteamericana y de lo que pase en EE UU. De la misma forma, lo ser¨ªa concebirla de espaldas a lo que ocurre en ese pa¨ªs, pues la geograf¨ªa existe.
P. Algunos temen que el ox¨ªgeno que dar¨¢ a la econom¨ªa la flexibilizaci¨®n de la presi¨®n puede tentar al Gobierno a ralentizar una vez m¨¢s las reformas
R. Los temores de algunas personas en Cuba respecto a que una ¡°suavizaci¨®n¡± con EE UU pueda tener un efecto de retardo en el ritmo y la velocidad de las reformas es leg¨ªtimo, no es la primera vez en nuestra historia econ¨®mica que un entorno externo favorable conduce a la lentificaci¨®n de transformaciones acordadas, e incluso al abandono de ellas. Sin embargo, creo que este es un momento bien diferente, se ha caminado un buen trecho, hay expectativas levantadas entre los cubanos de aqu¨ª y de all¨¢ y, sobre todo, hay una realidad que demuestra que debemos seguir adelante y poner el pie en el acelerador, sin desbocarnos. La agenda de transformaciones que el Gobierno ha anunciado no est¨¢ en funci¨®n de los planes de las administraciones norteamericanas sobre Cuba. Esa agenda responde a hechos y a consensos alcanzados y sobre todo a d¨¦ficits que no han podido ser saldados durante a?os y a veces d¨¦cadas. Es nuestro problema, es nuestro reto y es nuestra la tarea de solucionarlo. Sin duda, en un entorno m¨¢s amigable es menos dif¨ªcil.
P. M¨¢s all¨¢ del factor EE UU, hay unanimidad entre los analistas en que Cuba saldr¨¢ adelante solo si hace las reformas que necesita. ?Ve al Gobierno consciente de esta situaci¨®n?
R. Soy parte de esa unanimidad, aunque el t¨¦rmino en s¨ª mismo me produzca cierto escozor. Mas que consciente, he visto al Gobierno ¡°empujando¡± en estos ¨²ltimos meses en el sentido de la reforma. No es poco lo que se ha hecho, quiz¨¢s presionando por lo d¨¦ficits acumulados e incrementados por la pandemia, pero si hacemos una lista son decenas de medidas, centenares de decisiones, un trabajo intenso. La transformaci¨®n que se est¨¢ operando en Cuba ya no puede ser detenida, los propios l¨ªderes de este proceso lo han reconocido y han reclamado mayor velocidad. Ser¨ªa un suicidio econ¨®mico y pol¨ªtico intentar revertir este proceso de transformaciones.
P. Los ritmos de una reforma econ¨®mica son importantes ?Qu¨¦ cosas deben hacerse con urgencia?
R. Pienso que lograr una mayor apertura de la econom¨ªa es decisivo y urgente; encontrar las mejores v¨ªas para fomentar las relaciones entre las organizaciones estatales y las no estatales es decisivo, algo que para nada depende de EE UU. Ahora bien, el tiempo no es una variable f¨¢cil de manejar. ?Qu¨¦ cosas deben hacerse? Pr¨¢cticamente todas las que han sido anunciadas. Desde aquellas que abogan por mayor independencia para la empresa estatal socialista, algo repetido hasta la saciedad en los ¨²ltimos tiempos, hasta otras que parecer¨ªan menores y mucho m¨¢s espec¨ªficas, por ejemplo, legalizar y regular el sacrificio de ganado mayor a sus poseedores [que ahora es delito] y su venta directa en lugares con adecuadas condiciones para ello. Est¨¢ la reforma cambiaria y monetaria, parte esencial de la llamada ¡°Tarea Ordenamiento¡± que abarca no solo lo estrictamente monetario; la esperada ley de peque?as y medianas empresas; la apuesta decidida por la ampliaci¨®n del trabajo aut¨®nomo, eliminando la actual lista restrictiva de trabajos autorizados; temas estrat¨¦gicos para el desarrollo como lograr una sinergia entre nuestras instituciones cient¨ªficas y las empresas, todas ellas, las estatales y las no estatales; avanzar mucho m¨¢s en la apertura a la inversi¨®n extranjera; terminar con el prejuicio sobre la inversi¨®n de cubanos que viven en el extranjero y tienen suficiente capital para hacerlo; empoderar a las autoridades locales en este ¨²ltimo asunto, etc. Todas son urgentes y la mayor¨ªa tambi¨¦n estrat¨¦gicas. Buena parte de ellas, sino todas, estaban identificadas antes de Biden y algunas desde antes del primer mandato de Obama. Pero se ha tardado demasiado y el costo ha sido alto. Hoy creo que es una lecci¨®n aprendida, y tenemos hechos que as¨ª lo demuestran. De todas formas, el ritmo de una reforma no solo depende de factores internos, sino tambi¨¦n de otros externos, no siempre manejables. No hay que repensar el pa¨ªs porque Biden haya ganado las elecciones, hay que seguir pensando como pa¨ªs y haciendo por el pa¨ªs, y aprovechar para bien de Cuba la victoria de Biden y Kamala.