Carlos Alzugaray: ¡°La pol¨ªtica de Obama hacia Cuba fue inteligente¡±
El exdiplom¨¢tico cubano reflexiona sobre las elecciones presidenciales en Estados Unidos. ¡°De Trump no se puede esperar nada¡±, dice
Carlos Alzugaray (La Habana, 1943) fue embajador de Cuba ante la UE y durante m¨¢s de 30 a?os perteneci¨® al servicio diplom¨¢tico de su pa¨ªs. Dedicado hoy a la docencia y a escribir, este experto en las relaciones Cuba-Estados Unidos ha sido profesor invitado en Harvard, la Universidad John Hopkins y otras prestigiosas instituciones norteamericanas hasta que, el a?o pasado, la Administraci¨®n Trump le retir¨® el visado m¨²ltiple de entrada que le hab¨ªa concedido el Gobierno de Obama. Considera que estas elecciones en EE UU son muy importantes para su pa¨ªs, pues llegan en un momento especialmente delicado, cuando la isla atraviesa una grave crisis por el recrudecimiento del embargo y el Gobierno cubano se dispone a implementar una serie de reformas econ¨®micas liberalizadoras largamente esperadas. Piensa que una victoria del Partido Dem¨®crata permitir¨ªa volver a la pol¨ªtica de acercamiento que impuls¨® Obama, que ¨¦l considera ¡°inteligente¡±, lo que ayudar¨ªa a crear un clima para que las reformas prosperasen. Mejor ni pensar qu¨¦ pasar¨¢ si gana Trump.
Pregunta. ?Hasta qu¨¦ punto estas elecciones en EE UU son cruciales para Cuba?
Respuesta. Estas elecciones son cruciales para Estados Unidos, para el mundo y, por supuesto, para Cuba. Dada la situaci¨®n de hostilidad y la agresividad de la Administraci¨®n contra Cuba, un cambio hacia el Partido Dem¨®crata puede ser muy importante. Pero el futuro de Cuba se juega en Cuba, donde el Gobierno ha decidido que no puede esperar m¨¢s y que tiene que acometer las reformas econ¨®micas que ha aprobado hace diez a?os. No se tiene otra opci¨®n que llevarlas adelante, cualquiera que sea el resultado de las elecciones.
P. Dada la situaci¨®n de extrema debilidad de la econom¨ªa cubana, ?qu¨¦ se juega Cuba en estas elecciones?
R. Obviamente, una relaci¨®n econ¨®mica m¨¢s normal con EE UU, en la que se levante el bloqueo y se pueda acceder al mercado norteamericano, es lo ideal para la econom¨ªa cubana. Cuba ha sufrido mucho con las sanciones econ¨®micas, comerciales y financieras que Estados Unidos ha impuesto desde hace 60 a?os. Con Donald Trump esas sanciones se han incrementado hasta lo inaudito. Ha buscado asfixiar a la econom¨ªa cubana y ahuyentar a otros actores econ¨®micos mundiales al instigarles el miedo de que se adopten represalias. Por tanto, el solo hecho de que venga una Administraci¨®n que est¨¦ m¨¢s interesada en la pol¨ªtica de compromiso, que abra espacios econ¨®micos, debe facilitarle el camino a Cuba. Pero, insisto, salir de la crisis econ¨®mica, como dijo el propio Obama en La Habana en el 2016, depende de lo que haga el Gobierno cubano. Ambos factores influir¨¢n sobre la comunidad internacional.
P. Hay quienes piensan que en un segundo mandato Trump podr¨ªa aflojar las sanciones y cambiar su pol¨ªtica hacia Cuba.
R. De Trump no se puede esperar nada. Probablemente m¨¢s bloqueo y m¨¢s sanciones. Es una persona carente de cualquier moralidad y manejar¨¢ la pol¨ªtica hacia Cuba con presiones. Es su modus operandi preferido. Se rodea de personas que abogan por la pol¨ªtica de ¡°cambio de r¨¦gimen¡± y creen, falsamente, que lograr¨¢n lo que buscan mediante la presi¨®n y la coacci¨®n. Hay otro factor. En los ¨²ltimos meses han justificado sus acciones con la ¡°excusa¡± venezolana, y lo seguir¨¢ haciendo. Como su pol¨ªtica hacia Venezuela es un rotundo fracaso -que ni ¨¦l ni los que la apoyan quieren reconocer-, la forma de encubrir ese fracaso es echarle la culpa a Cuba. As¨ª que seguir¨¢ haciendo lo mismo.
P. ?Y si gana Joe Biden?
R. Biden y sus asesores sobre Am¨¦rica Latina y el Caribe han insistido en que volver¨¢n a la pol¨ªtica de Obama. Biden tiene en las manos los instrumentos para hacerlo. Una Directiva Presidencial que Obama emiti¨® en octubre del 2016 y que Trump revirti¨® en el 2017. Lo ¨²nico que tendr¨ªa que hacer Biden es derogar la de Trump y volver a poner en vigor la de Obama. Eso le permitir¨ªa volver a emitir las licencias que emiti¨® Obama, y que, entre par¨¦ntesis, no fueron tan excepcionales ni magn¨¢nimas desde el punto de vista instrumental. Y eso sin tener que recorrer el azaroso camino que sigui¨® Obama cuando estuvo 12 o 13 meses negociando secretamente con Ra¨²l Castro. Ese camino ya est¨¢ andado. Qu¨¦ decidir¨¢ hacer Biden depende de muchas cosas, pero, seg¨²n lo veo, adem¨¢s de volver de inmediato al momento diplom¨¢tico que dej¨® Obama (embajadas funcionando, cumplimiento de los 22 acuerdos firmados entre ambos pa¨ªses, puesta en marcha nuevamente de los grupos de trabajo de cooperaci¨®n, restablecer los servicios consulares) podr¨ªa tomar medidas econ¨®micas m¨ªnimas que tendr¨ªan alto impacto, como eliminar las prohibiciones de Trump en materia de remesas y de viajes de cubanoamericanos, eliminar las restricciones de vuelos, restablecer los cruceros, volver a permitir los viajes en las 12 categor¨ªas. Todos esos pasos le dar¨ªan ox¨ªgeno a la econom¨ªa cubana en un momento cr¨ªtico y facilitar¨ªa el camino de las reformas. Es un buen momento porque Cuba ha flexibilizado y liberalizado su pol¨ªtica econ¨®mica.
P. ?Biden llegar¨ªa adonde lleg¨® Obama o avanzar¨ªa m¨¢s?
R. Biden fue vicepresidente del Gobierno de Obama. Hasta donde conozco, particip¨® en todo el proceso de toma de decisiones y fue partidario de avanzar lo m¨¢s posible. As¨ª que hay un compromiso personal con esa pol¨ªtica. Del c¨²mulo de pol¨ªticas exteriores de Obama que Trump ha revertido, la seguida con Cuba es de las que tiene menos riesgos y m¨¢s beneficios. Los aliados le dar¨¢n la bienvenida. Algunos c¨ªrculos econ¨®micos norteamericanos, incluyendo gobernadores de Estados sure?os que aspiran a hacer negocios en Cuba, le dar¨¢n la bienvenida. Realmente hay pocos grupos que se oponen, fuera de ciertos grupos de la comunidad cubana en la Florida. Y repito, realmente Obama no hizo mucho comparado con todo lo que hay que hacer para llegar a la normalidad. Es una pol¨ªtica que puede dar beneficios inmediatos sin mucho costo. Adem¨¢s, mientras que Obama solo tuvo dos a?os para avanzar en la normalizaci¨®n, pues pas¨® 12-13 meses de su segundo mandato negociando el acuerdo, Biden tiene cuatro a?os.
P. Muchos piensan que cuando el acercamiento de Obama los sectores m¨¢s ortodoxos en Cuba frenaron por temor a la posibilidad de llegar m¨¢s lejos, y que se desperdici¨® una gran oportunidad ?Ser¨ªa distinto ahora?
R. Los sectores que se opon¨ªan a la reforma y la torpedeaban ya hab¨ªan comenzado a manifestarse mucho antes del acercamiento a Obama, que adem¨¢s sucedi¨® en un momento de transici¨®n generacional en Cuba. Los constantes llamados de Ra¨²l Castro a superar la ¡°vieja mentalidad¡± no pueden ser interpretados de otra forma. A mi juicio, Obama cometi¨® un error t¨¢ctico en su acercamiento a Cuba que posibilit¨® a estos sectores agarrarse al argumento del ¡°peligro imperialista¡±, frenando unas reformas internas que ya estaban aprobadas y que son las mismas que hoy se impulsan. El error de Obama fue la propia visita a Cuba y su discurso en La Habana.
Siempre me he preguntado sobre la oportunidad de esa visita y el discurso pudo ser m¨¢s cuidadoso y respetuoso de las sensibilidades cubanas. Pero la idea de que en Cuba se desperdiciaron oportunidades me parece exagerada. Realmente no eran tantas. Obama enfrent¨® la complejidad del bloqueo. Te pongo un ejemplo: entre las primeras licencias que se emitieron fue permitir el uso de tarjetas de cr¨¦dito norteamericanas en Cuba, pero no se calcul¨® que los bancos son adversos al riesgo y el bloqueo es un complejo entramado que, si no se levanta en pleno, pueden quedar prohibiciones que si se violan abren la posibilidad de sanciones muy costosas contra los actores econ¨®micos. As¨ª que la reticencia de los bancos, basadas en las recomendaciones de sus abogados, impidi¨® que se materializara esta medida. Creo que la gran lecci¨®n de esa etapa es que la acci¨®n contra el bloqueo tiene que ser m¨¢s intencionada y abarcadora. Si lo que persigue Biden o cualquier Administraci¨®n futura es ganar influencia por medio de aperturas, lo que me parece inevitable, no tiene otra alternativa que levantar el bloqueo. En cuanto a la parte cubana y el momento actual, habr¨ªa que ver. Es muy dif¨ªcil escudri?ar cu¨¢l es la correlaci¨®n de fuerzas, pero yo apostar¨ªa porque la situaci¨®n econ¨®mica es tan dif¨ªcil que los decisores ir¨¢n hacia adelante en todo lo que puedan. De hecho, pareciera que se est¨¢n preparando para ello. No hay otra forma de explicar el elevado ritmo de construcci¨®n de hoteles cuando no hay turismo. Evidentemente se est¨¢ apostando por el aumento del turismo y la gran fuente de ese aumento no puede ser otra que EE UU.
P. El proceso de reformas en curso, que dar¨¢ mayores m¨¢rgenes a la iniciativa privada, es precisamente una de las cosas que EE UU estaba reclamando. ?Puede abrir esto un nuevo escenario entre ambos pa¨ªses?
R. Por supuesto que s¨ª. Pero las autoridades norteamericanas tienen que ajustar el blanco. Las medidas de liberalizaci¨®n de Washington no deber¨ªan hacer exclusiones. En la renovaci¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica cubana, el sector privado y el estatal se imbricar¨¢n cada vez m¨¢s. Por eso, si se quieren liberalizar las posibilidades de relacionamiento econ¨®mico, el ¨²nico blanco no puede ser el sector privado que est¨¢ naciendo y desarroll¨¢ndose. Tiene que ser todo el entramado de la econom¨ªa cubana. El turismo entra en esta categor¨ªa. En el sector tur¨ªstico cubano act¨²an empresas de todo tipo, pero las estatales y las coinversiones son primordiales. Si Meli¨¢, Iberostar o Barcel¨®, por poner solo tres ejemplos de empresas espa?olas que fomentan esta liberalizaci¨®n con empresas como Gaviota (propiedad de la corporaci¨®n militar GAESA) ?por qu¨¦ no lo pueden hacerlo Marriott, Hyatt o Radisson? Esto no es nada excepcional. Por supuesto, si la reforma cubana se enrumba por el camino trazado las empresas norteamericanas tendr¨¢n muchas posibilidades tanto en el sector privado como en el estatal y cooperativo. Pero siempre que el marco regulatorio estadounidense se modifique sustancialmente.
P. ?Cu¨¢les son las claves de la pol¨ªtica cubana de Obama que se retomar¨ªan con Biden?
R. La pol¨ªtica de Obama es la pol¨ªtica del engagement, o compromiso. Lo que busca EE UU es hacerse presente en Cuba como un actor m¨¢s, como esta, por ejemplo, Espa?a y la Uni¨®n Europea. Eso le permite a EE UU dos cosas: establecer acciones de cooperaci¨®n con Cuba en temas que son de su inter¨¦s, sobre todo en el ¨¢rea de seguridad o lucha contra el narcotr¨¢fico; y por otra parte ganar un espacio de influencia sobre el Gobierno y la sociedad cubanas, que no ha podido tener a lo largo de los a?os. Quiero subrayar que un secreto muy bien guardado por ambos Gobiernos es que cuando se han iniciado acciones de cooperaci¨®n en temas de seguridad, las cosas han funcionado muy bien. Los militares y otras instituciones de seguridad norteamericanas han dejado claro que no les interesa un conflicto con Cuba y que les preocupa que se provoque un conflicto con Cuba o un escenario de pesadilla. Eso es inaceptable para sus intereses y lo que quieren hacer es expandir la relaci¨®n de seguridad con Cuba, para prevenir los peores escenarios. El Gobierno cubano ha dejado claro que acepta esa cooperaci¨®n sobre la base del respeto a su soberan¨ªa. As¨ª que EE UU no corre ning¨²n riesgo con avanzar a¨²n m¨¢s que con Obama.
P. ?Pero incluso dentro del Partido Dem¨®crata hay diferentes posiciones sobre cu¨¢les deben ser los objetivos a conseguir con un acercamiento a Cuba?
R. En el plano de la influencia de Estados Unidos en Cuba, hay dos corrientes de opini¨®n. Los que son partidarios de buscar influencia para producir el ansiado ¡°cambio de r¨¦gimen¡± por otra v¨ªa lo m¨¢s pronto posible. Se argumenta que ser¨ªa algo similar a la pol¨ªtica que se sigui¨® con los pa¨ªses socialistas de Europa. La llamo la ¡°doctrina de Roberta Flack¡±, por aquella canci¨®n titulada Killing me softly with your song [Mat¨¢ndome suavemente con tu canci¨®n]. Y los que argumentan que no hay que apresurarse ni presionar para buscar concesiones ni cambios espectaculares inmediatos, sino simplemente estar presentes y ejercer influencia mediante intercambios cient¨ªficos, culturales, educacionales y que sean las propias fuerzas internas cubanas (dentro y fuera del Gobierno) las que producir¨¢n un cambio, que ser¨¢ el que quieran los propios cubanos. Pero que en todo caso, piensan, ser¨¢ mejor que ahora para Estados Unidos. Llamo a esa pol¨ªtica ¡°estimular la evoluci¨®n gradual del r¨¦gimen desde adentro¡±. Esa es la pol¨ªtica que inici¨® Obama, que no era una pol¨ªtica de corto plazo. Era una pol¨ªtica de luz larga y yo la calificar¨ªa de inteligente. Probablemente la ¨²nica viable, pues a¨²n si no produc¨ªa el ansiado ¡°cambio de r¨¦gimen¡±, al menos se lograr¨ªan otros objetivos de cierta significaci¨®n. Dir¨ªa adem¨¢s que es una pol¨ªtica a la que distintos factores al interior del estado norteamericano llegaron despu¨¦s de pensar profundamente el tema y de analizar los errores. El ¨¦nfasis t¨¢ctico de esta pol¨ªtica es llevarla adelante y no hacerla depender de respuestas cubanas, pues eso les restar¨ªa capacidad de iniciativa y subordinar¨ªa su avance a las acciones de La Habana, donde puede haber resistencia. Hasta donde se sabe, Biden estuvo de acuerdo con este enfoque y hasta lo defendi¨® en los c¨ªrculos de poder.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter sobre las elecciones en Estados Unidos
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.