Los grandes banqueros centrales alertan de que la crisis deja a j¨®venes y mujeres como grandes perdedores
Lagarde y Powell muestran su alegr¨ªa por los avances en la vacuna pero avisan de que a¨²n hay muchas incertidumbres
![Christine Lagarde en el Foro del BCE sobre banca central.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/LZUH4UOX2BGP5CQK6DXPRMHTRE.jpg?auth=d6d6d0367ebbbbcf8c4094cd879138c4156103604cf963e090eb8754a3a2dd5a&width=414)
![Luis Doncel](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F64158797-297c-4250-bcf6-df63acefa8c3.jpg?auth=41f0c1c9035a93d745b533997997bf4407c24bdbe30e6578c03fefbc9dadb01f&width=100&height=100&smart=true)
Habituados a hablar de conceptos tan inasibles como la inflaci¨®n o los tipos de inter¨¦s, los magos de las finanzas de las grandes econom¨ªas occidentales dejaron el jueves un recado hacia los m¨¢s desfavorecidos. Los jefes de los bancos centrales de Europa, EE UU e Inglaterra temen que los colectivos que ya part¨ªan de una situaci¨®n m¨¢s complicada ¡ªj¨®venes, mujeres y trabajadores poco cualificados¡ª resulten los grandes perjudicados de la crisis. Y que contin¨²en pagando las consecuencias incluso una vez haya comenzado la recuperaci¨®n.
La imagen era inusual. Los m¨¢ximos responsables del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, de la Reserva Federal, Jerome Powell, y del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, no hablaban desde la localidad portuguesa de Sintra; ni en una sala que concentrara a la flor y nata de las finanzas mundiales. En esta ocasi¨®n ¡ªepidemia obliga¡ª cada uno estaba en su cuartel general. Y todos esperaban desde el recuadro de su pantalla el turno de la moderadora, Roula Khalaf, directora del Financial Times.
Al igual que el escenario, tampoco los temas de los grandes banqueros centrales fueron los habituales. La crisis del coronavirus lo ha trastocado todo. Y la recesi¨®n a la que un ignoto virus ha empujado al mundo fuerza a Lagarde, Powell y Bailey a mirar hacia los grandes damnificados.
¡°Es cada vez m¨¢s evidente que las mujeres y los j¨®venes se ven significativamente m¨¢s afectados. Es probable que esta crisis deje, sobre todo entre los m¨¢s j¨®venes, cicatrices duraderas¡±, asegur¨® Lagarde, la anfitriona del foro que cada a?o celebra el BCE. La idea es que, una vez perdido el acceso al mercado laboral, reengancharse puede costar 10 o 15 a?os. Y una vez que los j¨®venes hayan logrando un nuevo empleo, seguramente este estar¨¢ peor pagado y con condiciones menos ventajosas. Los mayores da?os sufridos por las mujeres se explican por un virus que ha golpeado sobre todo en los sectores donde ellas est¨¢n m¨¢s representadas, como turismo, transporte, hosteler¨ªa y restauraci¨®n. Por ello Lagarde insisti¨® en la necesidad de que las autoridades apoyen a los que han perdido su puesto de trabajo con pol¨ªticas fiscales agresivas. Como ya hab¨ªa dicho el d¨ªa anterior, no es el momento de que los Gobiernos empiecen a reducir gastos, sino de todo lo contrario. De impulsar a¨²n m¨¢s ayudas para evitar que la segunda ola del virus sea a¨²n m¨¢s destructiva que la primera.
Su compa?ero estadounidense apunt¨® en la misma direcci¨®n, pero centr¨¢ndose en otro segmento: los trabajadores con menos formaci¨®n. Powell constat¨® que esta crisis ha acelerado cambios tecnol¨®gicos previos a la pandemia. E insisti¨® en que, una vez recuperada, no se volver¨¢ a la situaci¨®n previa, sino a una econom¨ªa m¨¢s basada en la tecnolog¨ªa, y en la que los trabajadores de sectores como los servicios ¡ªen EE UU ocupados en mayor proporci¨®n por minor¨ªas ¨¦tnicas y mujeres¡ª tendr¨¢n unas condiciones a¨²n m¨¢s duras que antes. ¡°El proceso de automatizaci¨®n se va a acelerar. Y un n¨²mero sustancial de trabajadores va a necesitar apoyo hasta que encuentren su camino en la econom¨ªa posterior a la pandemia. Esta ser¨¢ distinta de la de antes en aspectos fundamentales¡±, concluy¨® el jefe del banco central de EE UU.
En este punto, Lagarde ech¨® una cierta dosis de optimismo. Admiti¨® los cambios que va a sufrir la econom¨ªa mencionados por Powell. Pero ella cree que aqu¨ª tambi¨¦n habr¨¢ elementos positivos. Como ejemplo, mencion¨® los avances en la telemedicina o en los pagos digitales, que han crecido sustancialmente durante la pandemia y que pueden suponer un impulso para modernizar y digitalizar la econom¨ªa, algo sobre lo que las autoridades europeas llevan a?os hablando sin lograr avances tangibles.
¡°Hemos visto una recuperaci¨®n muy desigual. Ha afectado sobre todo a los que se dedican a los sectores que necesitan interacci¨®n humana, que suelen ser los peor pagados¡±, a?adi¨® el gobernador del Banco de Inglaterra. La charla de los tres gobernadores centrales hizo de broche de un foro que ha mostrado en dos d¨ªas los nuevos vientos sobre los que cabalgan los bancos centrales. Ya no se limitan a hablar de precios y tipos de inter¨¦s, sino que entran a fondo en aspectos como el cambio clim¨¢tico o la brecha salarial entre hombres y mujeres. Y tienen que hablar de todo esto por videoconferencia.
Los tres banqueros centrales lanzaron un mensaje similar: que Pfizer cabalgue con ¨¦xito hacia una vacuna contra el coronavirus constituye una excelente noticia para la econom¨ªa global. Pero la incertidumbre es a¨²n muy alta y conviene no lanzar las campanas al vuelo. Y mientras tanto, es necesario seguir chutando a la econom¨ªa de est¨ªmulos.
Tras mostrar su alegr¨ªa por la vacuna, el presidente de la Reserva Federal record¨® que quedan a¨²n muchas dudas sobre su calendario, producci¨®n, distribuci¨®n y eficacia. ¡°Es demasiado pronto para valorar sus implicaciones en la econom¨ªa¡±, dijo Powell.
Lagarde admiti¨®, por su parte, que ve menos incertidumbre en distintos frentes, en referencia a la victoria de Joe Biden en las elecciones en EE UU y los avances en el Brexit. Pero alert¨® del riesgo de una nueva cepa del virus surgida en Dinamarca, que podr¨ªa hacer no funcionar la vacuna. ¡°Es alentador. Y necesitamos noticias alentadoras. Pero la verdad es que la vacuna todav¨ªa no est¨¢ aqu¨ª¡±, a?adi¨® el gobernador del Banco de Inglaterra.
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