Un mercado bajo la anestesia de los bancos centrales
La intervenci¨®n de la Fed y el BCE lleva a los expertos a alertar de cierta burbuja en la renta fija p¨²blica y privada
El cuento de Pedro y el lobo se repite recurrentemente en los fondos de inversi¨®n y, concretamente, en aquellos de renta fija (invierten en pagar¨¦s, deuda p¨²blica y bonos de empresas). Los mercados donde se negocian estos activos est¨¢n tan tutelados e intervenidos por el Banco Central Europeo, la Reserva Federal, el Banco de Jap¨®n o el de Inglaterra, que muchos expertos avisan que viven a?os de burbuja que se suceden uno tras otro. Y la covid-19 no ha hecho sino alargar este periodo de intervenci¨®n, con el objetivo de que los pa¨ªses y las empresas puedan emitir deuda con facilidad ...
El cuento de Pedro y el lobo se repite recurrentemente en los fondos de inversi¨®n y, concretamente, en aquellos de renta fija (invierten en pagar¨¦s, deuda p¨²blica y bonos de empresas). Los mercados donde se negocian estos activos est¨¢n tan tutelados e intervenidos por el Banco Central Europeo, la Reserva Federal, el Banco de Jap¨®n o el de Inglaterra, que muchos expertos avisan que viven a?os de burbuja que se suceden uno tras otro. Y la covid-19 no ha hecho sino alargar este periodo de intervenci¨®n, con el objetivo de que los pa¨ªses y las empresas puedan emitir deuda con facilidad para aumentar el gasto p¨²blico o, simplemente, para sobrevivir a la par¨¢lisis temporal de sus negocios.
El consejero delegado y gestor de fondos de renta fija en Buy&Hold, Rafael Valera, hace referencia, por ejemplo, al bono griego a 10 a?os, que desde 2018 ha ofrecido al inversor una ganancia anual del 21,58% como consecuencia de la subida de precios y la ca¨ªda de su rentabilidad (cuando baja la rentabilidad del bono sube su precio y viceversa). Actualmente, el bono griego ¡ªdenostado en tiempos de crisis del euro¡ª, ofrece una rentabilidad del 0,66%. Hace dos a?os este mismo bono estaba al 4,26%. ¡°?Ha mejorado tanto la econom¨ªa griega para permitirse esa financiaci¨®n tan barata?¡±, se pregunta Valera. En Espa?a, el bono a 10 a?os ha tocado esta semana el 0,024% frente al 1,51% de noviembre de 2018 y eso que ahora el pa¨ªs se encamina a tener una deuda sobre el PIB pr¨®xima al 130%. Pero nadie atisba un cambio r¨¢pido en esta tendencia, con el compromiso de los bancos centrales de seguir inyectando liquidez y comprando deuda p¨²blica y bonos emitidos por empresas.
La CNMV ha mostrado especial atenci¨®n a estos mercados, ya que algo m¨¢s de la mitad del dinero de los fondos de inversi¨®n en Espa?a (262.000 millones de euros) invierte en deuda p¨²blica o bonos y pagar¨¦s empresariales. Desde el organismo supervisor, aunque descartan problemas en estos productos, s¨ª indican que ¡°antes de suscribir participaciones de un fondo concreto es fundamental conocer el horizonte temporal, la liquidez del producto o el riesgo de p¨¦rdidas. Los inversores deben convertir en un h¨¢bito la consulta de la documentaci¨®n, especialmente el DFI [documento con datos fundamentales para el inversor] y los informes peri¨®dicos¡±.
El esfuerzo de vigilancia del organismo para que estos productos no tuvieran falta de liquidez y pudieran devolver el dinero a sus part¨ªcipes si estos lo solicitaban, ha dado sus frutos en momentos tan complicados como los vividos en los pasados meses de marzo y abril con el dinero huyendo por la pandemia v¨ªrica. As¨ª, desde la CNMV apuntan que sus actuaciones han estado relacionadas con la atenci¨®n a las condiciones de liquidez de los activos y con la evoluci¨®n de los reembolsos en las distintas entidades, ¡°todo ello en contacto con las gestoras y con el fin de seguir la situaci¨®n y recordarles sus obligaciones y las herramientas disponibles de liquidez¡±. Y el pasado marzo entre las medidas especiales por la covid se introdujo la posibilidad de establecer, con autorizaci¨®n o por decisi¨®n de la CNMV, periodos de preaviso para los reembolsos con car¨¢cter excepcional. ¡°No ha sido necesario hacer uso de esta herramienta¡±, indican.
David Cano, socio director de AFI Inversiones Globales, explica que en los fondos, el inversor tiene dos riesgos: el del mercado por el que su activo puede subir o bajar, y el de quiebra de la empresa en la que invierte. Pero el tercer riesgo intr¨ªnseco a cualquier inversi¨®n, el de la iliquidez, te¨®ricamente no existe: el de la iliquidez. Los fondos est¨¢n obligados a devolver el dinero a sus part¨ªcipes en el tiempo fijado en el folleto de inversi¨®n (normalmente 24 horas).
Sin embargo, Cano opina que la facilidad de comprar y vender activos como bonos o pagar¨¦s ha disminuido en los ¨²ltimos tiempos. ¡°Los bancos centrales est¨¢n comprando deuda de empresas y la mantienen hasta su vencimiento, con lo que no dan liquidez a estas emisiones y retienen parte de estos t¨ªtulos que podr¨ªan negociarse. Adem¨¢s, los creadores de mercados que se encargan de especular comprando y vendiendo estos t¨ªtulos a los inversores han visto su n¨²mero reducido debido a una regulaci¨®n cada vez m¨¢s penalizadora¡±. As¨ª, el director de AFI explica que los gestores tienen m¨¢s exigencias de liquidez para sus fondos en un momento en que la liquidez est¨¢ penalizada, ya que los bancos cobran a los fondos por depositar su dinero.
Eso s¨ª, las cifras no son preocupantes, ya que al cierre del primer semestre el volumen total de activos considerados de liquidez reducida ascend¨ªa a 2.785 millones de euros en la cartera de los fondos, seg¨²n el supervisor. Una consideraci¨®n que, obviamente, puede cambiar cualquier situaci¨®n de estr¨¦s en los mercados.
Deterioro de la solvencia
Ca¨ªdas del PIB de dos d¨ªgitos o cercanas a este nivel tienen su repercusi¨®n en la marcha de las empresas y en su compromiso para atender los pagos de deuda. Muchas compa?¨ªas, incluidas algunas espa?olas, se asoman ya al precipicio del bono basura. La BBB- es el ¨²ltimo pelda?o de lo que se conoce como grado de inversi¨®n y perder este nivel supone entrar en el grupo de los high yield, o de alto riesgo. De hecho, este tipo de deuda crece a velocidad de crucero en Europa. Con cifras a junio el saldo vivo (deuda en circulaci¨®n) alcanza los 165.000 millones de euros, frente a los 149.000 millones de marzo de este a?o.
Llevando esta menor solvencia al terreno de los fondos de inversi¨®n, muchos de ellos tienen en su ideario desprenderse de los bonos cuando estos bajan del grado de inversi¨®n. La CNMV tambi¨¦n ha estado atenta y exige a los fondos que han aumentado su indicador sint¨¦tico de riesgo (ISR) sin haber cambiado su pol¨ªtica de inversi¨®n ¡°comunicarlo mediante un hecho relevante y actualizaci¨®n del documento de datos fundamentales para el inversor (DFI).¡±
Pero, de momento, las gestoras no est¨¢n asumiendo grandes riegos. En unas recientes declaraciones, el hasta ahora presidente de la CNMV, Sebasti¨¢n Albella, aseguraba que el patrimonio total de los fondos con un 25% de la cartera en bonos de alto riesgo se sit¨²a en torno a los 8.000 millones de euros. Esta cifra representa algo m¨¢s del 6% del patrimonio de los fondos espa?oles de renta fija. Eso s¨ª, cada vez m¨¢s fondos se apuntan a esta moda del alto riesgo debido a las baj¨ªsimas rentabilidades que ofrecen los bonos m¨¢s seguros. As¨ª, alrededor de 500 fondos dejan la puerta abierta a tomar posiciones en estos activos.
Volatilidad a raya
A la hora de invertir en fondos y dormir tranquilo, la volatilidad es un elemento que cada vez siguen m¨¢s inversores. Hay que huir de las rentabilidades pasadas y comprobar c¨®mo se ha comportado hist¨®ricamente el valor liquidativo: con variaciones muy pronunciadas o de manera estable. En el caso de los fondos de renta fija, el experto de Morningstar, Fernando Luque, considera clave saber la vida media de la deuda que forma su cartera, ya que le har¨¢ m¨¢s o menos sensible a movimientos de tipos de inter¨¦s. Y, adem¨¢s, es obligado comparar la volatilidad de un fondo en relaci¨®n a los de su categor¨ªa, lo que ayuda a diferenciar entre los de m¨¢s riesgo y los m¨¢s seguros.