Bacterias que alimentan la creciente industria de los probi¨®ticos
Los preparados dispensados en farmacias espa?olas ya facturan 121 millones tras crecer un 65% en cuatro a?os
La confianza en que ingerir ciertos microorganismos vivos mejora la salud no es nueva. Ya en el Jap¨®n de los a?os treinta el bi¨®logo Minoru Shirota aisl¨® y cultiv¨® una bacteria l¨¢ctica para emplearla en una bebida contra las infecciones intestinales. Fue el punto de partida de una industria, la de los probi¨®ticos, que la consultora Grand View Research valora en 44.500 millones de euros y que con el paso de las d¨¦cadas ha a?adido a su divisi¨®n alimentaria un segundo brazo, el de los ...
La confianza en que ingerir ciertos microorganismos vivos mejora la salud no es nueva. Ya en el Jap¨®n de los a?os treinta el bi¨®logo Minoru Shirota aisl¨® y cultiv¨® una bacteria l¨¢ctica para emplearla en una bebida contra las infecciones intestinales. Fue el punto de partida de una industria, la de los probi¨®ticos, que la consultora Grand View Research valora en 44.500 millones de euros y que con el paso de las d¨¦cadas ha a?adido a su divisi¨®n alimentaria un segundo brazo, el de los preparados nutricionales de venta libre en farmacia. Un segmento que mueve 3.700 millones y que en Espa?a ha crecido con fuerza en los ¨²ltimos a?os, pasando de facturar 73 millones en 2016 a 121 en 2019, un 65% m¨¢s, seg¨²n datos de la consultora IQVIA. La importancia cada vez mayor que la medicina atribuye a la prevenci¨®n, junto con potentes campa?as de marketing y una oferta ampliada explican que tanto estos microbios como los prebi¨®ticos, las fibras de las que se alimentan, experimenten una tendencia al alza.
Las soluciones para el sistema digestivo lideran el mercado, pero, como se?ala Guillermo ?lvarez, presidente de la Sociedad Espa?ola de Probi¨®ticos y Prebi¨®ticos, ¡°eso es algo que est¨¢ cambiando¡±. ¡°Cada vez hay m¨¢s productos ginecol¨®gicos o para el aparato respiratorio¡±, apunta, y a?ade que aparecer¨¢n f¨®rmulas, actualmente en desarrollo, para combatir la obesidad, el alzh¨¦imer o el autismo.
Los suplementos que regeneran la flora intestinal ganaron popularidad gracias a que los m¨¦dicos los comenzaron a recetar para compensar el efecto da?ino de ciertos antibi¨®ticos. Pese a ello, dos f¨®rmulas para la protecci¨®n de la mucosa vaginal y otra que frena los c¨®licos en beb¨¦s se encuentran entre los 10 preparados m¨¢s vendidos.
La pandemia, sin embargo, ha afectado a estos productos. Tras el acopio de medicamentos que se vivi¨® en marzo, y que se extendi¨® a estos complementos, las ventas interanuales de abril y mayo bajaron un 20%, y de enero a septiembre la ca¨ªda fue de un 8%. Unos retrocesos que sufren especialmente los fabricantes ¡ªexisten unos 270 laboratorios y solo ocho alcanzan una cuota de mercado del 61%¡ª y se extienden a las distribuidoras. Cofares, una de las mayores, afirma haber entregado un 45% menos de preparados probi¨®ticos en los puntos de venta entre marzo y julio respecto a los mismos meses de 2019.
Entre las causas, la menor afluencia a la consulta m¨¦dica ante el temor al contagio y, en menor medida, la imposibilidad para laboratorios y distribuidoras de visitar a los facultativos para promocionar sus productos. ¡°Y a¨²n una tercera¡±, explica Alex Coloma, responsable de marketing de Salvat, ¡°la ca¨ªda del autoconsumo¡±. ¡°Exist¨ªa el temor de que gripes o resfriados fueran casos de covid-19 y, en lugar de acudir a la farmacia, se optaba por seguir el protocolo de diagn¨®stico dictado por las autoridades. Algo correcto, pero que nos ha quitado ingresos¡±, cuenta.
Las fuentes consultadas coinciden en que la situaci¨®n es excepcional y afirman que lo peor que puede ocurrir es que se modere el crecimiento. El verdadero caballo de batalla, aseguran, sigue siendo el mismo: la demostraci¨®n de los beneficios que atribuyen a sus productos. Creen que todo avance en esta direcci¨®n incrementar¨ªa de forma exponencial sus ganancias, pues, hoy, como explica la tecn¨®loga de alimentos Beatriz Robles, ¡°los laboratorios juegan con dos acepciones del t¨¦rmino probi¨®tico¡±. ¡°Designan con ¨¦l a los preparados que cumplen el requisito de llegar al intestino con una cantidad m¨ªnima de microorganismos, pero eso no garantiza ning¨²n beneficio, que es a lo que en realidad apelan con el uso del t¨¦rmino¡±, argumenta.
?Cepas eficaces?
Los expertos ponen en entredicho que muchas cepas comercializadas sean eficaces. Para ello, las bacterias saludables ingeridas deber¨ªan acreditar que tienen capacidad de reproducci¨®n, causan el mismo efecto en diferentes individuos y son responsables de la mejora de ciertos par¨¢metros. La legislaci¨®n vigente ¡ªmuy restrictiva en la atribuci¨®n de beneficios para la salud¡ª se hace cargo de esta falta de evidencia cient¨ªfica, constata Robles: ¡°La inmensa mayor¨ªa de las solicitudes para asociar beneficios a un producto, bien sea un alimento o un complemento de venta en farmacia, son rechazadas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria¡±. De hecho, de las 129 solicitudes vinculadas a probi¨®ticos que ha recibido este organismo desde 2007, solo ha aprobado una vinculada a unas cepas empleadas en la producci¨®n de yogures.
Sin embargo, los preparados se acaban presentando igualmente como saludables para la flora intestinal bas¨¢ndose en otros componentes, como las vitaminas. La situaci¨®n llev¨® a que en octubre el Ministerio de Consumo advirtiera que, si bien ¡°cumplen el requisito de seguridad¡±, los probi¨®ticos ¡°no han podido demostrar ning¨²n efecto beneficioso¡±.
Para superar esta brecha, la industria invierte cada vez m¨¢s en investigaci¨®n. Kai M?ller, director general de Casen Recordati, laboratorio l¨ªder en ventas, afirma que la compa?¨ªa, que factur¨® en 2019 m¨¢s de 16 millones de euros solo en probi¨®ticos (en total fueron 91 millones), emple¨® 977.000 en estudios cl¨ªnicos, un 22% m¨¢s que el a?o anterior. ¡°Nos parece algo ineludible porque solo avalamos ante los profesionales sanitarios productos que han probado previamente su beneficio ante determinadas patolog¨ªas¡±, apunta.
El razonamiento lo repiten varios responsables de otros laboratorios, pero el incremento de los presupuestos destinados a probar las bondades de los microorganismos no ha evitado que se abra un debate del que los laboratorios no quieren ni hablar: equiparar estos complementos alimentarios a medicamentos. Por ahora, solo una peque?a minor¨ªa figura como f¨¢rmacos, entre ellos Ultralevura, el m¨¢s vendido y registrado cuando las exigencias para hacerlo eran menos estrictas. ¡°Hay motivos para creer que, ante una normativa de registro m¨¢s restrictiva, los profesionales los prescribir¨ªan m¨¢s y con mayor certeza¡±, sostiene ?lvarez. A cambio, se vender¨ªan muchas menos referencias y las de escasa eficacia desaparecer¨ªan. ¡°Lo fundamental es que las cepas empleadas hayan superado estudios cl¨ªnicos con pacientes, un proceso con el que nuestros productos ya cumplen¡±, opone Carlos Badiola, director m¨¦dico de Casen Recordati.