El virus propaga la digitalizaci¨®n del mundo
Casas inteligentes, redes inal¨¢mbricas inmensamente r¨¢pidas, robots que ayudan en casa, computaci¨®n cu¨¢ntica, formaci¨®n y ense?anza 'online'... La pr¨®xima d¨¦cada nos trae un mundo en el que las tecnolog¨ªas definir¨¢n la vida. Pero la clave de una sociedad m¨¢s justa ser¨¢ repartir el dividendo digital
Ed ¨¨ subito sera. Y de repente la noche. El verso del premio Nobel italiano Salvatore Quismondo es una doliente imagen de lo que vivimos estos d¨ªas. Muchos aspectos de nuestras vidas, nuestra econom¨ªa, nuestro comportamiento, van a cambiar. Tambi¨¦n los procesos de digitalizaci¨®n en la pr¨®xima d¨¦cada. Para entender el futuro resulta imprescindible contemplar el pasado. Hace diez a?os Nokia controlaba el 40% del mercado mundial de los tel¨¦fonos m¨®viles, Windows 7 era la ¨²ltima actualizaci¨®n de Microsoft, Larry Page dirig¨ªa Google, Steve Jobs era el genio de Apple y Steve Ballmer, el todopoderoso consejero delegado de Microsoft. Adem¨¢s, muchos tel¨¦fonos inteligentes ni siquiera ten¨ªan la funci¨®n t¨¢ctil y el mundo se reg¨ªa por teclados QWERTY que semejaban antiguas m¨¢quinas de escribir. Mientras, las tecnol¨®gicas apenas proyectaban una delgada sombra. Por entonces, las compa?¨ªas m¨¢s grandes eran Chevron, Exxon, General Electric y Walmart. Ni rastro, claro, de Uber, Tinder o Tik Tok. Apenas se hablaba de la Inteligencia Arti?cial (el 53% de las patentes mundiales de esta tecnolog¨ªa es posterior a 2012) y la computaci¨®n cu¨¢ntica sonaba a un personaje femenino del universo Marvel. ?Se acuerdan? No fue hace tanto tiempo.
Ahora el mundo encara un nuevo escenario oscurecido por ese cielo de plomo que es la pandemia. Entre tantas incertidumbres, la digitalizaci¨®n comenzada en los ¨²ltimos diez a?os se intensi?car¨¢. Los expertos apuntan la inercia. ¡°Vamos a ver c¨®mo las tecnolog¨ªas que han permitido la digitalizaci¨®n en la pasada d¨¦cada y que comenzaron a gestarse en la primera (Mobile, Cloud, AI, 3G y 4G) seguir¨¢n aumentando su impacto reforzadas por tecnolog¨ªas cu¨¢nticas, blockchain y redes distribuidas, activos digitales e Inteligencia Arti?cial distribuida y privada¡±, desgrana Carlos Kuchkovsky, responsable de Tecnolog¨ªa e Investigaci¨®n y Desarrollo de Nuevos Negocios Digitales de BBVA.
Desglobalizaci¨®n
?Caminamos hacia una desglobalizaci¨®n digital? ?La epidemia va a provocar que los pa¨ªses se encierren en s¨ª mismos? ¡°EE UU y China est¨¢n creando dos ecosistemas tecnol¨®gicos contrapuestos, obligando a los pa¨ªses y las empresas a tomar partido¡±, re?exiona Roberto Scholtes, director de estrategia del banco privado UBS. El economista se re?ere, claro, a la competencia por el 5G. La ventaja China en esta tecnolog¨ªa aboca a una tensi¨®n constante con EE UU. El mundo se fractura en dos ecosistemas digitales de redes sociales, manejo y almacenamiento de datos y telecomunicaciones. Lo que es seguro es que asistimos al inicio de la propagaci¨®n de la onda. Esto tambi¨¦n tendr¨¢ su re?ejo en la industria ?nanciera. De la macroeconom¨ªa a la empresa y de ah¨ª al espacio micro. ¡°Se est¨¢ pasando de la era de los datos y del comer- cio digital, y de los famosos unicornios tecnol¨®gicos como Facebook, Google, Amazon o Alibaba, que ya no tienen muchas aportaciones nuevas que hacer, a la industria 4.0¡±, apunta un economista que pide no ser citado.
La crisis sanitaria acelerar¨¢ la implantaci¨®n de algunas de estas tecnolog¨ªas. El hogar se vuelve m¨¢s importante que nunca. Veremos si el virus no lleva hacia un mundo que pasa m¨¢s tiempo refugiado en sus casas. Una especie de recesi¨®n social, no solo econ¨®mica. Ah¨ª la tecnolog¨ªa se queda a vivir. Las redes de alta velocidad conectar¨¢n la residencia. La temperatura estar¨¢ regulada antes de entrar por la puerta y el hogar inteligente ser¨¢ una realidad. En diciembre pasado, tres rivales naturales, Apple, Google y Amazon anunciaron que est¨¢n trabajando en un est¨¢ndar para que sus dispositivos (Alexa, Google Assistant y Siri) est¨¦n conectados entre ellos.
Desde luego, el ritmo de aceleraci¨®n digital variar¨¢ entre sectores, empresas y pa¨ªses, pero nadie duda de que estamos en medio de una gran transformaci¨®n. ¡°En una d¨¦cada no estaremos hablando de blockchainen s¨ª, sino de una sociedad totalmente digital, una sociedad web 3.0, y de c¨®mo la combinaci¨®n de diferentes tecnolog¨ªas transformadoras, junto con los avances de la ciencia, habr¨¢n ayudado a alcanzar un mundo m¨¢s justo gracias al uso de los datos y la Inteligencia Arti?cial¡±, vaticina Carlos Kuchkovsky.
Esa es la esperanza de este ¨¦pico viaje tecnol¨®gico. Porque la inequidad es una grieta profunda en nuestras sociedades. En los pa¨ªses avanzados, las clases medias han pasado de representar el 64% de la poblaci¨®n a mitad de los a?os ochenta al 61% durante 2015. De hecho, CaixaBank Research estima que el 43% de los puestos de trabajo en Espa?a est¨¢n en riesgo de automatizarse. Hacen falta mecanismos de defensa, alerta Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI), para proteger a los perdedores de esta globalizaci¨®n.
¡°Las sociedades digitales son, parad¨®jicamente, m¨¢s ricas y a la vez m¨¢s empobrecidas. La clave reside en c¨®mo se reparte la plusval¨ªa digital¡±, advierte el tecn¨®logo Enrique Dans. "Si se la quedan los empresarios y los due?os de las m¨¢quinas, las clases medias se rebelar¨¢n y saldr¨¢n a la calle¡±, concluye. Al ?n y al cabo, como tambi¨¦n avisa Mercedes Oblanca, managing director de Accenture Technology, ¡°esta explosi¨®n tecnol¨®gica no funcionar¨¢ si no se enfoca al bien com¨²n¡±. Piensa en la brecha digital.
¡°Las sociedades digitales son, parad¨®jicamente, m¨¢s ricas y tambi¨¦n m¨¢s empobrecidas. La clave es repartir bien la plusval¨ªa digital¡± (Enrique Dans, tecn¨®logo)
En el mundo hay 3.200 millones de personas que no tienen acceso a Internet. Al otro lado, la casa de agua y tierra conectada cuenta con 4.500 millones de personas (el 60% de la poblaci¨®n del planeta) que viajan por la red y 5.190 millones que utilizan el tel¨¦fono m¨®vil. Si sum¨¢semos todas las horas que el planeta pasa en Internet acumular¨ªa en 2020 cerca de 1,25 millones de a?os. El tiempo se suma al tiempo. Unos 298 millones de nuevos usuarios llegaron el a?o pasado al territorio online.
Detr¨¢s de estas cifras resulta revelador c¨®mo la digitalizaci¨®n adquiere en esta d¨¦cada un compromiso social que antes o no sent¨ªa o elud¨ªa. Y as¨ª gira el mundo. Arropado por sus propios contrasentidos. El almacenamiento en la nube cambia. Ya no es una tecnolog¨ªa de vanguardia. Ser¨¢ la base del negocio. Mejora la econom¨ªa e impulsa las empresas y la innovaci¨®n a mayor velocidad. Todo dentro de un planeta que trae m¨¢s comercio digital, mayor automatizaci¨®n de las f¨¢bricas y, sobre todo, una mirada distinta de las personas.
La digitalizaci¨®n de nuestra era no escucha aquellos lejanos ecos del jazz que narr¨® el escritor Francis Scott Fitzgerald en otros, y muy distintos, a?os 20. Al contrario. ¡°Tendr¨¢ ¨¦xito el trabajador adaptado a este nuevo modelo que sea capaz de entender las necesidades de este cliente digital. Esto es muy importante. Hablamos de la necesidad, en esta digitalizaci¨®n que llega, de personas creativas, expertos en marketing digital y profesionales que sean capaces, por ejemplo, de gestionar toda una cadena de suministro relacionada con el comercio electr¨®nico¡±, analiza Alberto Mart¨ªn Rivals, socio responsable de Consulting Corporate de KPMG. El a?o pasado se compraron en el mundo a trav¨¦s del canal digital bienes por valor de 1,7 billones de euros. Un aumento del 17% frente a 2018. El virus cebar¨¢ esta din¨¢mica.
Y en esa traducci¨®n de lo te¨®rico a lo pr¨¢ctico, los cambios que llegar¨¢n en el espectro digital son tan amplios como la condici¨®n humana. La computaci¨®n cu¨¢ntica empezar¨¢ a tener aplicaciones pr¨¢cticas. La tecnolog¨ªa 5G, lo hemos visto, se extender¨¢ por el mundo a lo largo de la d¨¦cada de 2020. Sin embargo, el 6G podr¨ªa llegar a ?nal de esos a?os.
¡°El mundo tendr¨¢ que invertir en un modelo de educaci¨®n y formaci¨®n digital¡± (Diego Vizca¨ªno, socio de Analistas Financieros Internacionales, AFI)
De hecho, promete una inimaginable latencia de un microsegundo. Casi todo podr¨¢ estar conectado con casi todo. El m¨®vil, el sem¨¢foro, el frigor¨ª?co, el reloj. Cada objeto recogiendo datos continuamente. ?Haciendo la vida mejor? Haciendo la vida distinta. Las personas pasar¨¢n m¨¢s tiempo en casa conectadas. Apostando, jugando, viendo cine o series. Y la Inteligencia Artificial (IA) har¨¢ que cualquiera sea un posible generador de contenidos de una forma sencilla. ¡°A pesar de tener un considerable nivel de madurez, a¨²n no hemos visto todo el potencial de la IA¡±, concede Xavier Reb¨¦s, director de Innovaci¨®n de CaixaBank. Es cierto. Solo es un destello. ?
El desasosiego del cambio tecnol¨®gico
Todo cambio tecnol¨®gico, y la digitalizaci¨®n es uno muy profundo, genera ansiedad. El economista Joseph Schumpeter ya advirti¨® de que "en una sociedad capitalista, el progreso econ¨®mico implica desorden". Lidiar con ¨¦l, sobre todo en las circunstancias que sufrimos, es lidiar con el desasosiego. "Una de las claves para que el cambio tecnol¨®gico pueda traer prosperidad a la inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n es el sistema educativo. Un sistema que, m¨¢s all¨¢ de conocimientos t¨¦cnicos espec¨ª?cos, debe ense?ar, sobre todo, a aprender. Para ello son esenciales habilidades como el pensamiento cr¨ªtico, la capacidad de comunicaci¨®n, el trabajo en equipo y tambi¨¦n el esfuerzo, la creatividad y el rigor", escribe Enric Fern¨¢ndez, economista jefe de CaixaBank Research. Cambia, todo cambia, cantaba con esa voz profunda Mercedes Sosa, al igual que un cenote. La digitalizaci¨®n llegaal dinero, a los pagos. Incluso ya hay (algo dif¨ªcil de llevar a la pr¨¢ctica) propuestas para que los bancos centrales emitan monedas digitales.
La vanguardia digital es un cubo de Rubik que busca, por propio instinto, constantemente, una soluci¨®n. Entre las caras que rotan ser¨¢ esencial tambi¨¦n la tecnolog¨ªa cu¨¢ntica. "En esta d¨¦cada va a vivir una segunda oleada que permitir¨¢ tener sistemas de comunicaci¨®n m¨¢s seguros, sensores m¨¢s precisos y una capacidad para realizar simulaciones y procesos de optimizaci¨®n hasta ahora imposible", comenta Carlos Kuchkovsky, responsable de Tecnolog¨ªa e Investigaci¨®n y Desarrollo de Nuevos Negocios Digitales de BBVA. Y a?ade: "Una importante promesa de las tecnolog¨ªas cu¨¢nticas es su inmensurable nueva capacidad de impacto sobre los grandes retos medioambientales y sociales". El elogio de una urgencia.
Por ejemplo, puede resultar esencial en las pol¨ªticas activas de empleo. O sea, casar de una manera mucho m¨¢s precisa las ofertas y las demandas de trabajo. Algo b¨¢sico en el mundo que llegar¨¢ tras la crisis sanitaria. Cambia el paradigma. Los robots dejar¨¢n de ser juguetes para ayudar en la vida cotidiana. Pero ese hombre, tambi¨¦n, mirar¨¢ a la Luna desde la Tierra. La Nasa ha previsto en 2024 misiones lunares. Y en el borde de la d¨¦cada intentar¨¢ alcanzar Marte. Suena lej¨ªsimos escribir algo as¨ª en estos momentos, pero somos una especie viajera y cumplimos con nuestro destino. ¡°Llegar¨¢ un tiempo en el que los hombres ser¨¢n capaces de ampliar su mirada¡ y podr¨¢n ver los planetas como nuestra propia Tierra¡±, vaticin¨® en 1657 el astr¨®nomo Christopher Wren.
Sin embargo, urgidos por la pandemia, acude un tiempo de transformaciones. ¡°El mundo entra en una nueva ¨¦poca en la que a la fuerza tendr¨¢ que invertir en un modelo de educaci¨®n y formaci¨®n digital¡±, narra Diego Vizca¨ªno, socio responsable del ¨¢rea de Econom¨ªa Aplicada de AFI. ¡°Esto generar¨¢ cambios estructurales. La tecnolog¨ªa tendr¨¢ un papel relevante en la ense?anza y en la reforma de la actividad productiva y en ambos casos debido a la digitalizaci¨®n¡±. La econom¨ªa de la aglomeraci¨®n deja paso a otra. Hasta ahora, el planeta ha ido concentr¨¢ndose en grandes n¨²cleos urbanos. Esta tendencia puede cambiar y trazar una red demogr¨¢?ca de urbes, por ejemplo, medianas y peque?as, aprovechando unos h¨¢bitos que son cada vez m¨¢s digitales.
Lo apasionante es que estamos solo ante el punto de partida. ?Alguien recuerda aquellos peque?os teclados QWERTY? Pues corresponden al comienzo de la d¨¦cada pasada. Conviene recordar, tambi¨¦n, la ¨²nica certeza del futuro: no est¨¢ escrito. Y hay empresas, emprendedores y cient¨ª?cos que aportar¨¢n descubrimientos en el entorno digital que ni siquiera imaginamos. Suyos son los pr¨®ximos diez a?os. Traer¨¢n, seguro, machine learning, 5G, 6G, robots, blockchain, coches aut¨®nomos. ¡°Ojal¨¢ vivas tiempos interesantes¡±, cuenta un proverbio ingl¨¦s. Sin el sufrimiento, las p¨¦rdidas y el dolor de estos d¨ªas lo ser¨ªan. Llegar¨¢n otros amaneceres con mucha m¨¢s luz.
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