El gran apag¨®n de las f¨¢bricas en Galicia
Los anuncios de cierre de Endesa en As Pontes y Gamesa en As Somozas se suman a otros que amenazan el futuro de las comarcas del norte de A Coru?a y Lugo
Al grito de ¡°Sen industria non hai futuro¡±, m¨¢s de 200 trabajadores marcharon por las calles de A Coru?a el 22 de enero. Eran de la central t¨¦rmica de Endesa, en As Pontes, y de la f¨¢brica de palas e¨®licas de Siemens Gamesa en As Somozas. Ambas empresas anunciaron este mes su intenci¨®n de cerrar. La primera con un plan de reubicaciones y la segunda con un despido colectivo para 215 personas. La consigna se ha convertido en un himno para los trabajadores de las comarcas del norte de Galicia, que experimentan serios golpes de las manufactureras. Al cierre de estas dos plantas, se suma el caso de...
Al grito de ¡°Sen industria non hai futuro¡±, m¨¢s de 200 trabajadores marcharon por las calles de A Coru?a el 22 de enero. Eran de la central t¨¦rmica de Endesa, en As Pontes, y de la f¨¢brica de palas e¨®licas de Siemens Gamesa en As Somozas. Ambas empresas anunciaron este mes su intenci¨®n de cerrar. La primera con un plan de reubicaciones y la segunda con un despido colectivo para 215 personas. La consigna se ha convertido en un himno para los trabajadores de las comarcas del norte de Galicia, que experimentan serios golpes de las manufactureras. Al cierre de estas dos plantas, se suma el caso de Alcoa ¡ªpendiente de resoluci¨®n¡ª que persigue un despido colectivo anulado por la justicia en 2020.
La industria gallega es m¨¢s vol¨¢til que otros sectores. Un ejemplo claro es la crisis del coronavirus, que le provoc¨® una ca¨ªda 11 puntos mayor a la que experiment¨® el PIB de la comunidad en su conjunto. Incluso en 2019 decreci¨® un 1,4% con respecto a 2018, seg¨²n el ¨²ltimo anuario de la econom¨ªa de Galicia. Juan Ares, economista de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), asocia la ca¨ªda al comportamiento de la energ¨ªa. El acad¨¦mico concreta que se debi¨® al convulso escenario que deja Endesa: ¡°La actividad en la autonom¨ªa est¨¢ muy concentrada, si se pincha uno de los sectores importantes, se resfr¨ªa toda la industria¡±, explica.
Endesa concluy¨® el pasado enero, tras un a?o de pruebas, que los planes para quemar biocombustibles en la central de As Pontes son inviables. La Xunta, el Gobierno central y el Ayuntamiento emitieron un informe opuesto y creen que la empresa no est¨¢ dispuesta a trabajar en la viabilidad econ¨®mica del proyecto. Marcos Prieto, trabajador de la central y representante de UGT, asegura que el problema est¨¢ en que los t¨¦cnicos de la energ¨¦tica basaron el documento en un modelo con 50% de carb¨®n, cuando ellos proponen uno sin el mineral. La compa?¨ªa defiende que ha usado el modelo acordado con todas las partes.
Fue el segundo golpe econ¨®mico de ese mes despu¨¦s de que Gamesa informase de su cierre, alegando una falta de demanda de las palas que produce en As Somozas. Sergio L¨®pez, presidente del comit¨¦ de empresa, asegura que se trata de una deslocalizaci¨®n encubierta: ¡°Da la casualidad de que paralizaron el nuevo modelo cuando compraron una planta en Portugal¡±. La Xunta concuerda y ha pedido a Trabajo que revise el ERE. Para Anxo Calvo, economista de la Universidad de A Coru?a, podr¨ªa responder a un cambio en las previsiones del crecimiento e¨®lico. La compa?¨ªa abri¨® a finales de los noventa para responder a unas tendencias que despu¨¦s se enfrentaron a cambios regulatorios en Galicia y en Espa?a y con el par¨®n de las renovables en 2012: ¡°Esto merm¨® la velocidad de crucero con la que avanzaba la energ¨ªa renovable¡±, afirma.
Galicia no recupera los niveles de producci¨®n que ten¨ªa en la primera d¨¦cada del siglo. Solo cinco sectores ¡ªalimentos, bebidas, papel, qu¨ªmicas y otras manufactureras¡ª produjeron en 2019 m¨¢s que en 2007, tras las dos ¨²ltimas crisis. Los expertos lo achacan a la dificultad de las industrias para adaptarse a la transici¨®n energ¨¦tica. Tanto la Xunta como el economista de la USC Xavier Vence coinciden en ese diagn¨®stico. Calvo, que tambi¨¦n fue director general de Industria entre 2005 y 2009, cree que tambi¨¦n falta nivelar las capacidades de innovaci¨®n con las de producci¨®n energ¨¦tica y manufacturaci¨®n de componentes. Espera que eso se considere ahora, con el parque e¨®lico de Galicia en pleno crecimiento.
Los efectos de la transici¨®n ecol¨®gica y la reforma del mercado el¨¦ctrico derivaron en altos costes que le restan competitividad a la industria de alto consumo el¨¦ctrico, seg¨²n Vence. Es el caso de Alcoa, que desde 2012 reclam¨® una soluci¨®n para estos precios. A¨²n los considera un lastre para la producci¨®n en su f¨¢brica de aluminio primario, cuya venta negocia con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales.
Un vac¨ªo social
Las decisiones de las empresas amenazan el futuro de las zonas que abandonan. En la comarca de Ferrol (A Coru?a), por ejemplo, a la Xunta le preocupa que los cierres de Endesa y Gamesa afecten a la regi¨®n. Los ferrolanos ya hacen frente a la escasez de nuevos encargos en los astilleros de Navantia. Lo mismo pasa con la comarca de A Mari?a (Lugo): sin Alcoa, perder¨ªa gran parte de sus ingresos.
Seg¨²n Juan Ares, existe una sensaci¨®n de desmantelamiento del tejido productivo tradicional, fundamental para la econom¨ªa gallega: ¡°Tenemos industrias antiguas con problemas estructurales, es complejo encontrar una soluci¨®n inmediata¡±. La recuperaci¨®n toma tiempo, pero hay sectores que poco a poco han crecido, como el automovil¨ªstico, asegura. Los trabajadores tienen la noci¨®n de que negocian con una pared, las decisiones se toman a cientos, o miles, de kil¨®metros de Galicia.
As¨ª fue para los trabajadores de Alcoa, que ten¨ªan la percepci¨®n de que la empresa no buscar¨ªa otra alternativa, el cierre era definitivo mucho antes de acabar las negociaciones. El caso de Endesa es similar. El alcalde socialista de As Pontes, Valent¨ªn Gonz¨¢lez Formoso, cree que la energ¨¦tica nunca tuvo la intenci¨®n de reacondicionar la central. ¡°Nos sentimos enga?ados, somos un pueblo maduro, que sabe diversificarse¡±, subraya. Prieto est¨¢ de acuerdo y, aunque da la bienvenida a los nuevos planes de la firma ¡ªuna planta de hidr¨®geno y un plan e¨®lico¡ª, duda de que eso vaya a cambiar la situaci¨®n: Gamesa se ir¨¢ aunque las palas sean ¨²tiles para los nuevos proyectos. ¡°Nosotros vimos la reconversi¨®n del sector naval, ya sabemos c¨®mo va esto¡±, zanja.
La inseguridad se apila con preocupaci¨®n por el futuro del norte gallego. No solo en el caso de los despidos colectivos, sino tambi¨¦n por las reubicaciones y sus efectos en la vida de los vecinos. Prieto cuenta que ¨¦l tendr¨ªa que moverse a Lleida, y no sabr¨ªa c¨®mo resolverlo. Su esposa tiene una plaza como profesora: ¡°Nos ha descolocado todo¡±. Formoso se pregunta qu¨¦ pasar¨¢ con los que se queden: ¡°Un tercio de nuestro territorio es mina y el Ayuntamiento perder¨ªa un 26% de sus ingresos¡±, advierte. Ambos seguir¨¢n buscando f¨®rmulas para que la transici¨®n energ¨¦tica no deje nadie atr¨¢s.