Tensa vigilia para las 534 familias de Alcoa
El plazo para negociar la venta de la planta de San Cibrao a GFG acaba. Sin pacto, se cierne la amenaza del ERE
Una pancarta resiste al viento y a la lluvia en la entrada de la localidad lucense de Cervo: ¡°Sen industria non hai futuro¡±. Bajo esta premisa, los trabajadores de Alcoa en San Cibrao defienden la supervivencia de la ¨²ltima f¨¢brica de aluminio primario de la firma en Espa?a. Con un bloqueo en la carretera, pocos metros m¨¢s adelante, mostraron este viernes su descontento por la actitud ¡°inamovible¡± de la empresa estadounidense, a pocos d¨ªas de que se agote el tiempo para concretar la venta de la f¨¢brica al grupo brit¨¢nico GFG. Era una muerte anunciada: en mayo la compa?¨ªa inform¨® de que iniciar¨ªa el per¨ªodo de consultas para un despido colectivo, tras varios a?os de p¨¦rdidas y quejas por el alto coste de la energ¨ªa en Espa?a. El comit¨¦ de empresa consigui¨®, el 13 de agosto, que se extendiera el per¨ªodo para explorar la opci¨®n de traspasarla. Ese plazo termina este domingo.
El pacto establece que, en el caso de no alcanzar un acuerdo de venta, se reiniciar¨ªa el proceso de consultas para concordar las condiciones de un ERTE y, en caso de no lograrlo, la implementaci¨®n de un despido colectivo. Para negociar el ajuste laboral, la empresa ya ha convocado una reuni¨®n en Madrid este lunes. El plan de la compraventa cont¨® con el apoyo del Gobierno central y de la Xunta. Los trabajadores no piensan negociar nada que implique detener las cubas, donde se produce el aluminio. Tienen claro que volver a encenderlas cuesta mucho dinero. Es una amenaza a la continuidad de la planta.
Rub¨¦n Campo, que ha trabajado ah¨ª desde hace dos a?os, explica que cumplir este cometido ha sido complejo en el contexto de la pandemia. ¡°Hemos tenido que asegurarnos de que no haya un brote en la f¨¢brica, porque pod¨ªa ser catastr¨®fico¡±, asegura el empleado de 36 a?os, incluso durante el confinamiento de A Mari?a en julio. Los trabajadores tuvieron que exigir al Gobierno que se les considere esenciales para evitar un par¨®n en la planta durante el estado de alarma. El aluminio es necesario para la industria alimentaria y farmac¨¦utica. ¡°Si la pandemia nos ha ense?ado algo, es que no podemos vivir del turismo, necesitamos la industria¡±, agrega Campo.
Pablo Fern¨¢ndez Mon ha trabajado en San Cibrao m¨¢s de 15 a?os. Est¨¢ seguro, al igual que sus compa?eros, de la importancia de la f¨¢brica para los negocios de la comarca y teme que bajar la persiana significa tener que dejarla. ¡°Solo quiero que mi hijo pueda elegir si quiere quedarse o irse¡±, concluye. Fue este mismo motivo el que llev¨® a M¨®nica Quelle, a cambiar un contrato fijo con una guarder¨ªa en Viveiro (Lugo), por uno temporal en la planta hace poco m¨¢s de un a?o. Los beneficios asegurar¨ªan un futuro con m¨¢s opciones para su hija de 14 a?os. ¡°Y ya ves t¨² c¨®mo est¨¢n las cosas¡±, expone Quelle, de 45 a?os.
La inseguridad es la norma entre los trabajadores desde que Alcoa anunci¨® el pasado martes que ve¨ªa imposible la venta en los plazos planteados. Para el presidente del comit¨¦, Jos¨¦ Antonio Zan, el aviso es solo la confirmaci¨®n de la mala disposici¨®n de la firma a negociar la transacci¨®n y asegurar el futuro del complejo ¡ªcompuesto por la f¨¢brica de aluminio y una refiner¨ªa de al¨²mina, no incluida en el proceso¡ª y de los 1.000 empleados que dependen de su funcionamiento, 534 de ellos empleados directos de la empresa. Aun as¨ª, cree que hay una salida si siguen presionando.
Costes energ¨¦ticos
Las negociaciones entre los trabajadores y la firma se han extendido por cinco meses, pero los problemas de Alcoa llevan anunci¨¢ndose a?os. Empleados y empresa reclaman desde 2012 una soluci¨®n a los altos costes de la energ¨ªa para la industria electrointensiva en Espa?a. El comit¨¦ de empresa asegura que solo el a?o pasado la compa?¨ªa pag¨® 220 millones por este rubro. A esto se le suma una saturaci¨®n en el mercado mundial del metal. Fuentes de la estadounidense aseguran que la planta acumula unas p¨¦rdidas superiores a 110 millones de euros en los ¨²ltimos dos a?os y actualmente pierde m¨¢s de un mill¨®n por semana.
El comit¨¦ de empresa no cree que el escenario sea tan catastr¨®fico: ¡°Est¨¢ claro que Liberty House [del grupo GFG] viene para aqu¨ª porque las condiciones que le ofrecen el Gobierno y la Xunta son favorables¡±, asegura Fern¨¢ndez, tambi¨¦n delegado de CC OO en la compa?¨ªa. En los ¨²ltimos a?os Alcoa ha recibido ayudas y compensaciones de CO2 del Gobierno. Para la ministra de Industria, Reyes Maroto, la cantidad se acerca a los 800 millones; la empresa asegura que son 43. El grupo brit¨¢nico ha presentado, seg¨²n los representantes de los trabajadores, un plan industrial favorable para el crecimiento de la empresa y ha hecho concesiones a sus peticiones iniciales para la compra, mientras que Alcoa se mantiene en sus exigencias.
Lo cierto es que ninguna de las dos partes ha sido capaz de romper con los muros de la negociaci¨®n. No han pasado del primer punto: la hoja de t¨¦rminos. La pugna est¨¢ en la refiner¨ªa de al¨²mina. En un principio, GFG se mostr¨® dispuesta a comprar todo el complejo y no solo la planta de aluminio, algo que Alcoa no pod¨ªa aceptar. Finalmente, el grupo brit¨¢nico cedi¨® bajo la condici¨®n de asegurar un suministro de 20 a?os de al¨²mina y prioridad para la compra de la segunda f¨¢brica. T¨¦rminos que la estadounidense Alcoa considera inaceptables. Ofrece cinco a?os y ninguna prioridad. Las conversaciones han durado seis semanas, pero solo se ha anunciado un consenso: la compraventa de la f¨¢brica de aluminio por un euro.
A las afueras de la planta otra pancarta deja clara la posici¨®n de los trabajadores con un ¡°Welcome Liberty¡±. Diego, de 35 a?os, cuenta que su padre trabaj¨® en la empresa: ¡°Es algo que heredamos, aqu¨ª trabajan nuestros hermanos y nuestros amigos¡±. Nadie duda del estrecho v¨ªnculo entre la comarca y la f¨¢brica. Rub¨¦n Campo teme que la zona quede totalmente desprotegida. Recuerda que los directivos del hospital m¨¢s cercano a Cervo, de donde es nativo, ya estaban pensando en trasladar los servicios a Lugo. ¡°Yo me puedo ir, pero mis padres viven aqu¨ª y no quiero que el hospital m¨¢s cercano les quede a 125 kil¨®metros¡±, sentencia.
La reducci¨®n constante de la antigua Inespal
Hace ya 22 a?os que Alcoa, el gigante del aluminio estadounidense, compr¨® la empresa p¨²blica Inespal, que ten¨ªa nueve plantas en toda Espa?a. Despu¨¦s de vender el a?o pasado las de Avil¨¦s y A Coru?a, ya solo le queda la de San Cibrao, que en realidad es un complejo con dos instalaciones: una refiner¨ªa dedicada a la alumina que abastece con el producto b¨¢sico a una f¨¢brica de aluminio primario. Junto a las plantas gallegas y asturiana, la antigua Inespal se compon¨ªa de tres fabricas dedicadas a la laminaci¨®n (Amorebieta, Alicante y Sabi?¨¢nigo) y dos a la extrusi¨®n (Toledo y Valladolid). Las instalaciones de Avil¨¦s, A Coru?a y San Cibrao tambi¨¦n estaban dedicadas al aluminio primario, pero las dos primeras siguen sin reactivarse tras su venta al fondo suizo Parter.
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