El Banco de Espa?a advierte de que cada vez cuesta m¨¢s salir del ERTE
El organismo alaba el uso de los expedientes de regulaci¨®n temporal de empleo, pero observa que conforme persisten las restricciones es m¨¢s dif¨ªcil incorporar a los asalariados al mercado de trabajo
Los expedientes de regulaci¨®n temporal de empleo (ERTE) han sido la herramienta utilizada en la zona euro para contener el golpe al empleo que ha supuesto la pandemia. Su ¨¦xito a la hora de evitar una destrucci¨®n masiva de puestos de trabajo ha sido evidente. Y as¨ª lo destaca un estudio del Banco de Espa?a. Sin embargo, este informe tambi¨¦n apunta que estos expedientes han perdido eficacia conforme se alargaba la pandemia y las restricciones persist¨ªan. Cuesta m¨¢s incorporar a los trabajadores a...
Los expedientes de regulaci¨®n temporal de empleo (ERTE) han sido la herramienta utilizada en la zona euro para contener el golpe al empleo que ha supuesto la pandemia. Su ¨¦xito a la hora de evitar una destrucci¨®n masiva de puestos de trabajo ha sido evidente. Y as¨ª lo destaca un estudio del Banco de Espa?a. Sin embargo, este informe tambi¨¦n apunta que estos expedientes han perdido eficacia conforme se alargaba la pandemia y las restricciones persist¨ªan. Cuesta m¨¢s incorporar a los trabajadores al empleo, en buena medida porque los sectores m¨¢s afectados por las restricciones son los que siguen bajo estos esquemas.
Ahora que el Gobierno se plantea convertir los ERTE en elementos estructurales del mercado de trabajo, este estudio, aunque no lo dice, arroja algunas dudas sobre si ser¨¢n una f¨®rmula igualmente v¨¢lida fuera de una crisis como la originada por la pandemia. Si el impacto es temporal, funciona muy bien. Pero no tanto si se necesita un ajuste permanente o persiste la debilidad como est¨¢ ocurriendo en los ¨²ltimos meses. Con una cautela: el estudio es todav¨ªa muy preliminar, solo coge unos trimestres y a¨²n no se ha comprobado qu¨¦ suceder¨¢ cuando la poblaci¨®n est¨¦ vacunada.
Tras declarar el estado de alarma, el Gobierno flexibiliz¨® los ERTE, coste¨® sus cotizaciones y reforz¨® su protecci¨®n. La clave de estos expedientes era precisamente su car¨¢cter temporal: ajustaba los costes laborales de las empresas durante un bache de la demanda que se presum¨ªa transitorio.
Y as¨ª fue durante el confinamiento declarado entre marzo y junio. Hasta 3,5 millones se beneficiaron mientras toda actividad no esencial se cerraba a cal y canto. El 22% de los ocupados en el promedio del segundo trimestre, recuerda el supervisor. Una vez se inici¨® la reapertura de la econom¨ªa, se produjo ¡°una reincorporacio?n al empleo en el tercer trimestre muy superior a la observada entre los trabajadores que perdieron su trabajo y no estuvieron afectados por estos esquemas¡±, se?ala el banco con microdatos de entrada y salida de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa.
En consecuencia, los ERTE tuvieron ¡°una elevada efectividad¡± tras el confinamiento, se?ala el organismo. Dicho esto, ya no sucede lo mismo con aquellos ERTE que siguieron o los que fueron iniciados en el tercer trimestre. En estos casos no se aprecia en la misma medida que haya mejores perspectivas de volver al trabajo respecto a quienes est¨¢n en el paro. ¡°La diferencia entre ambos colectivos en la probabilidad de reincorporaci¨®n se difumina¡±, sostiene. Y esto podr¨ªa ser el reflejo de que ha continuado la debilidad econ¨®mica y que los que est¨¢n en los ERTE pertenecen m¨¢s a sectores limitados por las restricciones, apunta el estudio. Aunque el documento no lo dice, en esas actividades con limitaciones el Estado paga la cotizaci¨®n y, por lo tanto, no hay un incentivo para que el empleador despida. Cabe preguntarse si el trabajador tampoco tiene un incentivo para buscar otro empleo.
El Banco de Espa?a constata adem¨¢s que los ERTE se emplearon mucho m¨¢s en esta crisis que en la de 2008. Y recuerda que ya ten¨ªan una regulaci¨®n similar. La diferencia radica en que la crisis causada por la covid tiene una naturaleza ¡°m¨¢s claramente transitoria¡±. Mientras que en 2008 la construcci¨®n ten¨ªa que ajustar su sobredimensionamiento y por tanto recortar empleo, en esta ocasi¨®n el turismo y la hosteler¨ªa volver¨¢n a tener actividad una vez pasado el virus. Mientras que en 2008 se acogieron sobre todo trabajadores de la industria, en 2020 su uso fue m¨¢s generalizado, si bien el sector predominante fue la hosteler¨ªa.
El estudio toma una muestra de asalariados que con el confinamiento perdieron el empleo o entraron en un ERTE de suspensi¨®n y sigue cu¨¢l ha sido su evoluci¨®n. En el tercer trimestre, con la desescalada, casi el 70% de trabajadores en ERTE retornaron al empleo. En cuanto al 30% restante, el 20% sigui¨® en ERTE y el 10% fue al desempleo.
Respecto a los que perdieron el empleo sin acogerse a un ERTE, el 40% volvi¨® a una ocupaci¨®n tras el confinamiento. As¨ª, en el tercer trimestre, los protegidos por ERTE tuvieron 30 puntos porcentuales m¨¢s de probabilidad de reincorporarse que los que no hab¨ªan entrado en estos esquemas.
Sin embargo, este patr¨®n cambi¨® en el tramo final de 2020. El porcentaje de trabajadores que estaba en ERTE en el tercer trimestre y que se reincorpor¨® en el cuarto fue del 30%, incluso ligeramente inferior a los que se encontraban en el paro. Es decir, un desempleado tuvo un poco m¨¢s de probabilidad de volver al empleo que un asalariado en ERTE. ¡°Probablemente refleja la persistencia de niveles de actividad muy bajos en algunas ramas por las sucesivas olas de la pandemia¡±, explica el Banco de Espa?a.
Y casi lo mismo ocurre cuando se ha continuado en el ERTE entre el segundo trimestre y el tercero: la probabilidad de reincorporarse en el cuarto trimestre solo fue ligeramente superior a la del parado. Si bien en este caso si se compara a trabajadores en ambas situaciones que re¨²nen las mismas caracter¨ªsticas y son de los mismos sectores, entonces s¨ª que se detecta una cierta mejora en los ERTE: la probabilidad de retornar al trabajo es16 puntos porcentuales superior.
En opini¨®n del banco, todo ello implica que hay que centrar las ayudas en los sectores afectados mientras se supera la crisis sanitaria. Adem¨¢s, habr¨ªa que vincular m¨¢s la prestaci¨®n a la formaci¨®n del trabajador, que hasta ahora ha sido ¡°reducida¡±, dice.
Seg¨²n la informaci¨®n que brinda la EPA y que cita el estudio, el 11% de los trabajadores en ERTE realizaron alg¨²n tipo de actividad formativa, un porcentaje que se sit¨²a algo por debajo del observado en el colectivo sin empleo: el 14%.