La guerra del litio se desata en Extremadura
La existencia de dos minas y la conveniencia de su explotaci¨®n altera la convivencia en la comunidad, que ha apostado por una planta de bater¨ªas
El litio, ese metal alcalino de color blanco plateado que en la tabla peri¨®dica de elementos se estudiaba de carrerilla en el grupo de los que ten¨ªan una valencia (hidr¨®geno, litio, sodio, potasio, rubidio, cesio y francio) y cuyo n¨²mero at¨®mico es tres, se ha convertido en objeto de deseo desde que la Comisi¨®n Europea lo declar¨® materia prima estrat¨¦gica. Resulta que el ...
El litio, ese metal alcalino de color blanco plateado que en la tabla peri¨®dica de elementos se estudiaba de carrerilla en el grupo de los que ten¨ªan una valencia (hidr¨®geno, litio, sodio, potasio, rubidio, cesio y francio) y cuyo n¨²mero at¨®mico es tres, se ha convertido en objeto de deseo desde que la Comisi¨®n Europea lo declar¨® materia prima estrat¨¦gica. Resulta que el hidr¨®xido de litio es clave en la fabricaci¨®n de bater¨ªas para autom¨®viles el¨¦ctricos y Europa quiere reducir la dependencia de China y Latinoam¨¦rica y explotar yacimientos en su territorio.
Ah¨ª entra en juego Extremadura, donde, de momento, existen dos yacimientos listos para su explotaci¨®n y un proyecto para instalar una planta de bater¨ªas, anunciada por el presidente regional, Guillermo Fern¨¢ndez Vara, por otra parte enfrascado en una pelea por atraer a la regi¨®n a alguna firma automovil¨ªstica. El pasado mi¨¦rcoles se encontr¨® con la ministra de Industria, Reyes Maroto, en la internacional feria de turismo Fitur de Madrid y tuvo la oportunidad de intercambiar impresiones, adem¨¢s de turismo, sobre los proyectos vinculados al litio y a la industria automovil¨ªstica que tanto persigue.
Las dos minas se encuentran en la provincia de C¨¢ceres, una en el t¨¦rmino municipal de la capital y la otra en la localidad de Ca?averal. Pero parecen correr distinta suerte. Mientras la ¨²ltima est¨¢ ligada al proyecto de la citada f¨¢brica de bater¨ªas, que la empresa Phi4Tech prev¨¦ construir en Badajoz, y est¨¢ encauzada, con la oposici¨®n de los grupos ecologistas; la de la capital ha recibido el rechazo de la Junta de Extremadura, que sin embargo hab¨ªa aprobado los permisos iniciales para su desarrollo en 2016 despu¨¦s de convocar un concurso que se adjudic¨® la empresa Valoriza, filial del grupo Sacyr. Despu¨¦s este vendi¨® el 75% a la firma australiana Infinity Lithium, con opci¨®n a la totalidad. Luego esta present¨® el aval de la Comisi¨®n Europea como respaldo irrechazable; pero la ubicaci¨®n ha sido determinante.
La existencia de esas explotaciones han llegado a alterar la convivencia ciudadana. La palabra litio, procedente del griego litos (piedra), ha entrado en la agenda pol¨ªtico-social de la comunidad como una piedra arrojadiza que supera fronteras. Para algunos es una especie de oro blanco que abre muchas expectativas econ¨®micas y de empleo en una de las regiones con m¨¢s paro de Espa?a. Otros, liderados por los ecologistas, ven m¨¢s perjuicios sociales (por su impacto ambiental) que beneficios econ¨®micos.
El caso es que los partidos pol¨ªticos est¨¢n descolocados. No entienden por qu¨¦ se crearon tantas suspicacias ante la posibilidad de llevar el litio de Extremadura a una planta de bater¨ªas en Catalu?a (lo anunci¨® la ministra Reyes Maroto en un encuentro con el grupo Volkswagen en Barcelona) y luego se rechazan las explotaciones mineras. Tampoco tienen claras las razones por las que se puede usar el litio de una mina en la planta de bater¨ªas en Badajoz y no de la otra.
La raz¨®n esgrimida por la Junta para no dar el permiso de investigaci¨®n al proyecto San Jos¨¦ Valdefl¨®rez es que no cumple la normativa urban¨ªstica del Ayuntamiento de C¨¢ceres, cuyo Plan General Municipal prohibir¨ªa la actividad solicitada en suelo no urbanizable. No obstante, Vara ha se?alado que todo depende de que la corporaci¨®n modifique el plan municipal. ¡°Son los cacere?os los que tienen la palabra¡±, dijo el pol¨ªtico de Olivenza en clara referencia a que le ha tocado a ¨¦l tomar la patata caliente que le pas¨® el alcalde, Luis Salaya, de su mismo partido. Es decir, Vara se la devuelve y deja abierta la puerta a su aprobaci¨®n. Pero, todo indica que los tiros no van a ir por ah¨ª. Salaya ha sido rotundo (¡°arreglen los destrozos y cierren al salir¡±), al tiempo que ped¨ªa la declaraci¨®n de paisaje protegido.
Aunque el asunto tiene dividida a la poblaci¨®n, se da la circunstancia de que los grupos pol¨ªticos municipales comulgan juntos en el rechazo al proyecto de la sierra de la Mosca, un pulm¨®n verde para asueto y disfrute de los cacere?os. Primero fue la alcaldesa del PP, Elena Nevado, la que se opuso a los planes pese a que los promotores aseguran que su reacci¨®n inicial hab¨ªa sido positiva. Seg¨²n esas fuentes, las presiones del partido que en la comunidad dirige Jos¨¦ Antonio Monago fueron suficientes para dar calabazas, a las que se sumaron los socialistas, entonces en la oposici¨®n, en contra de la decisi¨®n de la Junta presidida por Vara. Solo Ciudadanos respald¨® claramente el proyecto.
Para los australianos, el par¨®n supone un rev¨¦s en su cotizaci¨®n. Por eso, esta semana Tecnolog¨ªa Extreme?a del Litio, la empresa creada por Infinity Lithium y Sacyr, elev¨® recurso de alzada y amenaz¨® con presentar recurso contencioso-administrativo. A su juicio, la denegaci¨®n no se basa en motivos jur¨ªdicos y pide se ci?a a ¡°criterios legales objetivos¡±. Seg¨²n la empresa, dicha regulaci¨®n hace referencia al uso extractivo del suelo, no siendo extensible a las actividades de investigaci¨®n.