Los grandes fiascos empresariales de la democracia espa?ola
Abengoa es el ¨²ltimo de una larga lista que incluye a la Rumasa de Ruiz-Mateos, la Banca Catalana de Pujol, el Banesto de Conde o la Bankia de Rato. Todos estos esc¨¢ndalos jalonan los ¨²ltimos 40 a?os de la historia
Los grandes fiascos empresariales de la democracia espa?ola
La Real Academia de la Lengua define fiasco como ¡°desenga?o o resultado adverso de una cosa que se esperaba sucediese bien¡±. Algo de eso ha ocurrido en Abengoa, que el pasado mes de febrero present¨® concurso de acreedores tras m¨¢s de un lustro sorte¨¢ndolo. Ahora el fiscal encuentra indicios de delito por parte de sus ¨²ltimos gestores. La firma andaluza, en tiempos empresa modelo, ha pasado a engrosar la lista de fracasos empresariales m¨¢s sonados de la historia de Espa?a, caracterizados normalmente por la actuaci¨®n especulativa (y en algunos casos delictiva) de sus dirigentes: la Rumasa de Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos, la Banca Catalana de Jordi Pujol, el Banesto de Mario Conde, el Ibercorp de Manuel de la Concha, la Terra de Juan Villalonga, la Gescartera de Antonio Camacho, la Martinsa de Fernando Mart¨ªn, el Marsans de Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n, la Bankia de Rodrigo Rato, la Pescanova de Manuel Fern¨¢ndez Sousa, el Banco Popular de ?ngel Ron... Posiblemente no est¨¦n todos los que son, pero son todos los que est¨¢n y, a trav¨¦s de ellos, se sigue gran parte de la historia mercantil de la democracia.
1983
Rumasa
Despliegue de polic¨ªa a la entrada del Banco de Jerez, del ¡®holding¡¯ RUMASA, el 24 de febrero de 1983. / FOTO: EFE/Rafael Pascual
Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos
El primer gran esc¨¢ndalo empresarial de la democracia lo protagoniz¨® Rumasa, un grupo que hab¨ªa crecido desde el franquismo y cuyo fundador y presidente, Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos, no tuvo empacho en comerse empresas (en crisis o no) hasta sumar cerca de 400, con presencia en pr¨¢cticamente todos los sectores, desde el bodeguero hasta el financiero ¡ªlleg¨® a tener 18 bancos, con el Atl¨¢ntico como abanderado¡ª. El crecimiento hab¨ªa sido desmesurado y las cuentas del grupo no cuadraban, lo que aportaba todos los ingredientes para levantar sospechas.
El 23 de febrero de 1983 (el segundo 23F m¨¢s famoso de la historia de Espa?a tras el intento de golpe de Estado dos a?os antes) el denominado holding de la abeja fue expropiado por el Gobierno socialista, que hab¨ªa llegado al poder solo tres meses antes. La medida se tom¨® ¡°con objeto de garantizar plenamente los dep¨®sitos de los bancos, los puestos de trabajo y los derechos patrimoniales de terceros, gravemente amenazados¡±, seg¨²n explic¨®.
La investigaci¨®n descubri¨® una doble contabilidad (caja b), un agujero de m¨¢s de 111.000 millones de pesetas (667 millones de euros), una deuda fiscal de unos 20.000 millones y una enorme concentraci¨®n de riesgos en los bancos, adem¨¢s de unas p¨¦rdidas anuales de 9.000 millones de pesetas frente a los 5.000 millones de beneficios anunciados.
Entre las empresas significativas del holding estaban la constructora Hispano Alemana, la hotelera Hotasa, la firma de productos de lujo Loewe, varias bodegas de Jerez y Rioja y Galer¨ªas Preciados, que hab¨ªa pasado su calvario particular despu¨¦s de haber sido el introductor del concepto de grandes almacenes en Espa?a con el nombre de Seder¨ªas Carretas. Galer¨ªas no pudo aguantar el ritmo que impuso su gran rival, El Corte Ingl¨¦s, y acab¨® en manos del principal acreedor, el Banco Urquijo, que lo vendi¨® a Rumasa. Tras la expropiaci¨®n, cay¨® en manos del empresario venezolano Gustavo Cisneros; despu¨¦s pas¨®, sucesivamente, por el grupo brit¨¢nico Mountleigh y un grupo de inversores espa?oles, hasta que suspendi¨® pagos con una deuda de 28.000 millones de pesetas. En 1995 se la qued¨® El Corte Ingl¨¦s. Esta empresa, entonces presidida por Isidoro ?lvarez, incorpor¨® las tiendas bajo su r¨®tulo y a todo el personal sin bajas.
No contento con el esc¨¢ndalo de los ochenta, pasados los a?os Ruiz-Mateos volvi¨® a las andadas con Nueva Rumasa, otro entramado de m¨¢s de 100 empresas (entre ellas Clesa, Dhul, Elgorriaga, Trapa e, incluso, el Rayo Vallecano) que entr¨® en concurso de acreedores en febrero de 2011. La familia culpaba de esta crisis a una ¡°campa?a bestial¡± de los medios y los bancos, que no les daban cr¨¦dito. Sin embargo, hab¨ªan preparado una gran estafa piramidal basada en pagar¨¦s para, supuestamente, financiar nuevas adquisiciones. La justicia conden¨® al empresario, que muri¨® en 2015, por estafa, insolvencia y fraude. Tambi¨¦n sus seis hijos varones (adem¨¢s tuvo otras siete hijas con Teresa Rivero) fueron condenados por estafa e insolvencia en la venta de un hotel en Mallorca y otro en Gran Canaria.
1984
Banca Catalana
Operarios iniciando el cambio de los r¨®tulos de Banca Catalana por los de BBVA (10/06/2000). FOTO: EFE/J.M/Toni Garriga
Jordi Pujol
Casi en paralelo con Rumasa transcurri¨® el caso Banca Catalana. El Banco de Espa?a sospechaba desde 1980, aunque el esc¨¢ndalo no estall¨® hasta mayo de 1984, cuando los fiscales Carlos Jim¨¦nez Villarejo y Jos¨¦ Mar¨ªa Mena presentaron una querella por supuesto desv¨ªo de fondos contra 25 directivos de la entidad, entre ellos Jordi Pujol, presidente de la Generalitat de Catalu?a desde 1980. Los fiscales acusaban a los exdirectivos de apropiaci¨®n indebida, falsedad documental y maquinaci¨®n para alterar el precio de las cosas, b¨¢sicamente mediante el uso de dinero de una caja b.
El president convirti¨® el proceso judicial en una causa general contra Catalu?a que mediatiz¨® el proceso judicial. Al final, la Audiencia Territorial le exculp¨® con 33 votos a favor y ocho en contra, entre estos el de la actual ministra de Defensa, Margarita Robles.
El caso qued¨® como tema tab¨² sobre el que era mejor callarse, explica el periodista Pere R¨ªos en su libro Banca Catalana: caso abierto. Hasta que el propio Pujol desmont¨® el relato oficial el 25 de julio de 2014, cuando confes¨® en un comunicado que desde septiembre de 1980 hab¨ªa disfrutado de una fortuna oculta en el extranjero por un legado de su padre. El pasado 16 de junio, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz acord¨® la apertura de juicio oral contra Pujol, sus siete hijos y otras 11 personas en relaci¨®n con esa fortuna presuntamente il¨ªcita que se mantuvo oculta. Qued¨® fuera su esposa, Marta Ferrusola, por problemas de salud.
Banca Catalana estaba compuesto por cuatro bancos comerciales y uno industrial, adem¨¢s de la matriz, al frente del cual figuraba Jordi Pujol, como primer ejecutivo entre 1974 y 1976, adem¨¢s de accionista principal. La familia Pujol hab¨ªa comprado la Banca Dorca para crear este conglomerado, cuya filosof¨ªa bancaria era fer pais (hacer pa¨ªs). Algo as¨ª como un banco oficial estilo ICO en Catalu?a, pero con dep¨®sitos de los particulares.
El estallido se produjo cuando el Banco de Espa?a, en una inspecci¨®n simult¨¢nea de los bancos del grupo, descubri¨® un patrimonio negativo superior a los 100.000 millones de pesetas. Una cifra que los due?os de la entidad atribuyeron a una manipulaci¨®n pol¨ªtica hasta el punto de que la Generalitat envi¨® al conseller de Econom¨ªa, Ram¨®n Tr¨ªas Fargas, a negociar a Madrid. Una auditor¨ªa externa realizada por Price Waterhouse, que Banca Catalana acept¨® a rega?adientes, confirm¨® el agujero.
El Banco de Espa?a aplic¨® la misma cirug¨ªa que al resto de entidades insolventes, que en aquellas fechas eran muchas. Se produjo la intervenci¨®n y se procedi¨® a los pasos protocolarios: cambio de propietario, cambio de consejo, operaci¨®n acorde¨®n (reducci¨®n y ampliaci¨®n de capital) y venta por concurso tras su saneamiento, que cost¨® a las arcas del Estado m¨¢s de 344.000 millones de pesetas.
El candidato m¨¢s dispuesto a comprarla fue La Caixa de Pensions (todav¨ªa no se hab¨ªa fusionado con la de Barcelona), pero la banca se opuso a que se lo quedase una caja de ahorros. Despu¨¦s se dise?¨® una compra por el conjunto de los grandes bancos que result¨® fallida. Finalmente, fue el Banco de Vizcaya el que se lanz¨® a la aventura. Design¨® presidente a Alfredo S¨¢enz, que luego volver¨ªa a aparecer como bombero salvador en Banesto.
Al tiempo que pon¨ªa en marcha la maquinaria para la salvaci¨®n, el Banco de Espa?a, conocedor de que los dirigentes de los bancos intervenidos sol¨ªan querellarse, envi¨® el citado informe a la Fiscal¨ªa para que decidiera si hab¨ªa indicios para intervenir. Los hubo.
1993
Banesto
Fachada de la sede central de Banesto, en la calle Alcal¨¢ (Madrid). FOTO: Santi Burgos
Mario Conde
Aquellos eran a?os de reconversiones y de adaptaci¨®n a la Uni¨®n Europea, a la que Espa?a se hab¨ªa incorporado en 1986. El sector bancario vivi¨® una profunda transformaci¨®n. Corr¨ªa entonces por las sedes de los bancos el Informe Revell, que auguraba fusiones entre los entonces llamados siete grandes para alcanzar un tama?o que permitiera competir en un mercado m¨¢s poderoso. Planteaba la integraci¨®n del Banco Central con el de Vizcaya, el Hispano con el Popular y Banesto con el Santander.
Sin embargo, fue el Banco de Bilbao, que hab¨ªa quedado fuera de las quinielas, el que movi¨® ficha con una opa (fue la primera vez que se o¨ªa este vocablo, acr¨®nimo de oferta p¨²blica de adquisici¨®n) sobre Banesto, que esta entidad consider¨® hostil. La oposici¨®n del que hab¨ªa sido primer banco espa?ol durante d¨¦cadas la encabez¨® un ambicioso abogado del Estado llamado Mario Conde, quien de la mano financiera de Juan Abell¨® se hab¨ªa erigido en el adalid de la cruzada de las viejas familias del banco. Adem¨¢s de auparse a la c¨²pula de la entidad, comenz¨® a abrirse camino en la pol¨ªtica hasta aparecer como gran esperanza blanca de la derecha.
Como alternativa, Conde ide¨® la fusi¨®n con el Banco Central. Para ello acudi¨® a Cartera Central, una sociedad que ten¨ªa el 10% del Central y que se repart¨ªa entre el grupo Kuwait Invesment Office (KIO), representado en Espa?a por el financiero barcelon¨¦s Javier de la Rosa, y los primos Alberto Cortina y Alberto Alcocer (los Albertos), entonces casados con las hermanas Koplowitz y al mando de la constructora FCC. Pero era la uni¨®n de dos enfermos. La operaci¨®n fracas¨® y solo tres meses despu¨¦s de plantearse (de noviembre de 1988 a febrero de 1989) los presidentes de los bancos (Alfonso Esc¨¢mez y Mario Conde) declinaron continuar por ¡°las dificultades de todo orden sobrevenidas desde la firma de las bases de fusi¨®n¡±.
Pero Conde, mientras, sigui¨® realizando una gesti¨®n muy personalista en Banesto. Manej¨® la entidad como un coto de caza y realiz¨® operaciones que se sal¨ªan de la ortodoxia financiera. Utiliz¨® como brazo armado el potente grupo industrial del banco, que integr¨® en la Corporaci¨®n Industrial Banesto con la intenci¨®n de sacarla a Bolsa y arreglar los desaguisados financieros que le hab¨ªan granjeado varios conflictos con el Gobierno y advertencias del Banco de Espa?a. La operaci¨®n, sin embargo, se frustr¨® por la Guerra del Golfo en 1991. A partir de entonces, la entidad empez¨® a hacer agua por todas partes y ya no encontr¨® la forma de taponar las v¨ªas.
En abril de 1994, cuatro meses despu¨¦s de su intervenci¨®n, Banesto acabar¨ªa en manos del Banco Santander, que ganar¨ªa la subasta celebrada por el Banco de Espa?a al BBV y Argentaria, entonces entidades separadas. Emilio Bot¨ªn, que hab¨ªa asumido la presidencia de la entidad en 1986, comenzaba as¨ª a engordarla. A?os m¨¢s tarde, en 1999, vendr¨ªa la fusi¨®n con el BCH (nacido de la integraci¨®n del Central y el Hispano, obligada por el Banco de Espa?a para evitar otro drama), lo que convert¨ªa al que fuera el m¨¢s peque?o de los siete grandes en el primer banco espa?ol.
Mientras el Santander crec¨ªa, se produc¨ªa la investigaci¨®n y el proceso judicial a Conde y su equipo directivo, que acabar¨ªa con una condena de 10 a?os, posteriormente ampliada a 20 por el Supremo, de los que no lleg¨® a cumplir la tercera parte. Entre otros delitos se le acus¨® de estafa y apropiaci¨®n indebida y de haber generado un agujero de 605.000 millones de pesetas (3.600 millones de euros) en lo que, seg¨²n fuentes expertas, solo era la punta del iceberg del c¨²mulo de operaciones que hab¨ªa realizado en el banco y, sobre todo, en las empresas del grupo. Previamente hab¨ªa sido condenado por apropiaci¨®n indebida y falsedad en el caso Argentia Trust a seis a?os por retirar 600 millones de pesetas que fueron ingresados en una cuenta suiza.
1994
Ibercorp
Fachada del Banco Ibercorp. FOTO: Miguel Gener
Manuel de la Concha
A principios de 1992 se produjo el caso Ibercorp al descubrirse que la agencia de valores de este grupo, gestionado por Manuel de la Concha, hab¨ªa manipulado un listado de clientes poseedores de acciones de Sistemas Financieros (SF), empresa perteneciente a la compa?¨ªa, ocultando la verdadera identidad de importantes depositantes. Los tres principales accionistas ¡ªDe la Concha, Jaime Soto y Benito Tamayo¡ª fueron condenados a un a?o de prisi¨®n tras llegar a un acuerdo por el que el fiscal rebaj¨® la petici¨®n inicial de 15 a?os. Estaban acusados de realizar operaciones especulativas en Bolsa y de autocartera con la ¨²nica finalidad de sostener la cotizaci¨®n de las sociedades del grupo para su enriquecimiento personal. El quebranto se calcul¨® en 7.100 millones de pesetas.
El caso Ibercorp es un ejemplo paradigm¨¢tico de la cultura del pelotazo o enriquecimiento r¨¢pido que triunf¨® en Espa?a tras la entrada en la Comunidad Europea, con una actividad financiera imparable, altos tipos de inter¨¦s, negocio inmobiliario boyante, fusiones y adquisiciones¡ Las cantidades defraudadas no llegan a las de otros casos de la ¨¦poca, pero sobresale por las personas que estuvieron implicadas, muchas de ellas pertenecientes a la denominada beautiful people, como el gobernador del Banco de Espa?a, Mariano Rubio, el exministro Miguel Boyer o el propio De la Concha.
A finales de 1986, el agente de Cambio y Bolsa Manuel de la Concha, que era el s¨ªndico presidente de la Bolsa de Madrid, quiso convertir su despacho en algo m¨¢s que un chiringuito. Para ello compr¨® a Banesto la ficha del Banco Trelles, que transform¨® en Investban y luego en Banco Ibercorp. Al grupo se hab¨ªa incorporado Jaime Soto tras dejar la presidencia del Banco Urquijo Uni¨®n, filial del Hispano Americano, al que compraron Sistema AF, firma de muebles de oficina, con un cr¨¦dito del propio Urquijo.
Dos meses despu¨¦s, al salir a Bolsa, las acciones se vendieron al 575% del valor nominal cuando la compra se hab¨ªa realizado aproximadamente al 250%. Las plusval¨ªas permitieron devolver el cr¨¦dito y repartirse el resto. Por su parte, Sistemas AF, una vez colocada en Bolsa, fue vaciada de su actividad esencial y se transform¨® en Sistemas Financieros, sociedad tenedora de acciones.
Pero la Guerra del Golfo golpe¨® a Ibercorp y a SF. Se produjo una huida hacia adelante en medio de la ca¨ªda de las cotizaciones. La idea fue intentar una fusi¨®n entre Banco Ibercorp, la sociedad de valores y SF y proceder a una nueva colocaci¨®n. La operaci¨®n contemplaba recomprar acciones de SF para autocartera. Se frustr¨® cuando ya estaba en marcha. Algunos clientes, que hab¨ªan arriesgado grandes sumas, recuperaron el dinero, pero otros perdieron cantidades importantes, entre ellos Boyer y su mujer, Isabel Preysler, Rubio y los propios De la Concha y Soto.
El organismo supervisor de la Bolsa, la CNMV, pidi¨® entonces una relaci¨®n de los clientes y De la Concha elabor¨® una lista en la que Rubio y Boyer aparecieron con sus segundos apellidos (M. Jim¨¦nez y Miguel Salvador). En otra posterior, Rubio ni aparec¨ªa, aunque se supo que la firma Shaff Invesments, cuyos administradores eran su hermana Mar¨ªa Teresa, su cu?ado y su primo, estaba metida en el negocio.
Mariano Rubio continu¨® en el cargo hasta que expir¨® su mandato en julio de 1992. Dos a?os despu¨¦s se public¨® la existencia de una cuenta secreta con 130 millones que le gestionaba De la Concha. El esc¨¢ndalo implic¨® al ministro de Agricultura, Vicente Albero, que tambi¨¦n ten¨ªa una cuenta opaca con De la Concha, al igual que el exministro franquista, exgobernador y exvicepresidente de Banesto Jos¨¦ Mar¨ªa L¨®pez de Letona, al que De la Concha le hab¨ªa comprado la ficha del Trelles.
Afloraron deudas tributarias por valor de 1.600 millones de pesetas. De la Concha, Soto y Tamayo fueron inhabilitados para puestos de responsabilidad en entidades financieras durante cinco a?os. Econom¨ªa mult¨® con 1.300 millones a Ibercorp por manipulaci¨®n de precios, simulaci¨®n de transferencia de acciones entre personas y resistencia a la inspecci¨®n.
2000
Terra
Edificio de oficinas ocupado por Terra, en el Paseo de la Castellana 92. FOTO: Uly Martin
Juan Villalonga
Esos a?os se caracterizaron por la exuberancia financiera, como los bautiz¨® el expresidente de la Reserva Federal estadounidense, Alan Greenspan, y el dinero f¨¢cil. En Espa?a, uno de los ejemplos m¨¢s llamativos fue el de Terra Networks, empresa de internet creada en 1998 por Telef¨®nica, a cuyo frente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar hab¨ªa colocado a su compa?ero de pupitre Juan Villalonga tras la victoria electoral de 1996 con el objetivo de terminar la privatizaci¨®n.
El impulsivo directivo, perteneciente a una familia empresarial que hab¨ªa medrado en el franquismo, sac¨® a Bolsa la filial un a?o despu¨¦s a 11,81 euros por acci¨®n (ya se cotizaba en euros) y los bancos colocadores lograron que sus clientes entraran decididos a comprar. En tres meses, el precio se dispar¨® hasta 157,65 euros. Y, con la misma velocidad, el valor se difumin¨®, provocando la ruina de muchos peque?os inversores, que pusieron en cuarentena las nuevas tecnolog¨ªas. En octubre de 2004 la acci¨®n cotizaba a 2,75 euros, lo que oblig¨® a Telef¨®nica a asumir el control y sacarla de la Bolsa para dedicarla a contenidos y servicios de Internet.
Para entonces ya hab¨ªa desaparecido del grupo Villalonga, que se vio forzado a dimitir en julio de 2000. No obstante, solo meses antes de abandonar, realiz¨® otras dos operaciones. Por un lado, a trav¨¦s de Terra, compr¨® el portal Lycos por 9.700 millones de euros (en 2004 se vender¨ªa por menos de 100); por otro, adquiri¨® Endemol, una productora holandesa de televisi¨®n creadora del programa Gran Hermano, por casi 5.500 millones de euros, lo que se consider¨® un sobreprecio excesivo que acab¨® en los tribunales. En 2007 se vendi¨® a Mediaset por menos de la mitad (2.629 millones).
Terra signific¨® el estallido en Espa?a de la burbuja de las puntocom y el paso de Villalonga por Telef¨®nica se considera como un frenazo para aprovechar las oportunidades del sector, seg¨²n han criticado tanto los que le precedieron como los que le sucedieron. En julio de 2000, tras las segundas elecciones ganadas por Aznar, le sustituy¨® C¨¦sar Alierta, que cambi¨® la estructura del grupo por l¨ªneas de producto y traz¨® un crecimiento exponencial en la ¨¦poca m¨¢s dorada de la compa?¨ªa.
2001
Gescartera
Dosieres y transcripciones taquigr¨¢ficas del caso Gescartera. FOTO: Gorka Lejarcegi
Antonio Camacho
En el mundo burs¨¢til explot¨® en 2001 el caso Gescartera, una sociedad de Bolsa y gesti¨®n de carteras que protagoniz¨® un enorme esc¨¢ndalo por la desaparici¨®n de m¨¢s de 18.000 millones de pesetas (unos 110 millones de euros) con m¨¢s de 2.000 afectados, la mayor¨ªa peque?os inversores, pero tambi¨¦n personas jur¨ªdicas como la Mutualidad de la Polic¨ªa, los Hu¨¦rfanos de la Guardia Civil, la Fundaci¨®n Once, Manos Unidas, San Pablo CEU y varios obispados y arzobispados.
Al frente de la sociedad estaba Antonio Camacho, un muchacho de origen humilde en el barrio madrile?o de Usera que lleg¨® a ser conocido como el broker de los conventos por la relaci¨®n que forj¨® con la Iglesia. Camacho hab¨ªa fundado Gescartera en 1992 junto a su padre (exempleado de Banesto), un hombre muy religioso y muy conectado a instituciones cat¨®licas. Pero el dinero de esos destacados clientes no era reinvertido en valores de Bolsa. Camacho hijo destacaba por un tren de vida supers¨®nico: varios coches, algunos de lujo; pisos en barrios caros de Madrid; un chal¨¦ en La Moraleja; escoltas; ch¨®feres; una colecci¨®n de trajes de Armani... Y al mismo tiempo que su cartera, crec¨ªan sus relaciones sociales. Se divorci¨® de su primera mujer y comenz¨® un noviazgo con Laura Morey, hija del cantante Jaime Morey, quien fue contratado por Gescartera como comercial.
La firma fue intervenida por la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que ven¨ªa investigando a la sociedad desde 1998 en medio de desencuentros internos entre varios directivos y el director de supervisi¨®n, David Vives, al que la c¨²pula retir¨® de la investigaci¨®n y del cargo. Pero ya se hab¨ªa destapado el fraude. La presidenta del organismo, Pilar Valiente, tuvo que dimitir por haber tenido relaciones con Gescartera que iban m¨¢s all¨¢ de lo estrictamente profesional (luego saldr¨ªa indemne). Tambi¨¦n el vicepresidente de la CNMV, el exdiputado del PP Luis Ramallo, reconoci¨® que hab¨ªa trabajado en su despacho de notario para la firma e intercambiado regalos con Camacho. Enrique Gim¨¦nez-Reyna, cuya hermana Pilar era la presidenta de la sociedad, se vio forzado a dimitir como secretario de Estado de Hacienda. La trama urdida por Camacho involucraba tambi¨¦n a otros altos cargos y ex altos cargos de la CNMV, como el secretario del consejo, Antonio Alonso Ureba.
El fiscal consider¨® que, en los nueve a?os de actividad, Gescartera se hab¨ªa dedicado a defraudar a sus clientes desviando fondos a sociedades fantasmas y funcionando con pr¨¢cticas piramidales. Antonio Camacho, que hab¨ªa sido detenido e ingresado en prisi¨®n sin fianza, ser¨ªa condenado en juicio oral en 2008 a 11 a?os de c¨¢rcel por apropiaci¨®n indebida y falsedad documental. Sali¨® de prisi¨®n en 2016, divorciado de Morey y sin la opulencia de anta?o. Se fue a vivir con su madre al piso de protecci¨®n oficial de su barrio de Usera desde donde trat¨® de ejercer como abogado, oficio para el que se hab¨ªa preparado entre rejas.
La trascendencia pol¨ªtica del caso forz¨® la constituci¨®n de una comisi¨®n parlamentaria de investigaci¨®n, tras la que el Congreso aprob¨® un dictamen que eximi¨® al Gobierno de Aznar de cualquier responsabilidad con los votos a favor de PP, CiU y Coalici¨®n Canaria.
2008
Martinsa-Fadesa
Un arquitecto de Martinsa en unos terrenos de Arganda del Rey (Madrid). FOTO: Crist¨®bal Manuel
Fernando Mart¨ªn
De la burbuja tecnol¨®gica a la inmobiliaria, que produjo varias quiebras hist¨®ricas. La principal fue Martinsa-Fadesa, propiedad del empresario vallisoletano Fernando Mart¨ªn. Este formaba parte de la directiva del Real Madrid y toc¨® la gloria los tres meses de comienzos de 2006 en que presidi¨® el club tras la dimisi¨®n de Florentino P¨¦rez, que luego volver¨ªa a tomar las riendas del club.
Martinsa adquiri¨® Fadesa al empresario gallego Francisco Jove por 4.045 millones de euros. El alto endeudamiento que gener¨® la operaci¨®n a la nueva compa?¨ªa y el estallido de la burbuja inmobiliaria y la posterior crisis financiera llev¨® a la nueva Martinsa-Fadesa a solicitar concurso voluntario de acreedores apenas a?o y medio despu¨¦s, en julio de 2008. La deuda ascend¨ªa a 7.200 millones, lo que la convirti¨® en el mayor concurso de acreedores de la historia del pa¨ªs.
La compa?¨ªa super¨® el proceso concursal en tres a?os, gracias al calendario de pago de deuda a ocho a?os que en marzo de 2011 pact¨® con los bancos. No obstante, la duraci¨®n de la crisis y la restricci¨®n crediticia impidi¨® a la empresa generar liquidez para atender los pagos de deuda fijados. Ante la imposibilidad de convencer a los bancos, la sociedad pidi¨® la liquidaci¨®n en 2015. Ahora se encuentra en la ¨²ltima fase del plan de liquidaci¨®n con la subasta de los ¨²ltimos activos sin privilegios especiales para atender a los acreedores concursales ordinarios.
Fernando Mart¨ªn hab¨ªa trazado un ambicioso plan, con proyectos en diversos lugares de Espa?a y el exterior. Sin embargo, en el inicio de la liquidaci¨®n en 2015 quedaban pendientes de pago m¨¢s de 5.800 millones de euros, entre activos con garant¨ªa inmobiliaria liquidados, cr¨¦ditos subordinados y un cr¨¦dito ordinario de 4.300 millones. Se ha procedido a la liquidaci¨®n, por adjudicaciones de activos en pago, por importe de m¨¢s de 3.000 millones.
Martinsa-Fadesa formaba parte del denominado G-14, grupo de inmobiliarias que se cre¨® en 2007 con los reyes del ladrillo que dominaban el mercado. Adem¨¢s de Martinsa-Fadesa, en este selecto grupo figuraban Colonial, Chamart¨ªn, Hercesa, Metrovacesa, Nozar, Parquesol, Rayet, Realia, Renta Corporaci¨®n, Restaura, Vallehermoso y Reyal Urbis. La crisis de 2008 hizo estragos y el grupo poco a poco se fue desintegrando.
A Martinsa le sigui¨®, cinco a?os despu¨¦s, Reyal Urbis, que estall¨® con una deuda cercana a los 4.300 millones, entre pagos a proveedores e intereses, y 420 empleados. El principal acreedor de la empresa presidida por Rafael Santamar¨ªa era el banco malo (Sareb), con 700 millones en cr¨¦ditos de Bankia, Novagalicia Banco, Banco de Valencia, Liberbank y Caja Duero-Caja Espa?a, antiguas cajas que, junto a otros bancos como el Popular, hab¨ªan apostado fuerte por el ladrillo.
Reyal Urbis aparece como principal deudor empresarial en la lista de morosos publicada por Hacienda el pasado junio con 341 millones, por delante de la constructora Isolux Cors¨¢n, que en 2017 protagoniz¨® otro crac empresarial con un agujero de 3.800 millones. El tercer puesto de esa lista lo ocupa la inmobiliaria Nozar, que solicit¨® concurso de acreedores en 2009 con un pasivo de 1.400 millones. Martinsa tambi¨¦n aparece en el listado en el puesto 27?.
2010
Marsans
Concentraci¨®n de los trabajadores de Air Comet ante la sede de Marsans Viajes, tambi¨¦n de Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n. FOTO: Luis Sevillano
Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n
Otro caso paradigm¨¢tico fue el de Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n (DF), un empresario que hab¨ªa heredado de su padre una empresa de autobuses interurbanos, en la que con 12 a?os hac¨ªa de cobrador y que pas¨® a dominar un emporio tur¨ªstico junto a su socio, Gonzalo Pascual. Con ¨¦l cre¨® Trapsa en 1967 y posteriormente constituyeron Trapsatur, la primera agencia de viajes mayorista. Su gran salto se produjo con la compra de Viajes Marsans en 1985 al antiguo grupo p¨²blico INI (Instituto Nacional de Industria).
Los dos socios entraron en el sector a¨¦reo a trav¨¦s de Spanair, que luego vender¨ªan, Air Comet y la compra a la Sociedad Espa?ola de Participaciones Industriales (SEPI) en 2001 de Aerol¨ªneas Argentinas, que les fue expropiada por el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez en 2008. El grupo, denominado Marsans aunque sin una denominaci¨®n societaria espec¨ªfica, era un entramado incomprensible de m¨¢s de 40 unidades cuyo croquis D¨ªaz Ferr¨¢n ten¨ªa siempre a mano para poder entenderlo.
DF se convirti¨® en un modelo de empresario aguerrido y visionario, que segu¨ªa un t¨ªpico manual: viviendas de lujo en Madrid y Mallorca, donde navegaba en yate privado; finca en Toledo, donde celebraba cacer¨ªas de relumbr¨®n (en alguna particip¨® el Rey em¨¦rito); se codeaba con la derecha madrile?a, especialmente con la entonces presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre. Lleg¨® a presidir la C¨¢mara de Comercio y la patronal madrile?a CEIM entre 2002 y 2007, adem¨¢s de asumir la vicepresidencia de la CEOE. Mientras, su socio controlaba la patronal tur¨ªstica.
Ten¨ªa, adem¨¢s, un cartel de hombre abierto y h¨¢bil negociador, que se llevaba bien con el Gobierno socialista y los sindicatos. Quiz¨¢ estas dotes impulsaron a Jos¨¦ Mar¨ªa Cuevas, el veterano presidente de la gran patronal CEOE a elegirle como sucesor en 2007, cuando decidi¨® dejar vacante el puesto en el que llevaba 23 a?os tras sufrir algunos problemas de salud. Su candidatura, propuesta por Cuevas, se impuso por nueve votos a dos frente a la de Santiago Herrero. Pero el veterano dirigente no tard¨® mucho en arrepentirse. D¨ªaz Ferr¨¢n le ningune¨® hasta el punto de que le neg¨® la asistencia a una reuni¨®n de la c¨²pula a la que se present¨® como presidente de honor.
D¨ªaz Ferr¨¢n se hizo fuerte en la patronal mientras crec¨ªan los problemas en su grupo. Tras un encontronazo en La Moncloa en 2009 con el presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, en medio de una crisis galopante, apareci¨® una informaci¨®n que aseguraba que hab¨ªa incumplido el pago de un cr¨¦dito a Caja Madrid, de cuyo consejo de administraci¨®n era miembro. A eso se uni¨® que un juez de Londres paraliz¨® Air Comet por el impago del alquiler de aviones, lo que supuso que muchos clientes que pensaban volar en Navidad a Latinoam¨¦rica se quedaran en tierra.
Su imagen ya no levant¨® cabeza. Los proveedores exigieron el prepago de billetes, la tesorer¨ªa se deterior¨®, la aseguradora del grupo fue intervenida, los empleados (m¨¢s de 24.000) comenzaron a no cobrar las n¨®minas... El 3 de diciembre de 2012 fue detenido, acusado de alzamiento de bienes, concurso fraudulento continuado, blanqueo de capitales e integraci¨®n en organizaci¨®n criminal, cargos de los que se declar¨® culpable en julio de 2015 ante la Audiencia Nacional, aceptando una condena de cinco a?os y medio y una multa de 1,2 millones. Adem¨¢s de por el vaciamiento de Marsans, fue juzgado por fraude a Hacienda en la compra de Aerol¨ªneas Argentinas en 2001, por la que fue condenado a pagar 99 millones.
Entre las personas cercanas a DF siempre estuvo Arturo Fern¨¢ndez, que tambi¨¦n fue presidente de la C¨¢mara, de la patronal madrile?a y vicepresidente de la CEOE. Le conoc¨ªan en los c¨ªrculos pol¨ªticos y empresariales como ¡°el noveno consejero¡± de la Comunidad de Madrid por su cercan¨ªa con los presidentes Esperanza Aguirre e Ignacio Gonz¨¢lez. Pero el sobrenombre que m¨¢s se ajustaba era el de Rey del Catering. Su empresa, Grupo Arturo Cantoblanco, copaba gran parte de los contratos de restauraci¨®n de organismos p¨²blicos (Congreso de los Diputados, Asamblea de Madrid, Ifema, Teatro Real, RTVE, Telemadrid, la mayor parte de los ministerios, varios hospitales y algunas sedes de grandes empresas), en los que serv¨ªa m¨¢s de 50.000 comidas al d¨ªa.
Lleg¨® a tener 150 establecimientos y m¨¢s de 3.000 empleados en n¨®mina; pero en 2017 entr¨® en barrena y en liquidaci¨®n mientras ¨¦l, que convirti¨® una empresa de armas de caza de su abuelo en un gran negocio de hosteler¨ªa, se enfrent¨® a una deuda con Hacienda de m¨¢s de 20 millones. Estuvo implicado en la Operaci¨®n P¨²nica sobre financiaci¨®n irregular del PP de Madrid y fue condenado por gastar 38.777 euros con la tarjeta black de Caja Madrid, dinero que devolvi¨®.
2012
Bankia
Una oficina de Bankia en el centro de Madrid. FOTO: Jaime Villanueva
Rodrigo Rato
La implicaci¨®n de las cajas en el boom inmobiliario las condujo a una situaci¨®n insostenible cuando estall¨® la burbuja en 2008, lo que oblig¨® a abordar su reestructuraci¨®n. Del casi centenar de cajas que hab¨ªa a principios de los a?os noventa se hab¨ªa pasado a unas 45 en una primera reconversi¨®n en aquellos a?os. En la segunda, con la Gran Recesi¨®n, se opt¨® por la fusi¨®n fr¨ªa en las llamadas SIP (Sistema Institucional de Protecci¨®n) con el objeto de escudarse y de que las bien gestionadas se quedaran con las otras.
Una SIP fue el Banco Financiero y de Ahorros (BFA), formado por Caja Madrid, la valenciana Bancaja y cinco cajas provinciales, cuya marca comercial fue Bankia. La preponderancia de Caja Madrid y Bancaja permiti¨® que la operaci¨®n fuera tutelada por el PP, que gobernaba en Madrid y Valencia, y que pusiera en la presidencia a Rodrigo Rato, exvicepresidente del Gobierno, y en la vicepresidencia a Jos¨¦ Luis Olivas, expresidente de la Generalitat valenciana.
Result¨® que la suma de las entidades dio resultado negativo y, por mucho que Rato y su equipo trataran de taparlo, no tardaron en romperse las costuras. Hasta tal punto que el Gobierno de Mariano Rajoy tuvo que nacionalizar BFA a primeros de mayo de 2012. El banco recibi¨® casi 24.000 millones de euros para su saneamiento a trav¨¦s del Fondo de Reconversi¨®n Ordenada Bancaria (FROB). De esta forma, el Estado pas¨® a controlar el 62% del capital de Bankia, participaci¨®n que, tras la reciente absorci¨®n por parte de CaixaBank, se ha diluido al 15%.
El banco tuvo que reformular sus cuentas de 2011, que arrojaron unas p¨¦rdidas de 3.318 millones de euros, las segundas mayores de la historia de la banca, solo por detr¨¢s de los 3.510 millones de Banesto de 1993 (entonces en pesetas: 584.000 millones). Unas semanas antes, Rato hab¨ªa declarado unos beneficios de 439 millones.
Bankia qued¨® desde mayo de 2012 en manos de un nuevo equipo dirigido por Jos¨¦ Ignacio Goirigolzarri, un ejecutivo con muy buen cartel en el sector que hab¨ªa dejado el puesto de consejero delegado del BBVA en 2009 tras desavenencias con el presidente, Francisco Gonz¨¢lez. La entidad recuper¨® el pulso y ha acabado fusion¨¢ndose en 2021 con CaixaBank, cumpliendo una vieja aspiraci¨®n de Isidro Fain¨¦, patriarca de la firma catalana. La integraci¨®n, sin embargo, ha supuesto la salida de varios miles de empleados en una medida traum¨¢tica que llev¨® a los trabajadores a una larga negociaci¨®n y a jornadas de huelga.
2013
Pescanova
Sede de la empresa pesquera Grupo Pescanova, en Chapela (Redondela, ?rea Metropolitana de Vigo). FOTO: ?scar Corral
Manuel Fern¨¢ndez de Sousa
En febrero de 2013, la firma gallega Pescanova decid¨ªa no publicar las cuentas de 2012. Todo un s¨ªntoma de un cataclismo que dos meses despu¨¦s se precipitaba, al acogerse al concurso voluntario de acreedores. Deloitte, su administrador concursal, detect¨® un agujero de 1.667 millones de euros y una deuda de 3.640 millones en la empresa de congelados m¨¢s importante de Espa?a.
La compa?¨ªa gallega se hab¨ªa hecho famosa por su campa?a televisiva con el protagonista animado Rodolfo Langostino y hab¨ªa cubierto las mesas de toda Espa?a con sus merluzas y langostinos congelados. Pescanova hab¨ªa pasado de ser una empresa ejemplar en su sector a un modelo de crecimiento descontrolado que se estudia en las escuelas de negocio. Los problemas comenzaron en la d¨¦cada de los noventa del siglo XX, cuando la compa?¨ªa acometi¨® su expansi¨®n en actividades relacionadas con la acuicultura y con la creaci¨®n de filiales en diversas partes del mundo.
La situaci¨®n aguant¨® con cr¨¦ditos de la Xunta de Galicia y otras ayudas, hasta que en 2013 se produjo el preconcurso de acreedores. Al mismo tiempo se desvel¨® que su presidente, Manuel Fern¨¢ndez de Sousa, hijo del fundador de la empresa en 1960, hab¨ªa vendido parte de su participaci¨®n en los meses previos a que se tomara esta medida.
Luego se sucedi¨® un largo proceso con entrada y salida de accionistas y cambio de presidente con la tutor¨ªa de Deloitte. En 2015, una junta aprob¨® un plan de rescate con apoyo de la banca acreedora, que signific¨® una ampliaci¨®n de capital y la refundaci¨®n de la compa?¨ªa con el nombre de Nueva Pescanova y la presidencia de Jacobo Gonz¨¢lez-Robatto, procedente del Banco Popular. Se dio entrada en el capital a los acreedores y logr¨® volver a cotizar en junio de 2017.
Ya en 2020 fue Abanca, banco que agrup¨® las antiguas cajas gallegas, quien tom¨® el control de la empresa, con el 80% del capital, y cambi¨® el consejo. Un hito en esa recuperaci¨®n fue el primer buque encargado tras m¨¢s de 30 a?os por la compa?¨ªa, que se distingui¨® por tener los primeros y m¨¢s grandes barcos congeladores del mundo.
2017
Banco Popular
Varias personas caminan ante una sucursal del Banco Popular. FOTO: ?lvaro Garc¨ªa
?ngel Ron
Otro gran fiasco financiero se produjo con el Banco Popular. La excesiva exposici¨®n en cr¨¦ditos para negocios inmobiliarios y a pymes (segmento en que lideraba el mercado, con un 18% de cuota) llev¨® a una crisis de caballo a una de las grandes y m¨¢s se?eras entidades financieras, creada en 1926. El Popular fue el primer banco intervenido por el Mecanismo ?nico de Resoluci¨®n europeo (MUR) por considerarlo inviable y fue adquirido por el Santander por un euro en 2017.
La intervenci¨®n y venta del Popular, que se produjo despu¨¦s de que el valor cayera m¨¢s del 50% en Bolsa, origin¨® un rosario de reclamaciones de antiguos inversores, accionistas minoritarios y asociaciones de consumidores, que llegaron a la Audiencia Nacional y al Tribunal de Justicia de la UE. La Junta de Resoluci¨®n acord¨® que no se compensara a los accionistas y acreedores porque habr¨ªan sufrido mayores p¨¦rdidas de haber seguido el procedimiento de insolvencia.
Mientras tanto, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, tras petici¨®n de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, admiti¨® las querellas contra los expresidentes ?ngel Ron y Emilio Saracho por la ampliaci¨®n de capital de 2016. Se les acus¨® de los delitos de falsedad, administraci¨®n desleal, y apropiaci¨®n indebida.
En febrero de 2017 Ron fue obligado a dejar el cargo, que asumi¨® Emilio Saracho, antiguo empleado del Santander. Se fue con 24 millones de pensi¨®n, aunque sin indemnizaci¨®n, que reclam¨® sin ¨¦xito. En 2020, la CNMV le mult¨® junto con siete exconsejeros por ¡°omitir datos y presentar informaci¨®n enga?osa¡± en sus informes anuales entre 2013 y 2015 sobre los sistemas de ahorro y pagos por resoluci¨®n de los consejeros ejecutivos.
El Santander tom¨® las riendas en medio de la tormenta y estren¨® la nueva sede en Madrid que Ron no lleg¨® a inaugurar. De esta forma, el banco c¨¢ntabro se hab¨ªa quedado con cuatro de los siete grandes (Banesto, Central, Hispano y Popular) frente a la pugna con el BBVA.
2021
Abengoa
Planta solar de Abengoa en la localidad sevillana de Sanl¨²car la Mayor. FOTO: Paco Puentes
Felipe Benjumea
El ¨²ltimo caso, que viene de lejos y con un pron¨®stico impredecible, es el de Abengoa. Felipe Benjumea Llorente, uno de los dos varones del total de 13 hijos que tuvo el fundador de la empresa sevillana, Javier Benjumea Puigcerver, tuvo la osad¨ªa de convertir la firma que hab¨ªa creado su padre en 1941 en un imperio de las renovables cuando todav¨ªa no hab¨ªa el clamor actual por este tipo de energ¨ªa.
Todo ocurri¨® casi de repente. El verano de 2015, cuando la calma vacacional mandaba en los mercados, las acciones de Abengoa se derrumbaron. Se destaparon graves problemas en el grupo y comenzaron entonces unas negociaciones con los acreedores, encabezados por el Banco Santander, para buscar una salida y evitar males mayores. Se encontr¨®, como soluci¨®n de urgencia, la entrada de Gestamp con el 25% del capital. Pero la firma de la familia Riberas dio marcha atr¨¢s y la entidad andaluza se precipit¨® al preconcurso de acreedores con un pasivo de m¨¢s de 27.000 millones y una deuda financiera superior a los 9.000.
En paralelo, la banca forz¨® el abandono de Benjumea, mientras se comenzaba a dise?ar la reestructuraci¨®n de la deuda. La compa?¨ªa entr¨® en un proceso de agotamiento, con varios cambios de presidente y una segunda reestructuraci¨®n, que plante¨® una quita del 95%. La pandemia acab¨® de rematar la situaci¨®n y llev¨® al grupo a las puertas de un tercer rescate, en el que se implic¨® el Gobierno a trav¨¦s del Instituto de Cr¨¦dito Oficial y la p¨²blica Cesce (Compa?¨ªa Espa?ola de Seguros de Cr¨¦dito a la Exportaci¨®n). Sin embargo, el rechazo de la Junta de Andaluc¨ªa, que no vio viable aportar los 20 millones que se le ped¨ªan, alarg¨® la agon¨ªa hasta que, m¨¢s de cinco a?os despu¨¦s del estallido de la crisis aquel verano, Abengoa SA present¨® el concurso de acreedores en febrero de este a?o.
De poco valieron los esfuerzos de los acreedores por evitar una pelea a muerte entre el equipo gestor, dirigido por Gonzalo Urquijo, y los accionistas minoritarios, agrupados en AbengoaShares, que en junta extraordinaria forzaron la salida de aquel de la presidencia y la convocatoria de otra que nunca lleg¨® a celebrarse por la maniobra de ¨²ltima hora del nuevo consejo presidido por Juan Pablo L¨®pez-Bravo. El juez admiti¨® el recurso presentado por este e impidi¨® el desembarco de los minoritarios, comandados por el inversor Clemente Fern¨¢ndez, que hab¨ªa sustituido al carism¨¢tico Marcos de Quinto. Las espadas siguieron en alto con la solicitud de 249 millones al fondo de rescate que gestiona la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) tras pactar la entrada del fondo buitre californiano TerraMar, a lo que se opone ese grupo y que todav¨ªa est¨¢ por dilucidar.
El ¨²ltimo episodio lo acaba de escribir la Fiscal¨ªa de Sevilla, que ha encontrado indicios de delito en la gesti¨®n de Abengoa desde que se hizo la primera reestructuraci¨®n financiera. Eso llevar¨¢ a investigar a Gonzalo Urquijo, en la actualidad consejero delegado de Talgo, y a su sucesor, Juan Pablo L¨®pez-Bravo. Esta decisi¨®n se encadena con la del Registro Mercantil de obligar a realizar junta general de accionistas a petici¨®n de AbengoaShares tras haberse negado L¨®pez-Bravo a convocarla.
- Cr¨¦ditos
- Coordinaci¨®n y formato: Guiomar del Ser y Brenda Valverde
- Direcci¨®n de arte y dise?o: Fernando Hern¨¢ndez
- Maquetaci¨®n: Itziar Amor