Reglas fiscales: un asunto oculto en el debate p¨²blico
Hay una cuesti¨®n que debe a?adirse a las discusiones actuales: la infructuosa aplicaci¨®n del Procedimiento de Desequilibrio Macroecon¨®mico y su necesaria revisi¨®n
La respuesta de la Uni¨®n Europea a la actual crisis de la covid-19 ha representado un giro copernicano respecto a su enfoque de la crisis financiera y fiscal de hace m¨¢s de una d¨¦cada. En cualquier caso, las pol¨ªticas adoptadas plantean algunas cuestiones adicionales a resolver: la revisi¨®n de las reglas fiscales, teniendo en cuenta que los niveles de deuda p¨²blica se han acumulado durante estos meses, el posible papel futuro del Next Generation UE, y ...
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La respuesta de la Uni¨®n Europea a la actual crisis de la covid-19 ha representado un giro copernicano respecto a su enfoque de la crisis financiera y fiscal de hace m¨¢s de una d¨¦cada. En cualquier caso, las pol¨ªticas adoptadas plantean algunas cuestiones adicionales a resolver: la revisi¨®n de las reglas fiscales, teniendo en cuenta que los niveles de deuda p¨²blica se han acumulado durante estos meses, el posible papel futuro del Next Generation UE, y la puesta en marcha de la cesta de nuevos recursos propios, destinada al pago de la deuda com¨²n de la UE. Todos estos debates ya est¨¢n en marcha. Sin embargo, hay una cuesti¨®n adicional que est¨¢ pasando por debajo del radar y que debe a?adirse a las discusiones actuales: la infructuosa aplicaci¨®n del Procedimiento de Desequilibrio Macroecon¨®mico (PDM) y su necesaria revisi¨®n que se est¨¢ retrasando desde 2019.
La raz¨®n de su fracaso es sencilla: un ¨²nico instrumento, el presupuesto nacional, est¨¢ sujeto a recomendaciones basadas no s¨®lo en reglas fiscales, para evitar comportamientos de free-rider en la emisi¨®n de deuda p¨²blica, sino tambi¨¦n en normas para corregir desequilibrios macroecon¨®micos, para combatir otro tipo de actuaci¨®n de free-rider. Adem¨¢s, estas recomendaciones podr¨ªan ser, y de hecho lo han sido, contradictorias, dejando a los Estados miembros expuestos a sanciones al no responder, con el presupuesto nacional, a las exigencias de la Comisi¨®n que se basan en dos sistemas paralelos de supervisi¨®n. Veamos algunos ejemplos.
Desde 2014 hasta el choque de la covid-19, la Comisi¨®n hab¨ªa dado la voz de alarma sobre los ampl¨ªsimos super¨¢vits por cuenta corriente de algunos Estados miembros, especialmente de Alemania, por su magnitud e impacto en las variables macroecon¨®micas de la eurozona. En el per¨ªodo 2013-2019, el super¨¢vit medio anual de Alemania fue del 7,6% del PIB, alcanzando un m¨¢ximo del 8,1% en 2017. Sin el marco del euro, el marco alem¨¢n se habr¨ªa apreciado, encareciendo las exportaciones y abaratando las importaciones, lo que habr¨ªa contribuido a corregir el diferencial entre inversi¨®n y ahorro, reforzando la demanda interna.
Sin embargo, en la eurozona, simulando un efecto free-rider, Alemania pudo mantener sus reducidos costes laborales unitarios, lo que provoc¨® un desequilibrio permanente de la balanza por cuenta corriente. Algunas voces en Alemania culparon a la pol¨ªtica monetaria expansiva del BCE de esta situaci¨®n explosiva, sin darse cuenta de que el BCE toma decisiones sobre la situaci¨®n de la eurozona en su conjunto y no sobre los pa¨ªses. Por ello, la forma m¨¢s fuerte que ten¨ªa Alemania de corregir ese desequilibrio por cuenta corriente era a trav¨¦s de una pol¨ªtica fiscal expansiva. Sin embargo, durante el per¨ªodo 2013-2019, la deuda p¨²blica alemana se mantuvo en promedio en torno al 69,9% del PIB, y nunca baj¨® del 60% hasta finales de 2019, apenas unos meses antes de la llegada de la pandemia. Por tanto, Alemania no pudo cumplir las recomendaciones del PDM de reducir su desequilibrio por cuenta corriente al tiempo que cumpl¨ªa los objetivos de las normas fiscales.
Podemos ver la misma inconsistencia en la cohabitaci¨®n de las reglas fiscales y la supervisi¨®n de los desequilibrios macroecon¨®micos en el caso de Espa?a en los a?os anteriores a la crisis financiera de 2008, aunque en ese momento, el Procedimiento de Desequilibrio Macroecon¨®mico a¨²n no estaba formalizado.
Durante el per¨ªodo 2000-2007, el saldo presupuestario medio anual de Espa?a fue un super¨¢vit del 1% del PIB y la deuda p¨²blica disminuy¨® gradualmente hasta alcanzar un m¨ªnimo del 35,8% del PIB en 2007. Sin embargo, durante el mismo periodo, el d¨¦ficit medio anual de la balanza por cuenta corriente fue del 5,9% del PIB, alcanzando el 9,4% en 2007. Por ello, la Comisi¨®n deber¨ªa haber emitido una recomendaci¨®n al Gobierno espa?ol para aumentar el super¨¢vit presupuestario con el fin de corregir el d¨¦ficit por cuenta corriente existente, entre otras posibles medidas. Por supuesto, en teor¨ªa, el super¨¢vit presupuestario podr¨ªa haber alcanzado un nivel tal que hubiera llevado a la amortizaci¨®n completa de la deuda p¨²blica espa?ola, y a su vez eliminar la necesidad de la emisi¨®n y circulaci¨®n de un activo sin riesgo ¨Dla deuda espa?ola¨D que es necesario, entre otras cosas, para la aplicaci¨®n de la pol¨ªtica monetaria.
De hecho, al margen de estos ejemplos concretos, debemos convenir que las reglas fiscales nacionales, pensadas para evitar comportamientos de free-rider en la emisi¨®n de deuda p¨²blica nacional, no internalizan los efectos de cada pol¨ªtica fiscal nacional sobre el resto de la eurozona. Por lo tanto, es materialmente imposible dise?ar unas reglas fiscales de aplicaci¨®n sobre un Estado miembro que sean coherentes con el marco del Procedimiento de Desequilibrio Macroecon¨®mico, que cubren, entre otras cuestiones, el sector exterior. Adem¨¢s, deber¨ªamos ampliar el debate en torno a la revisi¨®n de las reglas fiscales teniendo en cuenta este problema adicional: las externalidades de las pol¨ªticas fiscales nacionales.
Por esta raz¨®n, creo que un instrumento similar al de Next Generation UE deber¨ªa ser estructural y permanente, no s¨®lo para permitir que la Uni¨®n disfrute de una postura fiscal global coherente teniendo en cuenta la posici¨®n econ¨®mica en el ciclo (especialmente para la eurozona), sino tambi¨¦n como un elemento de correcci¨®n de desequilibrios macroecon¨®micos. Las reglas fiscales nacionales, las actuales u otras nuevas, no son suficientes para disciplinar la ¡°estabilidad presupuestaria¡± de los Estados miembros y corregir, al mismo tiempo, los desequilibrios macroecon¨®micos externos. Necesitamos una herramienta fiscal europea para cerrar la brecha.
Jon¨¢s Fern¨¢ndez es diputado al Parlamento Europeo y colaborador de Agenda P¨²blica