La inflaci¨®n se dispar¨® hasta el 6,5% en diciembre, el mayor nivel desde 1992
Los precios avanzaron en Espa?a una media del 3,1% en los 12 meses del pasado ejercicio
Primero se hizo notar en el recibo de la luz. Luego en las gasolineras. Y ha acabado dejando su huella en alimentos como el aceite de oliva, la carne o la fruta. La inflaci¨®n cerr¨® 2021 en el 6,5%, seg¨²n el dato definitivo de diciembre publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica, que corrige a la baja dos d¨¦cimas la cifra de hace dos semanas. Se trata de su nivel m¨¢s alto de los ¨²ltimos 29 a?os, concretamente desde mayo de 1992, tras una escalada de diez meses consecutivos que ni siquiera ...
Primero se hizo notar en el recibo de la luz. Luego en las gasolineras. Y ha acabado dejando su huella en alimentos como el aceite de oliva, la carne o la fruta. La inflaci¨®n cerr¨® 2021 en el 6,5%, seg¨²n el dato definitivo de diciembre publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estad¨ªstica, que corrige a la baja dos d¨¦cimas la cifra de hace dos semanas. Se trata de su nivel m¨¢s alto de los ¨²ltimos 29 a?os, concretamente desde mayo de 1992, tras una escalada de diez meses consecutivos que ni siquiera la bajada de impuestos expr¨¦s sobre la electricidad emprendida por el Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez ha sido capaz de contrarrestar.
Las fuerzas que empujan en sentido opuesto se han demostrado m¨¢s poderosas que cualquier Gobierno, y estos descargan la responsabilidad de poner coto a la inflaci¨®n en los bancos centrales, equipados con m¨¢s artiller¨ªa para combatirla, pero por ahora cautos, sobre todo en Europa, por temor a entorpecer una recuperaci¨®n asediada por ¨®micron. El encarecimiento del gas, los cuellos de botella en el comercio global y las subidas del transporte mar¨ªtimo y las materias primas han sido contratiempos resbaladizos para las canciller¨ªas en Europa y EE UU, impotentes para hacerles frente en medio de un creciente malestar ciudadano por la p¨¦rdida de poder adquisitivo. Eso no se ha traducido por ahora en el Viejo Continente en subidas de sueldo similares a la inflaci¨®n, peligrosas, seg¨²n Fr¨¢ncfort, por su potencial para generar una espiral de precios altos m¨¢s duradera.
En Espa?a, los datos confirman la aceleraci¨®n del fen¨®meno en diciembre, con un aumento de la inflaci¨®n de un punto en tasa interanual (del 5,5% de noviembre al 6,5% de diciembre). La cifra contrasta con la ralentizaci¨®n en la zona euro, donde hay se?ales de que ha podido tocar techo tras crecer solo una d¨¦cima con el cambio de mes, del 4,9% al 5%. Y coloca a Espa?a en el grupo de Estados de la moneda ¨²nica donde el alza del coste de la vida parece m¨¢s lejos de amainar: solo en Estonia, Lituania y Letonia es m¨¢s elevada. Ning¨²n pa¨ªs del euro est¨¢ por debajo del objetivo del 2% del BCE, y todo apunta a que la energ¨ªa seguir¨¢ marcando el paso. ¡°Los elementos a continuar observando por su riesgo al alza son el precio del petr¨®leo y del gas¡±, dice Nieves Benito, responsable de Fundamental Research de Santander AM. La analista prev¨¦ encarecimientos algo m¨¢s moderados este a?o. ¡°De cara al 2022, esperamos que la inflaci¨®n contin¨²e en tasas elevadas por encima del objetivo del BCE del 2%, pero por debajo de 2021¡å, explica.
En el caso espa?ol, si se ampl¨ªa el foco y se examina el conjunto del a?o, la evoluci¨®n de los precios ha sido una n¨ªtida l¨ªnea ascendente. De menos a m¨¢s. La inflaci¨®n media fue del 3,08%, la mayor desde 2011, hace una d¨¦cada, cuando el repunte de la energ¨ªa y la subida del impuesto del tabaco la dejaron en el 3,2%. La comparaci¨®n con el alza salarial que registran los convenios en 2021 (del 1,47%) revela una p¨¦rdida de poder adquisitivo para la mayor¨ªa de los trabajadores. La inflaci¨®n subyacente, que elimina del ¨ªndice de precios los alimentos no elaborados y los productos energ¨¦ticos a causa de su volatilidad, cerr¨® diciembre en el 2,1% tras crecer cuatro d¨¦cimas.
Un vistazo a la cotizaci¨®n de las materias primas sirve de explicaci¨®n: el barril de petr¨®leo Brent empez¨® en 50 d¨®lares y termin¨® en 77 d¨®lares, lo que alent¨® la subida del combustible: la gasolina repunt¨® un 23% y el gas¨®leo un 24,6% seg¨²n el INE. Lo mismo ha ocurrido con la larga sucesi¨®n de m¨¢ximos hist¨®ricos de la electricidad en el mercado mayorista y su traslaci¨®n a las facturas: se ha encarecido un 72% respecto a diciembre del a?o pasado. Y con el precio que pagan las empresas por un contenedor cargado de mercanc¨ªas que viaja de China a Europa, que ha llegado a dispararse de unos 2.000 hasta los 15.000 d¨®lares para aquellos importadores que no cuentan con contratos a largo plazo o efectuaron pedidos de ¨²ltima hora.
En los alimentos tambi¨¦n se perciben subidas importantes respecto a hace un a?o. Seg¨²n el INE, el aceite de oliva se encareci¨® un 26,7%, la carne de ovino y caprino un 21,8%, las frutas frescas un 9%, las legumbres y hortalizas un 8%, el pescado fresco un 6,6%, la carne de ave un 6,5%, la de vacuno un 6% y el marisco un 5,1%.
Mar¨ªa Jes¨²s Fern¨¢ndez, economista s¨¦nior de Funcas, el think tank de las cajas de ahorro, advierte de que la inflaci¨®n es cada vez m¨¢s generalizada en Espa?a. ¡°En la primera mitad del a?o, el incremento del IPC era el resultado del encarecimiento de los productos energ¨¦ticos, de un efecto base de vuelta a la normalidad tras el abaratamiento del a?o anterior, pero en los ¨²ltimos meses hemos pasado a una segunda fase donde no solo aumenta la energ¨ªa, sino otros productos a los que est¨¢ afectando el encarecimiento de materias primas y suministros¡±.
Visto c¨®mo el tiempo ha destrozado previsiones de expertos tan reputados como los del BCE, que en marzo pasado calculaban un pico de inflaci¨®n en la zona euro del 2% para 2021, muy por debajo de la realidad, aventurarse a predecir qu¨¦ suceder¨¢ a unos meses vista se ha convertido en un trabajo de adivinaci¨®n casi siempre ingrato para los que se atreven.
Fern¨¢ndez no ve clara la tesis, defendida precisamente por el BCE, que pronostica una normalizaci¨®n de los precios en primavera. ¡°Hay un riesgo importante de que la inflaci¨®n sea m¨¢s elevada de lo que esperamos. Todo depender¨¢ de si empiezan a bajar la energ¨ªa y las disrupciones desatadas por el fuerte aumento de la demanda, pero no es seguro que eso vaya a suceder. Puede ocurrir que las bajadas sean escasas. Que la transmisi¨®n a los precios finales de productos de consumo sea m¨¢s intensa. Y que se empiecen a observar efectos de segunda ronda con su traslado a los salarios¡±, alerta. Esa ¨²ltima hip¨®tesis, seg¨²n Fern¨¢ndez, volver¨ªa la inflaci¨®n m¨¢s permanente, obligar¨ªa al BCE a endurecer su pol¨ªtica monetaria con subidas de tipos de inter¨¦s m¨¢s r¨¢pidas de lo previsto y tensionar¨ªa las primas de riesgo. En definitiva, se tratar¨ªa de ¡°un escenario inestable y peligroso para Espa?a¡±.