La gran palanca del empleo
Otra leyenda inversa es que las bondades de los ERTE proceden de la reforma laboral de 2012. Hubo que esperar a la crisis pand¨¦mica para congelar contratos en vez de destruirlos
Espa?a culmin¨® la Gran Recesi¨®n 2008-2011 con un pico de 6,2 millones de parados en el primer trimestre de 2013, un 27,16% de la poblaci¨®n activa, seg¨²n la EPA. Y ahora le ha dado la vuelta a la crisis pand¨¦mica de 2020 con 3,1 millones el pasado enero, el 13,3%. Tard¨® entonces ocho a?os en volver al desempleo de partida, Ahora, solo un a?o y medio.
?Por qu¨¦ esta diferencia? Porque en aquella crisis se d...
Espa?a culmin¨® la Gran Recesi¨®n 2008-2011 con un pico de 6,2 millones de parados en el primer trimestre de 2013, un 27,16% de la poblaci¨®n activa, seg¨²n la EPA. Y ahora le ha dado la vuelta a la crisis pand¨¦mica de 2020 con 3,1 millones el pasado enero, el 13,3%. Tard¨® entonces ocho a?os en volver al desempleo de partida, Ahora, solo un a?o y medio.
?Por qu¨¦ esta diferencia? Porque en aquella crisis se destruy¨® salvaje e irremisiblemente empleo. Y ahora, en cambio, se ha conservado, congel¨¢ndolo hasta el despegue de la recuperaci¨®n gracias a ingentes ayudas p¨²blicas hasta que la actividad se reactivase y urgiese trabajo con que nutrirla. El secreto ha sido pasar de los ERE (expedientes de regulaci¨®n de empleo) ¡ªcon despidos colectivos masivos¡ª, a los ERTE, regulaciones solo temporales de empleo o con reducci¨®n parcial de jornada.
Los ERTE han sido as¨ª la gran palanca de este ¨¦xito colectivo. En su c¨¦nit, 1 de mayo de 2020, refugiaron a 3,5 millones de trabajadores (exactamente, 3.559.580). Al inicio de este 2022 se hab¨ªan reducido a poco m¨¢s de cien mil (117.357). Es decir, se hab¨ªan salvado 3,4 millones de empleos del riesgo cierto de destrucci¨®n, como indica el gr¨¢fico.
Los datos son incontestables. Se bastan por s¨ª mismos para desacreditar las alegaciones de un exiguo grupo de economistas, con el ultraliberal Daniel Lacalle a la cabeza, seg¨²n las cuales se intentan ¡°disfrazar mes tras mes las malas cifras de empleo¡±.
Aqu¨ª no hay ¡°paro encubierto¡±. A 31 de enero, quedaban solo 105.043 en ERTE-covid: de ellos solo poco m¨¢s de la mitad, 54.294, ten¨ªan todo su empleo suspendido; el resto, 50.749, trabajaban a tiempo parcial, como indican los gr¨¢ficos. En otra variante de ERTE, los ETOP (por causas econ¨®micas, t¨¦cnicas, organizativas y productivas) se refugiaban 11.778, vinculados a la crisis de suministros; tambi¨¦n en descenso, pues hab¨ªan sido m¨¢s del doble en noviembre. Del total de 116.821, los m¨¢s afectados, a los que costar¨¢ m¨¢s volver a sus puestos, son unos 29.600 del sector de la hosteler¨ªa.
Otra leyenda inversa (pero parad¨®jicamente concomitante) a la del paro encubierto es que las bondades de los ERTE utilizados en masa en la pandemia proceden de la reforma laboral de 2012. ¡°Los ERTE, ?qui¨¦n lo puso en marcha?, ?el Partido Popular!¡±, dijo en el Congreso (10/11/21) su n¨²mero dos, Garc¨ªa Egea; se los apunt¨® y relanz¨® una falsa frase de Pablo Casado (13/8/2020), que ha prodigado en la campa?a de Castilla y Le¨®n.
Lo que hizo aquella reforma fue suprimir la autorizaci¨®n administrativa a esos expedientes. Pero gozaban de apoyo p¨²blico limitado. Las empresas se lanzaron a lo f¨¢cil, despedir mediante ERE. En 2012, los afectados por estos expedientes fueron ¡ªno solo despidos¡ª 483.313.
En realidad los ERTE ya los hab¨ªa posibilitado el Estatuto de los Trabajadores (Gobierno Su¨¢rez) en 1980. ¡°El contrato podr¨¢ ser suspendido temporalmente por causas tecnol¨®gicas o econ¨®micas o derivadas de fuerza mayor¡±, rezaba su art¨ªculo 47: al cesar estas, el trabajador se reincorporar¨ªa. Si no cesaban, se le daba el seguro de desempleo, que entonces se dignific¨® al pasar a 18 meses, triplicando el semestre establecido por la dictadura, en 1961. Pero no estipulaba apoyos a las empresas. Tampoco las precisiones de la reforma de 1995 estimularon la suspensi¨®n temporal.
Fue la primera reforma Zapatero la que en 2009 (RDL 2/2009) hab¨ªa estructurado los ERTE para ¡°favorecer la regulaci¨®n temporal de empleo en lugar de la extinci¨®n de los contratos¡±. Les otorg¨® bonificaciones del 50% en las cuotas empresariales a la Seguridad Social, bajo el ¡°requisito necesario¡± de que el empresario mantuviese el empleo de los afectados al menos durante un a?o tras finalizar la suspensi¨®n temporal.
Los retoques posteriores de 2012 tampoco variaron sustancialmente la tendencia. Hubo que esperar a la asfixia de la crisis pand¨¦mica para estimular de verdad la congelaci¨®n de contratos en vez de su destrucci¨®n: esencialmente con la exoneraci¨®n a las pymes del 100% en su cotizaci¨®n empresarial (75% para la gran empresa, de m¨¢s de 50 trabajadores) decidida el 17 de marzo de 2020, al poco de explosionar la pandemia (RDL 8/2020).
A los obreros afectados se les dispens¨® el periodo m¨ªnimo de cotizaci¨®n exigible y se les borr¨® el tiempo que recalar¨ªan en el desempleo del consumo del periodo m¨¢ximo computable.
Los cinco subsiguientes decretos Escriv¨¢-D¨ªaz prorrogaron, con mejoras a empresas y trabajadores, esas palancas, que se revelaron como el m¨¢s poderoso incentivo para evitar la destrucci¨®n de empleos. ¡°Hemos ido aprendiendo a mantener la actividad pese a la reducci¨®n de la movilidad, y a reactivar la econom¨ªa en las fases de levantamiento de restricciones¡±, concluye el ministro de Inclusi¨®n y Seguridad Social, Jos¨¦ Luis Escriv¨¢. De hecho, los repuntes de las oleadas de la segunda mitad de 2021 (y sus restricciones) ya no incrementaron el n¨²mero de trabajadores suspendidos.
A la conservaci¨®n de puestos y a la vuelta al trabajo contribuy¨® tambi¨¦n el est¨ªmulo para activar a los afectados (RDL de 27 de junio), en las distintas pr¨®rrogas, mediante la v¨ªa de bonificar m¨¢s las cuotas por los trabajadores que volv¨ªan a la actividad (hasta el 60%) que por los suspendidos (35%). O al aumentar la generosidad para los sectores m¨¢s afectados por la par¨¢lisis (RDL de 30 de septiembre). Y a las empresas que m¨¢s formaci¨®n prodigan a sus suspendidos (30 / 40 horas), con rebajas del 80% (contra el 40% a las que no reciclen ni formen), que sigue vigente hasta final de este mes.
Otros instrumentos ¨²tiles han servido para impulsar la suspensi¨®n parcial, que al principio no alcanzaba el 10% de la total y ahora roza el 50% (ver gr¨¢fico). O al objeto de agilizar las herramientas para afectar y desafectar a las plantillas seg¨²n la evoluci¨®n de la demanda.
Todos estos elementos han sido incorporados como estructurales en la reforma laboral reci¨¦n aprobada, particularmente en el mecanismo RED, que consagra los ERTE mejorados durante la crisis.