La inflaci¨®n se modera en abril hasta el 8,3%, pero su carga golpea m¨¢s a los hogares de menos recursos
El INE revisa el dato a la baja una d¨¦cima, y los precios en Espa?a cumplen ya 13 meses por encima del nivel del 2% objetivo del Banco Central Europeo
La pandemia puede dejar como herencia la normalizaci¨®n del uso de mascarillas y una nueva percepci¨®n de convenciones sociales como la forma de saludarse o la distancia m¨ªnima a guardar respecto al otro. La etapa de alta inflaci¨®n que Espa?a, como otras muchas econom¨ªas, lleva meses sufriendo, probablemente deje otros h¨¢bitos como legado, sobre todo entre los que disponen de menos recursos para hacer frente a la crisis. Los t...
La pandemia puede dejar como herencia la normalizaci¨®n del uso de mascarillas y una nueva percepci¨®n de convenciones sociales como la forma de saludarse o la distancia m¨ªnima a guardar respecto al otro. La etapa de alta inflaci¨®n que Espa?a, como otras muchas econom¨ªas, lleva meses sufriendo, probablemente deje otros h¨¢bitos como legado, sobre todo entre los que disponen de menos recursos para hacer frente a la crisis. Los tiempos de comparar minuciosamente los precios en gasolineras y supermercados para elegir d¨®nde llenar el dep¨®sito o llenar el carro de la compra no llegan a su fin. Como tampoco terminan los de estudiar la evoluci¨®n diaria de las tarifas el¨¦ctricas para poner la lavadora a las horas m¨¢s baratas.
Para muchas familias, estas pr¨¢cticas se han vuelto fundamentales para salvar de la hoguera inflacionista lo m¨¢ximo posible. Y es que las subidas de precios, aunque avanzan a un ritmo menor, siguen siendo elevadas: el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) ha anunciado este viernes que la inflaci¨®n se situ¨® en abril en el 8,3% respecto al a?o pasado, una d¨¦cima menos de lo previsto en su c¨¢lculo de hace dos semanas.
El dato tiene la lectura positiva de que implica un retroceso frente al 9,8% de marzo, la segunda vez que se modera de un mes a otro desde febrero de 2021. La historia, en cambio, lo colocar¨¢ en el archivo de las malas noticias: tras marzo, es el periodo con la inflaci¨®n m¨¢s alta de los ¨²ltimos 35 a?os, y el INE destaca que los alimentos y bebidas no alcoh¨®licas se han encarecido especialmente, citando entre ellos los incrementos de precios en productos tan b¨¢sicos como la carne, el pan, los cereales, las legumbres y hortalizas, la leche, el queso y los huevos, mayores este mes que en abril del a?o anterior. Otros bienes de primera necesidad tambi¨¦n lo notan. Todos los alimentos que mide el INE, sin excepci¨®n, aumentan de precio frente a abril de 2021: por ejemplo, el aceite de oliva sube un 42,5%, la pasta un 25% y las frutas frescas un 9,5%.
El segundo mes de guerra en Ucrania ha supuesto una pausa en la sucesi¨®n de repuntes de precios, pero lo esencial no ha cambiado demasiado: el precio del petr¨®leo apenas ha bajado de los 100 d¨®lares en abril, lo que dio pie a que en ese mes el combustible se mantuviera muy cerca de sus m¨¢ximos hist¨®ricos, pese a que el Gobierno alivi¨® ligeramente la factura al subvencionar un descuento de 20 c¨¦ntimos por litro. En el caso de la electricidad, la sensaci¨®n fue parecida. Se suavizaron los precios por megavatio hora gracias a la entrada en el sistema de m¨¢s energ¨ªas renovables y al menor consumo por la subida de temperaturas, pero las tarifas est¨¢n todav¨ªa lejos de las consideradas normales. La inflaci¨®n subyacente, que no tiene en cuenta los alimentos frescos ni la energ¨ªa por su volatilidad, crece un punto hasta el 4,4%, su nivel m¨¢s alto desde 1995.
El freno a la escalada de los precios, sin embargo, puede impulsar un cambio de tendencia que la vicepresidenta y ministra de Asuntos Econ¨®micos, Nadia Calvi?o, ve muy cercano. En una entrevista con este diario la semana pasada asegur¨® que el pico de la inflaci¨®n ya ha quedado atr¨¢s, y en el segundo semestre del a?o los precios caer¨¢n. La vicepresidenta dej¨® claro durante su intervenci¨®n el jueves en una jornada sobre fondos europeos organizada por elDiario.es que el Ejecutivo no se siente c¨®modo con las cifras actuales. ¡°Es un nivel inaceptable¡±, afirm¨®.
Entretanto, sus consecuencias se est¨¢n sintiendo especialmente en los hogares que cuentan con un presupuesto m¨¢s ajustado. Los bancos de alimentos prev¨¦n un repunte del 20% en la demanda de ayuda este a?o debido al encarecimiento de la cesta de la compra. Es decir, ciudadanos que antes ten¨ªan poder adquisitivo para comprar su propia comida, han dejado de tenerlo. Y los salarios se quedan atr¨¢s: la inflaci¨®n creci¨® en marzo cuatro veces m¨¢s que los sueldos.
Para ?ngel Talavera, economista jefe para Europa de Oxford Economics, es ¡°indudable¡± que la inflaci¨®n afecta desproporcionadamente a las rentas menores. ¡°Primero porque generalmente gastan una parte m¨¢s grande de su renta en comida y energ¨ªa, que son las partidas que est¨¢n subiendo m¨¢s. Adem¨¢s, son partidas muy dif¨ªciles de sustituir ¡ªes mucho m¨¢s f¨¢cil dejar de ir de vacaciones o de ir al teatro que dejar de comer o de calentar tu casa¡ª. Y finalmente, disponen de muchos menos ahorros, lo que hace m¨¢s dif¨ªcil absorber subidas de precios inesperadas¡±, explica.
A esa lista hay que a?adir un factor como la vivienda: aquellos con m¨¢s recursos suelen disponer de ella en propiedad, y no tienen que pagar un alquiler ¡ªni afrontar eventuales subidas¡ª, un gasto menos que les libera un ahorro extra del que otros no disponen. Eso cuando no existe adem¨¢s el colch¨®n adicional de una propiedad alquilada a un tercero que proporciona ingresos recurrentes. Y su margen para esquivar gastos es mayor, por ejemplo esperando un poco m¨¢s de lo habitual a cambiar de coche.
La inflaci¨®n s¨ª entiende de clases
El informe de CaixaBank Research titulado La inflaci¨®n s¨ª entiende de clases coincide con esa tesis. ¡°A menudo se pasa por alto que el impacto de una subida de los precios no afecta a todos los hogares de la misma forma. La fuerte subida de los productos de primera necesidad tiene un mayor impacto en los tramos de renta m¨¢s baja¡±, concluye.
El laboratorio de ideas Bruegel, con sede en Bruselas, ha hecho c¨¢lculos sobre ello. ¡°Si un bien determinado representa el 20% del gasto total de los hogares de bajos ingresos [por ejemplo, la energ¨ªa] y solo el 10% del gasto total de los hogares de altos ingresos, y su tasa de inflaci¨®n es del 10%, el bien aumentar¨¢ la desigualdad de la inflaci¨®n en un punto porcentual¡±, sostiene el texto, elaborado por Gr¨¦gory Claeys y Lionel Guetta-Jeanrenaud. El resultado que arroja es claro: la inflaci¨®n no afecta por igual a todas las clases sociales.
La subida de precios contribuye as¨ª a ahondar en una desigualdad ya de por s¨ª exacerbada por la crisis econ¨®mica derivada de los confinamientos por la pandemia. Pese a la recuperaci¨®n del empleo y el hito de los m¨¢s de 20 millones de cotizantes a la Seguridad Social, la inflaci¨®n galopante contin¨²a vaciando d¨ªa a d¨ªa los bolsillos. Especialmente los menos holgados.
Las cadenas de suministro no recuperan la normalidad
La psicosis que muchos en el sector del comercio creen que exager¨® posibles carencias como una eventual falta de juguetes en Navidad ya est¨¢ superada, pero las cadenas de suministro no han recuperado del todo la normalidad. Joan Tristany, director general de AMEC, la Asociaci¨®n de Empresas industriales internacionalizadas, explica que existen inc¨®gnitas sobre c¨®mo afectar¨¢n los confinamientos en China, que van acompa?ados de largas colas en puertos como el de Shangh¨¢i. Tristany percibe una existe una alta demanda, pero cree que ahora no existen carencias generalizadas de productos, sino muy puntuales, aunque el comercio mar¨ªtimo, responsable de m¨¢s del 80% de los intercambios globales, no ha regresado a los tiempos prepandemia en factores como el precio de los contenedores, lo que contribuye a generar m¨¢s inflaci¨®n. ¡°El precio de los contenedores sigue alto, pero no creemos que contin¨²e as¨ª mucho tiempo. Es f¨¢cil que las cosas suban, pero no tanto que bajen¡±, se?ala.