Paneles solares y bombas de calor en casas, tiendas y oficinas: as¨ª quiere Bruselas liberarse de la energ¨ªa rusa
La ¨²ltima versi¨®n del RepowerEU fija nuevos objetivos de hidr¨®geno verde y biometano. La Comisi¨®n desbloquear¨¢ parte de los ingresos por derechos de emisi¨®n de CO? para que los pa¨ªses financien estos proyectos
La Comisi¨®n Europea es consciente de la imposibilidad material de desengancharse por completo del gas natural ruso a corto plazo: un a?o o a?o y medio vista. Para hacerlo posible en un horizonte m¨¢s amplio ¡ªdos o tres a?os¡ª, sin embargo, su plan pasa por asegurarse nuevos contratos de suministro desde pa¨ªses amigos que hasta ahora no tienen una gran relevancia en su matriz importadora y la puesta en marcha de una bater¨ªa de medidas encaminadas a reduc...
La Comisi¨®n Europea es consciente de la imposibilidad material de desengancharse por completo del gas natural ruso a corto plazo: un a?o o a?o y medio vista. Para hacerlo posible en un horizonte m¨¢s amplio ¡ªdos o tres a?os¡ª, sin embargo, su plan pasa por asegurarse nuevos contratos de suministro desde pa¨ªses amigos que hasta ahora no tienen una gran relevancia en su matriz importadora y la puesta en marcha de una bater¨ªa de medidas encaminadas a reducir al m¨¢ximo el consumo (eficiencia y ahorro energ¨¦tico) y a generar su propia energ¨ªa limpia (renovables).
¡°El sistema energ¨¦tico de la UE sufrir¨¢ una transformaci¨®n estructural¡±, esbozan los t¨¦cnicos de la Comisi¨®n Europea en el llamado REpowerEU, el programa de iniciativas encaminadas a reducir dr¨¢sticamente su dependencia energ¨¦tica de Mosc¨². ¡°Ning¨²n Estado miembro puede hacer frente por s¨ª solo a este reto: al llevar a cabo conjuntamente la evaluaci¨®n de las necesidades y la planificaci¨®n, realizar compras conjuntas y aumentar la coordinaci¨®n, garantizaremos que la eliminaci¨®n progresiva de nuestra dependencia de los combustibles f¨®siles rusos sea factible y asequible para todos los Estados miembros¡±, a?ade, apelando a la unidad en un momento en el que Rusia ya ha empezado a decretar los primeros cortes de gas a pa¨ªses del bloque. Polonia, Bulgaria y Finlandia han sido sus primeras v¨ªctimas, pero pocos dudan de que habr¨¢ m¨¢s.
Ni un tejado sin placas
Por primera vez desde la era de esplendor del carb¨®n, la UE tiene la posibilidad de contar con fuentes propias de abastecimiento de energ¨ªa: el sol y el viento. Una oportunidad de oro, tanto en lo econ¨®mico como en lo geopol¨ªtico y en lo ambiental que no puede desaprovechar. El autoconsumo est¨¢ llamado a jugar un papel clave: podr¨ªa cubrir, seg¨²n los c¨¢lculos del Ejecutivo comunitario, hasta el 25% del consumo total de electricidad en los Estados miembro, una fracci¨®n mayor de la que hoy se obtiene mediante la quema de gas natural. ¡°Hace falta acci¨®n inmediata¡±, reclama.
Un alegato verbal que tambi¨¦n cristaliza en hechos: todos los edificios de nueva construcci¨®n tendr¨¢n la obligaci¨®n legal de contar con paneles solares. Habr¨¢, no obstante, gradaciones: los edificios p¨²blicos y comerciales de m¨¢s de 250 metros cuadrados tendr¨¢n que contar con una instalaci¨®n fotovoltaica, como tarde, en 2026, mientras que los residenciales dispondr¨¢n de algo m¨¢s de margen: hasta 2029. En el caso de las edificaciones p¨²blicas y comerciales ya construidas, ese plazo terminar¨¢ en 2027. En todos los casos, los permisos de instalaci¨®n no podr¨¢n demorarse m¨¢s de tres meses.
El autoconsumo, sin embargo, deber¨¢ venir acompa?ado por un impulso a las instalaciones de grandes dimensiones. De aqu¨ª a 2030, los Veintisiete deber¨¢n a?adir 45 gigavatios (GW) de potencia fotovoltaica cada a?o. Para poner esa cifra en su justa dimensi¨®n, cabe decir que a finales de 2020 la UE en su conjunto contaba con 136 GW instalados (que ¨²nicamente aportaban el 5% de la electricidad que se consum¨ªa) y el ritmo anual de instalaci¨®n no superaba los 18 GW. Para cumplir los objetivos, como reconocen los propios t¨¦cnicos de la Comisi¨®n, har¨¢ falta un potente aceler¨®n en el pr¨®ximo lustro. Sobre todo, en los pa¨ªses del centro y el sur, donde el potencial de generaci¨®n es infinitamente mayor.
Bruselas tambi¨¦n pone el foco en las instalaciones a gran escala, que han crecido con fuerza en los pa¨ªses mediterr¨¢neos pero que a¨²n tiene mucho margen de desarrollo en el conjunto del bloque. ¡°El despliegue a gran escala de fotovoltaica reducir¨¢ nuestra dependencia del gas natural para generar electricidad¡±, subraya el Ejecutivo comunitario. ¡°La energ¨ªa solar, ya sea en forma de electricidad, calor o hidr¨®geno puede reemplazar el consumo de gas para procesos industriales. Y, combinada con bombas de calor, puede sustituirlo para calentar agua o calefactar zonas residenciales o comerciales¡±.
Adi¨®s al gas en casa, hola a las bombas de calor
Las calderas de gas natural est¨¢n a un paso de ser cosa del pasado. Si el tr¨¢nsito del carb¨®n al gas fue cuesti¨®n de varios a?os ¡ªo d¨¦cadas, en algunos casos¡ª, el cambio ahora ser¨¢ mucho m¨¢s r¨¢pido. Bruselas calcula que, en solo un lustro, se instalar¨¢n 10 millones de unidades en toda la UE. De cumplirse esa meta, se duplicar¨ªan los objetivos comunitarios vigentes hasta ahora. Estas instalaciones, alimentadas por electricidad ¡ªcompatibles, por tanto, con los paneles de autoconsumo¡ª y mucho m¨¢s eficientes de lo que eran hace unos a?os, est¨¢n llamadas a desempe?ar un papel clave para dejar atr¨¢s la dependencia de los combustibles f¨®siles. Hoy, el gas natural es la primera fuente de energ¨ªa en los hogares europeos.
El Ejecutivo comunitario es consciente de que la iniciativa privada, guiada por el ahorro y una creciente conciencia ecol¨®gica, es requisito imprescindible pero no suficiente. De ah¨ª que pida a los Gobiernos del bloque ¡°medidas de apoyo¡±, como un recorte del IVA para fomentar el paso hacia instalaciones m¨¢s eficientes, dando siempre prioridad a los hogares m¨¢s vulnerables. A escala industrial, Bruselas ve necesario un ¡°r¨¢pido aumento de la producci¨®n¡± de estos equipos en el interior de la Uni¨®n, para reducir la dependencia de Asia, un continente desde el que ¡°se ha experimentado un aumento de las importaciones en los ¨²ltimos a?os¡±.
V¨ªa r¨¢pida para los proyectos renovables
Bruselas entiende que uno de los mayores cuellos de botella en la transici¨®n hacia las energ¨ªas renovables est¨¢ en el proceso de autorizaci¨®n administrativa de proyectos, que incluye desde las evaluaciones de impacto ambiental hasta la licencia de construcci¨®n y la conexi¨®n a la red. La Comisi¨®n calcula que se requieren nueve a?os de media para sacar adelante los parques e¨®licos y cinco para los solares. ¡°Es un tiempo con el que no contamos¡±, aseguran fuentes del Ejecutivo comunitario.
El paquete REPowerEU propone reducir los tiempos de forma dr¨¢stica, que quedar¨ªan en un a?o para los proyectos nuevos y en seis meses para ampliaciones o mejoras en los ya existentes. Para ello, la Comisi¨®n lanza una propuesta de enmienda regulatoria que obligar¨¢ a los Estados miembro a identificar ¨¢reas espec¨ªficas especialmente adaptadas para la instalaci¨®n de plantas renovables. Se llevar¨ªa a cabo una evaluaci¨®n de impacto ambiental estrat¨¦gica y global, que no necesitar¨ªa repetirse cada vez que se quisiera aprobar un nuevo proyecto.
El hidr¨®geno, complemento imprescindible para la electrificaci¨®n
Buena parte de la apuesta europea por un futuro de neutralidad clim¨¢tica a la que aspira para 2050 pasaba ya por el hidr¨®geno verde. Pero, como en el resto de casos, el choque con Rusia ha acelerado a¨²n m¨¢s la transici¨®n hacia este vector energ¨¦tico, considerado la ¡°columna vertebral¡± de la transici¨®n ecol¨®gica comunitaria. ¡°Ser¨¢ clave para sustituir el gas natural, el carb¨®n y el petr¨®leo en las industrias y el transporte dif¨ªciles de descarbonizar¡±, asegura la comunicaci¨®n publicada la semana pasada.
La Comisi¨®n propone duplicar ¡ªde 10 a 20 millones de toneladas¡ª los objetivos de hidr¨®geno antes de 2030, la mitad producido en la UE y la otra mitad importado, y pretende finalizar la evaluaci¨®n de los primeros proyectos importantes de inter¨¦s com¨²n europeo sobre el hidr¨®geno antes del verano. La idea es que los grandes flujos de este gas verde discurran, sobre todo, a trav¨¦s de los corredores del Mediterr¨¢neo y del mar del Norte hacia los polos industriales del centro.
En el primero de estos canales, Espa?a quiere jugar un papal relevante, tanto con producci¨®n propia como haciendo de estaci¨®n de tr¨¢nsito desde el norte de ?frica, una de las zonas con mayor potencial futuro a escala global. Para ello, necesita incrementar sus limitadas conexiones con el resto de la UE bien a trav¨¦s de Francia o de Italia, dos proyectos que la Comisi¨®n ve ¡°posibles¡±.
El corredor del mar del Norte es otra de las apuestas de Bruselas: el mismo d¨ªa de la presentaci¨®n del gran plan europeo para la desconexi¨®n del gas ruso, la presidenta de la Comisi¨®n, Ursula von der Leyen, se dio cita en la costa danesa con los jefes de Gobierno de Alemania, Dinamarca, Pa¨ªses Bajos y B¨¦lgica, para impulsar un proyecto e¨®lico marino y de hidr¨®geno renovable, con el objetivo de generar 65 GW para 2030.
En busca del gas aut¨®ctono: aceler¨®n en el biometano
En plena pugna energ¨¦tica global, Europa quiere exprimir al m¨¢ximo sus recursos internos. Y ah¨ª, el biometano ¡ªgas procedente de residuos org¨¢nicos, como basuras, aguas residuales, residuos agr¨ªcolas y forestales o purines¡ª est¨¢ llamado a desempe?ar un papel esencial. Si hasta hace solo unos meses su coste era notablemente mayor que el del gas natural importado, tras el estallido de precios en los mercados internacionales ha pasado a ser competitivo. ¡°Es una v¨ªa rentable para alcanzar nuestra ambici¨®n de reducir las importaciones de gas de Rusia¡±, esboza el Ejecutivo comunitario.
La hoja de ruta comunitaria pasa por duplicar los objetivos actuales de producci¨®n hasta los 35.000 millones de metros c¨²bicos, lo que permitir¨ªa cubrir la cuarta parte del gas que se consume hoy en la UE. La inversi¨®n requerida para lograr ese objetivo rondar¨¢ los 37.000 millones de euros de aqu¨ª a 2030. ¡°El biometano puede destinarse a usos industriales, generaci¨®n de electricidad y calefacciones, reemplazando directamente al gas natural¡±, se lee en el texto comunitario.
Y, ?c¨®mo se paga todo esto?
Bruselas quiere que los Estados miembro incluyan la desconexi¨®n acelerada de la energ¨ªa rusa en sus planes de recuperaci¨®n, los multimillonarios fondos europeos concebidos para paliar los efectos de la pandemia. La propuesta, que exige una modificaci¨®n legislativa, movilizar¨ªa unos 72.000 millones en subsidios y otros 225.000 millones en pr¨¦stamos a¨²n disponibles de esos recursos. Una vez aprobado el cambio normativo, los Estados miembro deber¨ªan indicar en 30 d¨ªas su intenci¨®n de solicitar los pr¨¦stamos.
Las capitales podr¨¢n incluir todo tipo de medidas en los nuevos cap¨ªtulos REPowerEU: de la mejora de infraestructuras para garantizar la seguridad energ¨¦tica (punto clave para pa¨ªses como Hungr¨ªa, que ha vetado el embargo al petr¨®leo ruso por este motivo) a los planes que mejoren las interconexiones (de m¨¢ximo inter¨¦s para Espa?a).
La propuesta indica que nos adentramos en tiempos b¨¦licos, donde los viejos principios medioambientales se tambalean: Bruselas pretende derogar de forma limitada el llamado principio de no causar un perjuicio significativo, consagrado en los planes de recuperaci¨®n para evitar da?ar el medio ambiente. Adem¨¢s, una de las f¨®rmulas de financiaci¨®n ha despertado las cr¨ªticas de los grupos ecologistas: la Comisi¨®n quiere obtener unos 20.000 millones de euros a trav¨¦s de la subasta de derechos de emisi¨®n de CO2 adicionales que actualmente se encuentran en la reserva de estabilidad, un mecanismo creado precisamente para retirar del mercado el exceso de derechos. Aunque el Ejecutivo comunitario defiende que estos derechos adicionales ser¨ªan ¡°reabsorbidos¡± en los pr¨®ximos a?os, los cr¨ªticos creen que con la medida bajar¨ªa el precio del CO2 limitando su efecto disuasorio.