La herida del c¨¢ncer en el trabajo: ¡°A la empresa le falt¨® paciencia¡±
Un encuesta muestra c¨®mo un 47% de los trabajadores catalanes v¨ªctimas de la enfermedad se sienten desamparados
Victoria Mar¨ªn empez¨® resisti¨¦ndose a coger la baja laboral despu¨¦s de que le fuera detectado un c¨¢ncer de mama, pero acab¨® siendo despedida en el laboratorio en el que trabajaba en Barcelona. Su caso es minoritario, pero no excepcional. Forma parte del 9% de pacientes oncol¨®gicos que, tras el alta m¨¦dica, se ven obligadas a cambiar el tipo de trabajo, ya sea en la misma o en otra empresa, seg¨²n revela la primera encuesta realizada en Espa?a sobre esta patolog¨ªa y trabajo, elaborada por la Federaci¨®n Catalana de Entidades Contra...
Victoria Mar¨ªn empez¨® resisti¨¦ndose a coger la baja laboral despu¨¦s de que le fuera detectado un c¨¢ncer de mama, pero acab¨® siendo despedida en el laboratorio en el que trabajaba en Barcelona. Su caso es minoritario, pero no excepcional. Forma parte del 9% de pacientes oncol¨®gicos que, tras el alta m¨¦dica, se ven obligadas a cambiar el tipo de trabajo, ya sea en la misma o en otra empresa, seg¨²n revela la primera encuesta realizada en Espa?a sobre esta patolog¨ªa y trabajo, elaborada por la Federaci¨®n Catalana de Entidades Contra el C¨¢ncer (Fedec) en base a un millar de encuestas a afectados. La gran conclusi¨®n es que la mitad de los trabajadores (47%) se sintieron desamparados en sus empresas en el periplo que fue desde el diagn¨®stico al tratamiento y la definitiva alta m¨¦dica.
¡°A mi antigua empresa le falt¨® paciencia y quiz¨¢s pensar en qui¨¦n hab¨ªa sido yo como trabajadora antes del c¨¢ncer¡±, analiza ahora Mar¨ªn, quien reconoce que se empe?¨® en ¡°no coger la baja hasta el ¨²ltimo momento para que todo siguiera lo m¨¢s normal posible¡± y acab¨® agobiada por las continuas llamadas de la empresa para saber cu¨¢ndo se reincorporar¨ªa. Al final, regres¨® a su puesto de envasado de productos cosm¨¦ticos y farmac¨¦uticos, hasta que le cambiaron de posici¨®n. Con una baja por bronquitis empez¨® el desenlace final: ¡°Me llamaban continuamente para saber cu¨¢nto tiempo estar¨ªa ausente y al final aquello se convirti¨® en una baja por ansiedad. Y entonces un d¨ªa me llamaron para que pasara por las oficinas para recoger una documentaci¨®n¡±. Se trataba del comunicado de despido.
La directora general de la Fecec, Clara Ros¨¤s, coincide con Mar¨ªn sobre la relevancia del trabajo como ¡°espacio clave¡± para las personas que pasan por un c¨¢ncer, por lo que supone de ¡°cotidianeidad y normalidad¡±. Es lo que Neus Cols, una profesora que abandon¨® su plaza en la Universidad de Barcelona para que se pudiera cubrir completamente el hueco que a ella le costaba llenar despu¨¦s de ser tratada por un tumor de recto, denomina ¡°ese oasis de libertad que puedes controlar en un momento complicado¡±.
Ros¨¤s cree que el estudio, del que apenas existen referentes europeos con la excepci¨®n de Reino Unido y Francia, muestra c¨®mo la mayor¨ªa de las empresas no son todav¨ªa ese lugar adecuado para dar a los ¡°supervivientes¡± ¡ªpacientes que superan la enfermedad¡ª la plena normalizaci¨®n de su vida. Por ejemplo, permitir un retorno a la actividad con menos horas de las habituales o con un puesto de trabajo adaptado. Sobre todo, teniendo en cuenta que en torno a un 12% de los trabajadores activos tienen o han tenido c¨¢ncer y que esta dolencia, en alguna de sus variantes, est¨¢ en v¨ªas de considerarse una enfermedad cr¨®nica. ¡°Sabemos de casos de despidos, de bajas prematuras... Hay personas que todav¨ªa lo est¨¢n asimilando y que lo ¨²ltimo que quieren es que les est¨¦n encima¡±, explica M¨®nica P¨¦rez, responsable de Salud Laboral de CC OO en Catalu?a, quien asegura que la normativa para cobijar a los trabajadores ya existe.
Uno de cada cuatro encuestados admite que la relaci¨®n con sus superiores directos ha empeorado, ya sea con un mayor distanciamiento o con una falta de di¨¢logo. Ares Rueda, que trabajaba en un supermercado antes de que se le concediera una incapacidad absoluta por una leucemia linfobl¨¢stica con cromosoma Filadelfia, recuerda haber ido a aquel centro de trabajo a ver a sus compa?eros y sentir ¡°ansiedad¡±: ¡°No solo ten¨ªa que gestionar mi enfermedad, sino la relaci¨®n con mi jefa, que ni me miraba a la cara¡±. Siete a?os despu¨¦s, recuperada parcialmente de la enfermedad, Rueda no trabaja, pero estudia Psicolog¨ªa y es voluntaria en el Hospital Infantil de la Vall d¡¯Hebron. Dice que le gustar¨ªa poder hacer un estudio sobre los efectos psicosociales de los enfermos de c¨¢ncer.
El bar¨®metro de la Fecec muestra que un 37% de personas que ha pasado por esta dolencia admite tener problemas en el trabajo por fatiga y otro 33% se siente limitada para hacer su trabajo. El hecho de que un 16% de los afectados no comunique todav¨ªa hoy en d¨ªa su diagn¨®stico da muestras del grado de estigmatizaci¨®n social que todav¨ªa tiene sufrir un c¨¢ncer.
Un 36% de los encuestados, asimismo, teme por el futuro de su carrera laboral: cuatro de cada diez consideran que sus posibilidades de promoci¨®n laboral se han visto truncadas por la enfermedad. El referente franc¨¦s para la encuesta de la Fecec, denominada Vican5, refleja una reducci¨®n salarial de en torno al 26% tras haber padecido un c¨¢ncer. Y el 20% hab¨ªa perdido su trabajo cinco a?os despu¨¦s de ser diagnosticados.
Violeta Ferrer, nombre ficticio escogido por una especialista en relaciones laborales, se libr¨® de ese abrupto final en la compa?¨ªa de moda en la que trabajaba porque recibi¨® una oferta de trabajo de un antiguo jefe. ¡°Mi jefe de entonces me lleg¨® a decir que no me aprovechara de la baja laboral¡±, explica. ¡°Era consciente de que era una situaci¨®n de acoso laboral, pero yo estaba muy d¨¦bil emocionalmente ¨Dapunta¡ª y no pod¨ªa aguantar una batalla como aquella. La ilusi¨®n de volver se rompi¨® en dos semanas¡±.
Lo curioso del caso es que Ferrer hab¨ªa pactado una reincorporaci¨®n mod¨¦lica al trabajo: tres meses con seis horas diarias; el resto de horario laboral se descontaba de los d¨ªas de vacaciones pendientes. ¡°Pero me acabaron duplicando el trabajo. F¨ªsicamente se te puede ver bien, pero no est¨¢s bien¡±, denuncia. El problema, asegura, no era de la compa?¨ªa, sino del jefe que ten¨ªa por encima: ¡°Si a m¨ª, que s¨¦ del tema, me hicieron aquello, no s¨¦ qu¨¦ deben hacer con quienes no tienen herramientas para defenderse¡±.
La historia de Ferrer es similar a la de Victoria Mar¨ªn o Ares Rueda. ¡°No quer¨ªa enfrentarme a otra situaci¨®n conflictiva porque en ese momento ya hab¨ªa pasado por muchos otros conflictos relacionados con la enfermedad¡±, dice Ferrer. Ros¨¤ considera que todav¨ªa queda ¡°mucho recorrido legal por hacer en el ¨¢mbito de la empresa, en la negociaci¨®n colectiva con patronales y sindicatos y tambi¨¦n a nivel legislativo¡± para garantizar desde retornos progresivos a otras f¨®rmulas que faciliten esa vuelta al trabajo para enfermos de c¨¢ncer.