Antonio Varas: ¡°La autosuficiencia de chips es imposible, no se puede suplir completamente a Taiw¨¢n¡±
El espa?ol, directivo de Synopsys, una de las grandes firmas del sector de semiconductores en EE UU, advierte de que estrangular el acceso chino a tecnolog¨ªa puede incentivar sus deseos expansionistas
Cuando Antonio Varas quiso hacerle ver a su padre el tama?o de la compa?¨ªa para la que trabaja, tom¨® como ejemplo dos gigantes empresariales espa?oles: ¡°Es m¨¢s grande que el Banco Santander y que Telef¨®nica¡±, le explic¨®. Y as¨ª es. Synopsys, una tecnol¨®gica estadounidense del sector de los chips vale en Bolsa 57.000 millones de d¨®lares, cantidad que hoy d¨ªa equivale a casi lo mismo en euros, y cuenta con una plantilla de m¨¢s de 16.000 empleados. Varas, abulense de 49 a?os criado en Santander, licenciado en Econom¨ªa por la Universidad de Deusto y MBA en Stanford, es el director general de Estrat...
Cuando Antonio Varas quiso hacerle ver a su padre el tama?o de la compa?¨ªa para la que trabaja, tom¨® como ejemplo dos gigantes empresariales espa?oles: ¡°Es m¨¢s grande que el Banco Santander y que Telef¨®nica¡±, le explic¨®. Y as¨ª es. Synopsys, una tecnol¨®gica estadounidense del sector de los chips vale en Bolsa 57.000 millones de d¨®lares, cantidad que hoy d¨ªa equivale a casi lo mismo en euros, y cuenta con una plantilla de m¨¢s de 16.000 empleados. Varas, abulense de 49 a?os criado en Santander, licenciado en Econom¨ªa por la Universidad de Deusto y MBA en Stanford, es el director general de Estrategia y Desarrollo Corporativo de la multinacional. Lleva un a?o a bordo, pero m¨¢s de una d¨¦cada en el complejo mundo de los semiconductores, por lo que es una de las voces espa?olas m¨¢s autorizadas en la materia, en boga por la crisis en el suministro de estos min¨²sculos dispositivos que dej¨® millones de coches sin fabricar en todo el mundo y por el choque entre China y Taiw¨¢n, el gran fabricante global.
Por videoconferencia desde el campus de Sunnyvale (California), a tiro de piedra de Mountain View ¡ªdonde Google tiene su sede¡ª, aporta luz sobre una crisis que ha reavivado preguntas enterradas. ?Qu¨¦ pasar¨ªa en el peor de los escenarios, el de una ocupaci¨®n de Taiw¨¢n por parte de China que cortara el acceso a Occidente de sus semiconductores? ¡°Si ocurriera hoy ser¨ªa dram¨¢tico. El tiempo que tardar¨ªan en parar f¨¢bricas de todo el mundo no s¨¦ si ser¨ªan tres semanas como dice el comisario europeo, Thierry Breton, o tres meses. Depender¨ªa de los niveles de almacenamiento que existan. No se puede concebir el mundo de hoy sin semiconductores. Taiw¨¢n representa el 90% de los procesadores avanzados que van a ordenadores, tel¨¦fonos, consolas, centros de datos... son los chips m¨¢s avanzados de menos de 10 nan¨®metros. No puedes suplir completamente esa capacidad tan r¨¢pido¡±.
Bruselas ha puesto en marcha un plan para movilizar 43.000 millones de euros para la industria de los chips, el Senado estadounidense acaba de aprobar una ley de 52.000 millones de d¨®lares para lo mismo, y firmas como Intel est¨¢n aumentando su capacidad tanto en EE UU como en Europa. Pero en el universo de los semiconductores, con un nivel de sofisticaci¨®n tecnol¨®gica tan elevado, los proyectos tardan varios a?os hasta que se hacen realidad.
Varas se?ala que ese acercamiento de la cadena de suministros no solo nace del temor a la maquinaria militar china. ¡°Las inversiones que se est¨¢n haciendo ahora no se plantean como alternativa por si la producci¨®n de Taiw¨¢n baja a cero. La industria no construye un 30% o 40% de capacidad extra por algo hipot¨¦tico como la invasi¨®n de Taiw¨¢n, porque puede significar tener f¨¢bricas paradas que cuestan entre 5.000 millones y 10.000 millones de d¨®lares. Lo hacen porque la demanda, aunque a corto plazo va a la baja en ordenadores y se mantiene plana en m¨®viles tras el bum de la pandemia, sigue alta en centros de proceso de datos, industria, defensa y autom¨®viles, no porque se vendan m¨¢s coches, sino porque cada uno lleva m¨¢s semiconductores¡±.
Espa?a tambi¨¦n est¨¢ en esa carrera con un plan de 12.000 millones de euros, aunque todav¨ªa hay muchas inc¨®gnitas. ¡°Vi¨¦ndolo desde fuera, la gran pregunta es qu¨¦ va a hacer. Porque esta es una industria de cl¨²steres: EE UU, Corea del Sur, Jap¨®n, Alemania o Italia est¨¢n integradas en las cadenas de valor. Te¨®ricamente se puede poner una f¨¢brica de chips en cualquier parte del mundo, pero necesitas acceso a agua y a electricidad a bajo coste, cercan¨ªa a un aeropuerto y una empresa dispuesta a hacerlo que reciba subsidios. Espa?a puede cumplir todo eso, pero necesitas tambi¨¦n de mano de obra cualificada. En Taiw¨¢n existe, y en China, pero incluso en EE UU no est¨¢ tan claro que haya suficiente, y se plantean traer ingenieros de Taiw¨¢n¡±.
Eso no significa que Europa y EE UU vayan a dejar de mirar a Asia, como explica el ejecutivo espa?ol. ¡°El objetivo occidental no es la autosuficiencia. Eso es imposible. Es diversificar geogr¨¢ficamente. La meta geoestrat¨¦gica a medio-largo plazo es que un porcentaje significativo de la capacidad de fabricaci¨®n global de chips para l¨®gica (los procesadores) est¨¦ ubicada fuera de Taiw¨¢n, e idealmente no concentrada tampoco en Corea del Sur y Jap¨®n, dado que estos dos pa¨ªses tambi¨¦n son lim¨ªtrofes con China y Corea del Norte¡±.
Los chips viajan por avi¨®n
Las represalias chinas a la visita de la presidenta de la C¨¢mara de Representantes de EE UU, Nancy Pelosi, no han causado de momento da?os palpables. Y Pek¨ªn se arriesga a pegarse un tiro en el pie si no act¨²a con cuidado. ¡°El mayor impacto es en el tr¨¢fico mar¨ªtimo, m¨¢s que en el a¨¦reo. La buena noticia es que las exportaciones de chips se hacen por v¨ªa a¨¦rea, por lo que es probable que se vean menos afectadas, ya que no se pueden hacer bloqueos a¨¦reos selectivos. Adem¨¢s, China es altamente dependiente de Taiw¨¢n para el suministro de semiconductores, por lo que bloqueos que impacten la industria taiwanesa (no solamente de chips, sino tambi¨¦n de los propios wafers de silicio y otros materiales como sustratos) ser¨ªan muy perjudiciales para la propia China¡±, dice Varas.
La batalla tecnol¨®gica soterrada hace tiempo que est¨¢ en marcha, y hay precedentes hist¨®ricos que salen a relucir. ¡°Si miras los controles a la importaci¨®n que puso en marcha EE UU, cada vez restringen m¨¢s el acceso de China a tecnolog¨ªa punta en semiconductores. Y cuanto m¨¢s se reduzca este acceso, m¨¢s puede crecer el incentivo a buscar v¨ªas alternativas. Algunos analistas lo comparan con el ataque de Jap¨®n a Pearl Harbor en la Segunda Guerra Mundial, que se precipit¨® cuando EE UU le restringi¨® el acceso a materias primas y petr¨®leo¡±.
Pek¨ªn no tendr¨ªa sencillo mantener activas por su cuenta las f¨¢bricas taiwanesas de TSMC. ¡°La cadena de suministro de la industria se basa en la cooperaci¨®n global. Mantener las f¨¢bricas de chips de Taiw¨¢n en funcionamiento requiere el acceso a materias primas, equipos, software y tecnolog¨ªa de otros pa¨ªses¡±.