La electricidad deber¨ªa ser un bien com¨²n, un derecho
La UE debe intervenir en el mercado el¨¦ctrico con el mismo criterio con que trata de perseguir los abusos financieros.
Los precios astron¨®micos del gas y la electricidad est¨¢n arruinando la vida de numerosas familias y amenazan la supervivencia de miles de empresas europeas. La debacle energ¨¦tica ha tomado el relevo a la crisis financiera. En esta ocasi¨®n los costes de la energ¨ªa golpean directamente a las familias ampliando el segmento que padece la pobreza energ¨¦tica. Las ¨²ltimas estad¨ªsticas del INE (Encuesta de Condiciones de Vida) correspondientes a 2021 revelan un aumento del 31% de la pobreza energ¨¦tica, que afectaba al 14% de ...
Los precios astron¨®micos del gas y la electricidad est¨¢n arruinando la vida de numerosas familias y amenazan la supervivencia de miles de empresas europeas. La debacle energ¨¦tica ha tomado el relevo a la crisis financiera. En esta ocasi¨®n los costes de la energ¨ªa golpean directamente a las familias ampliando el segmento que padece la pobreza energ¨¦tica. Las ¨²ltimas estad¨ªsticas del INE (Encuesta de Condiciones de Vida) correspondientes a 2021 revelan un aumento del 31% de la pobreza energ¨¦tica, que afectaba al 14% de la poblaci¨®n. Y lo peor ha venido despu¨¦s.
En Europa los gobiernos nacionales se encuentran con las manos atadas porque las directivas impiden actuar sobre los precios de la electricidad. En la UE rige el sistema marginalista de precios. Primero se emplean las energ¨ªas m¨¢s baratas (renovables y nuclear) y luego las m¨¢s caras, (gas natural). La ¨²ltima energ¨ªa en incorporarse, en este caso el gas, es la que determina el precio de todas las energ¨ªas con independencia del coste de producci¨®n. El fundamento del sistema es que el aumento de precio de una determinada energ¨ªa espolear¨¢ la b¨²squeda de alternativas m¨¢s baratas. La l¨®gica econ¨®mica ha quedado pulverizada por las actuales circunstancias de la guerra.
Durante el ¨²ltimo a?o el precio del gas se ha multiplicado por diez por diversos factores, pero sobre todo por la restricci¨®n de suministro por parte de Rusia, que hay que recordar, empez¨® varios meses antes de la guerra. Las importaciones de gas ruso ha descendido desde el 40% al 9% del total desde principios de a?o.
Las subidas exponenciales del coste del gas han arrastrado el precio de la electricidad por aplicaci¨®n de este sistema. Las consecuencias han sido desastrosas. El pasado agosto el mercado de futuros de electricidad para 2023 marc¨® precios irracionables, superiores a 1.000 euros el MWh en Alemania y Francia. Este aumento desaforado ha significado graves problemas de liquidez de los grupos energ¨¦ticos para cubrir las garant¨ªas financieras de sus entregas futuras. Los Gobiernos de Alemania, Suecia, y Finlandia han concedido ayudas de decenas de miles de millones de euros a sus compa?¨ªas energ¨¦ticas para asegurar sus necesidades financieras.
El pasado 9 de septiembre se produjo un punto de inflexi¨®n en la UE al mostrar su disposici¨®n a intervenir en el mercado el¨¦ctrico. Espa?a, que llevaba m¨¢s de un a?o solicitando cambios en la regulaci¨®n, hab¨ªa logrado meses antes la desvinculaci¨®n del precio del gas al de la electricidad con un importante ahorro.
En el cambio de la UE ha sido determinante que el sistema actual est¨¦ ocasionando graves problemas a las energ¨¦ticas. Quiz¨¢ m¨¢s que eternizar el debate sobre las ventajas e inconvenientes del sistema marginalista habr¨ªa que dejar de tratar la electricidad como una simple mercanc¨ªa y considerarla como un ¡°bien com¨²n¡±, un derecho ciudadano. La UE debe intervenir en el mercado el¨¦ctrico con el mismo criterio con que trata de perseguir los abusos financieros. Tambi¨¦n aqu¨ª debe fijar el principio de proteger a quienes est¨¢n en situaci¨®n de inferioridad.