El mercado el¨¦ctrico y el sistema marginalista de fijaci¨®n de precios
Las tensiones del sector el¨¦ctrico se deben a un mix energ¨¦tico con un peso considerable del gas y a la evoluci¨®n del precio de este combustible y del precio de las emisiones de CO? en los ¨²ltimos meses
En Espa?a estamos asistiendo desde el pasado febrero a un incremento del precio diario de la electricidad en el mercado mayorista que lo ha situado en las ¨²ltimas semanas muy por encima de los 100 euros el megavatio hora. Esto ha llevado a algunas voces a cuestionar el sistema marginalista de fijaci¨®n de precios, que establece que el precio de la electricidad lo marca el coste del ¨²ltimo megavatio hora producido por el sistema el¨¦ctrico, que generalmente fijan las centrales de gas o carb¨®n, incluyendo en este coste el precio que se paga por las emisiones de CO?. En este art¨ªculo me gustar¨ªa presentar un par de argumentos que creo que no se han tenido en cuenta en este debate y explicar a qu¨¦ se debe esta subida del precio al por mayor y qu¨¦ implicaciones tiene.
Lo primero que me gustar¨ªa se?alar es que, en mi opini¨®n, el sistema marginalista disciplina el comportamiento de las el¨¦ctricas. Supongamos que dicho sistema no existiese y las empresas tuvieran libertad para fijar el precio. Al tratarse de un mercado oligopolista, es de esperar que las empresas utilicen su poder de mercado para reducir la producci¨®n y fijar as¨ª el precio m¨¢s elevado que les permita las condiciones de demanda. El resultado ser¨ªa un precio por encima del coste marginal que dar¨ªa lugar a beneficios extraordinarios en todas las centrales de producci¨®n de electricidad y no solo en las centrales con costes m¨¢s bajos. Es decir, si el mercado no estuviera disciplinado por un sistema marginalista podr¨ªamos tener precios todav¨ªa m¨¢s altos y en cualquier caso superiores al coste marginal de las centrales de gas.
La segunda cuesti¨®n que me gustar¨ªa plantear es que el sistema marginalista no es necesariamente el causante de que las el¨¦ctricas obtengan beneficios extraordinarios. Supongamos ahora que existiese una tecnolog¨ªa competitiva con la que se pudiese abastecer toda la demanda. En ese caso, las empresas acabar¨ªan adoptando dicha tecnolog¨ªa y el sistema marginalista llevar¨ªa a que las empresas obtuviesen beneficios normales y los consumidores pagasen un precio igual al coste marginal. Entonces, ?cu¨¢l es el origen de los beneficios extraordinarios o beneficios ca¨ªdos del cielo? La respuesta es bien conocida y es que, a fecha de hoy y por distintas razones, las el¨¦ctricas operan con centrales que tienen distintos costes de producci¨®n, es decir, con un mix energ¨¦tico formado por distintas tecnolog¨ªas, y en ese caso el sistema marginalista genera beneficios extraordinarios en todas las centrales que operan con costes inferiores al precio que fija la central con el coste m¨¢s elevado.
Sin embargo, existe otro factor que hay que tener en cuenta para explicar los beneficios extraordinarios y es la falta de competencia. En un contexto competitivo, estos beneficios extraordinarios son un fuerte incentivo para que nuevas empresas entren en la industria utilizando la tecnolog¨ªa m¨¢s competitiva, lo que acabar¨ªa afectando a los precios y disipando los beneficios extraordinarios. Pero en el caso que nos ocupa este mecanismo no acaba de funcionar bien porque seg¨²n en qu¨¦ segmentos del mix energ¨¦tico, la libertad de entrada est¨¢ restringida. En el caso de la hidr¨¢ulica, por las concesiones en una red de embalses que apenas puede crecer. En el caso de la nuclear, por la moratoria que impide la construcci¨®n de nuevas centrales, y en el caso del carb¨®n y el gas, por los compromisos para reducir las emisiones de CO?. Por lo tanto, la entrada, de facto, solo es posible en el segmento de las energ¨ªas e¨®licas y solar. Sin embargo, en este segmento las empresas entrantes tienen que competir con las grandes empresas el¨¦ctricas, que tambi¨¦n han realizado importantes inversiones en energ¨ªas renovables. En resumen, los abultados beneficios que est¨¢n obteniendo las el¨¦ctricas son el resultado de la combinaci¨®n de tres factores: el sistema marginalista de precios, un mix energ¨¦tico formado por diferentes tecnolog¨ªas que operan con distintos costes y las dificultades a la entrada de nuevas empresas en la industria.
En este marco, el precio mayorista de la electricidad ha estado creciendo en los ¨²ltimos meses hasta superar recientemente los 180 euros. Obviamente, este incremento ha generado una gran inquietud en el mercado y ha llevado a todos los agentes implicados a plantearse qu¨¦ se puede hacer para revertir la tendencia. Para ello, lo primero es tener una buena explicaci¨®n de cu¨¢les han sido los factores que han llevado al precio a esos niveles. A mi entender hay dos factores principales: la primera tiene que ver con el mix energ¨¦tico y la segunda, con el coste de los inputs que utilizan las centrales de ciclo combinado. El incremento del precio nos podr¨ªa indicar que nos estamos enfrentando a un problema de potencia instalada debido al crecimiento de la demanda el¨¦ctrica causado por la recuperaci¨®n econ¨®mica. En este punto es necesario aclarar que la potencia instalada que es relevante medir para explicar el fen¨®meno no es tanto la del conjunto del sistema, sino la de las energ¨ªas renovables en relaci¨®n con la potencia total instalada.
Seg¨²n datos de Red El¨¦ctrica de Espa?a, a finales de 2020 las energ¨ªas renovables representaban el 54% de la potencia instalada nacional, mientras que solo las centrales de ciclo combinado significaban el 23,7% de la potencia total y el 51,5% del total de no renovables. En generaci¨®n, seg¨²n los ¨²ltimos datos de julio, la demanda hab¨ªa crecido hasta ese mes un 4,1% y las energ¨ªas renovables hab¨ªan cubierto el 52,7% del total, mientras que las centrales de ciclo combinado cubr¨ªan el 11,3% y representaban el 23% de la generaci¨®n no renovable. Estas cifras indican que el mix energ¨¦tico espa?ol no tiene mucho margen para abastecer un incremento persistente de la demanda con energ¨ªas renovables en el corto y medio plazo, pese al esfuerzo realizado en los ¨²ltimos a?os, lo que obliga a recurrir con frecuencia a centrales de ciclo combinado para atender la demanda, por lo que son este tipo de centrales las que acaban fijando el precio del mercado mayorista. Como ocurre en tantos casos, los problemas de hoy son el resultado de decisiones que se tomaron en el pasado cuando se apost¨® por la inversi¨®n en centrales de ciclo combinado. No obstante, el mix energ¨¦tico explica solo que las centrales de gas tengan un peso determinante en la formaci¨®n del precio de la electricidad, pero no el crecimiento en el coste de producci¨®n de estas centrales. Para ello hay que mirar a dos mercados internacionales, el del gas y el de los derechos de emisiones de CO?. En ambos mercados el precio ha crecido de forma importante en el ¨²ltimo a?o. El gas en abril del a?o pasado estaba en 5 euros el megavatio hora y en la actualidad, casi en los 60 euros, mientras que el precio de los derechos de emisi¨®n de CO? estaba en enero en 33,43 euros la tonelada y en la actualidad est¨¢ por encima de los 60 euros.
En resumen, no creo que el sistema marginalista sea el gran responsable de los precios que se est¨¢n dando en el mercado mayorista estos d¨ªas, ni siquiera de los beneficios ca¨ªdos del cielo, y, por lo tanto, no creo que el problema de un elevado precio de la electricidad se resuelva cambiando el sistema de fijaci¨®n de precios. Las tensiones que se observan en este mercado se deben, como acabo de apuntar, a un mix energ¨¦tico con un peso considerable del gas y a la evoluci¨®n del precio de este combustible y del precio de las emisiones de CO? en los ¨²ltimos meses. Tenemos pues una combinaci¨®n de factores coyunturales en mercados internacionales con un factor estructural nacional. El mix energ¨¦tico actual es el que es y no se puede cambiar significativamente en el medio plazo. Espa?a tiene instalados 26.250 megavatios de ciclo combinado y tendr¨¢ que operar en los pr¨®ximos a?os con un sistema el¨¦ctrico nacional en el que las centrales de ciclo combinado seguir¨¢n teniendo una influencia importante en la determinaci¨®n del precio al por mayor de la electricidad.
A corto plazo y medio plazo se pueden tomar toda una serie de medidas como las que ha aprobado recientemente el gobierno para intentar paliar la subida del precio de la luz, pero lo prioritario es continuar con el proceso de sustituci¨®n de los combustibles f¨®siles por energ¨ªas renovables, y para ello tenemos objetivos y fechas bien definidas en el Pacto Verde Europeo. Para Espa?a, una reducci¨®n de las emisiones de CO? del 38% en 2030 respecto a los niveles de 2010 y para toda la Uni¨®n Europa, conseguir ser la primera zona clim¨¢ticamente neutra en 2050. Las medidas a corto y medio plazo no nos deber¨ªan hacer olvidar que es necesario seguir con un continuado y creciente esfuerzo de energ¨ªas no contaminantes.
Santiago J. Rubio es catedr¨¢tico de An¨¢lisis Econ¨®mico en la Universidad de Valencia
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