El retraso del Gobierno en la solicitud de los cr¨¦ditos europeos encarece la financiaci¨®n
El Ejecutivo se?ala que otros pa¨ªses que han pedido antes los pr¨¦stamos de la UE est¨¢n teniendo problemas para ejecutar el plan
En 2020 se constituyeron los fondos Next Generation para combatir las consecuencias de la pandemia. En un gran acto de solidaridad por el coronavirus, los pa¨ªses m¨¢s perjudicados podr¨ªan recibir recursos europeos a cambio de elaborar un Plan de Recuperaci¨®n con compromisos de reformas e inversiones. Y Espa?a fue, tras Italia, el segundo pa¨ªs que m¨¢s obtuvo. Son unos 80.000 millones en ayudas que no tiene...
En 2020 se constituyeron los fondos Next Generation para combatir las consecuencias de la pandemia. En un gran acto de solidaridad por el coronavirus, los pa¨ªses m¨¢s perjudicados podr¨ªan recibir recursos europeos a cambio de elaborar un Plan de Recuperaci¨®n con compromisos de reformas e inversiones. Y Espa?a fue, tras Italia, el segundo pa¨ªs que m¨¢s obtuvo. Son unos 80.000 millones en ayudas que no tiene que devolver, y otros 80.000 millones en cr¨¦ditos que los Estados pueden retornar a 30 a?os con una carencia de 10. Con estos ¨²ltimos se busca que los pa¨ªses que no tienen triple A como Espa?a puedan conseguir financiaci¨®n como si lo fueran.
Sin embargo, el Gobierno entonces renunci¨® en un primer momento a solicitar los pr¨¦stamos. Su idea fue concentrar todos los esfuerzos en gestionar los miles de millones en ayudas a fondo perdido. Ya de por s¨ª era una tarea ingente que supon¨ªa m¨¢s que duplicar los esfuerzos inversores de un presupuesto ordinario. En esos momentos, las compras de deuda del BCE por la pandemia hab¨ªan hecho que Espa?a incluso se financiase en negativo en numerosos tramos. Hasta el bono a diez a?os lleg¨® a registrar tipos negativos. Era el mundo al rev¨¦s y los inversores pagaban por tener d¨®nde guardar el dinero.
Esa nueva realidad hizo que el Gobierno se confiase. Se pens¨® que hab¨ªa que darse mucha prisa para gastar los fondos no reembolsables en los tres a?os que quedaban de legislatura, entre 2021 y 2023. Hab¨ªa que volcar toda la capacidad administrativa en ejecutar lo que no se ten¨ªa que devolver y reactivar con fuerza la econom¨ªa. Los pr¨¦stamos se podr¨ªan solicitar m¨¢s adelante con el fin de dar continuidad a las inversiones en los ejercicios posteriores. Adem¨¢s, engordaban la deuda cuando a¨²n no se sab¨ªa si volver¨ªa la austeridad o si podr¨ªa haber un susto en los mercados.
Pero en esas circunstancias lleg¨® la recuperaci¨®n de la pandemia, los cuellos de botella y, sobre todo, la guerra de Ucrania. La inflaci¨®n volvi¨® a rampar como no hac¨ªa en d¨¦cadas y los intereses subieron a gran velocidad. En cuesti¨®n de nueve meses, el BCE elev¨® los tipos oficiales en casi cuatro puntos. Y la financiaci¨®n en condiciones tan favorables desapareci¨®, cogiendo a contrapi¨¦ al Ejecutivo espa?ol.
Cr¨¦ditos cada seis meses
El grueso de pa¨ªses que no ten¨ªan triple A hab¨ªan decidido antes tomar esos cr¨¦ditos y asegurarse las buenas condiciones. El sistema funciona con ventanas de financiaci¨®n cada seis meses. A cambio de un paquete de compromisos culminados, la Comisi¨®n entrega dos veces al a?o una parte de la financiaci¨®n como est¨¢ pactado en el calendario. Los Estados que lo pidieron antes que Espa?a, como Italia, Grecia o Portugal, han logrado unas condiciones mejores en los pr¨¦stamos que ya han ingresado. Esos est¨¢n ya anclados a tipos mucho m¨¢s bajos durante 30 a?os.
El cr¨¦dito que dio la Comisi¨®n a estos pa¨ªses fue al 0,7% en el segundo semestre de 2021; al 1,24% en la primera mitad del a?o pasado, y al 2,6% en los seis ¨²ltimos meses de 2022. Espa?a ha desaprovechado esa oportunidad al solicitarlo m¨¢s tarde.
Cabe pensar, dado el tipo medio de las ¨²ltimas emisiones, que el coste medio de financiarse con la Comisi¨®n en estos momentos ser¨¢ del 3,35% tomando la deuda a 15 a?os. En cambio, Espa?a lo hace al 3,7%. Esa es la diferencia que se ahorrar¨¢. La idea es que en su mayor parte esta ventaja financiera se traslade a Administraciones y empresas. Si bien existe la posibilidad de que se cobre por la gesti¨®n y de que haya financiaci¨®n a coste de mercado. Una parte de los cr¨¦ditos pueden usarse como participaciones financieras en empresas en las que habr¨¢ un riesgo. Si hay impagos por los cr¨¦ditos, estos elevar¨¢n el d¨¦ficit p¨²blico y se consolidar¨¢n en la deuda del Reino de Espa?a. Mientras no se devuelvan, los pr¨¦stamos de la UE formar¨¢n parte del endeudamiento p¨²blico espa?ol de todos modos.
Si Espa?a hubiera cogido la deuda al 0,7% en lugar de al 3,35%, ser¨ªan algo m¨¢s de 26 millones al a?o que se hubiese ahorrado por cada 1.000 millones tomados y por cada a?o que est¨¦ vivo ese pr¨¦stamo. A 30 a?os ser¨ªan m¨¢s de 780 millones de euros.
El Gobierno argumenta con raz¨®n que otros pa¨ªses que han pedido la financiaci¨®n antes est¨¢n teniendo problemas con la ejecuci¨®n del plan. Digerir tanto en tan poco tiempo es dif¨ªcil. Los planes de Italia se han visto salpicados porque muchos ayuntamientos ten¨ªan proyectos poco id¨®neos: estadios de f¨²tbol, un hip¨®dromo, una perrera con energ¨ªa solar, unas pistas de esqu¨ª, un campo de golf¡ Su ¨²ltimo desembolso, de 19.000 millones, ha quedado bloqueado. ¡°Espa?a ha tenido una pol¨ªtica m¨¢s prudente¡±, explican fuentes gubernamentales.
Por otra parte, un informe del centro de estudios Bruegel apunta que la deuda emitida por la Comisi¨®n se est¨¢ comportando peor que la de pa¨ªses triple A como Alemania. Los motivos son que se ha aumentado mucho el endeudamiento en poco tiempo, no se cuenta con mecanismos propios para obtener ingresos con los que reintegrarla y, sobre todo, que la deuda europea no se considera un instrumento com¨²n de inversi¨®n porque no tiene todav¨ªa la presencia suficiente en los mercados a largo plazo. Los inversores deciden invertir menos al no tener certidumbre sobre la liquidez de estos productos: no saben si pueden venderlos luego con la misma facilidad que un bono alem¨¢n, lo que provoca que se encarezca la financiaci¨®n del Ejecutivo comunitario. En consecuencia, esta financiaci¨®n de la Comisi¨®n est¨¢ siendo, por estas razones, algo menos ventajosa que la de un triple A.
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