Los cinco errores de este BCE
Ni una sola menci¨®n a la recesi¨®n de la eurozona, la obsesi¨®n por los salarios, la incertidumbre de la inflaci¨®n...
El error de Christine Lagarde, tanto m¨¢s que subir los tipos un jueves s¨ª y el otro tambi¨¦n, sin pausa, llueva o granice, es la ansiedad que muestra al hacerlo. Pisotea sus propias afirmaciones. E incluso las normas escritas del BCE.
Eso le resta credibilidad, aunque hoy casi nadie se?ale al rey desnudo: vuelve Termidor. Ya Isabel II inquiri¨® en su visita a la London School tras la crisis de 2008: ?c¨®mo es posible ...
El error de Christine Lagarde, tanto m¨¢s que subir los tipos un jueves s¨ª y el otro tambi¨¦n, sin pausa, llueva o granice, es la ansiedad que muestra al hacerlo. Pisotea sus propias afirmaciones. E incluso las normas escritas del BCE.
Eso le resta credibilidad, aunque hoy casi nadie se?ale al rey desnudo: vuelve Termidor. Ya Isabel II inquiri¨® en su visita a la London School tras la crisis de 2008: ?c¨®mo es posible que nadie lo hubiera previsto? A este ritmo de deslices, eso se repetir¨¢. Ah¨ª van cinco en su discurso de este martes, en Sintra:
1. Ni una sola menci¨®n a la recesi¨®n de la eurozona. L¨®gico que en las Proyecciones macroecon¨®micas de los economistas de Fr¨¢ncfort, claves para las decisiones de pol¨ªtica monetaria, no la hubiera. Pero es que cerraron sus cifras a 31 de mayo. Y la recesi¨®n t¨¦cnica de la eurozona (el PIB cay¨® dos trimestres al 0,1%) la detect¨® Eurostat el 8 de junio. Pero la ¨²ltima subida del Consejo de Gobierno es del d¨ªa 15. Y ayer era d¨ªa 27. ?Ningunea o desprecia el banco central, obsesionado en solitario por la inflaci¨®n, un dato decisivo para su tarea como la recesi¨®n? Caso ¨²nico en la historia.
2. La obsesi¨®n por los salarios. Inusualmente, Lagarde enfatiz¨® que los beneficios ¡°contribuyeron en dos tercios a la inflaci¨®n¡± durante 2022. Bravo, que sus adl¨¢teres la copien. Y se propuso rebajarlos a golpe de enfriar la demanda. Pero, sobre todo, focaliz¨® el peligro ¡ªay, esa costumbre¡ª de que los salarios busquen recuperar el poder adquisitivo y as¨ª desanclen las expectativas de inflaci¨®n moderada, el gran motivo para subir tipos... Aunque, dijo, ¡°no observamos una espiral precios-salarios¡±. O sea, no explica la realidad. Explicita temores. O prejuicios.
3. La incertidumbre de la inflaci¨®n. A rebufo de la muy h¨¢bil, pero halcona, consejera alemana Isabel Schnabel (vean su texto Los riesgos de la terca inflaci¨®n, 19 de junio), la pol¨ªtica monetaria restrictiva responde a la ¡°incertidumbre sobre la persistencia de la inflaci¨®n¡± a medio plazo. ¡°Depender¨¢¡±, relativiza la francesa. Pero se basa en ella. Mientras que las Proyecciones de su staff indican que ¡°se prev¨¦ su r¨¢pida ca¨ªda¡±: Del 5,4% este a?o al 3% el pr¨®ximo y al 2,2% en 2025. El 2,2% es tolerable, seg¨²n la Estrategia de pol¨ªtica monetaria estrenada el 8 de julio de 2021. Y es a ¡°medio plazo¡±, pues aunque el BCE dote a este concepto de ¡°flexibilidad¡± (o sea, arbitrismo), oscila en torno a los dos a?os, como entonces calcul¨® para volver a tipos positivos. No es ¡°demasiado tiempo¡±, 2025, de ¡°inflaci¨®n demasiado alta¡± contra lo que repite Fr¨¢ncfort hasta la saciedad. Es lo previsto.
4. Usurpa las funciones del Consejo de Gobierno. Lagarde y los dem¨¢s repiten el mantra de que subir¨¢n tipos ¡°reuni¨®n a reuni¨®n¡±, ¡°dependiendo de los datos¡±, olvidando su compromiso de forward guidance (orientaci¨®n de futuro a los mercados). El 15 de junio resumi¨® as¨ª la decisi¨®n de la c¨²pula (tipos al 4%): ¡°Es muy probable que vuelva a haber un aumento de los tipos de inter¨¦s en julio¡±. Y ayer afirm¨®, sin mediar reuni¨®n del consejo: ¡°Continuaremos aumentando los tipos en julio¡±, burlando su juramento de tomar decisiones ¡°dependiendo de los datos¡±.
5. Escamotea la inflaci¨®n por la subyacente. Ya que la inflaci¨®n da bien, establece, para justificar la restricci¨®n monetaria prorrecesiva ¡ªen la estela de Schnabel¡ª, que el nuevo gran baremo es la ¡°subyacente¡± (sin energ¨ªa ni alimentos). Un concepto ausente, ajeno a los documentos estrat¨¦gicos del BCE.
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