Yo uso la guillotina, t¨² recoges la sangre
En Espa?a, las alzas de tipos rozan el cuello de 600.000 familias endeudadas de bajos ingresos. Y 1,5 millones dedican m¨¢s del 40% de esos ingresos al pago de pr¨¦stamos, personales e hipotecas
El buen usuario de la guillotina no suele celebrar su efectividad y despu¨¦s lamentar la sangre que ha vertido. Salvo ciertos banqueros centrales. El BCE lleva casi un a?o subiendo sin pausa los tipos de inter¨¦s. ¡°Nuestras decisiones ya est¨¢n afectando gradualmente a toda la econom¨ªa¡±, se ufan¨® su jefa, Christine Lagarde, el pasado d¨ªa 15.
As¨ª glosaba su octava subida, que los elev¨® al 4% (al 3,5% el clave, la facilidad de dep¨®sito a la banca). Es la loa al ¡°dolor¡± propugnado por Jerome Powell: no un da?o inevitable, sino una purga deseada.
En Espa?a, las alzas rozan el cuello de 600.000 familias endeudadas de bajos ingresos. Y 1,5 millones dedican m¨¢s del 40% de esos ingresos al pago de pr¨¦stamos, personales e hipotecas, seg¨²n el Informe de Estabilidad financiera del Banco de Espa?a (19 de abril; Cinco D¨ªas, 16 de junio)..
Am¨¦n de ese perjuicio espec¨ªfico, hay otro m¨¢s global. El que se propina al crecimiento del PIB: a todos. El ¨²ltimo Informe trimestral del BdeE pronostica un ¨®ptimo aumento del 2,3% para Espa?a este a?o.
Pues bien, atribuye el principal nubarr¨®n contra esa expectativa a ¡°la intensidad que el impacto del tensionamiento monetario¡±; o sea, ¡°los obst¨¢culos¡± que ¡°se derivan del endurecimiento en las condiciones financieras¡±; y, tercera vez, a sus ¡°efectos adversos¡±. M¨¢s claro, el agua.
M¨¢s claro: para toda la eurozona, el gobernador, Pablo Hern¨¢ndez de Cos, prev¨¦ ¡ªen sinton¨ªa de pesadumbre digna¡ª que la escalada del inter¨¦s disminuir¨¢ el PIB ¡°en alrededor de dos puntos en el per¨ªodo 2022-2025¡å (discurso del 22 de mayo).
En otro tono, a medias entre la complacencia del deber cumplido y la advertencia dram¨¢tica, el Informe de Estabilidad Financiera de Fr¨¢ncfort (31 de mayo) alerta de que ha ¡°ha crecido el potencial para los ajustes desordenados en el contexto del endurecimiento de las condiciones financieras y la reducci¨®n de la liquidez en el mercado¡±: efectos precisos de su pol¨ªtica restrictiva.
Con ¡°la desaceleraci¨®n del cr¨¦dito, el coste de financiaci¨®n de los bancos va a ir al alza y el bajo crecimiento afectar¨¢ a la solvencia de los clientes de la banca¡±, dijo en su presentaci¨®n el responsable de ese departamento, Luis de Guindos.
En econom¨ªa, esta posici¨®n desaf¨ªa la ¡°internalizaci¨®n de costes¡±: endosa la carga por las decisiones propias a otros agentes. A la banca, por ejemplo. O en caso de una nueva crisis, al poder pol¨ªtico (el contribuyente), que deber¨¢ pechar ¡ªen todo o en parte¡ª con un eventual rescate bancario, usando los recursos del backstop del Mecanismo de Estabilidad (MEDE), mientras las entidades no doten del todo al Fondo de resoluci¨®n. Yo, guillotino; t¨², sangras.
Sigue toda la informaci¨®n de Econom¨ªa y Negocios en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.