El embajador de EE UU ante la UE revela que otra empresa de chips explora invertir en Espa?a
El diplom¨¢tico Mark Gitenstein llama a acelerar la negociaci¨®n de los acuerdos sobre minerales raros, el aluminio y el acero sostenibles para que no regresen los aranceles cruzados entre Bruselas y Washington
El embajador estadounidense ante la Uni¨®n Europea, Mark Gitenstein, ha revelado este martes que tiene constancia del inter¨¦s de compa?¨ªas de su pa¨ªs por instalarse en Espa?a aprovechando las ayudas del PERTE chip, dotado con 12.250 millones de euros. ¡°S¨¦ de al menos dos empresas americanas que est¨¢n mirando a Espa?a para inversiones de ese tipo, pero no voy a entrar en nombres¡±, apunt¨® en un en...
El embajador estadounidense ante la Uni¨®n Europea, Mark Gitenstein, ha revelado este martes que tiene constancia del inter¨¦s de compa?¨ªas de su pa¨ªs por instalarse en Espa?a aprovechando las ayudas del PERTE chip, dotado con 12.250 millones de euros. ¡°S¨¦ de al menos dos empresas americanas que est¨¢n mirando a Espa?a para inversiones de ese tipo, pero no voy a entrar en nombres¡±, apunt¨® en un encuentro con periodistas en la sede de la embajada de EE UU en Madrid. Dado que el gigante de los semiconductores Broadcom ya anunci¨® en julio su intenci¨®n de construir una planta en Espa?a con una inversi¨®n prevista de 900 millones de euros, se abre as¨ª la puerta a que fructifique el desembarco de otro fabricante estadounidense que aproveche los recursos p¨²blicos disponibles para expandir su actividad.
La visita de Gitenstein se produce con motivo de la presidencia espa?ola del Consejo de la UE. El diplom¨¢tico, que aterriz¨® en Bruselas hace poco m¨¢s de a?o y medio, cree que las relaciones entre ambos bloques est¨¢n en su mejor momento, y ha quedado atr¨¢s la disputa comercial por la Ley de Reducci¨®n de la Inflaci¨®n (IRA), un controvertido paquete de cr¨¦ditos fiscales de casi 350.000 millones de euros a los autom¨®viles el¨¦ctricos fabricados en Estados Unidos que enfureci¨® a los socios europeos por su poder para distorsionar la competencia.
Entre las prioridades, Gitenstein, que trabaj¨® para Biden en el Senado durante 13 a?os, cit¨® dos acuerdos clave entre la UE y EE UU. Primero, el de minerales cr¨ªticos para garantizar su suministro, imprescindible para las bater¨ªas que usan los coches el¨¦ctricos. El estadounidense cree que el pacto permitir¨ªa fabricar coches el¨¦ctricos m¨¢s asequibles en Europa y EE UU, beneficiando as¨ª a trabajadores y consumidores. ¡°Podr¨¢n permitirse comprar veh¨ªculos el¨¦ctricos menos caros. Si no hacemos eso, no vamos a resolver nuestros problemas ambientales. Es simplemente imposible. En este momento, los veh¨ªculos el¨¦ctricos, al menos en Estados Unidos, cuestan al menos 50.000 d¨®lares. Y no mucha gente va a gastarse 50.000 d¨®lares en un veh¨ªculo el¨¦ctrico. Todav¨ªa no¡±.
La alternativa, advierte, pasa por ser dependientes de la industria china. ¡°En este momento, los minerales cr¨ªticos no se encuentran en Europa ni en Estados Unidos. Existe potencial para desarrollar minas de litio en Serbia y en la frontera portuguesa con Espa?a, y tal vez en Suecia. Ocurre lo mismo en Estados Unidos, pero no est¨¢n desarrolladas en este momento. China es la propietaria de la mayor¨ªa de los minerales cr¨ªticos, y como me gusta decirles a los europeos: ¡°Ustedes acaban de dejar el gas ruso, ?quieren ser adictos ahora a las bater¨ªas de la Rep¨²blica Popular China?¡±. Eso no quiere decir que no queramos bater¨ªas chinas, pero ?por qu¨¦ no tener bater¨ªas europeas? ?Por qu¨¦ no tener cadenas de suministro europeas?¡±.
El segundo frente comercial es el de los intercambios de acero y aluminio sostenibles. ¡°No podemos entrar en otro desacuerdo sobre esto y restablecer los aranceles, que es lo que haremos si no lo renovamos¡±, defendi¨®. En junio de 2018, la administraci¨®n Trump introdujo aranceles sobre las exportaciones europeas de acero y aluminio por valor de 6.400 millones de euros, y Bruselas respondi¨® con medidas similares a las importaciones de EE UU. Ambas partes suspendieron temporalmente las tasas en enero de 2021 mientras trabajaban en un nuevo pacto que no acaba de cerrarse. Gitenstein le ha hecho llegar este martes al secretario de Estado para la UE, Pascual Navarro la necesidad de acelerar la negociaci¨®n antes de entrar en el ciclo electoral de 2024, cuando se vota a los eurodiputados del Parlamento Europeo en junio y se elige al inquilino de la Casa Blanca en noviembre.
La irrupci¨®n de los coches el¨¦ctricos chinos de bajo coste es uno de los retos comerciales comunes a Europa y EE UU. ¡°Es una oportunidad porque significa que aparecer¨¢n veh¨ªculos el¨¦ctricos europeos de bajo coste. El problema es: ?est¨¢n subsidiados por la Rep¨²blica Popular China? Si est¨¢n siendo subsidiados por la Rep¨²blica Popular China, eso es un problema comercial grave. Y la UE est¨¢ investigando eso y nosotros lo estamos investigando. No vamos a permitir, ninguna de las partes va a permitir, que se vendan aqu¨ª veh¨ªculos el¨¦ctricos fuertemente subsidiados. Ya pasamos por eso con los paneles solares¡±.
Tras el fracaso, a?os atr¨¢s del acuerdo de libre comercio UE-EE UU, el llamado TTIP, el enfoque ha cambiado. Se busca ir mejorando la relaci¨®n, y Gitenstein destaca la importancia del Consejo UE-EE UU de Comercio y Tecnolog¨ªa como foro de di¨¢logo trimestral. ¡°Gran parte del trabajo que se ha estado realizando para resolver los bloqueos que surgieron de la covid en las cadenas de suministro y los chips se resolvieron all¨ª, tambi¨¦n temas de inteligencia artificial¡±.
A sus 76 a?os, Gitenstein rememora sus inicios en el Senado estadounidense para confiar en que, al final, los entendimientos acaban produci¨¦ndose, aunque sea a ¨²ltima hora y de madrugada tras tensos tiras y afloja. ¡°Cuando fui a trabajar all¨ª por primera vez era un joven de 25 a?os. Me sent¨¦ en el hemiciclo, un hermoso y antiguo edificio del siglo XIX, y hab¨ªa un gran sof¨¢ atr¨¢s donde se sentaba un anciano que me dijo: ¡°Muchacho, trabajar en el Senado de EE UU es como servir en el ej¨¦rcito. Son miles de horas de aburrimiento interrumpidas por momentos de puro terror. No pasa nada. No pasa nada. Y entonces, de repente ?bang! Se ponen de acuerdo¡±.
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