Los agricultores toman la calle: ¡°Echamos 16 horas y despu¨¦s nos ponemos a rellenar formularios¡±
El sector se manifiesta contra la precariedad en Barcelona: ¡°La situaci¨®n en el campo es insoportable¡±
Empleados vestidos de oficina aplaudiendo desde los balcones de la sede de CaixaBank, en la Diagonal de Barcelona. Estudiantes de las facultades de la Zona Universitaria grab¨¢ndolo todo. Pasajeros del tranv¨ªa con la cara pegada al cristal. O peatones abarrotando los sem¨¢foros. No se ven centenares de tractores cada d¨ªa entrando por el acceso sur de Barcelona y la ciudadan¨ªa de la capital catalana se ha volcado para aplaudirles y lanzarles se?ales de ¨¢n...
Empleados vestidos de oficina aplaudiendo desde los balcones de la sede de CaixaBank, en la Diagonal de Barcelona. Estudiantes de las facultades de la Zona Universitaria grab¨¢ndolo todo. Pasajeros del tranv¨ªa con la cara pegada al cristal. O peatones abarrotando los sem¨¢foros. No se ven centenares de tractores cada d¨ªa entrando por el acceso sur de Barcelona y la ciudadan¨ªa de la capital catalana se ha volcado para aplaudirles y lanzarles se?ales de ¨¢nimo, con pu?os y pulgares en alto. A m¨¢s de uno de los manifestantes se le saltaban las l¨¢grimas.
¡°Tras la pandemia se olvidaron de nosotros¡±
Tambi¨¦n se ha emocionado Mauri Bosch, horticultor del Baix Llobregat. Desde los 14 a?os en el campo, ahora tiene 54. ¡°Es muy emocionante, pero ahora que no pase como con la pandemia, cuando nos hicieron sentir imprescindibles, lo dimos todo y luego se olvidaron¡±, dice al volante de su tractor. Bosch, del sindicato JARC (Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya), celebra una jornada ¡°hist¨®rica¡± y ¡°sin siglas ni banderas¡± fruto del hartazgo del campo. La Guardia Urbana ha afirmado en las redes sociales que los tractores han llenado la Diagonal desde la entrada a la ciudad hasta el paseo de Gr¨¤cia: son cinco kil¨®metros de asfalto. Los Mossos d¡¯Esquadra han cuantificado los tractores en 800 en la Diagonal y otros 450 en la Meridiana, que son los que han entrado desde Girona.
Bosch cree que la protesta se explica por una combinaci¨®n de factores. La tormenta perfecta: el malestar de la gente con los grandes sindicatos, a quienes acusan de no hacer lo suficiente; una organizaci¨®n desde abajo a trav¨¦s de las redes sociales; la ventana de oportunidad de las elecciones europeas a la esquina, o la mecha encendida por los partidos de derechas. Cuentan en los corrillos de la merienda posterior a la tractorada que si se ha ¡°podido entrar en Barcelona¡±, ha sido con el compromiso de no acceder con remolques o cisternas con productos l¨ªquidos. El Govern no quer¨ªa im¨¢genes como las de los campesinos franceses, disparando purines a la fachada de una comisar¨ªa. Bocata en mano en las paradas para descansar, tambi¨¦n ha habido referencias a la Generalitat y al escenario electoral a un a?o vista: ¡°No se pueden poner al campo de culo, aqu¨ª cada uno de nosotros tiene un mont¨®n de votos detr¨¢s, y los votos del campo son muy caros¡±.
Entre los tractores que han subido (desde Tarragona y Lleida) o bajado (desde Girona) a Barcelona, muchas pintadas alusivas al ¡°hambre¡± que pasar¨¢ la sociedad si el campo muere. ¡°Nos quieren muertos y morir¨¦is de hambre¡±, una pancarta. ¡°Nuestro fin, vuestra hambre¡±, otra pancarta. Y quejas tambi¨¦n por la burocracia a la que les someten las normativas europeas. ¡°La situaci¨®n del campo es insoportable, no podemos aguantar el dumping que nos hace la UE. Una cosa es controlar y otra fiscalizar¡±. O a la fruta y verdura que se importa de pa¨ªses del sur donde no hay restricciones para utilizar pesticidas prohibidos en Europa.
¡°?Qu¨¦ productos prohibidos llevan algunas naranjas del mercado? ?Qu¨¦ derechos laborales tienen pa¨ªses terceros? ?Qu¨¦ gasoil utilizan? Los consumidores no lo saben, y deber¨ªa quedar muy clara la procedencia en el etiquetaje¡±, exclama Dani Forcadell, arrocero del Delta del Ebro. O a la sequ¨ªa que remata el clavo y no les permite regar. Joan Benet, agricultor de Falset, en la comarca del Priorat, famosa por la Denominaci¨®n de Origen de sus vinos, se desespera contando que ¡°llevan un a?o con el pantano de Siurana vac¨ªo y sin regar¡±.
¡°Hay problemas para abastecerse de agua¡±
Desde la columna de Girona que ha entrado por la Meridiana, Narc¨ªs Poch, de Girona, asegura que ¡°la gente est¨¢ muy cansada¡±. ¡°Somos el ¨²nico sector econ¨®mico que estamos obligado a rendir cuentas a la administraci¨®n sobre toda nuestra actividad diaria¡±, a lo que se suma ¡°la superposici¨®n de normativas: la municipal, las de la Generalitat, las de parque natural depende de d¨®nde se trabaja, las estatales y las europeas¡±, se queja. ¡°Producimos alimentos, ya somos cuidadosos, pero el asedio es constante¡±, lamenta.
Desde el Vall¨¨s, Joan Cervero, lamenta tambi¨¦n la burocracia: ¡°Echamos 16 horas de trabajo, no ocho, y despu¨¦s de trabajar en el campo, tener que ponerse a rellenar documentos y a hacer tr¨¢mites burocr¨¢ticos durante dos horas nos mata. Mis parejas me dejaban diciendo que para qu¨¦ quer¨ªa novia si no tengo tiempo para ella¡±. Tambi¨¦n la sequ¨ªa ha sido protagonista en esta columna. Oriol Rovira, coordinador comarcal d¡¯Osona de Uni¨® de Pagesos asegura que ¡°con las restricciones por el plan de sequ¨ªa, en ganader¨ªa¡± tienen que reducir al consumo a la mitad: ¡°Es imposible y hay gente que tiene problemas de abastecimiento¡±.
?Servir¨¢ de algo esta oleada de movilizaciones? Responde, sin soltar el volante, de nuevo Mauri Bosch: ¡°A toda esta gente les pido que valoren el trabajo del campo, que consuman de proximidad, evitando comprar en grandes superficies. Cuando algo tiene un coste y alguien lo vende m¨¢s barato, siempre hay alguien que pierde. Y somos nosotros: estamos atrapados en un s¨¢ndwich. Por abajo tenemos a las grandes multinacionales de semillas y tecnolog¨ªa alimentaria, y por arriba a la gran distribuci¨®n¡±, asegura el agricultor. Ni para ir a Barcelona se ha quitado el mono de trabajo, las botas y la faja que le protege la espalda. Por cierto, que cuentan todos los que han entrado en la ciudad que el asfalto es mal¨ªsimo para los neum¨¢ticos. Ni protestando evitan gastar.
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