Norte contra Sur: la nueva Bolsa de Texas desaf¨ªa a Wall Street
El proyecto de un mercado electr¨®nico m¨¢s laxo y barato con sede en Dallas viene marcado por factores pol¨ªticos y tiene el respaldo de BlackRock y Citadel
Texas quiere acabar con el duopolio de la Bolsa de Nueva York y el Nasdaq. Con el gancho de una regulaci¨®n algo m¨¢s laxa y unas comisiones m¨¢s bajas, el Estado sure?o ha puesto en marcha el proyecto de una nueva Bolsa, la Texas Stock Exchange (TXSE), con sede en Dallas, aprovechando la pujanza econ¨®mica de Texas y el hartazgo de algunas compa?¨ªas por las exigencias regulatorias y las elevadas tarifas de Wall Street. TXSE Group ha captado 120 millones de d¨®lares para poner en marcha el nuevo mercado, que espera registrar ante la Comisi¨®n de Valores y Bolsa de Estados Unidos (la SEC) este mismo ...
Texas quiere acabar con el duopolio de la Bolsa de Nueva York y el Nasdaq. Con el gancho de una regulaci¨®n algo m¨¢s laxa y unas comisiones m¨¢s bajas, el Estado sure?o ha puesto en marcha el proyecto de una nueva Bolsa, la Texas Stock Exchange (TXSE), con sede en Dallas, aprovechando la pujanza econ¨®mica de Texas y el hartazgo de algunas compa?¨ªas por las exigencias regulatorias y las elevadas tarifas de Wall Street. TXSE Group ha captado 120 millones de d¨®lares para poner en marcha el nuevo mercado, que espera registrar ante la Comisi¨®n de Valores y Bolsa de Estados Unidos (la SEC) este mismo a?o y empezar a operar en 2025. Su ¨¦xito no est¨¢ garantizado. Los inversores prefieren negociar en los mercados donde se concentra la liquidez y no es f¨¢cil abrirse un hueco en un negocio que ha tendido hacia la concentraci¨®n en las ¨²ltimas d¨¦cadas.
Tras la idea de la Bolsa de Texas, laten diferencias de concepto sobre los negocios y el modo en que los criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobierno corporativo) deben marcar la gesti¨®n de las empresas. ¡°Queremos asegurarnos de que Texas va a ofrecer la oportunidad de expandir el capitalismo a empresas cuya ¨²nica agenda es el capitalismo, en contraposici¨®n a otras ideolog¨ªas que puedan imponerles estas otras bolsas¡±, se?al¨® el gobernador, Greg Abbott, en una entrevista a la CNBC. Un mercado, en principio, m¨¢s de derechas que los de Nueva York, sin concesiones a la inclusi¨®n, la diversidad o la sostenibilidad.
TXSE ha cerrado este mes con ¨¦xito su ronda de financiaci¨®n inicial. La compa?¨ªa anunci¨® que en ella han participado m¨¢s de dos docenas de inversores, entre los que se encuentran algunas de las mayores entidades financieras y proveedores de liquidez del mundo, como BlackRock y Citadel Securities, as¨ª como ¡°destacados l¨ªderes empresariales de todo el pa¨ªs¡± que no ha identificado. Los proveedores de liquidez que respaldan a TXSE representan una parte significativa del volumen de acciones en las bolsas estadounidenses y la mayor¨ªa de la contrataci¨®n minorista, seg¨²n la empresa promotora del proyecto.
BlackRock es una de las empresas que se ha visto penalizada en Texas por una nueva normativa que margina a las entidades que adopten criterios de sostenibilidad ESG. Junto a otros gigantes financieros, dio un paso atr¨¢s en el compromiso con esos criterios hace unos meses ante la presi¨®n de los republicanos. El gobernador de Texas, Gregg Abott, considera que la firma est¨¢ tratando de limpiar ¡°la mancha en su reputaci¨®n¡± por haber abrazado los criterios ESG tan decididamente en el pasado, seg¨²n declar¨®. Eso da idea de c¨®mo se ha dado la vuelta a la tortilla: antes se se?alaba a quienes no ten¨ªan compromiso con esos principios y ahora desde los frentes conservadores se acusa a quienes los adoptan.
Citadel, por su parte, es propiedad de Ken Griffin, un destacado donante republicano. Se trata del mayor hedge fund del mundo y ha tomado tambi¨¦n la decisi¨®n de trasladar su sede operativa desde el norte?o Chicago a Miami, en Florida, atra¨ªdo por la fiscalidad y la regulaci¨®n.
Algunas empresas est¨¢n molestas con la creciente regulaci¨®n en pro de la diversidad que propugnan los mercados de Nueva York. El Nasdaq ha establecido una norma de composici¨®n de los consejos que exige dar explicaciones si no se tiene a una mujer consejera y a un miembro de una minor¨ªa infrarrepresentada o del colectivo LGTB. ¡°El objetivo del Nasdaq es avergonzar a las empresas para que adopten los valores de la izquierda pol¨ªtica¡±, indicaba The Wall Street Journal en el editorial que dedic¨® al nuevo mercado texano.
Elon Musk, jefe de Tesla y SpaceX, es uno de los empresarios que de forma m¨¢s activa ha arremetido contra lo que ¨¦l denomina el ¡°virus mental woke¡±, en referencia a las posiciones progresistas. ¡°Suena prometedor¡±, escribi¨® en referencia al nuevo mercado de Texas en respuesta a otro tuit de Michael Dell, fundador y jefe de la compa?¨ªa de ordenadores que lleva su apellido y que tiene su sede en Texas, en el que ped¨ªa m¨¢s detalles sobre el nuevo proyecto. Tesla acaba de completar el traslado del domicilio legal de Tesla ¡ªque cotiza en el Nasdaq¡ª desde Delaware a Texas, donde ya estaba la sede operativa, tras aprobarlo la junta de accionistas por amplia mayor¨ªa.
Crear un mercado nuevo no es f¨¢cil. Recientes proyectos han fracasado, aunque no contaban con el respaldo de socios tan potentes. Al margen de la Bolsa de Nueva York y del Nasdaq, el ¨²nico mercado con una cuota de negociaci¨®n significativa es el de Chicago Board Options Exchange (CBOE), con un 12%. El movimiento ha sido m¨¢s bien el inverso: la absorci¨®n de mercados, como los de Filadelfia, Boston y Chicago (CHX) por parte de los dos colosos. La Bolsa de Texas, con un mercado electr¨®nico, aceptar¨¢ la doble admisi¨®n a cotizaci¨®n de compa?¨ªas ya presentes en la Bolsa de Nueva York y el Nasdaq, pero tambi¨¦n buscar¨¢ atraer sus propias salidas a Bolsa y tendr¨¢ un negocio de fondos cotizados (ETF) y de admisi¨®n a cotizaci¨®n de empresas extranjeras mediante certificados de dep¨®sito (ADR).
¡°Los cambios en los mercados de negociaci¨®n de acciones est¨¢n impulsando un mayor volumen a las bolsas y m¨¢s opciones para los emisores y patrocinadores¡±, se?al¨® James Lee, fundador y consejero delegado de TXSE Group, en el comunicado en que anunci¨® el resultado de la ronda de financiaci¨®n. ¡°TXSE crear¨¢ en ¨²ltima instancia m¨¢s competencia en torno a la actividad de cotizaci¨®n, la liquidez y la transparencia, lo que se traducir¨¢ en mercados m¨¢s coherentes y fiables que beneficiar¨¢n por igual a los inversores, los emisores globales y los proveedores de liquidez¡±.
Aunque Lee niega motivaciones pol¨ªticas, el gobernador de Texas no las esconde: ¡°Tenemos que asegurarnos de que las empresas de Texas y las que se encuentran en una situaci¨®n similar no queden excluidas de los mercados de capitales de Nueva York por decisiones pol¨ªticas tomadas desde la izquierda en lugares como Nueva York¡±.
Polo financiero
El eje Dallas-Fort Worth se ha convertido en un destacado centro financiero, con decenas de miles de trabajadores del sector, atra¨ªdos por el entorno regulatorio y fiscal. Bank of America y JP Morgan Chase tienen all¨ª m¨¢s de 10.000 empleados; Goldman Sachs, Citi, Wells Fargo, Fidelity, Charles Schwab y State Farm Insurance tienen entre 5.000 y 10.000; y firmas de servicios profesionales y consultor¨ªa como EY, PwC, Deloitte y Accenture, entre 2.500 y 5.000, seg¨²n los datos de la C¨¢mara de Comercio de Dallas.
En Texas tienen su sede 52 de las empresas de Fortune 500, la clasificaci¨®n de las mayores compa?¨ªas estadounidenses. Son las mismas que operan desde Nueva York y el n¨²mero se sit¨²a solo por detr¨¢s de las 57 de California, seg¨²n los datos publicados este mismo mes. ExxonMobil, McKesson, AT&T, Dell, Tesla, ConocoPhillips, Occidental Petroleum, Caterpillar, Hewlett Packard Enterprise, Oracle (aunque tras varios a?os all¨ª ha decidido mudarse a Nashville, Tennessee), American Airlines, Southwest Airlines y Texas Instruments, entre muchas otras, tienen all¨ª su sede. Seg¨²n datos de la Reserva Federal de Dallas, Texas y Florida han liderado la atracci¨®n de empresas desde otros Estados.
El foco de TXSE no se reduce a Texas, sino que est¨¢ puesto en todo el cuadrante sureste de Estados Unidos, que incluir¨ªa adem¨¢s a Alabama, Arkansas, Florida, Georgia, Luisiana, Misisipi, Carolina del Norte, Oklahoma, Carolina del Sur y Tennessee, seg¨²n se?ala expresamente la firma. Con la ausencia de Virginia, esos Estados coinciden casi exactamente con los que formaron parte de la Confederaci¨®n en la guerra de Secesi¨®n. Ahora se plantea una batalla financiera, en parte de nuevo de Norte contra Sur.
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