Tres meses de oro para la feria: ¡°El verano concentra el 70% de nuestra facturaci¨®n¡±
EL PA?S recorre algunos de los sectores m¨¢s t¨ªpicos de la temporada estival en una serie de reportajes que se estrena con los feriantes, un negocio que da de comer a unas 20.000 familias en Espa?a
Es temporada alta de ferias. Desde Bilbao hasta M¨¢laga, pasando por las verbenas del centro de Madrid, las del barrio barcelon¨¦s de Gr¨¤cia o Albacete, el pa¨ªs entra durante lo que dura el verano en una fiesta ininterrumpida que vive su cl¨ªmax en torno al 15 de agosto. Una estacionalidad que, como pasa con la hosteler¨ªa o el turismo, repercute en otro sector fundamental: el de los feriantes. Seg¨²n estimaciones de la Uni¨®n de Industriales Feriantes de Espa?a (UIFE), el negocio est¨¢ integrado por unas 20.000 familias que durante al menos tres meses ¡ªaunque algunas llevan girando desde finales de mayo y no paran hasta mediados de octubre¡ª, recorren de punta a punta Espa?a con la barraca a cuestas en busca de trabajo.
La feria es un negocio tremendamente variable, dependiendo en gran medida del tama?o y la importancia de cada evento. ¡°Por ponerte un ejemplo, en una ciudad importante puedes facturar diariamente de 1.000 a 2.000 euros diarios, mientras que en un pueblo hablamos de 300 a 400¡å, explica Juan Antonio Almaz¨¢n, feriante valenciano de 40 a?os. Almaz¨¢n es la cuarta generaci¨®n de una familia que posee varias atracciones como El Saltamontes o El Toro Loco, y recorre todo el levante espa?ol junto a su hermana Nuria. Con esta se reparte el trabajo entre varias localidades durante el verano, que es una ¨¦poca fundamental: ¡°En tres o cuatro meses concentramos el 70% de la facturaci¨®n de todo el a?o¡å, puntualiza.
Por norma general, el empresario se queda aproximadamente con el 10% de lo recaudado, ya que deben descontar numerosos gastos. ¡°Entre el personal, la cuota de aut¨®nomo, los ingenieros, los boletines de luz, el transporte y el montaje, los m¨¢rgenes se reducen mucho. Solo de suelo, dependiendo de la feria, pagamos de 500 a 12.000 euros¡±, a?ade Almaz¨¢n. En grandes localidades, despu¨¦s de descontar todos los gastos, por una feria de 10 d¨ªas lose empresarios pueden quedarse con entre 2.000 y 3.000 euros. En municipios m¨¢s peque?os, las ganancias por el mismo periodo pueden ser de tan solo 600 u 800 euros.
El trabajo de un feriante no se mide en d¨ªas ni en horas. ¡°Nosotros somos aut¨®nomos 24 horas al d¨ªa, siete d¨ªas a la semana, especialmente en verano¡±, comenta Jos¨¦ Mar¨ªa Ord¨®?ez, natural de Ubrique (C¨¢diz) y due?o del Baby Infantil, un tiovivo con el que recorre la provincia gaditana y parte de Andaluc¨ªa junto a su mujer y su hijo de 13 a?os. Ord¨®?ez espera que el ni?o siga otro camino diferente al que comenzaron sus abuelos con un puesto de turr¨®n: ¡°?l quiere estudiar veterinaria y me gustar¨ªa que lo hiciera, es un fen¨®meno. Esta vida es muy sacrificada y no tiene la misma rutina que un trabajo convencional. No hay horarios fijos ni d¨ªas libres¡±, expresa.
El negocio suele venir de una tradici¨®n familiar. ¡°Yo soy la cuarta generaci¨®n. Mi bisabuelo empez¨® en 1925 con una caseta de tiro,¡± comenta Almaz¨¢n con un orgullo que traspasa el tel¨¦fono. Su familia al completo trabaja en la feria, aunque sin descendencia por su parte ni por la de su hermana, el destino del negocio tiene fecha de caducidad.
Las maratonianas jornadas comienzan en la ma?ana y acaban a altas horas de la madrugada, e incluyen labores en gran parte invisibles como dedicar varias horas al mantenimiento y la preparaci¨®n de las atracciones antes de recibir al p¨²blico. ¡°La gente se cree que llegamos, abrimos la taquilla y ya est¨¢. Pero todos los d¨ªas por la ma?ana necesitamos dos o tres horas de puesta a punto,¡± se?ala Almaz¨¢n. El trabajo incluye engrasar y limpiar la maquinaria, revisar los niveles de aceite, y asegurar que todas las luces y mecanismos funcionan correctamente. Luego, el feriante valenciano explica que vuelven a abrir a las seis de la tarde y, de ah¨ª, hasta las cuatro de la madrugada. Esto requiere turnos de trabajo, especialmente en lugares de alta afluencia, donde pueden necesitar hasta ocho empleados.
Un futuro incierto
Todav¨ªa colea el terremoto que provoc¨® la pandemia de la covid en el negocio: ¡°Aunque a muchos nos sirvi¨® para mostrar nuestra profesionalidad y la resiliencia del sector, otros no fueron capaces de continuar y cerca del 10% de los empresarios abandonaron la feria por otros trabajos. Los que se quedaron est¨¢n camino de volver a una facturaci¨®n similar a la de 2018¡±, comenta ?ngel Guti¨¦rrez, presidente de la UIFE.
Por su parte, Almaz¨¢n se muestra cauteloso: ¡°El primer a?o despu¨¦s del covid fue muy bueno porque la gente ten¨ªa muchas ganas de salir. Pero el futuro es incierto. Dependemos mucho del clima, de las decisiones de los ayuntamientos y de las condiciones econ¨®micas generales. Yo creo que, si la cosa no mejora en lo que queda de temporada, facturar¨¦ un 30% menos que el a?o pasado y por lo que hablo con otros compa?eros, ellos est¨¢n en la misma situaci¨®n¡±.
M¨¢s sorprendido est¨¢ Jos¨¦ Mar¨ªa Ord¨®?ez, que ha notado una recuperaci¨®n progresiva desde la reapertura: ¡°Mi tiovivo es de ni?os chicos y, a pesar de que cada vez hay menos peque?os por la calle, desde el desconfinamiento voy ganando un poco m¨¢s cada a?o, lo que no quita que el a?o que viene me vea yo como otros feriantes. Aqu¨ª, la alegr¨ªa va por barrios¡±.
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