¡°Comenc¨¦ a sentirme abusada¡±: as¨ª es vivir sin desconectar del trabajo
Muchos trabajadores no pueden ejercer su derecho a un descanso de responsabilidades laborales fuera de la jornada de trabajo. Entre los perfiles m¨¢s frecuentes destacan sanitarios, abogados, ejecutivos y teletrabajadores
Es una ma?ana calurosa de agosto cuando un funcionario de la Inspecci¨®n de Trabajo se baja del coche enfrente de un hospital p¨²blico de la Comunidad de Madrid. Entra en el edificio dispuesto a hacer su trabajo. Llega para advertir, de nuevo, a los supervisores de la unidad de enfermer¨ªa y a la Administraci¨®n del centro, de que dejen de llamar a las enfermeras y al personal sanitario durante sus d¨ªas de descanso. El funcionario se marcha tal ...
Es una ma?ana calurosa de agosto cuando un funcionario de la Inspecci¨®n de Trabajo se baja del coche enfrente de un hospital p¨²blico de la Comunidad de Madrid. Entra en el edificio dispuesto a hacer su trabajo. Llega para advertir, de nuevo, a los supervisores de la unidad de enfermer¨ªa y a la Administraci¨®n del centro, de que dejen de llamar a las enfermeras y al personal sanitario durante sus d¨ªas de descanso. El funcionario se marcha tal como ha llegado. Y nada cambia. Este ejemplo que evidencia las vulneraciones en el derecho a la desconexi¨®n digital del personal sanitario, construido a trav¨¦s del relato de fuentes del Sindicato de Enfermer¨ªa de Madrid (Satse Madrid)¡ª no es inusual.
La falta de desconexi¨®n de las responsabilidades laborales se extiende por todos los resquicios econ¨®micos en Espa?a y se observa en un amplio espectro de profesiones: desde el personal sanitario, quienes desempe?an servicios de emergencia, docentes aut¨®nomos, profesionales liberales como abogados o asesores e incluso empresarios asentados en puestos de alta responsabilidad. El derecho a apagar los dispositivos es un ¡°lujo inalcanzable¡± para dos de cada tres (64%) de los mandos intermedios, seg¨²n una encuesta elaborada por InfoJobs sobre el fen¨®meno de la desconexi¨®n digital. Tampoco pueden olvidarse de su trabajo, aunque haya terminado su jornada tres de cada cuatro directivos (74%) entrevistados por el portal de empleo. Asimismo, los empleados de los sectores de turismo y hosteler¨ªa ¡ªservicios que en gran medida se realizan presencialmente y que suponen casi tres millones de los afiliados a la Seguridad Social¡ª, tampoco se salvan de esta erosi¨®n sobre la vida privada.
El derecho a descansar al finalizar la jornada laboral est¨¢ protegido por la Ley Org¨¢nica 3/2018, y lo afianza la Ley 10/2021. Asimismo, la reciente propuesta del Ministerio de Trabajo a los agentes sociales propone ir un paso m¨¢s all¨¢: ¡°las personas trabajadoras no pueden renunciar al derecho a la desconexi¨®n por exigencia empresarial, por contrato, convenio, o pr¨¢ctica¡± y se aplicar¨¢ a todos los ¨¢mbitos laborales, tanto presenciales como situaciones de teletrabajo. La situaci¨®n actual en Espa?a, no obstante, se encuentra lejos de esta utop¨ªa subrayada por Trabajo: dos de cada tres trabajadores afirman no desconectarse del trabajo cuando finaliza su jornada laboral.
¡°Trabajo d¨ªas, tardes, y noches completas¡±
Los abogados suelen destacar entre los profesionales m¨¢s sobreexplotadas, al menos a tenor de las horas extra que realizan. Aunque la Ley de Trabajo a Distancia, que regula la desconexi¨®n digital, exige definir una frontera clara entre la vida laboral y personal, el mundo de la abogac¨ªa, ir¨®nicamente, no lo permite. ¡°Esas horas extras que haces, pueden significar la diferencia entre ganar y perder un caso¡± manifiesta un abogado penalista de un bufete madrile?o, que prefiere no ser nombrado por temor a represalias laborales.
Las jornadas interminables, que suelen prolongarse tanto que reducen la distancia entre la oficina y la cama, se consideran como da?os colaterales de la naturaleza de esta carrera: demandante, pero a la vez, econ¨®micamente gratificante. El 52% de los 2.762 abogados encuestados por el Ilustre Colegio de la Abogac¨ªa de Madrid (ICAM) tienen dificultad a la hora de equilibrar la vida laboral y privada, seg¨²n el ¨²ltimo Estudio sobre la situaci¨®n de la abogac¨ªa. Esta cifra incrementa cu¨¢ndo se analiza por sexo: el 58% de las mujeres afirman tener dificultad al conciliar su vida personal.
Los ejecutivos tampoco desconectan
El reto de dejar el m¨®vil quieto en las horas fuera de la oficina tambi¨¦n afecta a los ejecutivos, aunque en este caso, los salarios y beneficios que reciben por su categor¨ªa profesional recompensan las horas extras trabajadas, seg¨²n los testimonios recabados por este peri¨®dico. As¨ª le sucede a Juan, de 31 a?os, que ocupa un alto cargo como gestor para grandes empresas. ¡°Cuando tratas con dinero para grandes empresas, hay tanto riesgo y seguridad en juego que sin duda a?ade mucho estr¨¦s y te mantiene conectado¡±, apunta. ¡°Pero es una carrera apasionante si quieres ese tipo de responsabilidades¡± matiza.
Las mujeres que ocupan puestos de alta responsabilidad suelen trabajar menos horas extras pagadas que los hombres, seg¨²n los ¨²ltimos datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), aunque suelen cobrar menos horas extras que sus hom¨®logos masculinos: una media trimestral de 10.500 horas, frente a las 32.700 facturadas por ellos al cierre de 2023. Asimismo, se observa un nivel de estr¨¦s laboral m¨¢s intenso en mujeres que en hombres asalariados, aunque la brecha es menor. No obstante, en ambos sexos, la brecha entre horas extras pagadas, y horas extras no pagadas es enorme.
El derecho a no ser localizado
El timbre de un mensaje urgente por WhatsApp puede vulnerar el derecho a la desconexi¨®n. El sector de sanidad se encuentra entre las profesiones que m¨¢s sufren de esta invasi¨®n en la vida privada. Ricardo Fur¨ªo Sabate, secretario de acci¨®n sindical del Satse Madrid, apunta que la cultura de la desconexi¨®n sigue siendo inalcanzable en los hospitales.
¡°Desde que est¨¢ WhatsApp, las enfermeras se sienten m¨¢s obligadas a contestar a los cambios de planillo que llegan desde la supervisora de unidad¡±, precisa. ¡°No existe esa desconexi¨®n. Llaman, y ese ¡®por favor¡¯ es un poco obligatorio¡± contin¨²a Sabate. ¡°Escuchas m¨¢s casos de burnout. Muchas compa?eras han desinstalado el WhatsApp. Otras han dejado la profesi¨®n y se est¨¢n jubilando m¨¢s temprano. Madrid es la regi¨®n que peor paga sus enfermeras, y las maltrata dici¨¦ndolas que tienen que ir a trabajar¡±.
El mundo del periodismo o la publicidad es otro sector que batalla con la desconexi¨®n. Isabella, de 25 a?os, ejemplifica la sobreexplotaci¨®n en este ¨²ltimo sector. Renunci¨® a un trabajo en publicidad hace dos semanas. La joven, que sufre de epilepsia, llevaba a?os arrastrando una sensaci¨®n de quemaz¨®n laboral ocasionada por un despido durante el estallido de la pandemia. Hasta hace poco, trabajaba para una agencia de publicidad que le promet¨ªa un aumento de salario a cambio de horas extras interminables. El aumento nunca lleg¨® y se desencaden¨® una cadena de emociones negativas. ¡°Comenc¨¦ a sentirme abusada y ese sentimiento fue creciendo a lo largo de los meses¡± comenta. ¡°Incluso llegu¨¦ a llorar varias veces frente a la computadora por la frustraci¨®n¡±.
El sindicato CC OO insiste en que ¡°la plantilla tiene derecho a no contestar mensajes ni correos electr¨®nicos fuera de la jornada laboral para garantizar el derecho a su tiempo de descanso y vacaciones¡±. Sin embargo, es algo que sigue pasando.
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