Irlanda blinda los 14.000 millones en impuestos de Apple para destinarlos a paliar la crisis de vivienda
El primer ministro, Simon Harris, se compromete a incrementar la inversi¨®n en infraestructuras, agua y energ¨ªa
El Gobierno de Irlanda tiene en sus manos un regalo llovido del cielo y una bomba de relojer¨ªa que debe desactivar cuanto antes. El primer ministro Simon Harris se ha apresurado en poner una valla alrededor de los 14.000 millones de euros que la compa?¨ªa Apple debe pagar a Dubl¨ªn por todos los impuestos no liquidados entre 2003 y 2014. Es el modo de evitar que la utilidad de ese inesperado man¨¢, que supone m¨¢s de un 10% del gasto p¨²blico anual, se convierta en un arma de confrontaci¨®n pol¨ªtica. El dinero, ha dicho Harris a la agencia de noticias Bloomberg, se destinar¨¢ a inversiones que ayuden a paliar la crisis de vivienda, el problema m¨¢s grave que arrastra la rep¨²blica desde hace m¨¢s de una d¨¦cada.
¡°Todav¨ªa tenemos que recibir ese dinero, pero creo que lo correcto es que aportemos cuanto antes claridad respecto a los principios que aplicaremos a la hora de decidir en qu¨¦ lo invertimos¡±, explicaba el taoiseach (el t¨¦rmino ga¨¦lico o irland¨¦s con que se llama al Jefe de Gobierno en la jerga pol¨ªtica). ¡°Creo que hay tres ¨¢reas muy concretas, la construcci¨®n de vivienda, la infraestructura en aguas y el tendido el¨¦ctrico, que aportar¨ªan un beneficio claro a la seguridad econ¨®mica futura de nuestro pa¨ªs¡±, indicaba Harris.
Un pago ¨²nico
El Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea (TJUE) dio finalmente la raz¨®n a la Comisi¨®n Europea en su sentencia del 10 de septiembre, al fallar en contra de Apple y del propio Gobierno de Irlanda. Los acuerdos fiscales concertados en 1991 y 2007, que ofrec¨ªan condiciones muy ventajosas al gigante tecnol¨®gico para que trasladara a la isla gran parte de su negocio, hab¨ªan constituido una ayuda estatal contraria a las normas de competencia comunitarias, sentenci¨® el TJUE.
Aunque durante a?os el Gobierno irland¨¦s defendi¨® el acuerdo con Apple, preocupado por el golpe a su reputaci¨®n y a la seguridad jur¨ªdica del pa¨ªs que el precedente jur¨ªdico pod¨ªa ocasionar, finalmente ha decidido abandonar la batalla legal y aceptar el dinero.
La decisi¨®n del TJUE es sobre todo la resoluci¨®n de una disputa hist¨®rica, sin implicaciones relevantes para el r¨¦gimen fiscal actual del pa¨ªs. En los ¨²ltimos a?os, Irlanda se ha adherido a tratados internacional de tributaci¨®n y ha modificado sus leyes para armonizarlas con las del resto de la UE.
Pero el boom econ¨®mico que supuso el desembarco masivo de gigantes tecnol¨®gicos como Apple, Microsoft, Googel, Intel o Meta (entonces Facebook) en la isla trajo consigo una crisis que ha condicionado el debate pol¨ªtico y elevado el malestar social de los ¨²ltimos a?os: la escasez de vivienda y de infraestructura en Irlanda, un pa¨ªs que hasta hace nada era m¨¢s rural que urbano y que ha saltado de los 3,5 millones a los 5 millones de habitantes en tres d¨¦cadas.
La victoria del Sinn F¨¦in, el partido que durante toda su historia fue el brazo pol¨ªtico de la organizaci¨®n terrorista IRA, en las elecciones de 2020, fue impulsada por una nueva generaci¨®n de irlandeses m¨¢s agobiados por la imposibilidad de acceder a un vivienda digna que interesados en el lastre de d¨¦cadas de violencia sectaria. Solo una coalici¨®n forzada de las dos formaciones hist¨®ricas que han gobernado Irlanda desde su independencia, el Fine Gael y el Finna F¨¢il, evit¨® la llegada al poder de la formaci¨®n nacionalista de izquierdas.
Y desde entonces, el Gobierno ha intentado desesperadamente dar una respuesta a la crisis de la vivienda.
La firmeza en defender el destino del dinero de Apple a este objetivo servir¨¢ adem¨¢s para lanzar un mensaje pol¨ªtico: el dinero de los impuestos ha de ser destinado a prioridades y urgencias como la vivienda.
La posibilidad de que el Gobierno actual adelante las elecciones generales al pr¨®ximo noviembre ¡ªest¨¢n previstas para la primera mitad de 2025¨D se ha visto ahora acelerada por el ingreso inesperado de una importante inyecci¨®n monetaria, que ayudar¨¢ a dar claridad y fortaleza al presupuesto que debe presentarse el 1 de octubre. Harris sigue insistiendo en su voluntad de agotar el mandato, pero hay un consenso general en el pa¨ªs de que las urnas volver¨¢n a colocarse antes de que concluya 2024.
Los 14.000 millones todav¨ªa no han entrado en las arcas del Estado, y el pago ser¨¢ fraccionado. Con toda probabilidad, el Gobierno, que actualmente goza de super¨¢vits presupuestarios, los ingresar¨¢ en uno de los dos fondos soberanos establecidos ante la previsi¨®n de baches futuros en la econom¨ªa del pa¨ªs. Uno de los dos es a largo plazo y el dinero est¨¢ blindado, pero el otro permite m¨¢s flexibilidad para disponer de ¨¦l si las cantidades retiradas van destinadas a la inversi¨®n en la lucha contra el cambio clim¨¢tico, o simplemente si las dificultades coyunturales impiden que el Gobierno mantenga un ritmo estable de inversi¨®n p¨²blica.
¡°Pero no se trata solamente de invertir, sino de asegurarnos de que todos los proyectos y las viviendas planeadas sean ejecutados con la celeridad y la escala adecuadas¡±, ha se?alado Harris. ¡°Por eso estamos reformando nuestras leyes para mejorar la planificaci¨®n urbana¡±, a?ad¨ªa.
Irlanda prev¨¦ sumar un mill¨®n m¨¢s de habitantes en 2050, y el compromiso del Gobierno es tener para esa fecha un mill¨®n y medio m¨¢s de viviendas. La Ley de Planificaci¨®n y Desarrollo est¨¢ en su fase final de debate parlamentario, pero sigue acumulando excesivas enmiendas y retrasos. Hay un consenso general sobre la necesidad de modificar un sistema de planeamiento urban¨ªstico lento, burocr¨¢tico y excesivamente condicionado por las batallas legales entre propietarios y Estado.