Grandes desaf¨ªos para las pymes
Las peque?as y medianas empresas espa?olas apuestan por pr¨¢cticas sostenibles, pero a¨²n queda camino por recorrer ante la falta de informaci¨®n, problemas de financiaci¨®n y desaf¨ªos tecnol¨®gicos para dar forma a los nuevos procesos productivos
En Taisi se saca todo el jugo a las naranjas que procesa. No es una met¨¢fora. En esta empresa, con sede en Calatayud (Zaragoza), cada una de las partes de la fruta se emplea para crear alg¨²n tipo de producto. Con el interior se hacen mermeladas, rellenos y confituras. Las tiras de la piel, por ejemplo, en vez de desecharse, se ba?an de az¨²car y se usan para elaborar cubiertas de chocolate y pasta para dar sabor y estructura a los bizcochos que se venden en algunos de los supermercados del pa¨ªs. ¡°Es un esfuerzo por reducir el desperdicio y maximizar el potencial de las 300 toneladas de naranjas que utilizamos anualmente¡±, explica Ruth L¨¢zaro Torres, directora general de la firma, con una amplia gama de productos para la industria alimentaria.
El concepto de econom¨ªa circular de esta compa?¨ªa (con unos 60 empleados y una facturaci¨®n de siete millones de euros) est¨¢ en su ADN. ¡°El proceso de confitado, que implica agregar az¨²car a la fruta para conservarla, es intr¨ªnseco a nuestra actividad, ya que nos permite alargar la vida ¨²til del producto fresco. Por lo tanto, la econom¨ªa circular siempre ha estado presente, incluso mucho antes de que se popularizara el t¨¦rmino¡±, comenta L¨¢zaro Torres.
M¨¢s all¨¢ de esta pr¨¢ctica, en Taisi se utilizan tambi¨¦n envases retornables en lugar de desechables, y se busca la colaboraci¨®n con los proveedores para optimizar el uso de los recursos. ¡°En cuanto a los beneficios financieros, s¨ª, hemos visto un retorno econ¨®mico directo en t¨¦rminos de ahorro de costes en transporte y materiales de embalaje, as¨ª como en la generaci¨®n de nuevos ingresos a partir de la creaci¨®n de productos derivados de subproductos de frutas y verduras¡±, asegura la responsable de la empresa.
Desigual situaci¨®n
Mientras algunas peque?as y medianas empresas se abrazan con fuerza a la econom¨ªa circular ?un enfoque de producci¨®n y consumo que promueve compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos con el fin de generar un valor adicional?, muchas otras se est¨¢n quedando rezagadas. El desconocimiento sobre el concepto persiste en m¨¢s de la mitad de las pymes espa?olas, revela el informe Econom¨ªa Circular y Pymes en Espa?a, publicado por la C¨¢mara de Comercio de Espa?a y Mapfre en 2021. Seg¨²n datos de la investigaci¨®n ?referencia entre diversas instituciones del pa¨ªs al ser la ¨²nica que ofrece datos sobre la situaci¨®n de este segmento de la econom¨ªa?, s¨®lo el 46% de las pymes conoce el alcance y potencialidades de la econom¨ªa circular. Dentro de este porcentaje, aquellas con menos de 50 trabajadores son las que muestran un mayor desconocimiento sobre el tema.
El modelo evoluciona, seg¨²n destaca el propio informe, muy r¨¢pidamente a medida que crece el tama?o de la empresa. Pero hay que subrayar que en el pa¨ªs, del total de las pymes, solo un 0,6% de las empresas tiene al menos 50 empleados, que es donde el conocimiento del concepto comienza a ser mayoritario. En Espa?a, comenta Nuria Fern¨¢ndez Mu?iz, fundadora de la consultora DelaeNe.net, investigadora del grupo Finres (UNED) que realiza su tesis doctoral sobre econom¨ªa circular y l¨ªderes de pymes espa?olas, indica que en el mercado espa?ol se pueden identificar tres tipos de pymes relacionadas con este modelo innovador en la producci¨®n.
Seg¨²n el informe ¡®Econom¨ªa Circular y pymes en Espa?a¡¯, s¨®lo el 46% de este tipo de empresas conoce el alcance y potencialidad del nuevo modelo econ¨®mico
¡°Por un lado, est¨¢n las que no forman parte de este enfoque y desean realizar la transici¨®n adoptando ciertos modelos de negocio circulares que ya est¨¢n funcionando¡°, advierte la experta. ¡°Por otro, las pymes nuevas que nacen con la intenci¨®n de operar siguiendo estos principios desde el inicio. Y finalmente, est¨¢n las empresas sostenibles que ya han estado operando de manera circular mucho antes de que se convirtiera en una tendencia¡±. Un ejemplo de emprendimiento que surge con el concepto arraigado en su esencia es Ecodicta, una plataforma de moda sostenible con la misi¨®n de transformar una industria que produce anualmente m¨¢s de 100.000 millones de prendas, excediendo las necesidades de vestimenta de la poblaci¨®n mundial.
¡°Ecodicta nace siendo consciente del impacto negativo de esta industria. Nuestro objetivo es promover un armario circular mediante un sistema de suscripci¨®n mensual que permite a las clientas recibir prendas diferentes cada 30 d¨ªas, sin necesidad de comprarlas¡±, resalta Ra¨²l Gonz¨¢lez, CEO de la firma. ¡°De esta manera, se reduce el consumo y la producci¨®n, contribuyendo a mitigar las consecuencias negativas de la moda en el medio ambiente¡±. Pero tanto las compa?¨ªas de nueva creaci¨®n como las ya existentes comparten algunas barreras para sacar adelante sus negocios en el mundo circular.
Falta de informaci¨®n y escasos recursos
Entre los obst¨¢culos, seg¨²n glosa un estudio de Ecoembes de 2023, est¨¢n la falta de informaci¨®n sobre la econom¨ªa circular y su impacto en el medio ambiente, as¨ª como barreras econ¨®micas, basadas en la escasez de recursos financieros, la dificultad para acceder a ayudas p¨²blicas o la percepci¨®n de las cuestiones ambientales como algo costoso con escasos beneficios. Otros inconvenientes est¨¢n relacionados con la propia estructura de las pymes, que carece de medios necesarios como personal, formaci¨®n o innovaci¨®n. La organizaci¨®n sin fines de lucro se?ala que las barreras son dif¨ªciles de superar debido a la estructura de las pymes, con un tama?o reducido, lo que limita su capacidad econ¨®mica para acceder a ciertos servicios profesionales y financieros. En el pa¨ªs, el 56,6% de las empresas no tienen ning¨²n asalariado, y el 41,4% tienen menos de 50 trabajadores, seg¨²n el INE.
¡°Esto pone al descubierto una estructura productiva sumamente fr¨¢gil, tanto en el sentido econ¨®mico como en la gesti¨®n empresarial¡±, resalta el estudio de Ecoembes. Desde la Confederaci¨®n Espa?ola de la Peque?a y Mediana Empresa (Cepyme) comentan que la circularidad se aplica en algunas empresas desde hace a?os, pero muchas de ellas no saben que sus procesos son sostenibles. ¡°Han adaptado sus procesos productivos para mantenerse competitivas en el mercado europeo y global. Esta evoluci¨®n ha sido crucial para aumentar su eficiencia. Un ejemplo claro est¨¢ en el sector papelero, que se ha modernizado para reducir el consumo de energ¨ªa y competir con industrias extranjeras¡±, dicen desde la patronal.
Las pymes tienen ante s¨ª un largo camino en el dise?o ecol¨®gico, en la eliminaci¨®n de pl¨¢sticos de un solo uso y en la reutilizaci¨®n del agua
Estas mejoras, sin embargo, no s¨®lo se han realizado en pro de una mayor eficiencia, sino tambi¨¦n para cumplir normativas sostenibles que se transmiten a trav¨¦s de la cadena productiva y que en un principio se aplican a las grandes empresas, a las cuales las pymes proveen de servicios o productos. ¡°Hay un barniz regulatorio y burocr¨¢tico alrededor de las nuevas pr¨¢cticas¡±, aseguran desde Cepyme. Otro de los grandes motores en el mercado, asegura Lucinio Mu?oz, director de la Fundaci¨®n del Instituto de Cr¨¦dito Oficial (ICO), es la relaci¨®n con el usuario final. ¡°El consumidor demanda productos m¨¢s sostenibles y este es un factor que obliga a repensar los procesos¡±, argumenta.
¡°Las pymes est¨¢n adoptando una variedad de enfoques para adaptarse a los nuevos requerimientos de la econom¨ªa circular, reconociendo no solamente la importancia de mitigar su impacto en el medio ambiente, sino tambi¨¦n las exigencias regulatorias que llegan desde la Uni¨®n Europea, as¨ª como desde los gobiernos nacionales y regionales, que est¨¢n avivando los procesos de econom¨ªa circular para poder seguir operando¡±, explica Ana Gasc¨®n Ramos, presidenta de la Asociaci¨®n Espa?ola de Directivos de Sostenibilidad (Dirse).
Dif¨ªcil punto de partida
La transici¨®n de un modelo de producci¨®n lineal a uno circular no es sencilla para ning¨²n tipo de empresa, al margen de su tama?o, destaca Gasc¨®n Ramos. En el caso de las pymes muchas siguen sin tener en cuenta dise?os ecol¨®gicos en sus productos (21,1%, seg¨²n el estudio de Mapfre y la C¨¢mara de Comercio), algo que resulta clave para incrementar la tasa de reciclaje. Son muy pocas las que eliminan los pl¨¢sticos de un solo uso (16,2%), y la inmensa mayor¨ªa no cree que deban tomar medidas para recuperar y reutilizar el agua (88%), excepto las del sector industrial.
¡°Esta transformaci¨®n no supone simplemente cambiar determinados procesos, sino hacer una reevaluaci¨®n del modelo de negocio¡±, a?ade la experta de Dirse. Sin embargo, se?ala que como cualquier otra empresa tienen necesidades de formaci¨®n y costes iniciales que pueden conllevar retrasos en la transformaci¨®n.
Es crucial que las empresas se adapten al mercado y adopten pr¨¢cticas sostenibles para sobrevivir, afirma Ignacio Ba?eres, responsable de Sostenibilidad Ambiental de Aenor, una entidad dedicada al desarrollo de la normalizaci¨®n y la certificaci¨®n en todos los sectores industriales y de servicios. ¡°La sostenibilidad ya no es una opci¨®n, sino una necesidad intr¨ªnseca en todas las empresas¡±, concluye.